Capítulo V: - Bienvenidos; Extranjeros, me presento, soy Saori Kido y les doy la bienvenida a mi hogar. Se presentó la chica, Martin y Milhouse se quedaron con la boca abierta por la belleza que irradiaba la joven, hasta que Nelson les golpeó para sacarlos de su trance de hipnosis.
- ¡Auch, eso dolió! Gritó Milhouse.
- Sí, ¿qué te pasa, Nelson? Le preguntó Martin, mientras que se frotaba la cabeza.
- Deberían ser más respetuosos, se estaban babeando por ella y eso no está bien. Les dijo el bravucón, mientras que Saori abría la puerta y entraba un joven de cabellos rubios y ojos azules, su nombre era..
- Hyoga, ¿qué ocurre? Preguntó Saori, mientras que el joven rubio entraba en la habitación.
Sherri, Terri, Allison, Lisa y Jessica se enamoraron del joven rubio, musculoso, cabellos rubios y ojos azules, era todo lo que pedían de un buen noble como él.
- Eh, no, nada, sin querer toque por error la puerta, disculpen, error mío. Se disculpó el rubio, mientras que se retiraba de allí, Bart y los demás chicos no prestaron atención y se quedaron esperando, a que tal vez, las cosas cambiaran, pero parecía que se estaban yendo por otro camino, debido a las emociones femeninas sobre el misterioso joven de cabellos rubios.
- Señorita Kido, disculpe. Quiso saber Todd, mientras que levantaba su mano.
- ¿Sí? ¿Qué ocurre, pequeño? Le preguntó la joven, mientras que pasaba su mano por los cabellos del niño.
- ¿Sabría usted cómo llegar a Atenas? Mi hermano Rod y yo somos miembros de una misión Cristiana y debemos estar allí. Le dijo Todd, pero las cosas también cambiaron para ellos.
- Lo lamento, pero aquí no se puede llegar hacia Atenas, es un camino muy largo, a menos que quieran ir por las montañas, con esta lluvia no es muy seguro. Les dijo Saori.
Los niños se sintieron mal, pero no podían hacer nada, debían esperar allí y listo, mientras que a su vez, las niñas, se seguían fijando en Hyoga.
- Oh, ¿dónde están mis modales, jeje? Señoritas, Caballeros, bienvenidos. Les dijo el rubio, mientras que con sus más finos modales, les daba la bienvenida a la mansión.
- Igualmente, Señor Hyoga. Dijo Bart, mientras que introducía al grupo de su hermana y él a los habitantes de la mansión.
Después de la presentación, ingresaron varios chicos más, sus nombres:
- Extranjeros, bienvenidos a la Mansión Kido. Les dio la bienvenida Shun de Andrómeda, Sherri cayó profundamente enamorada de aquel joven de cabellos verdes, mientras que Terri tenía sus ojos puestos en Hyoga de Cisne.
- Son muy buenos ustedes en darnos la bienvenida. Les agradeció Martin, mientras que extendía su mano hacia Ikki de Fénix, quien le dio el apretón, pero con un fuerte dolor.
- Jajaja, vamos, chicos, tienen que ser fuertes, aquí se demuestre la destreza, la fuerza y el honor en el combate. Les dijo Ikki, mientras que Martín se volví a sentir para esperar a que se fuera el dolor que tenía.
Después de un par de horas de charla y presentación, aparecieron dos chicos más: Sus nombres eran Seiya de Pegaso y Shiryu de Dragón.
- Bienvenidos, Extranjeros, disculpen que no hayamos estado antes, teníamos un asunto que atender antes. Les dijo Seiya, mientras que después de las presentaciones, Tatsumi los condujo hacia una habitación hacia una de las habitaciones de la mansión, donde allí pasarían la noche y a la mañana siguiente iban a tener una gran sorpresa por llevarse.
