Una historia algo mas "madura" de las demás que he creado, bien yo soy adulta así que un cambiecito me viene bien... :) También es del punto de vista de un personaje del que nunca me imagine escribir, espero les agrade y le den una oportunidad a esta historia, ojala se apiaden de mi y me dejen por lo menos un review...

Sin mas les dejo leer...


Tan Obvio, Y Tan Pathetiko

1. SOY PATHETIKA

-¿Por qué no empezar por el principio?-

Sombras. Rimel. Labial.

Primero constate que todo estaba perfectamente combinado, mi reflejo en el espejo me lo aseguraba. Le di un retoque a mis labios y cepille por ultimo mi cabello. Ya estaba bastante mas corto, su color rojizo pálido casi rosa estaba igual, pero reduje su largo bruscamente para hacer un cambio que el notara. ¿Crees que ni siquiera le importo?

Me daban ganas de llorar, pero eso correría el delineado de mis ojos, me gustaba ver el efecto que este causaba, hacia que mis pupilas color verde aguamarina resaltara, ¿pero por que el no se daba cuenta de eso?

Ajuste el baby doll de encaje rojo a mi cuerpo, sé que cualquier hombre me diría lo sexy de mi vestimenta, ¿Por qué el no? Este era un intento mas de seducirlo, suena ridículo, lo se, pero no puedo comprender por que Sasuke ya no quiere pasar tiempo conmigo, ya ni siquiera hacíamos el amor, ¿acaso para el no significaba nada el estar casados?

Tome posición en la cama y lo espere por largo rato. El nunca llego. Cuando desperté y me di cuenta de que no estaba resolví a llamarle al celular. Contesto en seguida.

"Sasuke, ¿Dónde estas?"

"Ya voy para allá."

"Pero…"

"Dije que ya voy para allá." Colgó.

Con el auricular aun en la oreja mire hacia el radio-reloj, eran las cuatro de la mañana.

Mi desesperación crecía proporcionalmente a la posición de las manecillas del reloj, aunque solamente habían pasado quince minutos desde que había colgado el teléfono, y sin agregar que el estar caminando alrededor de la mesa de la sala no me tranquilizaba ni un poco. Me preocupaba, ¿Dónde había estado? Y aun más importante: -¿Con quien?-

Me sobresalte al escuchar girar el picaporte de la puerta, pero aun así me moleste al ver que se trataba de Sasuke… si, Sasuke llegando a las cuatro con veinte de la madrugada.

"¿Por lo menos puedo saber donde estabas?"

Había que cumplir el protocolo, y por lo tanto, la pregunta obligatoria y el tono de reproche eran necesarios, en resumen: lo que yo quería saber y que a Sasuke no le gustaba que le preguntara.

"No es el mejor momento…Sakura."

Me indigne, ¿Cómo era posible que dijera mi nombre de esa forma? Como si fuera ridículo e innecesario decirlo…como si le costara una gran suma de dinero el nombrarme. Y lo peor, con esa voz tan indiferente.

"¿Qué no es el mejor momento?" Casi le escupí la frase.

Sasuke me dio la espalda, quedando de frente a la puerta que seguía abierta, mientras que yo estaba a punto de romper en llanto.

"¡Cuánto lo siento Sakura! Fue culpa mía de que el Tonto llegara tan tarde."

Ni siquiera me había dado cuenta de que alguien estaba en la puerta, y menos de quien era ese –alguien-. Te diré que hacia ya bastante tiempo de no verlo, y a decir verdad se veía igual de juguetón y sonriente, solo que bastante mas desarrollado y…debo admitirlo, mas apuesto.

"Na...Naruto, ¿Qué haces aquí?"

Instintivamente cerré más la bata de satén que me había puesto sobre el babydoll, y Sasuke pasó junto a mí arrastrando una maleta.

"Naruto se quedara unos cuantos días."

Otra vez la indiferencia, y eso ni siquiera era una pregunta, me lo estaba asegurando; otra vez tomando decisiones sin consultármelo.

"Eh si." Mencionó Naruto dudoso. "Bueno si es que a ti no te importa Sakura."

"Claro que puedes quedarte, por mi no te preocupes."

"Gracias, ¡de verdad! Y que gusto verte de nuevo Sakura, tan bonita como siempre."

Un halago. Hace tanto tiempo que no escuchaba ninguno, y necesitaba levantar un poco mi autoestima del puesto donde Sasuke la había degradado. Así que por primera vez en mucho tiempo le sonreí sinceramente.

No recordaba desde hace cuanto tiempo no platicaba tan animadamente, Naruto y yo no la pasamos charlando hasta que amaneció. Nunca creí que recordar historias de la preparatoria fuera tan entretenido, ni tampoco creía que ver a este hombre rubio me subiera tanto el ánimo.

Ni siquiera escuche a Sasuke levantarse de la cama y salir, acto reflejo mire el radio-reloj, ya casi eran las doce de la mañana. Creí tener un hermoso sueño, en el cual era feliz de saber que mi compañía le agradaba a alguien, pero recordé que…si mis pensamientos eran correctos, Naruto se encontraría en la habitación de huéspedes. Mi mente necesitaba saber que era realidad y no solo un tonto sueño.

Me enfunde en la bata y me dirigí a la habitación de él; por algún motivo no toque la puerta y entre. Naruto se encontraba ahí, estaba dormido. Se veía tan… -¿sexy?-, estaba boca abajo con las sabanas cubriéndole solo de la cadera hacia abajo, y con el torso desnudo… tuve que aguantar la respiración. ¿Por qué hasta este momento me percataba de lo hermoso que era Naruto? ¿Tenia algo que ver que tuviera problemas maritales con Sasuke? Una sonrisa amarga cruzo mi rostro. ¿Por qué rechace a Naruto en ese entonces? Lo examine de nuevo, su despeinado cabello rubio, su hermoso cuerpo, su piel morena, algunas mujeres podrían decir que Naruto era casi tan apuesto como Sasuke, y además tenia una mejor personalidad.

Mis pensamientos fueron interrumpidos.

"¿Sakura?"

Un adormilado Naruto me miraba, ¿Qué excusa podía decir?

"Em… ¿Quería ver si querías desayunar?" Sonó tal falsa era frase.

"Oh, ¡Claro! Adelántate, en seguida te alcanzo."

Exhale mentalmente con alivio. - Uf, ¡eso estuvo cerca!-

Desayunamos huevos fritos, cereal y un postre de leche que encontré en la despensa; no tenia ganas de hacer algo tan elaborado. Al chico frente a mi pareció no importarle, porque en todo momento mostraba una sonrisa.

"Me alegra tanto verlos de nuevo."

"Gracias por decir eso, pero hace tanto tiempo, es lógico que te alegre vernos." Seguí comiendo mi cereal.

"Tienes razón, pero que bueno que los veo todavía juntos y felices."

No sabia si reír o llorar por ese comentario, que equivocado estaba, en el estatus actual era imposible catalogar nuestro matrimonio como fe-liz.

"Todo este tiempo me pregunte como estarían ustedes dos."

Y entonces, una pregunta que tenía desde hace mucho tiempo me cruzo por la cabeza.

"Pero… ¿Por qué no te comunicaste con nosotros? Después de la graduación ya no tuvimos noticias tuyas."

La sonrisa en su rostro desapareció.

"Bueno… creí…creí que ustedes sabrían el motivo."

"Y el motivo es…"

Bueno, no me gusta que la gente dé muchos rodeos en las respuestas, así que lo presione un poco.

Suspiro.

"Tu y Sasuke se veían tan bien juntos, que… que simplemente no quería interferir, porque… ya sabes… en ese entonces yo… estaba enamorado de ti…"

"Oh."

No tenía ningún comentario que hacer a eso, claro que lo sabia… y me dolía recordarlo. Aunque una duda mas abarco mi mente, una muy esperanzadora: ¿Naruto, todavía sentiría algo por mí? Lo frustrante era que no podía exteriorizar esa pregunta.

El indagar sobre eso no fue posible, Sasuke apareció.

"Vaya, par de flojos." Cruzo los brazos sobre su pecho. "Acaban de levantarse ¿verdad?"

"Pero, se supone que estarías trabajando, ¿Qué mas da que apenas nos levantáramos?

Me ignoro.

"Idiota, te dije que vendría por ti a esta hora ¿no?"

"¡Ups!, Sakura, se me olvido pedirte que me levantaras temprano."

Y Naruto era demasiado amable como para sacarme de la conversación, cosa que incomodo a Sasuke. Pero a pesar del retraso, Naruto termino su desayuno en lo que parecieron segundos y fue a arreglarse. Mientras Sasuke simplemente fue a la sala y se puso a mirar televisión. ¿Prefería ver infomerciales que charlar conmigo? No se realmente cuantas veces te pueden romper el corazón, o que tan roto puede quedar, pero mi marido se esforzaba por destrozarlo incluso a nivel molecular.

Nuestro huésped salió muy apurado, con gotas traviesas aun entre sus cabellos y aun fajándose la camisa dentro de su pantalón, en ese acto alcance a mirar un ombligo coqueto por entre los pliegues. Me sorprendí de mi misma al darme cuenta de en que estaba poniendo mi atención, ¿Por qué lo miraba de ese modo? Quise suponer que sería por el tiempo de celibato que Sasuke me había impuesto.

"Ya…estoy listo."

"Los calcetines…"

Menciono mi marido con voz de fastidio.

"Rayos…" Se mira los pies. "…en seguida regreso." Y se retiro de nuevo a su cuarto.

Una escena cómica en la que Sasuke era participe era difícil de ver, aunque con Naruto siempre era de esa forma, no pude evitar reírme.

"No le veo la gracia."

¿Cómo podía ser Sasuke tan amargado? A veces me preguntaba: ¿exactamente que fue lo que me enamoro de él? Aunque había adjetivos de sobra, parecía más admiración a una estrella de cine que un amor real. Su inteligencia, su buen aspecto y su forma de ser, eso ya no era valido en estas circunstancias, lo único que yo deseaba era alguien que me quisiera, y lo único que había obtenido de Sasuke eran críticas y comentarios despectivos.

"Ahora si, ya estoy listo." Dijo Naruto llegando de improviso.

"Por fin, ya me estaba cansando de tanto esperar."

"Oh, tu fuiste el que te ofreciste señor, así que no te quejes." Replico Naruto en su defensa.

"Un error del que me tengo que responsabilizar."

"Sakura, ¿vas a venir con nosotros?"

Creo que fue un desacierto de Naruto el preguntarme si los acompañaría visto desde la perspectiva de Sasuke, lo supe por que sus facciones se endurecieron, pero antes de que soltara alguna frase denigrante decidí declinar amablemente la oferta de Naruto, con él por lo menos si me daban ganas de ser atenta.

"Lo siento, tengo muchas cosas que hacer aquí, en otro momento tal vez."

"Oh, de acuerdo. Entonces vámonos Sasuke."

Lo acontecido en las últimas horas me motivaba a reflexionar. ¡Que diferente habría sido mi vida al lado de Naruto! Pero hacerse castillos en el aire no me consolaba para nada, de echo me hacía estar mas presente de mi realidad…mi triste realidad.

Se supone que tenía todo lo que quería: una profesión, estaba bien económicamente, un hermoso departamento, un apuesto esposo y aun siendo muy joven. ¿Qué era lo que necesitaba entonces? Pues creo que me faltaban cosas que en realidad no pueden comprase en tiendas departamentales, ¿me entiendes? Y la que más ansiaba, era la que probablemente no podría tener: el amor y la atención de mi esposo.

En medio de la desesperación una idea atravesó mi mente: Averiguar si Naruto estaba todavía enamorado de mí. -¿De que serviría eso?- De mucho, más cuando me abordó el pensamiento de acercarme más a él, ya que de todos modos a Sasuke nunca le importo verdaderamente nuestro matrimonio así que: ¿por qué tenia que impórtame a mí? Supongo que sabes a lo que me refiero.

Ese día ordené de comer algo especial que estaba segura que le encantaba a Naruto: Ramen. Eso no fue todo, porque también aproveche para arreglarme un poco, debía de hacer productivo el tiempo ahorrado al encargar la comida en vez de hacerla, así que me empeñe en verme por lo menos un poco más presentable: una falda larga color negro y una blusa color rojo. Imagínate.-Un color interesante-

Escuché tocar el timbre.

Raro, se supone que Sasuke traía las llaves, y puedo asegurar que el no olvida nada, exceptuando claro a su esposa.

Era Naruto…solo.

"Lamento llegar así, al parecer Sasuke recibió una llamada de su trabajo y fue hacia allá. Espero y no te incomode." Dijo al entrar y sentarse en el sofá.

Bingo. Al parecer la suerte trabajaba de mi lado esta vez, estaba a solas con Naruto, así que el indagar un poco más sobre sus sentimientos hacia mi era más que posible. Con una sonrisa me di cuenta de que el moreno frente a mi si había cambiado, era mas galante…mas…-¿Maduro?- Si.

"Claro que no me incomoda, Sasuke recibe ese tipo de llamadas muy frecuentemente."

"Esta bien." Sonrió.

Su sonrisa era cálida y sincera, a diferencia de mi esposo que difícilmente sonreía, sobre todo por que mas bien la de Sasuke era sarcástica y de superioridad: muy diferentes de verdad. Así que estaba de más comentar que probablemente mi esposo fue al encuentro de alguna amante. Trate de no arruinarme la noche pensando cosas destructivas para mi buen humor.

"¿Te parece que cenemos de una vez? Sasuke recibe llamadas que lo entretienen hasta muy tarde, así que supongo que llegara hasta entranda la madrugada."

"Mn…no se, Sasuke puede enojarse, ¿no crees? Imagínate, si estuviera en su lugar no me gustaría que mi hermosa esposa cenara con otro hombre."

Hermosa eh, era tan maravilloso sentirse halagada.

"¿Y entonces el desayuno?" Dije con una sonrisa. "Ya desayunamos juntos."

"Cierto, siendo así…bueno entonces no creo que le incomode." Fue hacia el comedor.

A Sasuke no le incomodaría por el simple hecho de que para él soy un articulo mas del mobiliario del departamento, tan reemplazable a su pensar. -¿Otra vez hiriéndose pensando en él?- Lo siento, creo que no puedo evitarlo.

"Hay algo especial para cenar."

"¿En serio? Me intrigas. ¿De que se trata?"

"Siéntate, en seguida te sirvo." Me dirigí a la cocina.

"¿Quieres que te ayude a poner la mesa?" Expreso con cortesía.

"Gracias, pero no, quiero mantener mi sorpresa unos momento mas, ¿esta bien?"

"Ok, aquí espero entonces, en suspenso… en intriga… en desconcierto. ¡Mala, no me quieres decir la sorpresa!"

"Por eso es ¡sorpresa!" Alcance a decir desde la cocina.

Estaba tan feliz, Naruto era una compañía muy agradable. Después de tanto tiempo, me gustaba sentirme a gusto conmigo misma, demás de gozar de una buena plática.

Ya sentados en la mesa, note a Naruto muy contento viendo de qué se trataba el platillo.

"Ya decía que se me hacia conocido ese exquisito olor ¡Ramen! Muchas gracias Sakura, no debiste molestarte, pero lo agradezco muchísimo ¡Provecho!"

Quede sorprendida de que su apetito por el Ramen siguiera intacto, por lo que solo guarde una ración para Sasuke antes de que la maquina devoradora en frente de mi arrasara con todo.

"Estuvo delicioso, de nuevo gracias Sakura."

"De nada." Empecé a recoger los trastos sucios.

"Solo que, como no me dejaste ayudarte a poner la mesa, ahora si tienes que permitirme ayudarte a lavar los platos por lo menos."

"Mn…esta bien." Decidí aceptar su oferta.

Yo lavaba y el secaba, mientras ambos platicábamos.

"Entonces, Sasuke y tu ¿terminaron lo que iban a hacer en la tarde?" Le pase un plato.

"Oh si, ahora recuerdo que no te he mencionado de que trata ¿verdad?"

"No, de echo no ¿De que se trata?"

"Ah veras, Sasuke me estaba ayudando a buscar un departamento en este distrito." Menciono mirando el plato en sus manos.

Entonces él… -Iba a mudarse cerca.-

"¿En serio?" Estaba más que interesada en su respuesta.

"Si, pero…" Calló.

"¿Qué sucede?"

"No nada, solo que viví tanto tiempo en Saitama, son muchos cambios en mi vida ¿sabes?"

"Estabas en Saitama eh, pero no te preocupes, tienes mi apoyo." Puse mi mano sobre la suya.

También era cálido, aunque creo que yo deseaba otro tipo de calor en esos momentos. –No era un pensamiento muy sano.- Lo sé.

"¿Qué te parece si mañana nos acompañas a ver el departamento que planeo comprar? Prácticamente ya lo puedo considerar mío, Sasuke me animo a cerrar el trato, ya solo falta el papeleo."

"Me encantaría." Sonreí y puse más presión en la mano con la que lo tocaba.

En un momento después me aleje de Naruto y empecé por acomodar la vajilla en su sitio, pensé en Sasuke, ¿de verdad quería mandar todo al olvido? Tres años de matrimonio, por el excusado…era para pensarse. –En realidad, si lo es.-

Naruto se fue a una tienda de conveniencia cercana, dijo que quería comparar unas cuantas cosas, era muy considerado de su parte el que nunca me dejara con la duda de donde estaría, atención que nunca ha tenido Sasuke conmigo. Eran totalmente diferentes, y aun así eran amigos, eso me sorprendía pero también me daba esperanzas, Naruto no olvidaría su amor por mí como si nada, ¿verdad? Él no era ese tipo de persona.

Cuando Naruto regreso traía paquetes de comida preparada, bebidas y frituras.

"¿Qué te parece ver la televisión un rato? Mientras podemos esperar a que Sasuke regrese."

Accedí a su petición, de todos modos no tenia nada más que hacer, así que tomamos lugar en la sala, donde intencionalmente tome asiento a su lado en el mismo sofá. Pude sentir con toda claridad la calidez de su cercanía, aspecto que me hacia sentir ansiosa y deseosa de Naruto. – ¡Que peligrosa situación!- Lo era, pero me tenía con una sensación de emoción que hace mucho tiempo no percibía en mí, me sentía otra persona… otra más feliz.

En realidad yo no me fije mucho en la película que Naruto miraba con interés, solo me entretenía con sus expresiones, la tranquilidad de pasar esos momentos juntos, y de la inestabilidad hormonal que él causaba en mi cuerpo. Eran muchas señales que manifestaban lo deseosa que estaba de él, pero también estaba tan avergonzada de sentirme así, como el temblar de mis manos, y el calor que sentía mi cuerpo, todo lo que yo estaba reprimiendo. ¿Cómo era posible que sintiera tantas ganas de besarlo? - ¡Oh!- Le mire de soslayo, a decir verdad tenia una boca muy atractiva, y verlo morder un bollo no ayudo, mas bien afecto mi frenesí mental, lo imagine mordiendo la piel de mi hombro y… ¡Por todos los cielos! ¿Qué me estaba sucediendo? Solo mirábamos una película, nada más.

Me incline y tome entre mis manos mi rostro, mi piel estaba notablemente mas caliente de lo normal, no abría pasado a mas de no ser porque Naruto lo noto, vaya inconveniente.

"Sakura, ¿estas bien?" Me miro preocupado, y puso su mano en mi frente. "Estas sudando."

Si supiera porque. – No tenía ni idea.-

"Estoy bien, solo… me duele un poco la cabeza." Mentí.

"¿Quieres que vaya por algún medicamento?"

"No, gracias. Solo quiero recostarme."

Solo termine de decir esa frase cuando Naruto me tomo entre sus brazos y me llevo a mi recamara, me deposito con suaves movimientos sobre la cama y me cubrió con la manta. Me sorprendí, ¿así de fácil era llevarlo a mi habitación?

"Quieres, no se… ¿agua? ¿Algo?"

¿Qué tal quitarte la camisa? Pensé para mi fuero interno, pero solo atine a decir:

"Solo quiero dormir pero… ¿podrías quedarte conmigo? No quiero estar sola."

Sasuke me habría dado una negativa rotunda, sin remordimiento, pero Naruto no, el era definitivamente especial. Solo fue de regreso a la sala a apagar la televisión y a traer los comestibles que aun no hacia consumido. Se sentó en el suelo, junto a la cama.

"Ya no terminamos de ver la película." Hizo una pausa. "Después la rentamos y la terminamos de ver, ¿de acuerdo?" E inmediatamente se metió una papa frita a la boca.

"Si." Dije antes de quedarme dormida.

Al despertar, Naruto seguía en el mismo lugar, se quedo dormido recargado en la cama, y yacían a su alrededor envolturas vacías. Había pasado la noche en esa incomoda posición solo por mi, por una enfermedad fingida… pobrecito.

Me levante, y busque por todos lados, no había rastro de que Sasuke hubiera estado siquiera en la casa. Había desperdiciado una valiosa oportunidad, toda una noche a solas con Naruto, y me acobarde al ultimo momento, que despilfarro.

De todos mis conocidos es bien sabido que no soy muy buena en la cocina, pero se me da bastante bien improvisar con comida pre-cocida, así cuando Naruto despertó yo ya tenia el desayuno en la mesa.

Cuando se presento a desayunar ya se había cambiado la ropa a unos pantalones deportivos color naranja, y a una camiseta negra de manga larga, esa ropa acentuaba su cuerpo que a mi sorpresa estaba bastante bien formado. La ultima vez que lo vi, el día de la graduación de la preparatoria, no reparaba mucho en él, a decir verdad no podía mirar a nadie mas que no fuera Sasuke, el era mi mundo en ese entonces. Por eso cuando me pidiera matrimonio un año y medio después en realidad no lo pensé mucho, casi acepte inmediatamente. ¡Como cambian las cosas! Ahora, si que notaba a Naruto, más bien era lo único que podía notar frente a mi, tanto que no me percate cuando Sasuke entro a la cocina sino hasta que tomo asiento junto a nosotros.

"Ya era hora, me hartan tanto las incompetencias de nuestros subordinados." Expreso mientras se aflojaba la corbata y desabrochaba el saco.

"¿Algún problema?" Pregunto Naruto.

"Un empleado envió un paquete a la dirección equivocada, estuve toda la noche tratando de averiguar donde estaba ese maldito paquete."

"Me imagino." Mencione.

"Y llego a mi casa, esperando una comida decente y mi esposa ni siquiera se entera de que estoy sentado a la mesa, con mucha hambre por cierto." Vaya, una indirecta hacia mi persona.

Tuve que dejar de comer para darle de desayunar a Sasuke, al parecer era incapaz de servirse por su cuenta, incluso Naruto se puso de pie para poder servirle una taza de té a nuestro anfitrión. Creo que notaba las exigencias de Sasuke tanto como yo, que no eran propias de un esposo sino más bien de un amo con sus sirvientes.- Ya veo.-

"¿Paso algo en mi ausencia?" Indago Sasuke.

"Bueno, Sakura sintió un poco de malestar anoche." Contesto Naruto.

"Mn…" Le dio un trago a su té.

¿Podría demostrar tanto desinterés? Claro que podía, solo Sasuke era capaz de lograr eso, y cada vez mostraba más notoriamente su apatía hacia mi persona. ¿Cómo podía ser así de cruel?

"Por cierto Naruto, hace un par de horas me hablo el señor del departamento, quiere verte hoy por la tarde."

"Oh, gracias por tomar la llamada Sasuke. Por cierto, quiero que Sakura también vea el departamento, así que le pedí que nos acompañara."

En ese momento mi esposo tomaba su té, se tardo más para pasar el trago, se notaba que no le agradaba esa idea.

"Esta tarde no puedo acompañarte, tengo asuntos pendientes." Dio otro trago. "Solo vine a tomar un desayuno rápido y regresar al trabajo." Declaro.

Que novedad, bueno no, ya sabia que Sasuke se rehusaría a acompañarnos. Ya me daba igual, él se lo perdía, mejor para mí porque podía estar con Naruto a solas.

"No te importa si vamos solo Sakura y yo, ¿verdad?"

Me intranquilicé, ¿entonces Naruto quería que fuéramos solos? Sinceramente me sentí un poco feliz, el rubor en mis mejillas lo confirmaba. ¡Que cruel era Naruto al hacerme sentir así! Yo era una mujer casada, entonces ¿a este chico rubio no le bastaba con atraerme tanto, sino que quería que me enamorara de él? -¡Que interesante declaración!-. Lo peor es que de poco en poco, si seguía así… lo conseguiría.

"Haz lo que quieras." Dijo Sasuke, con su habitual indiferencia incluida.

Como lo esperaba, esta vez Sasuke me estaba dando junto con su apatía declarada a su esposa, o asea yo, la oportunidad que necesitaba. Esta vez no la desperdiciaría.

CONTINUARA...


Como deseo que me digan que les gustara la historia, por cierto... es algo así como una continuación de un fic anterior que hice... con un titulo similar... si les interesa pueden leerlo también... Nos vemos.