—Y bien, ¿cuanto va a costar ponerlo todo en marcha de nuevo? —pregunto Nicholas Furia a un recientemente resucitado Coulson, incluso si este no lo sabia aún.
—¿Proyecto PEGASO o Nueva York? —cuestiono este.
—La ciudad, por supuesto —indico Fury, preguntándose si la pregunta era incluso necesaria dado que, para ambos, los civiles siempre eran lo primero. Por supuesto, su resurrección y posterior implantación de recuerdos podrían haber afectado su memoria hasta cierto punto, así que no podía culparlo por olvidarse de ese detalle.
—Según nuestras estimaciones, los daños materiales ascienden a aproximadamente 160 millones de dolares y subiendo. —Coulson levanto la mirada de su informe y le miro directamente al ojo—. Stark potencialmente podría pagarlo por completo, pero, como aún no ha pagado totalmente sus deudas con los militares y su empresa no se ha recuperado completamente de la falta de mano de obra provocada por despidos masivos cuando decidió dejar de hacer armas, creo que va a ser reacio a la idea.
Fury reflexiono sobre esos datos. Ciertamente era un problema y su presupuesto no había sido el mismo desde el ataque de Loki, lo que no era ayudado por el hecho de que el Consejo Mundial quería que volviesen a poner PEGASO en marcha cuanto antes...
—¿Cuanto presupuesto nos han concedido para el proyecto? —pregunto inmediatamente. Coulson parecía entender quÉ pretendía hacer, dado que reviso otro informe.
—170 millones de dolares, de los cuales tenemos que gastar al menos el 10% antes del próximo mes,
Fury sonrió.
—Destina 17 millones al proyecto, dona 120 para reparar la ciudad y reparte los restantes 33 entre reconstruir nuestras instalaciones y pagar por las facturas médicas de los civiles que fueron atrapados en medio de este desastre.
—Eso esta hecho, jefe —dijo Phil sonriendo mientras se levantaba para salir.
—Un momento, Phil. ¿Cuanto habría costado todo si las bombas nucleares que esos idiotas enviaron llegasen a chocar contra la ciudad?
Phil se quedo mirándole sin decir nada por varios segundos antes de coger un bolígrafo y un bloc de notas. Escribió rápidamente algo y se lo mostró a Nicholas, que no pudo apartar su ojo del número.
—Juro que, si descubro quién fue el idiota que decidió aprobar esto, voy a matarlo. —Desviando la mirada del papel se dirigió de nuevo a Coulson, dándole permiso para salir.
Habían pasado varios meses desde que HYDRA había fallado en su intento de controlar al mundo y Furia se había trasladado a Europa. Aún tenia contacto con Coulson y su equipo, que le hacían saber sobre los últimos acontecimientos, pero esa no era la razón por la que estaba en Berlín.
Había tardado meses en rastrear a esta persona particular y no pensaba dejar que escapase de la deuda pendiente que tenia con él. Tras haber entrado en su apartamento, se había pasado dos horas preparando su arma y asegurándose de no dejar ninguna muestra de que estuvo allí.
Pronto escucho pasos y se preparo. La mujer que estaba esperando cerro la puerta y encendió la luz, viéndolo sentado en su sofá con una pistola en la mano.
Tras pintar las paredes con su cerebro Nicholas Furia salio del apartamento, sabiendo que la policía no iba a tardar mucho en aparecer.
La venganza se sirve mejor cuando menos se lo esperan, pensó mientras se dirigía al aeropuerto revisando su siguiente objetivo, un empresario que ofreció financiación voluntariamente al Proyecto CENTIPEDE que Coulson había descubierto unos meses atrás. Tal vez no podía dirigir la organización, pero eso no le impedía eliminar a la gente que financiaba a HYDRA en los ámbitos empresarial y político y él pensaba aprovechar la oportunidad todo lo que podía.
