Disclamer: Ninguno de los personajes usados para este fict me pertenecen, todos son de Masashi Kishimoto, y yo no tengo regalías por mis geniales historias (tengo ego, no me culpen xD)

Aclaraciones de la Autora: Gomenasai! la verdad es que no me pude resistir a publicar esta historia Ya se que tengo todavia otras historias en las que debería trabajar, pero ayer se me ocurrió estoy y ya lo estoy desarrollando... además, esta sera una historia corta -espero xD- Ahora si, sin más, les dejo el prólogo de esto que titulé...


+ No toques a mi hermana +

Todos en Suna sabían que había que tener cuidado en cuanto apareciese en escena Sabaku no Temari… o mejor dicho, cuando apareciese su hermano Gaara, quien en muy contadas ocasiones se le separaba.

Si bien ella era una mujer rubia sumamente hermosa, por la que de verdad valdría la pena luchar, todos aquellos quienes habían intentado siquiera dirigirle la palabra habían acabado hospitalizados… porque los celos de su hermano pelirrojo habían resultado inversamente proporcionales a la perfección que la mujer encarnaba… así que, el simple hecho de verla directamente implicaba todo un gran riesgo, y qué decir sobre la posibilidad de hablar con ella era algo prácticamente prohibido si eras un hombre.

Sí, en Suna todo el mundo lo sabía, pero fuera de ahí, el pelirrojo de ojos verdes no era nadie de quien preocuparse… o al menos eso había pensado al principio el caballero de ojos negros que durante su viaje había tenido la dicha de conocerla...

―¿Quién es ella?- preguntó sin disimulo a su guía el extranjero, que en cuanto vio el escultural cuerpo de piel bronceada entrar a la embajada, precedida de todo un séquito de hombres y mujeres. El guía sintió casi a su corazón detenerse al chocar su mirada con los verdes ojos del pelirrojo que había aparecido al lado de la rubia casi de la nada.

―Son el nuevo Kazekage de Sunagakure no Sato y su hermana la Embajadora ―le informó apresurado, desviando abruptamente la mirada de los recién llegados y fingiendo que no los había visto, todavía sentía la fría mirada del Kazekage sobre sí por haberse atrevido a verlos.

―¿El pelirrojo ese es su hermano? ―preguntó el extranjero, todavía con la desfachatez de señalarlo con el índice, y el guía que de nuevo casi sintió un paro cardiaco se apresuró a capturar y bajar la atrevida mano que había osado siquiera señalarlos...

―¡Por favor mantenga la compostura y sea respetuoso, Nara san! ―pidió a modo de súplica y a la vez regaño el guía, casi maldiciéndose a sí mismo por elegir ese día y esa hora en específico para llevar al muchacho a la embajada de Konoha en Suna… y el muchacho como respuesta arqueó una ceja y se cruzó de brazos apoyando la espalda en el respaldo de la silla en donde esperaba.

―Yo no he hecho nada malo, y no veo cual fue la falta de respeto ―aseguro casi con aburrimiento en su voz, manteniendo durante unos segundos en su interlocutor, antes de seguir con la vista a la embajadora que entró al elevador, y descubriendo casi al instante los verdes ojos del Kazekage fijos de forma amenazadora en él…

¿Y a ese tipo qué diablos le pasaba, porqué lo veía así a él que no había hecho nada?