-Algo se acerca!
El grito de Zoro alerto a los demás, que salieron a cubierta para ver que era ese algo a que Zoro se refería. Todos pudieron contemplar como una pequeña barca se acercaba a gran velocidad, notando como un hombre estaba parado en ella.
Luffy se puso levemente delante de su tripulación, escuchando como su miembro mas reciente, Chooper, le preguntaba a Usopp que pasaba. Pero todos se quedaron de piedra al escuchar como el extraño llamaba a gritos a Luffy.
-Sabes quién es, Luffy? –El susurro de Nami casi quedaba ahogado entre los gritos de aquel hombre, que a medida se fue acercando, su figura se dejaba ver más nítida y donde Luffy pudo tener una idea de quien se podía tratar.
-Ace? –Dijo Luffy, y gritándolo más fuerte noto como el hombre sonreía. Luffy dio la orden de dejar caer la escalera de cuerda para que su hermano pudiera subir al barco.
Lo preocupante fue percatarse de que el hermano de Luffy llegaba cubierto de sangre y con algo entre los brazos que no soltaba por más que se notaba que ya no lo aguantaba.
-Ace! Que te sucedió? –Fue la reacción de un conmocionado Luffy, viendo como su hermano se recostaba en la baranda y se deslizaba al suelo.
-Escúchame bien Luffy, necesito que me hagas un gran favor y solo tú puedes hacerlo. –Ace se veía cansado y le costaba hablar fluidamente, pero aun así lo hacía. El resto de la tripulación solo observaba, aunque cuando Chooper quiso adelantarse para ver esas heridas, Luffy lo paro con la mano, tornándose seria de golpe.
-Te escucho Ace. –Ace, con un ligero asentamiento de cabeza, comenzó a soltar lo que traía en manos, revelando así a una pequeña niña, de no má años. Nami y Usopp dejaron salir una exclamación de sorpresa, mientras la mirada de los demás se tornaba confusa, sobre todo la de Luffy. –Ella es Luvia, es mi hija.
Luffy esperaba cualquier cosa, menos una hija de Ace.
