Chicas...lo siento soy muy nueva en FF y subí como primer cap de este fic el capitulo de mi otro fic Ángel de hielo...LO SIENTO...prometo revisar apartir de ahora que subo. MIL PERDONES
Cap I
Bella
No hay nada en el mundo más relajante y agradable que una buena ducha de agua caliente…bueno pensándolo bien a lo mejor algo de buen sexo antes de la ducha… me reí de mi misma y de mis ocurrencias. Sexo, yo? con mis horarios? Con mi amplia vida social? Mi sarcasmo me trajo imágenes de quien debería estar en el olvido y aun así, para mi desgracia, me acompañaba todos los días.
- Te ríes sola?- me tense al escuchar una voz en los vestuarios- Bella necesito que dejes de reír y salgas.- la voz de Alice me llegó más clara esta vez.
- Alice…por favor, una ducha, solo pido una simple ducha tranquila, sin interrupciones- dije en tono suplicante- no puede esperar a mañana?.
- En serio Bella es importante, no creo que pueda esperar…pero ya sabes, yo no puedo valorarlo- no me podía creer que con lo bien que estaba bajo el chorro de agua caliente tuviera que salir y lo que era peor…para volver al trabajo.
- Alice de verdad que espero que sea algo muy, muy, muy, muy…pero que muy importante- apagué el agua, me envolví en una toalla y salí al vestuario donde me esperaba- Porque después de treinta y…
- De más de 48 horas…lo se Bella- tantas horas hacía que había entrado? abrió mi taquilla y empezó a pasarme la ropa- se que llevas casi 24 horas sin dormir y que en dos días no as dormido mas de 7 horas y no seguidas…
- Pero…siempre hay un pero!…suéltalo ya Alice - suspiré frustrada- sea lo que sea seguro que no me va a gustar- gruñí un poco al ver la ropa que me daba.
- Y ahora que pasa- dijo divertida
- Nada…es que ya ni siquiera me acordaba de la ropa que traía el día que entré- Alice levantó una ceja de manera interrogante- pues que estoy agotada y lo que menos me apetece es ponerme una falda de tubo y tacones de casi 10 centímetros- dije respondiendo a su pregunta silenciosa.
- Bella te quejas por todo…además esta falda y la camisa blanca te quedan genial, y lo de los zapatos…exagerada ese tacón no hará mas de..7 centímetros? Y todo esto me recuerda que tenemos que ir de compras.- me miró una vez estuve vestida y me guiñó un ojo- además esto lo acabaremos rápido y luego nos vamos tu y yo solas a tomar unas cervezas.
- Cervezas?...Alice llevo dos días sin dormir!- no entendía de donde sacaba las fuerzas- además aun no se que es "esto" y por lo tanto déjame dudar que vayamos a acabar pronto.
- Perdón se me había ido el santo al cielo- rió un poco- bueno pues que acaba de llegar un soldado, bueno uno no tres, pero solo uno esta herido…aunque los otros dos diría que no son soldados, diría que..- como siempre hablaba deprisa y divagaba.
- Alice!...para- la interrumpí, no entendía nada de lo que me decía- vale ahora respira y empieza de nuevo.
- Vale,- respiró hondo- te decía que han trasladado a un soldado herido desde el Hospital Naval de Bethesda y…
- Para, para… Alice, estás segura de lo que me dices? Seguro que es un soldado y que viene de…Bethesda?- ella movía afirmativamente la cabeza.
- Bella, te lo digo totalmente enserio…lo he comprobado personalmente- esto era muy raro, un soldado? Y desde Bethesda? Es muy buen hospital y con muy buenos profesionales en todas las especialidades.
- Vale… perdona, explica.
- Por lo poco que me ha explicado el medico que lo acompaña, que por cierto es un bombón,- wow eso era nuevo con Alice- le alcanzo la explosión de una mina anticarro- me ayudo a ponerme la bata y salimos de los vestuarios de camino al box- tiene lesiones producidas por la explosión bastante graves y no se mucho más…solo me ha dicho que el Dr. Black los esperaba- suspiró- y como todos se han ido y eres la única del equipo que queda…
- Vale, sigo sin entender porque lo han trasladado aquí, as llamado al Dr. Black?
- A estas horas?...va a ser que no y menos estando tu por aquí- rió un poco- he pensado que después de valorarlo ya decides tu si lo llamas o no…al fin y al cabo sois familia, no? – me sonrió de manera traviesa mientras yo rodaba los ojos- volviendo al medico/ soldado/ lo que sea, es guapísimo…mas que eso…está buenísimo…Bella enserió que es impresionante.- la miré con sorpresa
- Alice…desde cuando te gustan los chicos?, que me he perdido? - ella nunca me había dicho abiertamente que fuera lesbiana pero siempre tenia "amigas" y nunca me había mencionado nada de ningún chico…excepto hoy, el medico debería ser verdaderamente impresionante.
- Oye! Que yo he salido con chicos…lo único es que últimamente no he encontrado ninguno que valga la pena…pero el medico este…uuffff es que el uniforme le queda…
- Vale ya Alice! que no lo voy a poder mirar si sigues así- estábamos casi llegando, el hospital era bastante grande y los vestuarios estaban algo lejos de…todo.
- Que? Todo lo contrario tienes que hacer por quedar con él- me sonrió de manera traviesa- Tampoco te estoy diciendo que te cases con él, pero un rollito no le sienta mal a nadie, además cuando fue la ultima vez que tu…ya sabes.
- Alice! Por favor…recuerdas?- le dije mientras movía mis dedos delante de su cara.
- Si ya…estas casada...y?- suspiró- todos sabemos como es tu matrimonio y…- se calló al ver mi mirada severa sobre ella- vale no digo nada más…pero es que está tan bueno, es tan guapo…bueno la enfermera tampoco esta mal, lo digo por si te quieres pasar al lado oscuro- nos reímos las dos con ganas.
La verdad es que con Alice nunca me aburría, nos conocíamos desde que llegué al hospital para hacer mi residencia, ella era enfermera del equipo de cirugía del Dr. Black y congeniamos al instante. Ella era mi mejor y única amiga, mi paño de lágrimas, mi confidente, mi apoyo, ni siquiera era capaz de pensar que hubiera sido de mi sin ella y Jake, durante los primeros y oscuros meses en Washington.
Respiré hondo un par de veces antes de entrar en la habitación, no era muy profesional entrar riendo. Cuando abrí la puerta no vimos a nadie mas que al soldado herido en la cama, cosa que me desilusiono un poco, me acerqué a él y comprobé que estaba dormido, busqué por la habitación su informe pero solo encontré un folió con la medicación de las ultimas horas.
- Alice y el informe?- susurré
- Ni idea, estaba por aquí, a lo mejor se lo han llevado al salir, esos son mis apuntes sobre la medicación.- dijo al ver el papel que llevaba entre las manos.
- Bueno, miraré un poco por encima… intentaré no despertarlo, debe de haber sido un viaje muy duro.
No era el primer paciente que exploraba yo sola, ni mucho menos, pero la verdad es que no sabía por dónde empezar, daba la sensación de no tener un trozo de piel sin rasguño, morado, quemadura o peor. Los dos brazos estaban inmovilizados por lo que supuse que estarían fracturados, tenía heridas bastante profundas por el impacto de la metralla en el hombro y antebrazo derecho y lo que supuse quemaduras en el torso. Pasé bastante tiempo observando las heridas, ya le habían realizado algún tipo de cirugía, que por cierto había sido muy buena, teniendo en cuenta que se lo debieron de hacer en el frente.
Escuche un leve quejido cuando toque su pierna…mierda lo había despertado, lo miré y vi unos preciosos y profundos ojos negros que me miraban muy abiertos, sorprendidos, expectantes.
- Hola soldado- le sonreí, fui hacia la cabecera de la cama y le cogí la mano- siento haberte despertado…estas en el Washington Hospital Center. Yo soy Bella, soy uno de los médicos que te trataran estos días y ella es Alice la mejor enfermera del hospital.- le puse bien un mechón de pelo que le salía de entre la vendas y le caía sobre los ojos
- Gracias- dijo con voz débil y me miró con agradecimiento- Pensaba que había muerto y eras un ángel.- me sonroje ante su comentario.
- Te duele algo? Necesitas que te demos algo para dormir?- Alice le acercó un vaso con agua para que bebiera un poco.
- No, creo que no.- Se le veía algo aturdido y sus ojos vagaban por la habitación observándolo todo hasta que fijo sus ojos en la puerta, supuse que en Alice.
- Por hoy no te voy a molestar más…creo que ya as pasado por suficientes cosas- tenía una mirada tan tierna, se le veía tan desvalido, no podría concretar su edad, pero no llegaría a los 30- Ahora solo me falta encontrar al medico que te ha traído y…
- No lo vas a tener que buscar mucho- esa voz? No podía ser…, la falta de sueño me estaba causando alucinaciones. Estaba totalmente paralizada, el silencio se cerró a nuestro alrededor, espeso, cargante, asfixiante.
Me giré lentamente hacia la puerta, mi corazón dejo de latir y dejé de respirar, di gracias por estar apoyada en la cama, porque mis rodillas empezaron a temblar.
Ahí estaba él, de pié, con uniforme, barba de varios días y el pelo revuelto como siempre. Después de tres años ahí estaba, como el fantasma de las navidades pasadas…frente a mi, mirándome con sus impresionantes ojos que hoy parecían grises…pero des de cuando era militar?
Las palabras de Alice me vinieron a la cabeza…esta buenísimo…claro que está buenísimo! Estaba mucho mas guapo que cuando nos conocimos, si eso era posible, estaba más…más fibrado, algo mas moreno y tremendamente atractivo…joder! Como podía seguir teniendo ese efecto en mi cuando hacia tanto tiempo que no nos veíamos y sobre todo cuando debería de estar olvidado. Porque mi cuerpo seguía reaccionando de la manera más bochornosa, por cierto, con una simple mirada suya?
- Bella!- otra vez su voz, su aterciopelada, sugerente y preciosa voz. Me atraía todo de él, su aspecto, su voz, su olor… como si todo en él hubiera sido creado para cautivarme, me sentía como una oveja mirando a los ojos al león y pretendiendo plantarle cara con orgullo.
- Edward!- mi voz se quebró pero intenté poner mi mejor cara de indiferencia, aunque me estaba muriendo por dentro. Vi como Alice y la enfermera, que lo acompañaba, nos miraban, la tensión existente entre nosotros podía palparse claramente. Respiré hondo- Te agradecería que me facilitaras el historial del paciente para poder realizar mi trabajo- él había dado un par de pasos en mi dirección pero el tono de mi voz lo paro en seco e hizo desaparecer la leve sonrisa que había empezado a crearse en sus preciosos labios- Eso Bella con dos cojones- agradecí mis propias palabras de animo.
- Por supuesto- se tensó al hablar- Rosalie por favor puedes pasarme el historial- se había girado hacía la preciosa enfermera rubia, que buscaba en un portapapeles… al fin y al cabo siempre le habían gustado las rubias… pero que estas diciendo- me reñí a mi misma. Alice me miró fijamente y vi en sus ojos que había captado quien era el buenorro de uniforme.
- Gracias- dije cuando me dio el informe sin pronunciar palabra, en ese instante nuestros ojos se encontraron, su mirada era intensa… y sin remedio me perdí en ella.
Mis ojos empezaron a escocerme y los tuve que fijar en el informe para no llorar y sobre todo para no saltar a sus brazos y besarlo…BELLA! concéntrate- Agradecí a mi cerebro que tomara el control. Solo tenía que pensar que en breve estaría en casa durmiendo.- crees que vas a poder dormir después de encontrarte con él? te creías que lo habías olvidado, no? – esta vez no me auto agradecí el comentario.
Mientras estuve revisando el historial nadie dijo una sola palabra, era consiente de que la habitación era una de las mas grandes, pero para mi cada vez era más pequeña y asfixiante, me costaba respirar, concentrarme, notaba su presencia en todo momento, notaba como respiraba, como estaba de pié cerca de mi sin hacer un solo movimiento, como clavaba sus ojos en mi, como mi piel dolía por su contacto, como…
- Dra. Black va a solicitar ahora las pruebas para mañana?- La voz de Alice resonó por toda la habitación rompiendo el silencio, me sorprendió la manera en la que me había llamado, pero creía entender sus motivos. Me estaba protegiendo de él, intentaba que viera que mi vida había seguido después de que él se fuera, aunque no fuera del todo cierto.
Su reacción me dejo sin aliento y estaba segura de que mi corazón se había saltado un latido, él se tenso al escuchar como me había llamado Alice y su rostro se contrajo en una expresión de… dolor? Dejó escapar todo el aire de golpe como si lo hubieran golpeado en el estomago y su mirada, antes cristalina, brillante, ahora parecía triste, apagada…aunque yo también podía estar teniendo alucinaciones, no era raro por la falta de sueño, no?
- Si Alice pásame el formulario- mi voz sonó rara, normalmente se las cantaba y Alice las apuntaba pero necesitaba desconectar de la habitación. Marque las pruebas de rutina y alguna un poco mas especifica que sabia que el Dr. Black la acabaría pidiendo- Necesitaría saber porque motivo ha sido trasladado este paciente- miré a la enfermera…Rosalie, que abrió la boca para contestar pero la volvió a cerrar cuando vio la mirada de él.
- Preferiría explicártelo fuera-su voz sonó segura, tremendamente varonil, le hice un gesto con la mano señalándole la puerta, aunque como siempre esperó con la puerta abierta a que yo saliera primero.
- Alice toma constantes antes de irte, por favor- Alice me miraba como si me dejara sola con el lobo y en cierta forma me sentía así.
Cogí el poco valor que me quedaba, mi delicada autoestima y salí al pasillo, que por supuesto estaba totalmente vacío, mi primera intención había sido llevarlo a algún despacho pero borré la idea rápidamente, no me veía capaz de estar a solas con él en un espacio cerrado.
- Tu dirás?- lo dije con tono profesional, mirándolo pero sin prestar atención. Él miró alrededor como sorprendido porque no fuéramos a otro lugar más privado. Respiró hondo.
- El herido es el soldado Ateara…Quil Ateara- porque me sonaba ese apellido?- ya as visto el historial- sonaba cansado, agotado, pero irradiaba seguridad, determinación - tiene heridas producidas por la metralla, de la explosión, bastante graves, sobre todo las de la cabeza y alguna quemadura de segundo y tercer grado que necesitan una cirugía…digamos delicada.
- Si, eso es evidente…pero creo que en Bethesda hay unos profesional muy competentes que pueden realizar esa cirugía, no?- seria la falta de sueño pero seguía sin entenderlo.
- Si, si, claro – suspiró y se paso la mano por el pelo- el padre de Quil es el congresista Ateara- ahora sabia de que me sonaba el apellido- y es amigo personal….
- De Billy- lo interrumpí y me miró con ojos sorprendidos - perdona sabia que el apellido me sonaba, pero no había caído en que fuera el hijo de Sam- como no había caído? había cenado varias veces con el congresista y su mujer en casa de los padres de Jacob y sabia que tenia a su único hijo en Afganistán.
- Oohh, claro, habréis coincidido en casa de Jacob- sus labios intentaron curvarse para formar una sonrisa pero quedó en un intento, su mirada era triste…Levanté mi mano por instinto para acaríciale el pelo, como había hecho millones de veces antes, pero me paré justo antes de tocarlo…Dios! Porque me estaba costando tanto mantenerme alejada de él.- El congresista me pidió mi opinión… y por supuesto que en Bethesda o cualquier otro hospital militar hay profesionales preparados para realizar este tipo de cirugías pero…- me miró a los ojos- vosotros sois el mejor equipo de cirugía interdisciplinar.- Me miró fijamente a los ojos.
Hice algunas anotaciones adicionales en la petición de pruebas, necesitaba romper el contacto visual, y marqué algunas más, sabía que siendo el hijo de Sam, Billy lo quería todo bien atado, además necesitaba tener las manos y la cabeza ocupadas.
- Dejaré nota para que avisen al Dr. Black a primera hora de la mañana- miré el reloj y comprobé que ya hacia rato que habían pasado las 12 de la noche- no creo necesario despertarlo ahora cuando las pruebas no se las empezaran realizar hasta dentro de unas horas.
- Bueno yo… acabo de hablar con el congresista y me ha dicho que ya había hablado con Bil…con el - me miró a los ojos- por lo visto le ha dicho que su hijo estaba con el medico mas competente del equipo y que él llegaría a primerísima hora de la mañana.- No se como había pasado pero estábamos mucho mas cerca, incluso peligrosamente cerca. Mis ojos estaban fijados en sus labios, cuantas noches me había dormido llorando, recordando sus besos, sus caricias, sus…La puerta de la habitación se abrió y la cara sonriente de Rosalie apareció por la puerta.
- Perdón…es que necesito eso- dijo señalando la carpeta que tenia entre mis manos- bueno Alice la necesita.
- Si, si claro- aproveché para separarme de él. Cuando la puerta se cerró, la necesidad de salir de allí corriendo se me hizo imperiosa.- Tengo que irme…nos vemos- mi voz sonó dudosa pero conseguí girarme y empezar a caminar por el pasillo, hasta que noté un calor familiar en mi muñeca y un leve tirón, lo miré por encima del hombro sin llegar a girarme del todo, esperando que hablara.
- Felicidades- lo dijo sin mirarme a los ojos. Fruncí el ceño…no tenia ni idea de a que se refería.- por tu boda- añadió
- Mi boda?…- mi voz sonaba dudosa, estaba algo aturdida.
- Con Jacob…eres la Dra. Black, no? – claro! serás tonta! mira que no caer de que te estaba hablando.
- oohh si, claro!...gracias- ahora si que necesitaba salir de ahí, mis ojos no aguantarían mucho mas las lagrimas, pero su mano no tenia ninguna intención de soltarme.
- Cuando…cuando os casasteis?-parecía que le doliera pronunciar cada palabra.
- Edward…por favor…no, yo no…- respiré hondo, no quería hacerle daño, aunque pensándolo bien porque debería hacerle daño, fue él el que me dejo, el que se fue.- casi 2 años y medio.
Su mano me soltó como si le hubiera dado una descarga eléctrica, noté su desprecio, su dolor, su rabia… ni si quiera lo mire a la cara, no lo soportaría y acabaría por decirle toda la verdad y eso no me lo podía permitir.
Empecé a caminar cada vez más rápido por el pasillo sin un rumbo fijo, solo caminaba y caminaba y sin saber como me encontré entrando en la piscina de la zona de rehabilitación. Entré el despacho de Emmet, el fisioterapeuta, y cogí el bañador que me dejaba guardar en uno de sus armarios.
Al entrar en el agua empecé a llorar y no tengo claro en que momento paré, solo quería nadar, desconectar, dormir y despertar en otro lugar…muy lejos. Nadé, durante más de dos hora, la piscina siempre había sido mi refugio (aunque también me recordaba a él), el silencio del agua me ayudaban a pensar y el ejercicio siempre había sido una válvula de escape, nadé hasta que tuve que parar por un punzante dolor en todas las partes de mi cuerpo, ja no estaba tan en forma como antes.
Salí del agua antes de lo que me hubiera gustado ya que el móvil sonaba de manera insistente, cuando miré la pantalla vi que tenia casi 20 llamadas perdidas entre Alice y Jake. Me senté en el suelo antes de llamarlos, mi respiración era rápida, jadeante, realmente me dolía todo el cuerpo y estaba segura que en unas horas el dolor seria peor, al menos durante un rato un dolor sustituiría otro.
El teléfono empezó a sonar de nuevo, realmente valoré la posibilidad de tirarlo a la piscina, pero Jake estaría preocupado.
- Jake…que haces despierto… a estas horas…son mas de las 3 de la madrugada- intenté que mi voz sonara lo más normal posible, aunque se notaba que me costaba respirar por el ejercicio.
- Bells…estas bien?...Alice me ha llamado y me lo ha explicado-suspiró y yo no podía hablar un nudo en la garganta me lo impedía- Bells dime algo… estas bien? Alice lleva mas de dos horas buscándote por todo el hospital, esta preocupada y asustada…tenía miedo a que hubieras hecho alguna tontería…- me salió una risita nerviosa.
- Si, algo como nadar hasta desfallecer?...Jake- tragué para deslizar el nudo que casi no me dejaba respirar- ha vuelto, esta aquí…él está aquí...- algo, dentro de mi pecho se volvió a romper, algo que creía reparado…y dolía, dolía mucho, como si tuviera una herida abierta. Dejé caer el móvil y me abracé las piernas tenía la sensación de que si no lo hacía me desgarraría y desaparecería, podía delimitar los bordes de la herida pero por mucho que me abrazara estos crecían mas y mas.
- Bells…Bella contesta…Leah llama a Alice, Bella esta en la piscina- la voz de Jake me llegaba cada vez más lejana.
Que ilusa! Pensar que un dolor me impediría notar otro, estaba temblando de frío, me costaba respirar y hacerlo era un suplicio, aunque no estaba llorando de manera descontrolada mis lágrimas no dejaban de caer. Unos minutos más tarde noté como me ponían una toalla por encima y hablaban con Jake diciéndole que ya había llegado y que no se preocupara, al levantar la cabeza me encontré con los ojos de Alice, ella no dijo nada simplemente me abrazó y nos quedamos allí sin necesidad de hablar
