Una Vez Más

Regresaba de nuevo a Seattle después de un largo tiempo de ausencia, siempre estuve encantada con esta ciudad, era magnética, pero nada como Fork, aunque soy una chica de sol, en mi hermoso pueblo hay algo mágico que me hace amarlo, mi mama dice que es el hechizo de papa, ella se fue un tiempo y no pudo aguantar estar lejos del pueblo y mi padre, son muy felices ahora, tengo tantos recuerdos buenos y malos, pero mi empleo no había permitido unas vacaciones (ni yo para ser realistas) para regresar y echarle un vistazo a mis padres y a mi hogar.

Sin embargo, desde la semana pasada que recibí la llama de mi prima y hermana Rose, diciéndome que se casaría, decidí (es por decir, porque para ser sincera me obligo a regresar) tomar unos días e ir y ser la mejor madrina, hermana y amiga, todavía recuerdo la conmoción de la llamada.

-Bella!

-¿Cómo estas Rose? A que debo el honor de tu llamada, para que interrumpieras tu sueño, en los Angeles son las 3 de la mañana, debe ser muy importante para que no tengas tu sueño reparador.

-Cállate!Estuve esperando por horas para que en Alemania fueran horas decentes y no tuvieras excusas para no contestar. En fin, te tengo grandes noticias!

-Dime ya que sucede loca que me estas destrozando el tímpano y me tienes nerviosa.

-ME CASO! ME CASO!

-HAHAHAHHAHA! QUE EMOCION.

-Es el hombre de mis sueños, es todo lo que siempre soñé y he querido, estoy locamente enamorada.

-Debe serlo, como para que la ruda Barbie anti hombres se enamore de él.

-Lo es, vas amarlo.

-¿Y cuándo es la boda?

-El asunto es que la boda es en un mes.

-…..

-Sigues ahí Bella.

-Sí, es que, DIOS, están pronto, no me digas que estas embarazada.

-NO! Me ha respetado, lo que sucede es que él tiene que irse a Berlín 6 meses por su trabajo y no queremos separarnos.

-Entiendo. Estoy tan feliz por ti cariño. En cuanto envíes la invitación estaré ahí.

-En realidad Bella, quisiera que estuvieras aquí durante los preparativos, desde que mama murió, tú, papa, Jazz, y mis tíos son mi única familia, eres mi hermana y quiero que seas mi dama de honor, te necesito hermanita. Por favor, necesito equilibrio, saber que no me equivoco.

-Siempre voy a estar ahí Rose, somos familia, hablare con mi superior y volare tan pronto como pueda a Los Angeles.

-En realidad.. Me caso en Seattle en la casa de mis padres.

-…. ¿Estas segura?

-Lo estoy, es hora de seguir adelante.

-Estaré ahí en cuanto pueda.

-Te quiamo.

-Te quiamo.

Han pasado 10 días desde esa llamada, me encuentro en el aeropuerto de Seattle, es claustrofóbico, después de años de vuelos privados tanta gente me ahoga, pero mi familia estará sorprendida de verme, los he extrañado tanto que decidí llegar de sorpresa, para mi suerte (un hecho muy raro) el taxi va rápido sin ningún retraso, siento una alegría fulminante, 11 meses desde que pude abrazar a todos.

La puerta de la mansión Hale es desconcertante, me recuerdan a la tía Lilian y como nos dejó tan rápido, como esa horrible enfermedad arrebato a una esposa, madre y amiga, sin embargo, trae también buenos recuerdos, ver los columpios y las sombras de una Bella balanceada por Jazz, la ventana por la que nos escabullimos Rose y yo para nuestra primera fiesta de universitarios cuando apenas asistíamos al último año del instituto.

-¿Bella?

Al girarme encontré al tío William, después de que me ayudo a entrar a las fuerzas armadas se convirtió en mi mayor apoyo laboral a pesar de arriesgarse a que mis padres se enojaras (lo cual paso), me ayudo y es mi mejor ejemplo a seguir.

-Tío Will, o debería decirle ¿General?

-Bella para ti siempre seré el tío Will.

El abrazo que me dio fue la mejor bienvenida a casa, sé que en esta casa paso los peores momentos de su vida, el mismo lo ha dicho, perder a la tía Lilian, el accidente de Jazz y la tragedia de Rose, pero él es un roble, fuerte e imperturbable.

-¿Cómo has estado florecilla?

-Cansada, ya sabes cómo es volar por horas.

-Eso es irónico florecilla, vuelas grandes cantidades de horas, esa es tu vocación.

-Sí, pero piloteo mi propio avión, pero ir de pasajera es muy tedioso. ¿Cómo has estado?

-Bien, el retiro no es lo mío, pero estoy pensando en aceptar entrenar a los jóvenes soldados.

-Debes de descansar tíos, retirarte era para que hicieras cosas distintas, jugar golf o algo así.

-Mi vida es el ejército florecilla, y lo sabes, lo cual por cierto, tú también deberías tomar tiempo para descansar.

-Pues sí, lo tome ahora, ya sabes, tenemos una boda en puerta. –Sonrió-

-Lo sé, mi Rosa salvaje dejara a su padre, es tan parecida a su madre, pero hablando de eso, ¿No llegarías en 2 días?

-Sí, pero quise sorprenderlos.

-Lo hiciste florecilla, pero hay que entrar si no Rose destruirá nuestra casa.

Paso su brazo por mis hombros, como cuando tenía 6 y nos contaba sus historias, como cuando tenía 17 y vine llorando a pedirle quedarme con ellos, o cuando tenía 20 y le pedí apoyo, es un segundo padre para mí.

-Entremos, muero por ver a Jasper y Rose. Entonces, ¿Mis padres llegaran el sábado?

-Sí, se supone que los recogeríamos a los 3, los que ya llegaron es la familia de Emm.

-¿Emm?

-El prometido de Rose, ¿Lo conoces?

-No, ni me dijo su nombre cuando me llamo, pero en Forks tenía un amigo que le decían así, de seguro es coincidencia.

Entramos a casa, el olor a limpio me inundo, seguía en buen estado a pensar de tener años inhabitada, en la sala se encontraba la foto de la tía Lilian sonriendo como siempre.

-Espera aquí, subiré tu maleta a tu recamara florecilla.

Sonreí, siempre nos trataba como niños, nos amaba como nosotros a él. Comenzaba a subir las escaleras cuando se escuchó un fuerte estruendo en la cocina seguido de un fuerte grito de Rose, mis sentidos y cuerpo se pusieron alerta, busque mi arma en su lugar habitual, pero no estaba, a continuación mi mente comenzó a trazar un plan B, mientras que mis pies comenzaron a moverse a la puerta al mismo tiempo que los de mi tío Will, alcanzamos la puerta al mismo tiempo, y al empujarla solo atine a decir el nombre de Rose al mismo tiempo que se escuchaba el mismo nombre pero de los labios del tío Will.

-Rose!

-Rosaline!

Y ahí estaba ella parada frente de la ensaladera completamente destruida, un hombre enorme estaba a su lado sosteniéndola, al principio pensé que la atacaba, pero un segundo después de observar y analizar la escena, vi que sus manos la sostenían cariñosamente.

-¿Qué demonios Bells?

Esa voz… me er5a tan conocida, mis ojos viajaron rápidamente al rostro del sujeto y efectivamente era quien imaginaba.

-Dios mío, Emmett.

Rose me miro confundida, la entendía, yo me encontraba totalmente confundida, si Emmett estaba aquí eso quiere decir que los demás también. De repente tenía miedo, girar y verlos a todo de nuevo después de tantos años.

-¿Se conocen? ¿Osito?

-Sí, nos conocemos.

Esa voz, después de tanto tiempo, me sigue afectando como el primer momento, me siento perdida, mi cuerpo se pone cada vez más rígido y sin poder evitarlo me giro un poco y 6 pares de ojos me observan, necesito control. Necesito irme ya. Pero solo puedo pronunciar su nombre…

-Edward..