Esta historia maneja lenguaje sexual para mayores de 18 años (y para los que no les asusta las obsenidades como a mi)
Twilight es de Meyer, mia la historia
Capitulo 1
Bella
Recuerda claramente la primera vez que por accidente fue testigo de un acto erótico, contaba con 17 años y cursaba su preparatoria; Hija del Jefe de Policía Charlie y Renne madre de mentalidad abierta, tanto que revisando las cajas del desván, una con el nombre de su madre encontró un polvoriento ejemplar de El Amante de Lady Chatterley de D. H. Lawrence, Bella solo tenia 15 años y Renne ni si quiera recordaba tenerlo puesto que creía haberlo tirado con el paso del tiempo.
Bella encontró el titulo muy inocente tipo Orgullo y Prejuicio, empezó a asustarla la sensación húmeda que experimentaba conforme iba cambiando las hojas, poco a poco dio paso a ligeras palpitaciones muy leves pero igual de placenteras.
Así empezó a leer toda la literatura Erótica que caía en sus manos, al principio fue difícil ya que no sabía dónde encontrarla, pues al ser menor de edad esos títulos eran prohibidos para su venta, pero poco a poco se fue haciendo de más y más libros de segunda mano, ella apostaba que la mayoría no tenía idea del género que trataban dichos libros porque a diferencia de unos pocos, quienes la miraban maliciosamente entendía en sus ojos el placer del contenido guardado en cada libro.
Nunca le conto a nadie sus hobbies porque los demás la encontrarían enferma o precoz y sabía que nadie la entendería. Bella era una mujer compleja era romántica y erótica, sabia manejar muy bien esos dos mundos que le llenaban la cabeza de fantasías, muchas veces soñaba al Sr. Darcy en el acto sexual más censurable con ella como protagonista, se sentía marginada ya que a pesar de que ella reconocía que tenía una belleza latente y sensual, el lema de "ellos las prefieren rubias" era el pan de cada día en la escuela de Forks. Si las rubias se divierten más, tal como Rosalie Hale, Tania Denaly, Lauren Mallory o Jessica Stanley entre otras. Su cabello espeso y sedoso color marrón con algunos destellos rojizos cuando el sol se atrevía a aparecer con ondas que se marcaban como las olas del mar, ojos café con espesas pestañas largas le daban un toque inocente , pero la combinación con sus labios voluptuosos, rozados y suaves eran fuego puro, el marco de su rostro era el guardián del bien y el mal que guardaba la personalidad de Bella, las curvas de sus senos, los brazos largos y finos, la cintura estrecha, las caderas , su trasero duro y redondo, las piernas largas y torneadas, era lo que siempre guardaba bajo ropa holgada como un tesoro esperando a ser descubierto.
Ese día como siempre salió tarde de la biblioteca donde se refugiaba para leer tranquilamente sin ser molestada por algún curioso, no había nadie en el largo pasillo que conectaba la biblioteca al estacionamiento, el viejo velador estará dormido en las gradas del gimnasio, por ser una escuela muy tranquila y pequeña no tenía necesidad de trabajar de más, siempre cerraba la escuela a media noche siempre a la hora que despertaba. De regreso al estacionamiento algunos salones ya estaban cerrados y otros tenían las luces apagadas, casi llegando al final escucho unas voces, gemidos y jadeos que la paralizaron del susto, pero al irse acercando fue mayor su curiosidad, haciendo su andar más ligero dejando un susurro de prendas de vestir, se acercó a la puerta entreabierta del salón de biología .
Vio dos figuras desnudas acopladas de la manera más hermosa posible, una mujer hermosa de cabellos ondulados y rojizos, curvos y planos coexistiendo armónicamente sus facciones revelaban en gran placer .Placer que Bella ansiaba sentir en cada historia de sus libros prohibidos solo experimentaba la superficie de este; Él fue quien más llamo su atención un fuerte y duro demonio con cara de ángel.
Edward Cullen tenía a Tania Denaly doblada boca abajo sobre el escritorio del profesor, la penetraba una y otra vez gritándole obscenidades más que asustar a Bella la empezaron a mojar en su centro de vida y muerte.
"¡¿Te gusta sentir mi verga dura en tu coño mojado , dime te gusta duro?¡"-Gritaba Edward cegado por el placer.
La pobre de Tania solo alcanzaba a decir "más… más…. Duro….. ahh... mas¡