Lo que está entre comillas, es un pequeño resumen de la parte del libro de Suzanne Collins que corresponde con el fic para poder contextualizar mi historia. El tema es que hubiese pasado si Peeta no hubiese estado tan mal después de rescatarlo del Capitolio. Que no hubieran podido completar su labor de arrancarle todos los recuerdos. Espero que os guste.

"-Han vuelto - me dice Haymitch.

- Peeta está al final del pasillo - nos indica Boggs a Haymitch y a mí - Deberíais estar allí cuando despierte.

Haymitch y yo nos encaminamos hacía la última puerta del largo pasillo.

Casi floto de felicidad. ¿Qué le diré? Oh, ¿Qué más da? Peeta estará encantado le diga lo que le diga. Seguramente me besará de todos modos. Me pregunto si será como aquellos últimos esos en la playa, los que ni siquiera me había atrevido a analizar hasta ahora.

Ya está despierto, sentado en el borde de la cama. Los médicos están midiéndole el pulso."

Sus ojos se encuentran con los míos cuando gira la cabeza hacía mi.

Oh, no parece él. Está muy demacrado, sus ojos azules carecen de todo ese brillo que antes transmitían. Unas ojeras enormes, golpes por toda la cara y sus brazos desnudos tienen pinta de no poder sujetar ni un ladrillo.

- Katniss... - es apenas un susurro, ni su voz suena igual, su voz suena...fría. Pero me lanzo a sus brazos mientras las lágrimas empiezan a resbalar por mis mejillas. Suelta un pequeño quejido y Haymitch intenta separarme de él. Escucho como a mi alrededor los sanadores le dicen cosas, pero yo solo quiero no volver a separarme de él. Lo noto un poco tenso ante mi contacto, ni si quiera me responde al abrazo. Pero ahora no me importa, sólo necesitaba volver a sentirlo cerca.

Cuando al fin Haymitch logra separarme, veo que Peeta mira hacia otro lado ausente. Me esperaba un poco más de emoción por su parte, pero con todo lo que ha tenido que pasar por mi culpa, no estoy en condiciones ni tengo derecho a decirle nada al respecto. Mi corazón empieza a latir fuerte mientras veo como evita mirarme. ¿Acaso he hecho algo mal?.

Haymitch me saca de la sala para que me calme un poco, mientras él vuelve dónde Peeta para saber cómo está. Yo me quedo esperándole. Los gritos de Johanna resuenan en el pasillo.

- ¿Peeta está bien? ¿Has visto su cara? ¡Maldita sea! ¿Qué le han hecho? - le digo a Haymitch cuando lo veo salir por la puerta.

- Tranquila preciosa. Vamos a un sitio más tranquilo y te cuento.

- No - le digo rápida- quiero estar aquí por si quiere verme.

- Van a darle un calmante para que duerma hasta mañana Katniss - me dice.

-Aun así... - empiezo a decir, pero me corta.

- Mañana por la mañana lo verás, necesita descansar. - bajo un poco la cabeza y asiento. No quiero volver a dejarle. - No se va a mover de aquí. - Pone una mano en mi hombro y me señala la sala contigua a la de Peeta que está llena de uniformes y material médico.

Cuando entramos cierra la puerta y nos sentamos en una pequeña mesa que hay en una esquina con 3 sillas mal colocadas.

- Han intentado manipularle la memoria y los recuerdos a Peeta.

- ¿Qué? - mi voz resuena en toda la sala.

- No lo han conseguido, bueno, al menos no del todo- me dice rápido Haymitch. - pero ahora mismo la mente de Peeta está...hecha un lío. No sabe lo que es real y lo que no lo es. Van a ponerle una terapia para que poco a poco vaya reaccionando y recordando.

- ¿Pero no se acuerda de todo lo que hemos pasado? ¿de mi? - tengo un nudo en el estomago y una presión en el pecho.

- Claro que se acuerda de ti Katniss, hace un momento ha pronunciado tu nombre cuando te ha visto. - Mi corazón se calma un poco, pero el malestar que hay dentro de mi no me abandona. - Sólo que...quizás tengas que ayudarle a recordar cosas. Supongo que han intentado ponerlo en tu contra. Que te haría daño su indiferencia.- Me hundo en la silla y los ojos empiezan a escocerme. - Se ha llevado unas buenas palizas y por lo que vemos no es que lo hayan alimentado mucho. Lo que no entiendo es que ganaba Snow con todo esto, él descubrió que lo vuestro era todo un teatro, esto sólo habría funcionado si en realidad tu estuvieras verdaderamente enamorada de él...

Mi corazón da tal sacudida que yo misma me sorprendo. Siento como Haymitch abre un poco la boca sorprendido y las lágrimas vuelven a resbalar por mis mejillas. Intento no mirar a Haymitch a los ojos. ¿Enamorada? No, yo nunca he estado enamorada. Snow me dijo que no se había creído lo del teatro, ¿cómo podría pensar que yo...?. ¿Que yo qué?, me pregunto a mi misma.

- Así que es cierto... - susurra Haymitch. - estás enamorada de él. Mírame Katniss.- me dice con voz suave. Vuelvo a fijar mi vista en algún punto de la sala sin hacerle caso.- Katniss - esta vez su voz suena más severa. - Katniss, mírame de una vez - me dice subiendo la voz. Y lo hago.

- No sé qué es lo que siento ¿vale?. Sé que me importa...mucho. Pero ¿enamorada? como iba a saber eso Snow si ni siquiera yo lo sé. - lo suelto todo de golpe, sin ni siquiera respirar. - Siempre he querido protegerlo.

Me mira con ternura y se acerca más a mi apoyando los codos en la mesa. - Siempre he sabido que entre ustedes había algo más detrás de todo ese teatro de los trágicos amantes, pero pensé que tus sentimientos eran más fuertes por Gale.- Gale. Se supone que mis sentimientos siempre han sido hacía él, si. No sé cuando todo eso cambió. O tal vez sí. Siento escalofríos al recordar el beso en la cueva con Peeta. Quizás ese haya sido el momento en que ya nada volvería a ser como antes . - Snow se debió dar cuenta de cuánto te importaba y ha intentado utilizarlo en tu contra. Por eso todo lo puso tan fácil en el rescate, lo que quiere es que sientas la indiferencia de Peeta, su odio. Quería apartarlo de tí.

Respiro hondo y miro a Haymitch.

- No va a volver a quitármelo. Voy a matar a Snow, aunque sea lo último que haga en esta vida, te lo aseguro. - le digo poniéndome de pie.

A la mañana siguiente me levanto temprano para poder ir a ver a Peeta. Casi no he dormido en toda la noche. Siento una mezcla de ilusión, felicidad y tristeza. Quiero que vuelva el Peeta de siempre, el de las sonrisas sinceras, el de los halagos hacía mi. Sus besos...

Veo a Haymitch en el comedor desayunando con Effie.

- ¿Te has caído de la cama? - me dice serio.

- ¿Sabes algo de Peeta? - le pregunto omitiendo la respuesta a lo anterior.

- No, cuando acabe iré a ver como está.

- Vale - le digo sentándome a su lado.

- Katniss cariño, ¿no vas a desayunar?. - me dice Effie señalándome su desayuno.

- No - le digo un poco seca. - no tengo hambre.

Ella me mira con ternura, pero vuelve a su desayuno sin decirme nada más.

Cuando Haymitch acaba, nos despedimos de Effie y vamos a ver a Peeta.

Un sanador nos abre la puerta.

- ¿Como está? - le digo nada más cerrar la puerta a nuestras espaldas.

- Ha pasado la noche tranquilo.

Miro detrás de él, la cortina está echada tapando la cama de Peeta.

- ¿Puedo verlo?.

- No creo que sea buena idea, podrías ponerlo nervioso, no es bueno que se altere...

- Tengo que verlo - le digo subiendo un poco mi tono de voz.

- Yo que usted le dejaría verlo, aunque solo fuera unos minutos... - Haymitch se acerca al hombre y le susurra. - No le gustará nada verla cabreada, créame.

Al final el sanador cede y me deja verlo, no sin antes advertirme que tiene que estar tranquilo y que con la más mínima alteración me sacara de allí.

Cuando me acerco a su cama veo que tiene los ojos cerrados. Nunca había parado a fijarme en sus rasgos. Su cara tiene mejor color que ayer, pero los golpes en la cara resaltan aun más. Mis ojos empiezan a escocer de nuevo, pero intento aguantar las lágrimas. Me dejo caer en la silla que hay junto a su cama y le acaricio suavemente la mano. Abre los ojos de golpe y me tenso un poco.

- Perdona - le digo en un susurro - no quería despertarte...

Me mira con esos ojos azules apagados. Desvío la vista hacia sus pestañas, aun parecen tan transparentes...

- Katniss... - me dice suave. Nunca me ha parecido tan perfecto mi nombre en los labios de otra persona, hasta ahora. - no pasa nada...

- Si que pasa Peeta - noto como las lágrimas empiezan a deslizarse libremente por mis mejillas, me da igual, pero necesito que lo sepa, que sepa lo arrepentida que estoy de todo - lo siento, lo siento por todo.

Me agarra suavemente la mano, casi con miedo.

- No... - me dice serio. - mírame. - Levanto mi cara, que hasta ese momento estaba concentrada en mis pies. Sus ojos están fijos en los míos. Empiezo a notar un pequeño calor subiendo por mi cuerpo. - Han intentado borrarme tus recuerdos. - me dice serio sin dejar de mirarme. - Hacerme creer que eras la culpable de todo mi sufrimiento, de la rebelión, de tantas muertes...

- Peeta... - me acerco más a él para que no siga hablando, no quiero que se altere.

- Y casi lo consiguieron Katniss, por un momento pensé que te odiaba por todo...- mi corazón da un latido tan grande que me llevo la mano al pecho pensando que se me va a salir.- pero cuando ayer te vi y noté tu contacto cuando me abrazaste...supe que jamás podría llegar a odiarte...

- Ha sido todo por mi culpa - le digo entre sollozos. - Lo siento tanto...

- Eso no es cierto, todo esto tenía que pasar...teníamos que luchar de una buena vez. Tu sólo has sido la inspiración para eso, la fuerza para poder hacerlo.

- Pero no quería que tú te llevaras tanto sufrimiento, sólo quería salvarte de los juegos...

- Katniss, todo esto ha valido la pena si te ha mantenido a salvo. Es en lo único que pensaba cuando estaba en el Capitolio. Siento haber desconfiado de ti...- me dice en tono triste - no querría ni pensar si me hubiese dado por atacarte...Aun me vienen a la cabeza recuerdos extraños sobre ti. El sanador me ha dicho que son recuerdos modificados que han intentado incrustarlos en mi mente para confundirme. Querían que pensara que tú eras la culpable de todo y...maldita sea, lo pensé por un momento. - Noto el arrepentimiento en su voz.

- No eras tú Peeta. No te sientas culpable por nada.

Veo a Haymitch acercándose a la cama y rápidamente suelto su mano.

- Te veo mucho mejor Peeta. - le dice intentado sonar alegre.

- Bueno...ahora mismo mi cara parece uno de esos cuadros que pintaba...- dice serio.

- Tenemos que irnos Katniss - me dice suavemente - e intentado que el sanador te dejara un poco más, pero es duro de convencer. Te espero fuera. Cuídate Peeta.

Vuelvo mis vista hacia Peeta y veo que él está mirando al frente.

- Bueno, espero que después pueda volver a verte. - Parece que vuelve a ser el Peeta tenso del principio.

- Vale - me dice casi en un susurro. Me quedo mirándolo antes de levantarme. Se me pasa por la cabeza la idea de acercarme y darle un beso, solo un pequeño beso en los labios, pero no creo que sea el momento. Así que me levanto sin más y con un simple "adiós" me despido de él. Haymitch me espera en el pasillo, pero lo ignoro al salir. Lo escucho llamarme, pero ahora mismo no quiero ver a nadie. Sólo quiero estar sola.