-Demonios, Natsu ya se tardó –decía Lucy mirando hacia el techo de su habitación –Se supone que tenía que estar aquí hace hora y media, ¿Qué es lo que ocurre con él? –Suspiró –Bueno, que se le va a hacer, tendré que bañarme sola –dijo con resignación mientras se levantaba da la cama con un salto –después no quiero escuchar reclamos de "Luce, ¿Por qué no me esperaste?" Agh, es un completo idiota –terminando de decir estas palabras la maga celestial se dirigió al baño de dispuesta a hacerlo tristemente sola, en está ocasión claro.
Comenzó a quitarse la ropa hasta quedar finalmente desnuda, dejo el agua fluir hasta dejar la bañera lo suficiente llena como para cubrirla sin derramarse al entrar.
Luego de haber pasado unos cuantos minutos, sola, en el agua, sola, jugando con sus manos y el shampoo, sola, sin diversión, sola, aburrida y sola, decidió quedarse más un rato, para relajarse aunque sea por unos momentos, sola.
-Esto no es divertido sí Natsu no está aquí, ¿Por qué no habrá venido hoy? –Recargó su cabeza hacia atrás –Solo espero que no se haya metido en problemas.
…
-Ese imbécil de hielito me las va a pagar –reclamaba para sí mismo el mago peli rosa –Perdí demasiado tiempo, y todavía tuve que lidiar con Happy.
De un salto llego a la ventana de su amada rubia, abriéndola con descaro como si fuera propia de él.
-¡Luce! –grito ya dentro de la habitación de está –Oye Luce, ¿Dónde estás? –su cara cambió a una pervertida, lujuriosa y divertida –¿Te estas preparando para mí, amor?.
-Natsu, estoy en la bañera –se escuchó la voz de Lucy, mientras Natsu se dirigía al lugar en el que ella se encontraba –¡Y no grites! ¡Cualquiera podría escucharte!.
Natsu ya había entrado, y se encontró con una de las muchas hermosas bienvenidas que su "novia" le preparaba de vez en cuanto. Esbozo una sonrisa sensual y degenerada a la rubia, mientras está se ruborizaba.
-Lucy, eres una pervertida –dijo mientras cerraba la puerta tras él y ponía el seguro, solo por sí acaso, nunca se sabe.
-¿P-Porque dices eso? ¡A mí me parece que el pervertido es otro! –lo señalo graciosamente, observando como el Dragneel se desvestía frente a ella y se disponía a meterse en la bañera, estando ella adentro.
-Ya, ya, no es mí culpa, no puedes pedirme que me controle cuando estas desnuda en el agua frente a mí –ya desnudo y dentro se acercó a sus labios dejándolos juntos sin ser lo que ambos llamaban beso –bésame Luce.
Ella no lo dudó y paso las manos por el cuello del mago mientras ambos cerraban los ojos y le daban inicio a esa mágica danza entre los labios de ambos, una demostración de amor tan común pero tan pocas veces sentida con cada fibra de tú cuerpo, ellos compartían juntos de esa hermosa sensación, ese cálido sentimiento que los embargaba cuando la mínima porción de sus pieles se rozaba y los llevaba a un máximo éxtasis que los hacía sentir completos, satisfechos y tan llenos de vida. Les encantaba. Y lo disfrutaban porque, ellos se aman.
Terminado el primer beso del momento Natsu se preparó para el segundo, más Lucy no lo dejó.
-Alto ahí semental, antes de que se te ocurra llevarme a la cama dime porque tardaste tanto –dijo fingiendo en parte el enojo mientras sus labios formaban un puchero.
-Happy quería venir conmigo, y me costó mucho hacer que por fin se olvidara de acompañarme y que decidiera ir a otra parte –explicó lo más rápido que pudo, él no quería esperar más para hacer suya a Lucy, otra vez.
-¿Y qué hiciste para hacer que no viniera? –preguntó curiosa.
-Le conté muchas historias de terror –comento orgulloso –en las que tú te lo comías sí entraba sin que tú lo invitaras –dijo con una sonrisa aún más grande. A Lucy se le resbalo una gota por la sien.
-¿Y no pudiste? No sé, ¿Decirle que le darías un pescado sí no venía? –Natsu hizo ademan de querer hablar pero rápidamente se quedó callado, con cara de, "tiene razón, ¿Cómo no se me ocurrió" ó "Yo, no sé qué decir". Fue algo muy gracioso, frustrante, pero gracioso. Lucy se palmeó con fuerza la cabeza. –Sabes que, ya no importa, pero, ¿Tantas historias le contaste como para que te tardaras una hora y media?
-Bueno, pues verás –comenzó a relatar nervioso, ya que está escusa era de las que a ella menos le gustaban –Hielito comenzó y… –eso era todo lo que tenía que decir antes de que la maga bajo el comenzara a gritar.
-¡Natsu! ¡Muchas veces te he dicho que no debes sucumbir ante las provocaciones de Gray! ¡Mira que eres idiota! ¡No puedes darte el lujo de venir tarde! ¡Podrían comenzar a sospechar! ¡Y sabes bien que!... –no pudo continuar ya que el dragón slayer comenzó besarla lentamente mientras hacía ruidos con su garganta.
-Luce…Shh…eso ya no importa…ya estoy aquí –Dejo entre besos.
Se separó ligeramente de ella.
-¡Pero tú también eres muy mala! –gritó defendiéndose y levantándose para hacer la acusación más dramática.
-¿Y ahora que hice yo? –dijo está imitandolo.
-Como que ¿Qué hice yo? ¡No me esperaste! ¿Cómo te atreves a privarme de ser el que te despoje de tus diminutas prendas? ¡Creí que ese privilegio ya me había sido otorgado! ¡No es justo! ¡Se supone que debí de habar sido yo! –Lo explico filosóficamente, usando palabras que Natsu Dragneel normalmente no usaría, pero el tenía que hacerlo, las personas en los tribunales usaban ese tipo de palabras a la hora de exigir justicia.
-O-Oye, tú no venias.
-No vas a salir ilesa de esto, Luce –le susurró al oído –mereces un castigo por no esperarme –la tomó de la cintura y la cargó, saliendo ambos de la bañera. Ya fuera de está comenzó a secarla con sus propias manos. Tomándose la molestia de secar todas y cada una de las partes mojadas. Mientras que la afortunada, ¡Digo! La victima de las caricias se dedicaba a suspirar debido a lo que le proporcionaba el mago. Claro que, había un sitio en particular, del cual no importaba cuantas veces lo secara, él se mantenía húmedo, incluso, con el toque del peli rosa solo parecía humedecerse más y más, ¡Que ironía! ¿No?
-N-Natsu, ¿Podrías siquiera llevarme a la cama? Es que…¡Ah!...M-Me caeré sí me tocas mientras estoy d-de pie –no podía hablar normal, su respiración era agitada, ¿Y cómo no estarlo? Ese sexy ¡Digo! El descarado metía y sacaba los dedos de la intimidad de esta.
-Está bien –saco lentamente los dedos del sexo de Lucy y se lamió los dedos –Siempre sabes tan bien Luce –le susurró, está se ruborizó, al tiempo en que él sonreía maliciosamente y la llevaba a la cama.
La recostó con cuidado y subió hasta ella gateando, dándole a la Heartfilia una vista que calentaría a cualquiera, porque ¿De qué sirve negarlo? Cualquiera a simple vista se da cuenta de que Natsu Dragneel era guapo, más que guapo incluso, él sí que supera los límites de la guapura. Incluso una persona ciega, con el simple hecho de tocarlo se percataría del adonis que tendría entre sus brazos. Pero igual, no es momento para pensar en lo delicioso ¡Digo! En lo atractivo que es.
-Como esto es un castigo me encargaré de que sufras –Rió en su oído –pero no te preocupes, no será del todo malo, después de todo tu amo y señor es muy generoso, lo único que te hare está noche será torturarte placenteramente y hacerte pedir más y más, hasta que tú pequeña vagina se corra tantas veces que mañana no puedas caminar.
Lucy estaba más que roja.
-N-No seas exagerado –respondió nerviosa, intentando no pensar en lo dicho por su hombre.
-No miento Luce –comenzó a lamer frenéticamente su cuello e instantáneamente Lucy empezó a gemir –Te gusta –afirmó –Tú amas esto tanto como yo.
-Ah, sí Natsu, me encanta –ya no iba a hacerle la difícil, espero dos horas para estas entre los brazos de este y ahora que conseguía estar en ellos nuevamente esperaba que durara lo más que pudieran.
-Repite eso, Luce, vamos, dilo otra vez –decía contra la piel de sus pechos, mientras bajaba a los pezones de está y comenzaba a succionarlos con fuerza, pero al ver que está seguía gimiendo y no contestaba decidió detenerse, lo cual molesto a la maga.
-Natsu ¿Por qué te detienes? –estaba desesperada, sí bien sabía que la "castigaría" no tenía por qué detener su castigo, a ella le gustaba y él lo sabía, ¿Cuál era su afán por hacer que lo dijera?
-No me has hecho caso –rozo su pene con la entrada de Lucy, ambos gimieron –Dilo y seguiré, Luce –siguió frotándose, hasta el punto de hacerlos sentir sus sexos en llamas.
-S-Sí, me e-encanta Natsu.
Comenzaron a besarse. Natsu uso una de las sábanas para amarrar las manos de Lucy.
-¿Por qué me atas, Natsu? –pregunto extrañada, respirando entrecortadamente por el reciente intercambio de saliva.
-Esa es una pregunta muy tonta, Luce –respondió, como sí fuera lo más normal –Así no podrás hacer nada, más que solo ver, sentir, y disfrutar.
Volvió a besarla, bajo un poco más su cuerpo al de ella, mientras una de sus manos se encontraba en su espalda y la recorría hasta llegar a su hermoso trasero, lo apretó.
-¡Ah! ¡Natsu!
-¿Te gustó?
-S-Sí, ¡sigue! ¡Ah! ¡Natsu, no te detengas!
El decidió complacerla por un rato, dándole un poco de lo mucho que ella anhelaba. Lo acaricio suavemente con la yema de sus dedos, luego le dio un apretón a cada una de las nalgas. Finalmente bajo sus dos manos, la tomo por el trasero e hizo que toda su hombría se rozara con el sexo de ella.
-Rgh –gruño al sentirla –Bien, te di un poco de lo querías, ahora siente esto, Luce.
Empezó lamiendo su abdomen, jugando, haciendo círculos en la piel de su mujer con la lengua, le dio una lamitida a su vientre y luego la paso por toda la extensión de su intimidad. Eso dejo su lengua empapada.
-¡Ah! Mmm…Sí, Natsu, no pares, sigue ¡Sigue! ¡Quiero más! –rogaba.
-¿Se siente bien, Luce? –Atrapó su clítoris entre sus dientes y lo chupó con fuerza.
-Delicioso Natsu, se siente delicioso. Ah –el mago siguió, pero con más fuerza.
-Esa no fue mí pregunta, pregunte que sí sentía bien, no como se sentía, obedece Lucy –le dijo succionando con más frenesí que antes.
-¡Sí! ¡Sí Natsu! ¡Sí se siente bien! ¡Se siente jodidamente bien! –A estas alturas el ego de Natsu llegaba hasta el mundo espiritual –Lo haces maravilloso Natsu, ¡No pares!
Como sí todo fuera en contra de lo que ella quería, se detuvo.
-Porque no sigues –argumento con dificultar, estaba agitada, tenía la respiración dificultosa.
-Espero que no se te haya olvidado que esto es un castigo, no como todas las otras veces en las que tú me castigas a mí. –Le dijo besando sus muslos.
-Yo no te castigo, ¿d-de que estas hablando?
-De las muchas veces en las que me la chupas, Lucy –dijo contra sus piernas. Subiendo hasta sus labios.
-P-Pero tú también me chupas a mí –a ella le parecía que era justo. No como está vez, en la que ella era la que disfrutaba ¡Digo! Era la torturada.
-Eso es cierto –prosiguió a lamer sus labios y luego la besó –pero hoy tú serás la chupada –Rió contra sus labios y la dijo inocentemente, como sí jamás le hubiera dicho cosas sucias –Te amo, Luce.
Eso termino por desbaratarla. Él era irresistible. ¿Cómo podía ser tan jodidamente hermoso? Ni ella lo sabía, pero le gustaba.
-Te amo, Natsu, ¡te amo! –él sonrió enternecido. Se separó de Lucy y la sentó frente a él, con las piernas ligeramente abiertas estirándose fuera de las caderas masculinas. Su miembro quedó frente a su vagina y desato cuidadosamente sus manos.
-Luce –dijo suavemente solo para captar su atención –Mastúrbame –esa palabra solo hizo que la chica abriera sus ojos y lo mirara entre deseosa y ansiosa ¡Digo! Avergonzada e indispuesta.
-¡Estás loco! ¡No haré tal cosa! –reclamó
-Y ¿Por qué no?
-P-Porque yo… ¡No quiero!
-¡Ese es el espíritu, Luce! Ahora… -se estiro hasta su oído, apartó mechones rubios y le dijo en un susurro –Cumple con tú sentencia, amor.
Ella no iba a dar más rodeos.
Con decisión tomo el gran miembro de Natsu y lentamente comenzó a masajearlo. No era la primera vez que lo hacía, es más, ¡habías perdido la cuenta de cuantas veces habían compartido tales caricias!
-L-Luce, hazlo más fuerte, más duro, más rápido –Dijo en una súplica el Dragneel, no importaba cuanto intentara ocultarlo, ella sabía que le gustaba y que lo disfrutaba, que lo único que él quería hacer era expresar a gritos el placer que sentía, sin embargo, Natsu era muy orgulloso, aunque los gemidos y gruñidos, no son algo que se puedan ocultar.
Él quería que se la chupara… ¡Y valla que lo quería! Pero no podía dar su brazo a torcer. Él dijo que la iba a castigar, no permitiría darle el gusto de oírlo pedir por una buena paja, cuando ella se arrepienta de no haberlo esperado con unos de esos dulces besos, esa mirada tierna, la sonrisa amable y la el baño –lugar de derrocamiento amoroso –le dejara que todo sea normal, como siempre lo hacen, espontáneamente.
Ellos no tenían un estilo, ni una sola posición, Natsu era curioso y le gustaba probar de todo, más sí eso implicaba pasar dándose mimos con Lucy. Claro que está ocasión era la excepción, mientras ella se lo hacía fuerte, duro, rápido, delicioso, el solo pensaba en correrse entre sus manos, y luego hundirse en sus pliegues hasta lo más profundo de su hermoso ser.
-Natsu, ¿Te correrás? –Preguntó con inocencia la chica, mientras movía una de sus manos rápida y duramente en el pene de Natsu, mientras que la otra acariciaba sus testículos.
-Sí, Luce –Respondió él entre jadeos –Vamos, Luce, ¡Agh! –Gruñó –Falta p-poco, ¡Agh! –Y se corrió, dejando todo su semen esparcido en la entrada de Lucy, toda la intimidad de está, estaba llena de la esencia de Natsu.
La maga celestial llevó dos de sus dedos a su vagina, tomando el líquido dejado por Natsu y llevándoselo a la boca, lamiendo los restos en sus dedos, dejándole a Natsu una vista extremadamente caliente a su parecer.
Mandando a la mierda todo la cordura, musitó –Bien hecho, Luce, lo haces tan rico como siempre –su chica gimió ante las palabras –Ahora, prepárate, entraré en ti –susurró.
-¡Sí! Vamos Natsu ¡Hazlo! ¡Quiero sentirte! –suplicó, al tiempo que el mago la tomaba de las caderas e introducía su miembro dentro de su estrecha cavidad –Agh! N-Natsu, no te quedes quieto, p-por favor, ¡Muévete! –decía jadeante.
-¡Ah! ¡Luce! –la tomó de la cintura haciendo caso omiso y la beso suavemente, fue un gesto tierno –claro, sin tomar en cuenta el hecho de que la tenía penetrada y estaba encima suyo –la suavidad que ambos tenían en ese momento era extremadamente ¡rara! –Luce –susurró después de separarse de sus labios –Te amo.
-Natsu –estaba enternecida, él podía ser muy pasional y atrevido a la hora de hacer el amor, pero la amaba, ella lo sabía, y no podía estar más feliz, después de todo, ella lo amaba, y él lo sabía –Te amo, Natsu –lo tomó de las mejillas y le dio fugaces besos en toda su cara, mientras que Natsu se sentía en el cielo, más que en el cielo ¡En el paraíso! Su rubia le daba cariñitos de los más lindos y calientes. –Te amo Natsu, ¡Te amo!
-¡Agh! –gruñó –Termino tú castigo, amor ¡Ah! –dijo con dificultad. Se acostó en la cama con Lucy aún unida a él –Muévete cariño, haz que me hunda más y más en ti.
Lucy no dudó ni un segundo y empezó a meter y sacar el miembro de Natsu con el movimiento de su cadera; pero Natsu no se quedaba quieto, claro que no, la tomó de las caderas para hacer la penetración más fuerte. Lucy sentía que con cada embestida la polla de Natsu se hacía más y más dura, más y más grande, era extremadamente placentero, sentir endurecer más y más su miembro.
-Sí, ¡Agh! Mhn…Natsu, más hondo, ¡Ah! Más rápido!
-L-Luce, tú eres la que está arriba de mí, quieres más rápido, ve más rápido –el bien podría poner a la rubia debajo de el en segundos, sin embargo no quería dejar de sentir como ella hacía más profundas sus penetraciones, ni dejas de mirar el movimiento que hacían sus pechos con cada salto, aunque sabia que en cuestión de poco tiempo, se tiraría encime de ella a embestirla con mucha fuerza y como un animal.
-N-No que ¡Mhm! No que ya ¡Ah! H-Había terminado el ¡Casti!... –y se vino, el placer que eso le proporcionaba era inmenso, la Heartfilia no pudo resistir más –Castigo –dijo en un susurro avergonzada, dejándose caer agotada sobre Natsu.
-Oh, así que ya te corriste –le acarició la espalda y en un rápido movimiento la puso bajo el y embistió con fuerza –Ah, Luce, tan rico, tan suave estar dentro de ti.
-N-Natsu –La maga volvia a gemir –Hazlo dentro de mí Natsu, ¡Gha! ¡Nhm! ¡N-Natsu!
-Luce –dejo escapar un gruñido y un gemido más fuertes que los otros, dejando salir todo su espeso semen dentro de la vagina de Lucy. Sin salir de ella, se acostó a un costado de esta. Se miraban a los ojos, siempre que terminaban de hacerlo, les gustaba contemplarse entre sí, era un lindo momento, querían que no acabase, pero, la chica ya tenía sueño.
-Natsu, Te amo–bostezó a la vez que esbozaron una sonrisa melosa –Buenas Noches –se acercó a él, rodeo su cuello con sus delgados brazos y le dio un beso suave, que este correspondió más que gustoso, enredando una de sus manos en el cabello rubio, y sosteniendo su cintura con la faltante.
-Buenas noches, Luce –la acurrucó bajo su pecho y le dio un beso en la frente –Te amo.
…
En la Mañana
Una chica abría sus ojos perezosamente, mientras estos trataban de acostumbrase a la claridad, sintió una presión en su cintura y no se asustó, ya sabía de quién se trataba.
-Es muy lindo –comentó al separarse, le acaricio con delicadeza el rostro, aparto algunos mechones rosa de este, lo observo con tranquilidad.
-Mmm… -emitió disgustado, y a la vez, disfrutando.
-Buenos días, Natsu –susurro con ternura su pareja, se inclinó para besarlo, primero un simple roce de labios, pero él quería un beso de verdad, la tomo de la cadera y aún dentro de ella la puso sobre él mientras atacaba los labios contrarios de manera salvaje y está empezaba a emitir ruiditos guturales –Mhm, Natsu –beso tras beso, a duras penas lograba articular una palabra, el Dragneel era insaciable.
-Buenos días, Luce –siguió besándola, lentamente, sin insinuaciones sexuales, por el momento, obviamente. Decidió ser él quien se encontrara arriba. Mordió con suavidad en labio inferior de Lucy, y aprovecho la distracción para introducir su lengua. Se separó por un segundo, volviendo inmediatamente a besarla con más fervor y pasión.
-N-Natsu, e-espera, amor –Cada vez que lo llamaba de esa manera sentía eso que los enanos como Romeo llamaban "mariposas en el estómago" –Natsu –pero el no dejaba de besarla, ¿Qué acaso no se daba cuenta del efecto que causaba su voz y las simples palabras en él? –S-Sigues dentro de mí –apenas logro musitar Lucy, y el muy calentón ¡Digo! Desgraciado, se movió embistiendo suavemente.
-Oh, parece que sí, cariño –dijo con diversión, le dio un último beso antes de abrazarla poniéndola sobre el, acariciando su espalda desnuda -¿Cómo amaneciste, Luce?
-Bien, ¿Y tú?
-Perfectamente.
Se quedaron un rato más abrazados, disfrutando del calor del otro hasta que…
-Oye Luce, te parece sí hoy…-
-No –fue interrumpido.
-¡Pero ni siquiera me dejaste terminar! –dijo con un puchero. Lucy sintió que se derretía, no lo soporto más y lo beso desesperadamente, separándose igual de rápido –Oh, estas traviesa –el peli rosa le mordió la mejilla y luego lamió todo el contorno de sus labios.
-B-Basta Natsu, ¡No me seducirás para obtener lo que quieres!
-¿Y cómo sabes tú que quiero yo?
-Quieres que no vayamos al gremio para quedarnos aquí haciendo…bueno…tú ya sabes ¡Pervertido!
-Oh, vamos Luce, sé que también quieres, no te hagas la inocente, además, peores cosas han entrado y salido de está boquita –el comentario la hizo ruborizarse y apartar la mirada –Entonces ¿Sí? Al menos solo está vez.
-P-Pero, ¿Y sí sospechan? ¡Recuerda que Happy puede venir y entrar fácilmente! –tras decir esto, el mago quedo pensativo ante las palabras de la maga.
-¡Lo tengo!
-¿Qué se te ocurre?
-No necesariamente tenemos que quedarnos en tú casa, Luce –la rubio hizo ademan de no entender –Me refiero a que, lo que yo quiero es que pasemos un día juntos, ¡Sí es posible más! Solo nosotros dos, quiero estar a solas con Luce –dijo mirándola a los ojos.
-N-Natsu –estaba sollozando, y las lágrimas estaban a punto de salir de su mirada achocolatada cristalina.
-O-Oy, Luce, no llores, sí no quieres está bien –él, desesperado por detener el llanto, al parecer no entendía la situación.
-Eres un idiota, Natsu –y lo abrazó.
-¿Eh?
-Mí idiota, mí hermoso idiota, ¡Te amo, Natsu! –no se resistió más y comenzó a dejar besos por toda su cara.
-Me pides que me contenga pero me besas todo el rostro, no me la pongas difícil, cariño –con una media sonrisa muy sensual ¡Digo! Burlesca, la beso como al inicio de la mañana.
-Y-Ya, no sigas, se que intentaras pasar a más.
-Oye, Luce
-¿Hhm?
-¿Cuándo le diremos a los demás de nuestra relación? –era un tema serio, estaban a días de cumplir siete meses, y nadie –aparte de ellos, claro –estaba enterado de su noviazgo.
-Bueno, acordamos que luego de nuestro próximo mes juntos, ¿No?
-Sí –la estrechó contra sus fuertes brazos y le susurro –Oye, Luce, ¿No podemos atrasar la fecha?
-¿Por qué quieres hacerlo? Digo, fuiste tú el que propuso eso.
-Sí, pero…bueno…veras, estuve pensando que la gente del gremio se entrometerá demasiado, ya va a haber pasado medio año desde que estamos juntos y el hecho de que ninguno se diera cuenta, los va a hacer sentirse…mmm…
-¿Excluidos?
-¡Sí! Exacto, ¡Eso mismo!
-Por eso decidimos ocultarla desde un inicio, ¿Recuerdas? Por otra parte, yo solo espero ese día con ansias, en día en el que todas sabrán que Natsu Dragneel es –se acercó a su oreja y susurró con dejes de jadeo –Mío.
-No sabía que fueras tan posesiva, cariño.
-E-Esto es tú culpa –se escondió entre la curva de su cuello para ocultar su cara avergonzada.
-¿Ahora te da pena? –Soltó una risita –No tienes remedio, Luce.
-B-Bueno, entonces ¿En qué quedamos? ¿Lo diremos después de celebrar los siete meses o esperaremos un poco más?
-¿Tú qué opinas?
-Sí esperamos, como mínimo hasta los 8 meses, tendré que seguir "viendo" chicos, y sí lo decimos hoy, nos atacaran con preguntas y cada vez que queramos hacer algo, no nos dejaran, ¡Nos interrumpirán a propósito en venganza a no haberles dicho antes! – A Natsu no le gustaban ninguna de la ideas, así que decidió quedarse con el plan original.
-Ninguna, seguirá siendo la misma, luego de que celebremos nuestros siete meses, se los diremos ¿Te parece?
-Sí, estoy de acuerdo.
-Lucy, ya es tarde, ¿Por qué aún no has llegado al gremio? –se oía una voz desde las afueras de su casa.
-Es Erza –suspiró derrotada Lucy –Hay que vestirnos.
-Es la rutina, cariño –se dirigió al baño, seguido por la rubia que antes gritó –"¡Ya voy, Erza! ¡Dame un momento para bañarme y vestirme! ¡No tardaré!"
No pudieron darse el lujo de tener acción cuando Erza esperaba a Lucy. Cuando ambos acabaron de asearse y vestirse, venia lo más duro del día, la despedida y la hora de fingir.
Antes de que Lucy bajara por las escaleras se acercó a Natsu y le dijo.
-Nos veremos en el gremio, amor.
-Sabes, hoy buscare una "misión" que hacer para los dos juntos –le dio una sonrisa seductora –Ve con cuidado, Luce.
-Sí, sí –dijo con diversión está, más el peli rosa la tomo por el brazo y la acerco a el, acorralándola entre su cuerpo y la pared, proporcionándole un beso deseoso, con amor, delicioso, suave, pasional, tierno. Se miraron a los ojos y sonrieron, luego está bajo para salir a su encuentro con el monstruo ¡Digo! La maravilloso peli roja Titania.
Natsu la observo irse con Erza, cuando ya no pudo sentir sus olores, salto por la ventana y se dirigió al gremio. Después de todo, tenía que escoger una larga misión para pasarla bien con Lucy.
