Disclaimer: Tanto todos los personajes que aparecen en esta historia como la ambientación y lugares pertenecen a J. K. Rowling. La parte de la historia que os suenes es suya el resto mia. Así mismo todo parecido con la realidad es pura coincidencia, o no.
Primero he de decir que no me creo J. K. Rowling ni intento emular su obra.
Segundo, tan solo decir que es mi primer fic y que he puesto mucho cariño en él, por lo que, espero que no seáis demasiado duros/as en los reviews.
Y por último pero para nada menos importante, he de darle las gracias, un beso y un grandísimo achuchón a Morgana, que es la persona que por gracia o desgracia me metió en este mundo (que adoro) y que hizo despertar mis ganas de escribir. Como castigo a la pobre le ha tocado ser mi Beta y exponer sus lindos ojos a mis faltas de ortografía y a mis incoherencias varias. Asumiendo el riesgo de ser empalagosa y pastelosa: Te quiero niña !!
¿ La persona adecuada en el momento preciso ?
1. Y dices que te mira.
Desesperación… Otro día más atrapada en la misma situación, después de cuatro años debería haberme acostumbrado al lado surrealista de mi vida, ¿no? Me da igual, sé que siempre me pasa lo mismo por la misma razón: ¡Ronald Weasley! Pero cuando vuelva a hablarle ya le aclararé las cosas…
Pero mientras tanto Hermione no podía dejar de sentir que el despacho de la profesora McGonagall se hacía más pequeño, más opresivo, más frío y más húmedo. Los cuadros de campiñas escocesas, castillos semi-derruidos y ancestrales círculos de piedra que le habían parecido tan tranquilizadores y sosegados el primer día de castigo cada vez se le antojaban más oscuros y lúgubres. Le obsesionaba tanto la tela de cuadros de las faldas escocesas enmarcadas en la pared que soñaba con ellas y cada minuto estaba más convencida de que el librero a rebosar que cubría la pared del fondo se les iba a venir encima espachurrándolos sin remedio en cualquier momento.
Lo que daría por estar haciendo mis deberes en la biblioteca o charlando con Ginny en la sala común de Griffindor mientras ayudo a Harry con los suyos ( A Ron más le vale arreglárselas solo)
Pero no, tenía que cumplir su castigo allí, encerrada, soportando su mirada inescrutable mientras sentía como el tiempo se escurría lentamente… Ella ya había acabado la tarea que les encomendaron como castigo hacía un par de días, así que no sabía como evitarle los 10 días restantes y cada vez se hacía más evidente que él le prestaba atención, mucha atención…
Pero ¿en qué está pensando? Es él: Draco Malfoy, seguro que está maquinando su maquiavélica venganza.
Tal vez, aunque no lo parecía cuando sus ojos se encontraban inevitablemente dentro de aquel espacio reducido.
Sonreía y ella no pudo dejar de pensar que era la sonrisa más atractiva que había visto nunca…
Bueno a lo mejor es que tampoco me había ido fijando antes…No le doy importancia a esas cosas ¡¡Pero que estoy pensando!!
En ese momento él volvió a captar su atención, el cruce de miradas fue tan intenso que el silencio se hizo insostenible y, en el mismo momento en que se estrujaba los sesos intentando encontrar una frase irónica y cortante que escupirle, cosa que, por otro lado, se le hacía extremadamente difícil en esa situación apareció la profesora McGonagall para liberarla de la tortura por aquel día. En el mismísimo instante en el que la profesora entró en el despacho el hechizo se rompió y él volvió a tener esa expresión de soberbia y superioridad de siempre y entonces ella se preguntaba (como cada día desde que empezó el castigo) si no sería todo obra de su imaginación… Pero era imposible.
Cuando por fin llegó a la sala común quedaba poco tiempo para la cena y demasiadas emociones encerradas en su cabeza como para pararse a saludar a nadie. Así que, rastreó la habitación en busca de Ginny y sin miramientos ni explicaciones la levantó del sillón donde conversaba con Neville y la arrastró tras de sí. Los únicos que entendían esta actitud en Hermione, aparte de la propia secuestrada, eran Ron y Harry que sabían por descontado y por propia experiencia (Harry aún no era capaz de rememorar la escena sin sentir un escalofrío) que interponerse en el camino de una Hermione irritada (por decirlo suavemente) a causa de Malfoy era de auténticos camicaces suicidas.
-Harry, ¿crees que me perdonará?
Con esa actitud seguro que no, Ron.
-Creo que tendrías que disculparte.
-Si ya lo hice… ¿Qué más quiere que me arrodille y suplique por su perdón?
Lleváis todo lo poco que llevamos de curso de pelea en pelea... ¡¡Matadme ya y acabad con mi sufrimiento!!
-Ron, no creo que lo que le chillaste en plena discusión sea exactamente una disculpa, aunque al final incluyeras la palabra perdón.
-Olvídalo… ¿Qué crees que le está contando?
Olvídalo ¡Como si fuese tan fácil! Si todavía lo está comentando todo Griffindor y han pasado 15 días y la llegada de las otras dos escuelas de magia de por medio…
FLASH BACK
Aún no había torcido la esquina hacia el pasillo donde colgaba el cuadro de la señora gorda que daba paso a la sala común y ya comencé a escuchar los gritos de ambos.
Apresure el paso, estaba seguro de que esta discusión era de las peores y ya llegaba al nivel de pelea.
Según franqueaba la entrada pude evaluar la magnitud de la catástrofe al encontrarme a media sala común rodeándolos, Ginny en medio tratando de poner paz (sin éxito evidente) y a Hermione con su vena del cuello a punto de estallar de la ira y tan roja como Ron de la pura rabia que ambos despedían.
Me plante en medio del círculo.
-¿Cómo puedes ser capaz de llamarme entrometida cuando sólo te estaba ayudando?
-No me hace falta que me defiendan, lo tenía todo controlado, ya soy mayorcito y…
-¡Si, claro! Y seguro que te habías dado cuenta de que Malfoy había sacado su varita y te iba a apuntar en cuestión de segundos ¡Venga ya Ron, vete al Oculista!
-¿Ocluqué? A MI no me hace falta ningún Ocultista para vencer a Malfoy…
-Por Merlín y Morgana que ya no tenéis doce años, sois amigos: entrad en razón…
-¡CALLATE HARRY!- Chillaron al unísono.
Definitivamente están fuera de si.
-Ronald Weasley, McGonagall me a castigado a MÍ por esta pelea mientras que TÚ te has ido de rositas y ¿Aún eres tan egoísta y desagradecido como para llamarme entrometida?
Uyyy!! Le ha dolido de verdad, y no es para menos. Si al menos, por una vez en su vida, Ron hubiese cerrado la boca, Hermione no estaría en este lío. Pero, claro, tenía que aprovechar la oportunidad y echarle a Malfoy en cara que no tenía edad ni valor suficientes para participar en el torneo de los Tres Magos y que de haber sido capaz jamás habría salido elegido… y para que quieres más… Ya teníamos la pelea organizada en las Mazmorras. La verdad es que podía haber sido peor, aunque no para Hermione, pues, en el momento en el que boca abajo a causa de un hechizo de Malfoy le lanzaba otro (que capacidad) y hacia que la túnica de este comenzara a arder, para sorpresa de todos, la que apareció corriendo escaleras abajo a causa del revuelo fue la profesora McGonagal y no Snape. Todos vimos el cambio de emociones que pasó por su rostro: de la alarma al enfado y del enfado a la decepción. Apago a Malfoy, bajó a Hermione, calmo los ánimos de los presentes y comenzó el suplicio de Hermione.
"No esperaba nada ni remotamente parecido de usted señorita Granger. ¡Qué Vergüenza! Y más viniendo de ustedes dos, me han decepcionado. Deberían ser un ejemplo de confraternización entre casas, ustedes que son admirados por sus compañeros. Y más teniendo en cuenta a los alumnos de Beauxbatons y de Durmstrang que están entre nosotros para la celebración del torneo y la realización del fin que este simboliza. Diez puntos menos para Griffindor y otros diez menos para Slytherin. Y ustedes dos estarán castigados 25 días todas las tardes en mi despacho. Ni se le ocurra abrir la boca señor Malfoy más tarde me darán explicaciones aunque esto no tiene justificación alguna ¡Qué desfachatez!.."
Y a esto le siguió un discurso de media hora. Si hubiese sido Snape no le habría dolido tanto a Hermione pero seguramente Malfoy se habría librado del castigo.
Al fin y al cabo McGonagall había sido justa, bueno o al menos, justa con lo que había presenciado. Esto había ocurrido solo un par de horas antes y ahora toda la tensión resurgía y no podía pararlos.
-Tu te lo has buscado…Si no trataras siempre de arreglar los problemas de los demás porque crees que eres la única que sabe como hacerlo bien no te pasarían estas cosas…
Oh!! No, Ron has ido demasiado lejos. Se le nota en la cara. No, el diccionario de Runas no… ¡Ahí va!
-Insolente, niñato… Agggg!!- Escupió Hermione mientras que con toda la ira contenida cogía y lanzaba el diccionario de Runas a la cara de Ron y sólo gracias a los grandes reflejos de Ginny y al empujón que le propino a su hermano, este tan solo pasó rozándole la oreja.
-¿Pero Ginny tu también? ¿De que lado estas?
-Esto… Hermione aunque a veces sea un imbecil, sigue siendo mi hermano.
Definitivamente Ginny no sabia donde meterse.
-¿Por qué? ¿Pero por qué a mí? ¿Qué hice yo en otra vida para merecerme esto?
Por las barbas de Merlín y los Anales de Morgana ¿Hermione desvariando?
Diciendo esto para sí misma se dio la vuelta con el ímpetu de un huracán y subió las escaleras hacia su cuarto saltando los escalones de dos en dos. Había dejado a Ginny con la boca abierta y luchando entre dos mares intentando decidir que era lo mejor que podía hacer y a Ron con la palabra en la boca.
-No huyas, no puedes dejarme con la palabra en la boca, ¿Me has oído? Ni se te ocurra creer que esto... ¡Ahhhhhhh!
Bien Ron ahora si que te has lucido, si quedaba algún Griffindor sin enterarse de lo que esta pasando ya está avisado.
Si, puesto que Ron cegado por la rabia había corrido tras Hermione adentrándose en el ala de las chicas y tras haber pisado cuatro o cinco escalones, la escalera se convirtió en un tobogán lanzando despedido a Ron mientras comenzaba a sonar una alarma ensordecedora.
¡Qué vergüenza ajena!
Tras la vuelta a la calma gracias a los Prefectos el incidente, bonito eufemismo, transformado en rumor se difundió tan rápido como la pólvora por todo Hogwarts.
FIN DEL FLASHBACK
-Harry, Harry ¿Me estas escuchando? ¿O es que tú tampoco me prestas atención?
-Si, ¿Qué? -¡Qué complejo de ombligo del mundo! – Perdona Ron, estaba en Babia. ¿Decías?
-Están muy serias ¿no? ¿De que crees que hablan?
-Ginny, de verdad NO PUEDO MÁS… No se que hacer: si intentaba hacer la tarea con él, me tocaba aguantar sus cometarios jocosos y ahora que no habla y estamos de brazos cruzados me pone aún más nerviosa con esas miraditas y con su silencio… ¡No se que voy a hacer con mi vida!
-De momento cálmate y respira que ya no estas con él. Y dices que te mira… ¿Mucho?
-No, Ginny ¡Por favor! Es Draco Malfoy, ni se te ocurra utilizar ese tono…
-Eso significa que sí y para que tú te hayas dado cuenta… Y te pone nerviosa, que eso no lo consigue cualquiera, ¿Hermione has pensado que puede ser que…?
-No, no sigas por ese camino… Es MALFOY, simplemente MALFOY.
-Precisamente el rubio mejor moldeado que ha pasado por Howgarts y con esos ojos…Ummm que sea realmente repulsivo no quiere decir que no este como para hacerle un favor, o dos…
-¡Ginny! – Exclamó Hermione escandalizada con los ojos exorbitados por la sorpresa.
-Venga, Hermione no te hagas la mojigata conmigo ahora. Tú fuiste precisamente la que me aconsejaste que tratara de salir con otras personas para no sufrir tanto por lo de Harry y la verdad es que pensar en otras personas no me hace mal. ¿O es que eso solo vale para el resto porque tu eres virgen, casta y pura? No eres la única ¿Sabes?- Ahora la ofendida era Ginny y Hermione no sabía como arreglar las cosas sin enfadar más a Ginny, ni ahondar más en sus propios sentimientos.
-Sabes que no es eso... - suspiró- Es solo que Malfoy me saca de mis casillas y termino pagándolo con quien menos se lo merece. Eres mi mejor amiga y la única que me ayuda a aguantar a esos dos- dijo señalando a Harry y Ron mientras les miraba con desaprobación al comprobar que trataban de escucharlas- ¿Te has dado cuenta de que no dejan de poner la antena?
-¿Qué antena? Ya están otra vez… Que morro tienen y después tienen la cara de decir que las chicas somos unas cotillas. Pero si no hay nadie más metomentodo que mi hermano.
Hermione sonrió orgullosa de si misma, abrazó a Ginny y la besó. Había conseguido desviar el tema con relativa facilidad y sin sufrir demasiados desperfectos por el camino. Tampoco había dejado que Ginny se pusiese a analizarla hasta lograr que desmenuzara todos sus sentimientos (si es que había alguno en concreto) cosa en la que la había superado.
¡Maldita la hora en que se me ocurrió enseñarla! La aprendiza ha vencido a la maestra, sólo espero que no se haya dado cuenta…
De momento la cena le concedía una tregua.
Amm no es un capítulo muy largo y espero que sea un buen comienzo y os guste. En fin, en unos 15 o 20 días colgaré el segundo capítulo.
Un beso.
