Renuncia: Free! Eternal Summer no me pertenece. Son propiedad de Kyoto Animation, Kouji Ouji y Hiroko Utsumi.
Pareja: MakoHaru.
Advertencias: Posible OCC.
.
Capítulo único.
CAFÉ
...
Por las mañanas, al levantarse, Makoto apaga el despertador con la misma delicadeza con la que maneja todo. Se frota los ojos y se da unas pequeñas palmadas en las mejillas para entrar en acción.
Son quince para las seis y él se ducha como buen universitario que es, se cepilla los dientes, se viste y deja para el último la limpieza de las gafas que ha empezado a llevar gracias a su estudio saturado y la increíble lejanía que existe entre su asiento y la pizarra.
De pura suerte y escucha lo que se le explica.
Agarra la mochila, su abrigo, el paraguas y sale corriendo con el termo en la mano donde, desde la noche anterior, se encuentra esperando el café tibio con muy poco azúcar. Se ha vuelto costumbre que, como en los animés, él se halle corriendo con un pedazo de pan con mantequilla entre sus dientes mientras se apresura a llegar al departamento de Haruka para sacarle de la bañera.
—Haru, ¿quieres café? —cuestionará como de costumbre al llegar. El azabache no responderá, aunque a veces se le da por asentir—. No te gusta lo dulce, así que esta vez me aseguré de que no tuviera demasiado endulzante. —Y rematará la escena con una radiante sonrisa.
Es una conversación muy natural; sacarle de la bañera es un hábito que Makoto ha creado de muy niños y que, aún ahora, lo mantiene. Haru también se hizo de manías: él, en épocas frías, siempre espera por la mano extendida de Makoto.
El café, sin duda, es algo nuevo.
—¡Haru, voy a pasar!
Y de seguro entrará sin esperar por una respuesta, repetirá el procedimiento de todos los días y, cuando Haruka choque con él en la entrada, comprenderá que muchas cosas están cambiado.
—Makoto.
—¡Haru! —exclamará sorprendido y en ella la tácita pregunta a un inexpresivo Haruka: ¿por qué no estás en la bañera?
—Llego tarde.
Y eso será suficiente. Makoto, aún estupefacto, asentirá para volver a reír. No ha pasado ni un mes y algunas costumbres se van alterando.
Ojalá no desaparezcan, se encuentra pensando. Porque de ser así... ¿no se perderían el uno al otro?
Suspira y, al parecer, Haru lo nota.
—¿Qué sucede, Makoto?
—¿E-eh? —tartamudea, niega y, de inmediato, vuelve a negar—. Na-nada... o bueno, si. Con la universidad muchas cosas se están perdiendo..., aunque. No. Ahh... —se frustra al no poder explicarse y el azabache esboza una diminuta sonrisa.
Le ha comprendido.
—Siempre quedará el café —comenta y Makoto se ha encontrado tranquilizado.
Es verdad, aporta. Tienen hábitos si, pero tal y como algunos parecen perderse, muchas otras se crean. La universidad no significa alejarse ni abandonarse. Es un nuevo hilo que también les unirá.
—¡Oh, está frío! ¡Haru, ¿qué hacemos?!
No recibe más respuesta que Haruka cogiendo el termo y bebiendo del mismo, a Makoto no le queda de otra que hacer lo mismo y continuar de camino a la universidad.
Haruka también atesora los buenos y malos momentos con Makoto. Se corresponden de una u otra manera, así son ellos.
NOTAS.
Como dato, leí por ahí que a Haruka tampoco le agrada lo dulce. El café creo que ya es algo mío.
Gracias por leer.
