La máscara ocultaba su rostro demacrado, su expresión sombría y sobre todo, su tristeza. La mascara, que se veía obligada a llevar día tras dia, para ocultar las quemaduras de una traición se volvía su única compañía, pero, ella tenía la culpa, se repetía, por no darse cuenta, por no pensar en aquel momento, por querer a quien solo le utilizó como algo menos que una herramienta. Habían pasado ya diez años, diez años en los que tuvo que huir mas veces de los que podía memorizar. Piratas, ladrones, traficantes, incluso el gobierno la perseguían.

¿Y donde estaban quienes hace años se hacían llamar su familia? ¿Solo habían sido palabras vacías?, de Murdoc lo esperaba por supuesto, no le extrañaba, Murdoc nunca pudo amar de verdad, ya que, Noodle sabía, que el bajista haría lo que fuese solo para pasar la noche con varias prostitutas. ¿Pero 2D? Nunca se lo planteó, y eso era lo que mas le dolía.

El barco había partido hace unas horas hacía el horizonte, Noodle suspiró, prefiriendo quedarse en su camerino, no quería curiosos tratando de ver debajo de la mascara, no quería que le reconocieran, no quería que hablaran sobre Gorillaz, que le recordaran su pasado, no quería que le tuviesen compacidad.

Y allí se desplomó, estaba destrozada aunque no lo aceptara, se enjuagó las lagrimas invisibles, transparentes, y juró encontrarlos, vengarse y devolverles el daño causado, no se arrepentía, es mas; quería llegar lo antes posible.