Ahiru-san siempre ha sido inconstante al publicar, por eso no es raro que a veces me aparezca de la nada y suba fics aleatorios.

¿Qué es esto? Pues... una compilación de drabbles y viñetas de Haikyuu. Aquí publicaré todas las ideas random que se me vayan ocurriendo. Creo que no hace falta explicar mucho más.

La idea del primer cap la tenía pensada hace mucho, pero mi inspiración es traicionera, caprichosa e imprevisible. La odio (?) Bueh, en fin.

Gracias por leer :)


Los chicos del Karasuno habían ido de visita a la escuela Nekoma, como muchas otras veces, por un partido amistoso.

En una de esas, Nishinoya se apartó del grupo principal y se escabulló para recorrer el edificio a su aire. Por casualidad, halló la bodega de la orquesta sinfónica, cuya puerta habían olvidado cerrar. Sin ninguna discreción, entró y examinó los diversos instrumentos musicales que se encontraban allí guardados.

Pocos minutos más tarde, fue encontrado por Hinata.

—¡Noya-san! Los demás preguntaban por ti, ¿qué estabas haciendo?

—¡Ah! ¡Shouyou! —contestó—. Solo estaba paseando, pero ¡mira lo que encontré! —exclamó, haciendo un amplio gesto con el brazo, enseñándole su descubrimiento.

—¡Oooooooh! —gritó, sorprendido, observando todo con ojos curiosos—. ¿Qué es este lugar? —Atravesó el umbral y cerró la puerta tras de sí.

Nishinoya le explicó de manera breve a qué estaba destinado aquel cuarto y se dedicó a mostrarle algunos instrumentos: un saxofón, una trompeta, una tuba, una flauta traversa, un tambor, un contrabajo…

Hinata se emocionó.

—Oye, ¿y si tocamos algo? —se le ocurrió de pronto a Yuu.

—¿Eh? ¿No pasa nada si lo hacemos? Digo… ¿y si nos descubren?

El líbero rio.

—No va a pasar nada, Shouyou —aseguró—, no te preocupes. Confía en mí —le dijo, poniendo una voz muy seria y grave.

Los ojos de Hinata brillaron. Era una de las pocas personas que podía tomarse en serio las frases "heroicas" de Noya.

—¡Sí! —asintió.

—Voy a probar con este saxofón —declaró el mayor, sacando dicho instrumento de su funda—. Tengo un amigo que me enseñó a tocar una canción para saxo.

—¿Cuál?

Sonrió con malicia.

—Una muy popular. Veamos si la reconoces.


En el piso inferior, Daichi, quien comenzaba a preocuparse al no encontrar por ningún lado a Noya y a Hinata, sintió ruidos extraños y sospechó que podría tratarse de ellos, aunque rezó en su fuero interno para que no fuera así.


Mientras tanto, en la bodega, Nishinoya tocaba Careless Whisper con impericia, pero muy motivado. Hinata lo acompañaba desafinando con un clarinete.

De pronto, alguien abrió la puerta.

—¡Conque aquí estaban, enanitos! —exclamó Kuroh, con una amplia sonrisa burlona. Detrás de él pudieron ver a Kenma y a Lev—. Su capitán los estaba buscando. Están en problemas —y esto último lo pronunció con un tono cantarín.

Se estaban divirtiendo tanto que olvidaron que si hacían mucho ruido, sería más fácil que los pillaran con las manos en la masa.

Para más remate, instantes después apareció Daichi.

—¡NISHINOYA! ¡HINATA!

Ambos se quedaron paralizados al oír aquel grito y ver el rostro de Sawamura, cuya furia podía sentirse a varios metros de distancia. Se encogieron, aterrados, y fueron reprendidos a toda voz por matar el arte y por meterse en lugares donde no tenían permitido entrar.

—Me sorprende que Shouyou haya hecho algo tan tonto —comentó Kenma en voz alta. Apoyó la espalda en la pared del pasillo y puso la vista en el piso.

Lev no podía parar de reírse de ellos.