Hola! Soy Salima Uchiha y soy nueva en esto de los fics de Dragon Ball, debo decir que tenia ganas de publicar uno pero no sabia como lo aceptarian, respecto a este fic podemos decir que es un UA fue una idea que se me metió a la cabeza despues de ver el Gt. Espero que sea de su agrado, tratare de que los personajes no pierdan su esencia tal como los conocemos, eso si habrán nuevos personajes...

Espero les agrade!


Cada conjunción de espíritus, de seres, le daban vida al universo, la unión entre tierra madre y los seres que la habitaban era maravillosa. Hace mucho tiempo, décadas, quizá, existió una raza de guerreros que luchaban para salvaguardar esos elementos de los que ahora los seres del universo viven y que sin ellos no habría vida en ningún lugar, estos guerreros se les llamaba Terra, Aqua, Flame, Wind, eran los guerreros que luchaban por la naturaleza, ya que según la leyenda, gracias a la tierra, agua, fuego y aire tenían poderes excepcionales.

Estos guerreros tenían su origen en los seres llamados tsufur, que antes de que los saiyajin provenientes del planeta Vegetasei los conquistaran, eran guerreros de gran respeto entre su comunidad. En el momento de la conquista al planeta tsufur, estos guerreros de élite lucharon con su vida contra los saiyajin defendiendo a su planeta, sin embargo, sus fuerzas eran sumamente inferiores, el momento de la conquista había llegado. Sin pensarlo, ambas razas habían evolucionado y se habían cruzado entre si, formando una nueva generación de guerreros muy parecidos a los Flame, Terra, Aqua y Wind a los que llamaron Tenjuijin, que nacían sin cola, por lo que no podían convertirse en ozaru durante la luna llena, esto fue algo que hizo que los Tenjuijin fueran repudiados por su sociedad gran parte de su vida.

Antiguos guerreros tsufur fueron adiestrados dentro de un escuadrón especial de los escuadrones saiyajin, seguían teniendo un rango alto, pero que muy poca gente conocía por lo que la opresión y la discriminación fueron latentes, se educó a los saiyajin en las artes Tenju pero muy pocos lograban quedarse. Con la llegada de Freezer al imperio saiyajin, la destrucción de estos guerreros fue total, la exterminación de Freezer hizo que la mayoría del imperio se volviera pedazos y lo que fue de Vegetasei quedó en el olvido para siempre.

Los sobrevivientes a la matanza, saiyajin puros en su mayoría, guardaron los recuerdos de esos guerreros, ya no podía hacerse nada para regresarlos, pero en un extraño planeta llamado Tierra, las apariciones sorpresivas de estos guerreros no se hicieron esperar, algo iba a cambiar el rumbo de la historia, la vida de los guerreros y de la vida en el universo, tal y como la conocemos ahora. El tiempo del Imperio Saiyajin iba a regresar y con ello el dominio del universo.

"De la unión de la sangre pura con la sangre incorrupta,

Nacerá aquel que tendrá el poder de derrotar a la obscuridad,

Hijo de reyes,

Hijo amado por un pueblo,

Vestido de azul y dorado vendrá

Para restaurar lo que se ha perdido"


Planeta Tierra.

El torneo de las artes marciales daría comienzo de un momento a otro, Gokú y su hijo Goten se alistaban para lo que sería una interesante batalla. Cerca de ellos se encontraba su familia rodeando a una pequeña figura de cabello corto color azabache, vestida de rojo y con una carita que reflejaba inocencia y ternura.

-Tranquila, Pan, sabes que puedes-le decía su padre, un hombre de cabello negro alborotado a quien la pequeña sonrió con felicidad.

-Ten mucho cuidado, hija-dijo su madre, una mujer de cabello negro atado en una trenza.

-Así lo haré mamá-contestó la pequeña con una suave y dulce voz infantil.

-¿Dulce y pequeña?-dijo en un susurro un chico de largo y alborotado cabello negro a dos chicos, uno de ellos de corto cabello color lavanda y ojos azules y la otra era una chica muy parecida al chico de cabello negro, de ojos negros y de largo cabello negro ondulado-Esa niña no es un ángel, es un diablillo.

-Vamos Goten, nuestra sobrina es tierna, solo que aquí necesita fuerza, sino, ¿Cómo crees que acabará con sus oponentes?-dijo la chica con una media sonrisa mirando a su sobrina.

-Aun así, es demasiado pequeña para estar aquí-replicó Goten a su hermana gemela-Pueden lastimarla.

-Recuerdo que en el anterior torneo no me dejaron participar por eso, porque podían lastimarme pero si mal no recuerdo ustedes dos, par de zonzos quisieron entrar al torneo de los adultos con tan solo ocho y nueve años-dijo la chica mirando a ambos hombres que se hicieron los desentendidos.

-Eso es otra cosa, Taylor-dijo el chico de cabello lavanda-Teníamos edad suficiente para pelear y éramos fuertes.

-¡Trunks, Goten es hora!-gritó a lo lejos Gokú, ambos chicos se despidieron de la muchacha para subir a la plataforma de combate para comenzar con las preliminares.

Taylor y los demás subieron a la parte alta de la casa de descanso del torneo para ver los combates. Todos hablaban acerca de quién ganaría ese día, y como dijo Krilin, al final todo quedaría entre familia, muchos estuvieron de acuerdo con él. Sin embargo, Piccoro alertó a todos, cuando a Gokú le tocó pelear con un niño de aproximadamente diez años, que según el nameku era la reencarnación de Majin Bu, pero algo estaba destinado para que esa pelea se pospusiera.

El ruido de una nave acercándose al lugar del torneo ocupó el ambiente, todos los espectadores miraban hacia el cielo preguntándose qué era lo que pasaba, al segundo, se escuchó un gran estruendo, los guerreros Z y los demás fueron hacia la parte de atrás de la plataforma, donde descansaban los peleadores y cuál fue su sorpresa al encontrarse con personas que no pensaron volver a ver.

Eran dos sujetos vestidos con amplias armaduras, uno de ellos con largo cabello oscuro en forma de picos y el otro sin una pizca de cabello, ambos tenían enrollada en su cintura una cola. Ninguno podía creerlo, eran Raditz y Nappa, los más jóvenes no podían entender que era lo que sucedía y así lo hicieron saber.

-¿Quiénes son ustedes?-rugió Goten poniéndose en posición de defensa junto con su mejor amigo.

Los dos saiyajin los miraron y al reconocer en ellos las facciones de Gokú o Kakarotto como le llamaban y de Vegeta se miraron con una media sonrisa.

-Tanto tiempo sin verlos-dijo Nappa con voz grave-Sobre todo a usted, Rey Vegeta.

Vegeta se acercó con los brazos cruzados y el entrecejo fruncido, no le gustaba para nada ver a esos dos de nuevo con vida si es que alguna vez murieron.

-¿Qué hacen aquí?-dijo Vegeta con voz fría-Se supone que ustedes dos estaban muertos.

-Es una larga historia, Vegeta-dijo Raditz con voz ronca-Necesitamos hablar con ustedes-miró a sus acompañantes-De algo importante.

Los guerreros Z así como sus familias y amigos se dirigieron hacia el ala de descanso de Mr. Satán dentro de la isla de combate, en sus mentes pasaban imágenes de lo que había acontecido con aquellos saiyajin muchos años atrás, los más pequeños trataban de averiguar a toda costa quienes eran los extraños sujetos que parecían conocer a sus respectivos padres.

Entraron a una habitación por demás espaciosa y lujosa, muchos alzaron una ceja al ver tal habitación, era simplemente inconcebible. Las mujeres se sentaron en los acolchonados sillones color miel de la alcoba, mientras los hombres seguían de pie escudriñando cada movimiento de los saiyajin resucitados.

-¿Pueden decirnos ahora que están haciendo aquí?-preguntó Gohan con seriedad.

-Escuchen, es una larga historia-dijo Nappa mirando a cada uno parando su vista en el primogénito de Vegeta al tiempo que buscaba un ki diferente al del muchacho, frenó sus intentos de seguir buscando sin embargo, Raditz comenzó la historia que todos ansiaban saber.

-Hace tiempo, cuando llegamos a la Tierra, no teníamos idea de que alguien de nuestra raza se encontraba en este planeta, tal fue nuestra sorpresa al encontrar a Kakarotto…sin embargo, habíamos pasado por muchas cosas al lado de Freezer que olvidamos como eran las cosas en Vegitasei, encontramos en la tierra, guerreros muy parecidos a los que eran los llamados escuadrones reales en nuestro planeta, una raza igual a nosotros pero con un poder que nunca pudimos obtener, los llamamos tenjuijin…

-¿Luchadores por la vida?-interrumpió Krilin al saiyajin.

-No, son llamados luchadores naturales de la vida en lengua común-continuó Raditz su explicación-Ellos obtenían poder de parte del aire, del agua, de la tierra y del fuego, aquellos poderes que nuestros ancestros utilizaron para que naciera nuestra raza. Pero algo salió mal, nuestra llegada al planeta nunca debió de haber sucedido.

-¿Por qué no?-preguntó Trunks con confusión, si eso no hubiera pasado, sus padres no se hubieran conocido y él ni siquiera hubiera nacido.

-Porque alteró la historia-soltó Nappa de repente.

-Espera un momento-dijo Piccoro-Estas diciendo que si los saiyajin nunca hubieran llegado a la tierra, nada de lo que hemos vivido, nada de lo que ha pasado hubiera sucedido. Eso es una total pérdida de tiempo, además no tiene lógica.

-¿Cómo podía su llegada alterar la historia?-dijo Gohan con voz suave-Mi padre fue el primer saiyajin que llegó al planeta, eso, lo que tú dices nada tiene que ver, sabemos que siempre a los de menor fuerza los mandaban a un planeta distante…

-A eso nos referimos-dijo Nappa-llegamos a este planeta rastreando el ki de Kakarotto, por eso llegamos, pero cuando lo hicimos, pasó algo que nunca hubiésemos esperado…

-¿A qué te refieres insecto?-gruñó Vegeta enojado, ¿Por qué le daban tantas vueltas a las cosas? Ya lo estaban desesperando.

-Cuando aterrizamos, nos topamos con una especie de bruja con una bola de cristal, lo que nos dijo, no le dimos importancia, pero cuando estuvimos en el otro mundo y vimos toda la historia nos dimos cuenta. De la unión de un saiyajin de sangre real, con una alma incorrupta, noble, nacería aquel guerrero que sería capaz de derrotar a aquel que le dio fin al imperio saiya, un cierto tiempo, pensamos que sería el hijo de Vegeta pues él era de sangre real saiyajin, nos equivocamos, no era él, sino su hijo, el nuevo príncipe saiyajin.

La cara de Trunks era un poema, estaba pálido de la impresión, los demás estaban sin saber que decir, era una enorme sorpresa, pero, el chico apenas tenía dieciocho años, era imposible que tuviera un hijo a esa edad, su madre Bulma, se acercó a él y le dio tremenda cachetada haciendo que su hijo reaccionara.

-DIME, ¿HAS TENIDO UN HIJO? ¿LO HAS HECHO TRUNKS BRIEFS?-dijo la mujer de cabello azul gritando.

El chico negó rápidamente con la cabeza, completamente desorientado, la noticia le había caído de peso-No…mamá….solo tengo…dieciocho…todavía no pienso en ello..

-Tranquilízate Bulma-dijo Gokú sonriendo tímidamente-Debe haber un error, lo hay, ¿cierto?-dijo mirando a su hermano mayor y a Nappa.

-No lo sabemos-contestó Nappa-Solo fuimos enviados de nuevo con la misión de decirles todo esto, no tenemos idea de lo que en verdad ocurra.

Los guerreros miraron a los saiyajin con odio, ¿Cómo podían decirles eso y no él porqué? ¿Qué plan tenia Enmadaiosama con todo eso? ¿Qué podía alterar el curso de la historia?

Todos los guerreros volvieron sus miradas a un punto en especial, aquél de donde provenía un poderoso ki, pero que reconocieron rápidamente.

-Supremo Kaiosama -dijeron sorprendidos al verlo en aquel lugar.

-Creo que no esperaban mi presencia en este lugar-dijo con una media sonrisa Kibito Shin a los guerreros y familias.

-Supremo Kaio-sama, ¿Puede usted explicarnos que está sucediendo?-dijo una histérica Milk al dios.

-Por eso estoy aquí, señora Milk-le contestó el supremo-Lo que estos guerreros tenían que decirles ya lo hicieron, ahora nos toca a nosotros, lo demás, Raditz, Nappa, pueden irse y gracias por su ayuda-los aludidos desaparecieron en una voluta de humo.

-¿A que se refieren con Tenjuijin?-dijo N. 18 a un angustiado Kaio.

-Bueno, hace varias generaciones atrás, eran los protectores de la vida en el universo, sin ellos cada raza, cada planeta no tenia paz ni armonía, los más poderosos se encontraban en un planeta llamado Plant que es de donde al parecer provienen los saiyajin, eran seres de paz, luchaban bajo estándares propios, tenían su propio código de moral, pero fieles a su pueblo, poco tiempo después, los saiyajin los encontraron, buscaban hacerse con el legendario súper saiyajin-dijo mirando fijamente a Gokú y Vegeta, cada uno de los guerreros lo escuchaba con atención-Buscaron mezclar sus genes con los habitantes de aquel planeta, lo lograron pero en ese paso, los nacidos tenjuijin nacían sin cola, eso los diferenciaba de los saiyajin, cualquier saiyajin podía entrenar y convertirse en un tenjuijin pero el paso a serlo era complicado y doloroso, por eso los calificaron como de baja clase, los discriminaban por la cola y aquel saiyajin que decidiera volverse un tenjuijin tendría que serle extirpada la cola en un procedimiento doloroso.

-Eso no explica porque hay algo en la historia que está alterada-dijo Piccoro con el ceño fruncido-Y eso tiene que ver con Trunks, el hijo de Vegeta.

-A eso voy, señor Piccoro-dijo Kibito Shin-Cuando esos dos saiyajin llegaron al planeta Tierra junto con el señor Vegeta, se les dio una información muy valiosa para el universo entero, en ella se habla del renacimiento del imperio saiyajin y la unión de razas como la tenjuijin y los saiyajin, y la destrucción de la obscuridad que ha sumido al universo muchísimos años.

-¿Nosotros que tenemos que ver en eso?-dijo Gokú con seriedad imaginándose muy levemente la situación.

-Ustedes son los que deben cambiar la historia, señor Gokú, deben cumplir con lo que se ha dicho-dijo Shin con nerviosismo.

De repente, un extraño temblor sacudió la tierra tomándolos por sorpresa, Vegeta y Gokú se acercaron a sus respectivas esposas para protegerlas del derrumbe que vendría, lo mismo hacen los demás guerreros, sin embargo, una bola de luz roja junto con una fuerte ráfaga de fuego iba directo a ellos, se pusieron en posición de defensa dispuestos a atacar hasta que un bola de energía color azul en forma que reflejaba un chorro de agua disipó la energía roja, giraron sus cabezas hacia quien había lanzado el ataque y se encontraron con Taylor, la hermana gemela de Goten, quien los había defendido de ese ataque.

-¿Quién eres y que quieres?-dijo Taylor en voz alta alertándolos, activaron sus sentidos, pero no podían encontrar ningún otro ki aparte el de ellos.

-Taylor, no hay nadie-dijo Goten a su hermana que nunca bajo la guardia.

-Si la hay Goten-dijo la chica con seriedad mirando fijamente un punto en la destrozada pared que tenían enfrente.

-¿Cómo lo sabes?-dijo Trunks o más bien le gritó a la chica.

-Porque este no es un ki común y corriente, es el ki de un tenjuijin-contestó la chica mirándolo, las miradas de los guerreros y familias se posaron en ella.

-Vaya, así que no soy el único en este planeta de débiles-dijo una voz fuerte y grave a la vez cerca de ellos.

-Muéstrate ahora-dijo Taylor con dureza haciendo que Trunks y Goten sonrieran al oírla, no la habían visto así desde que eran niños y ya extrañaban eso.

De la nube de polvo que se hizo por el derrumbe de la pared y del choque de los ataques apareció la figura de un chico de cabello azul oscuro casi negro y de ojos azules vestido con un extraño uniforme negro con una raya roja a los costados junto con una capa larga también negra haciendo conjunto con unas botas de piel negras.

-Me da gusto verte de nuevo…Taylor-dijo el chico mirando a la pelinegra.

-No más que a mí, Takeshi, no más que a mí-contestó la chica con frialdad.

-¿Takeshi?-dijo Gokú mirando a su hija-¿Lo conocías?

-Si papá, ya lo conocía, fue alumno del maestro Karim antes que yo-contestó la chica-Fue entrenado en base a las leyes Tenju, lo cual para ser un humano normal le costó cinco años lograr lo que yo en solo meses.

El Supremo Kaio al fin entendía la situación por la revelación hecha por la hija del hombre más fuerte del universo, ella, era una tenjuijin por nacimiento, una tenjuijin con conocimiento de las peleas saiyajin, dadas las condiciones de que los tenju peleaban diferente. Ahora entendía el porqué extraño contraataque por parte de ella, todas las ideas al fin iban tomando lugar en su cabeza, ya sabía quienes podían ser los destinados a tener a ese niño del que tanto se hablaba en la profecía.

Si, porque esas palabras eran eso, una profecía hecha por nada más y nada menos que Uranai Baba y esas palabras no podían ahora, tomarse a la ligera, la vida del universo estaba en peligro de nuevo y era un peligro que no podrían salvar los saiyajin solos, era la unión de razas, la que ganaría esta vez, eso debía de cambiar en la historia, debía de volverse a contar una nueva historia con ellos de protagonistas. Era feliz por el señor Vegeta, tendría al fin el imperio que tanto quería y del que gobernaría, el poder del señor Gokú también seria tomado en cuenta. Una nueva historia se escribiría sobre sus hombros.

-Eso pasó porque tuviste más tiempo para entrenar que yo-dijo Takeshi encolerizado.

-¿Mas tiempo? Te recuerdo que en el mismo tiempo que tú entrenabas, tratábamos de ponerte a salvo de Majin Bu, si Karim no hubiera intercedido por ti, no la estuvieras contando ahora, así que no me vengas a decir que tuve más tiempo, así que ahora me dirás, que estás haciendo aquí.

-Ha despertado-dijo Takeshi con una sonrisa malévola-Cooler, las fuerzas especiales Gi-nyu han despertado y con ellos la destrucción del universo y el comienzo del imperio oscuro, por fin los tenjuijin seremos vengados, no más discriminación, no mas guerreros de clase baja ocultos por vergüenza, eso se acabó.

El chico se dispuso a lanzar de nuevo una bola de energía directo hacia ellos, el Supremo Kaio fue más rápido se llevó a todos directo al planeta sagrado donde tuvo que explicarles las cosas, acerca del nuevo comienzo que tendrían sus vidas.

"-Se que no estaban esperando algo como esto, y debo admitir que nosotros tampoco, pero es necesario que escuchen lo que les voy a decir, luchar con este nuevo enemigo no será tan fácil, como les dije antes, no solo es necesaria la fuerza de un saiyajin, sino la unión de ambas, si los tenjuijin en la nueva historia que debe ser escrita se vuelven al lado bueno, no habrá más que utilizar esos poderes en beneficio de ustedes para ganar, en eso tienen ventaja, Taylor los tiene, es saiyajin por sangre pero tenjuijin por elección, ella como vieron antes puede darle pelea a uno de sus iguales, sin embargo no será suficiente, debe entrenar más que eso.

-Eso lo puedo hacer aquí Supremo Kaio-dijo la chica.

-No, hay cosas que solo los saiyajin sabían para poder despertar los poderes de un tenju completamente y eso no es cuestión de días, eso es lo que debes aprender, el verdadero poder de un tenjuijin. La historia debe ser reescrita con ustedes como protagonistas, deben vencer a ese mal oculto en las tinieblas y solo su unión dará la fuerza que necesitamos para eso.

-¿Cómo será reescrita la historia? Eso no puede ser verdad Shin-dijo Gohan angustiado.

-Lo es Gohan, de esto depende la vida en el universo, deben hacerlo, por el bien de todos.

-¿Qué debemos hacer?-preguntó Gokú con seriedad y el ceño fruncido-Estoy dispuesto a todo.

-Volverán en el tiempo, vivirán otra vida, otros momentos que les servirán en la pelea futura contra el enemigo, si aceptan, se les borraran sus recuerdos y no podrán recordar nada de esta vida hasta que el momento final llegué y tengan que pelear salvando no solo a ustedes sino también a toda la vida que se encuentre a su alrededor, deben cumplir lo que se ha escrito, sobretodo tu Trunks.

-¿Cómo sabré cuando sea el momento?-preguntó el muchacho cruzado de brazos.

-Tú lo sabrás, cuando estés listo, las situación te guiará solo déjala hacer.

El chico asintió y con él los demás miembros del equipo Z, el dios los veía con extrema tristeza porque era seguro que más de uno no regresaría de esa vida que podía cambiar la historia como la conocemos hasta ahora. Esperaba que todo saliera bien y que lo planeado con Kaiosama, Enma y el mismo Dende saliera a la perfección, miró a los dos chicos que estaban involucrados en la historia, sonrió pedía que no se hubieran equivocado.

Preparó a los guerreros y familias para lo que vendría a ser un choque de dimensiones, rápidamente, se abrió una especie de portal frente a ellos y uno a uno fueron pasando por él, cada recuerdo de cada uno de ellos, fue borrado, poco a poco, no había más Majin Bu, no había más Cell, no habían mas androides, ni Freezer, ni oscuros saiyajin, ni búsquedas de esferas milagrosas, todo fue borrado para dar paso a una nueva vida llena de nuevos enemigos, romances y amistades. Era el inicio de una nueva era.