Rating: K

Advertencia: Vocabulario soez y algo de OoC (Out of Character).

Disclaimer: Gintama no me pertenece, todos los créditos al gorila.


NO ERES TÚ, TAMPOCO YO, ES TU CHAMPÚ

Pero él ignora las miradas maliciosas y las risas contenidas porque... joder, la China se derretía como chocolate al sol por su cuerpo serrano. Estaba tan claro como el agua.

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Okita Sougo se jactaba, por allí por donde pisara de que, joder, la China de mierda había admitido que se moría por sus huesos.

Y él, como el maldito egocéntrico que era, debía darlo a conocer, era automático en su persona porque te comprendo, soy irresistible

Bueno, a ver, no así como un "te amo con todo mi corazón de mierda y casémonos y hazme un hijo, ya, en este preciso momento" pero eso no tenía que saberlo nadie y a él le importaba tres mierdas los detallitos de nada.

En realidad, había sido un simple "sorprendentemente, hueles bien, sádico".

Ah, pero él era un experto en lenguaje corporal y en lenguas muertas y en códigos secretos (autoproclamado) y Sougo sabía que aquello era un "joder, me muero por tus huesos, Sádico de mierda" así más o menos.

Porque tenía que ser eso, porque estaba claro que Kagura se moría por sus huesos aunque la muy zorra no lo admitiese. Todavía (se decía él).

Y Kagura no entendía del todo aquella cara de prepotencia total (y no por ello la odiaba menos) con la que el estúpido se paseaba de un lado a otro por todo Edo como si le acabasen de proclamar rey del mundo, con ese andar vacilante y ese aire de yo todo lo puedo que la saca de quicio a ella y a medio planeta (el otro medio aún no tiene la dicha de conocerlo en persona).

—¿Qué mierda te ha picado, Sádico?

—Sí, tú disimula, China, pero que sepas que ya te he calado.

—¿Eh?

Y ella no entendía muy bien todo ese rollo y ese pavoneo (Kagura temía que en cualquier momento le salieran unas muy coloridas plumas del culo al muy bastardo) que se traía de la nada.

Y Hijikata miraba la escena con calma, cigarro en mano, y a su lado Kondo casi se mordía sus varoniles uñas. Porque Kondo-san quería ir y taparle la boca al chico porque aquello no iba a acabar bien si él continuaba desvariando de aquella manera, y Hijikata, por su parte, disfrutaba cada momento como disfruta de la mayonesa y contaba los minutos, segundos y milisegundos antes de que toda esa prepotencia le estallase en la cara como un globo a ese maldito criajo.

Y oh, iba a disfrutar el momento, sí señor.

Y mientras Kagura se preguntaba que le pasaba en la cabeza al retrasado ése, Okita seguía a lo suyo con su barbilla arriba y su pecho lleno de orgullo y... "Si sigues caminado así, vas a acabar callendo de espaldas" pero él ignora las miradas maliciosas y las risas contenidas porque...

Joder, la China se derretía como chocolate al sol por su cuerpo serrano.

Estaba tan claro como el agua.


Aquí vengo con otro coso(? sin razón de ser.

¡Muchas gracias a todos por el apoyo y por los comentarios y favoritos!

Quiero contestar todos los reviews, pero no tengo tiempo para coger mucho el ordenador últimamente y desde la app como que no.

Éste es mucho mas corto que los dos relatos anteriores, pero tiene el mismo amor. Esta vez un OkiKagu porque el GinKagu está saturando mis borradores y todavía no termino de darles la forma que quiero.

¡Nos vemos!

Viernestrece.