Disclaimer: Kuroshitsuji no me pertenece, es de Yana Toboso. (Siempre olvido poner el disclaimer XD)
Advertencia: Este fics tiene spoiler de la serie y el manga
Un mayordomo, dos amos
Por Evangeline Rave
Prólogo
Eleni observaba con detenimiento la flama que desprendía la antorcha que estaba frente a ella. El cuarto de piedra en el que se encontraba, una de las partes más ocultas de su mansión, conocida solo por los sirvientes de más confianza (de los cuales ya no quedaba ninguno), reflejaba en sus paredes sombras atemorizantes que parecían salidos de sus más profundos delirios. Si…, delirios.
Una vez más se encontraba sola. Una vez más se habían llevado a todos aquellos a quienes amaba, y en quienes confiaba. Estaba destinada a llevar a todos aquellos que se acercaban a ella a la más completa ruina, la muerte, la desesperación. Su nombre no significaba luz, sino sombras, angustia y soledad.
Era el 9 de febrero de 1989, y la pequeña Eleni, que en esos momentos solo contaba con 10 años, corría por los pasillos de una mansión que no era la suya. ¿Cómo había llegado hasta allí? Apenas y si lo recordaba. En un momento estaba viendo a los artistas de un circo y al siguiente estaba atrapada en una jaula junto a otros niños, que parecían llevar días, algunos incluso meses, recluidos en ese lugar.
Trató de hablar con algunos de ellos, pero parecían completamente fuera de sí, como si la voluntad los hubiese abandonado.
Ella corría aterrada, intentando escapar del fuego. ¿Pero cómo había empezado todo esto? Sí, claro. Eleni había conseguido escapar de su jaula.
Llevaba muy pocos días en ese lugar como para perder los deseos de vivir. Y al parecer estaban preparando algo grande, y no le habían prestado la atención suficiente. Como pudo consiguió salir de la jaula, y fue tras el grupo de niños que acababan de ser conducidos a alguna parte de la mansión, hasta llegar a un gran salón comedor. Entonces allí los vio.
Un anciano en silla de ruedas le anunciaba a un niño, que llevaba un parche en su ojo derecho, lo que vendría a continuación. Una función, un sacrificio, algo que no fue capaz de escuchar con claridad, o incluso entender.
Los niños que acababan de ser sacados de las jaulas fueron obligados a realizar actos circenses, para los cuales obviamente no estaban preparados. Mientras otro grupo de ellos servían la comida y acompañaban al anciano.
La niña de la cuerda floja cayó al suelo, muriendo instantáneamente, el niño domador de leones, fue devorado por el animal. Eleni no podía dejar de observar, porque no podía moverse, sus piernas no le respondían, y sus labios se abrieron en un grito que fue incapaz de salir.
Cuando una de las niñas fue puesta frente al lanzador de cuchillos, el niño del parche en el ojo le dio una orden al mayordomo que lo acompañaba, entonces se precipitó todo dentro del gran salón. El niño apuntó con un arma al anciano, al que llamó Barón Kelvin, mientras Jocker, el sujeto que había visto en el circo, ponía una espada en el cuello del niño, y a su vez su mayordomo hacía lo mismo en el cuello de Jocker. Si el niño del parche apretaba el gatillo, sin duda Jocker le rebanaría el cuello, a su vez que el mayordomo del niño haría lo mismo con el cuello del sujeto del circo. Pero finalmente fueron el niño y su mayordomo quienes controlaron la situación.
¿Es que acaso ellos venían a salvarlos?
El Baron Kelvin los guió hacia el lugar que ella acababa de abandonar. Fue en ese momento cuando ella debió haber huido, cuando nadie le prestaba atención, pero por algún motivo, que en ese momento no se pudo explicar, los siguió. Quería saber si el niño sería capaz de salvar a sus compañeros de confinamiento. ¿Por qué estaban ahí? Se volvió a preguntar. Para salvarlos debía ser, pero un sentimiento, quizás una premonición le advirtió que no se acercara, que se mantuviera alejada.
El niño se llamaba Ciel Phantomhive, y su mayordomo, Sebastian, eso fue lo que ella oyó de toda aquella conversación. O lo único que quedó en su cabeza en realidad.
Luego la orden de Ciel de quemarlo todo, y el mayordomo obedeciendo. Eleni no quiso ver, ni esperar más. Corrió por los pasillos de la mansión del Barón, hacia la noche, hacia la libertad, esperando llegar a su hogar.
Eleni regresó a su hogar. Era una niña fuerte, que jamás se daba por vencida. Pero nunca pudo sacar de su cabeza lo que había visto esa noche en la mansión de su secuestrador, así como tampoco pudo olvidar al niño y su mayordomo. Escuchó el nombre de Ciel Phantomhive muchas veces después de aquella ocasión, así como se enteró de todos los rumores que circulaban en torno a él, incluyendo los de su desaparición.
Ahora, 10 años después de aquella noche en que el fuego casi la consume, y después de haberlo perdido todo, sus padres, hermano, su prometido, el tutor que la quería como una hija, y los sirvientes que la amaban, respetaban y le eran leales, estaba en ese cuarto del sótano, mirando la flama de la antorcha.
Hacía dos días había ocurrido el último atentado contra su vida, donde murió el mayordomo a quien quería tanto. El que la había visto nacer y crecer. Era como si su padre muriera por segunda vez. Había sido esta nueva pérdida la que la había orillado a tomar la decisión. Ya no quería perder a nadie más. Y ya no quería amar a nadie más.
El hombre responsable de la muerte de su mayordomo yacía inconsciente en el altar que ella había preparado. Llevaba dos días allí, herido. Era lo que se había ganado por asesinar a Ambrose. Ahora pagaría con su vida.
Aquel cuarto del sótano que en épocas más antiguas había servido como prisión, ahora sería el lugar de sacrificio, el lugar donde realizaría el pacto. El lugar donde entregaría lo único importante que le quedaba, su alma.
Eleni se acercó al altar, con el cuchillo ceremonial en sus manos, lo alzó sin ninguna duda, y lo dejó caer sobre su víctima, entrando en su carne hasta llegar a su corazón, y derramando su sangre. El hombre apenas abrió los ojos, para cerrarlos nuevamente, para siempre.
N. A. :Espero les haya gustado el prólogo y que comenten para saber su opinión, buena o mala, toda se agradece. Pronto publicaré el primer capítulo
