Disclaimer: Todo el universo de Harry Potter pertenece a J. K. Rowling
Casa: Gryffindor.
Personaje: Sirius Black.
Este fic participa en el Reto Especial "Estudiantes de Hogwarts" del foro "Hogwarts a través de los tiempos"
Estoy casi segura que cumple con el objetivo del reto (que era escribir una historia sobre un personaje de alguna casa en su época en Hogwarts), pero de todas formas me gustaría aclarar que Sirius se encontraba en su época en Hogwarts cuando lo echaron de la casa o él huyó. Además se me vino a la mente sólo esto.
"Conténtate con lo que eres y no busques cambiar; ni temas el último de tus días ni lo añores"
—M. Marcial
Cigarros y soledad
Había escuchado en alguna parte que a la gente no le agrada cuando no sabe lo que es uno, que no les gustan las cosas que no cuadran; que los asusta. Probablemente era cierto y por eso todo sucedía de la manera que lo hacía; por eso sus padres se comportaban de aquella forma.
Le dió una calada a su cigarro y recargó la cabeza en la pared a sus espaldas. Cerró los ojos cuando una ráfaga de viento helado le sacudió la ropa, tenía frío y ningún lugar a dónde ir. Bueno… había uno, pero quería que la tristeza se le pasará primero.
Los recuerdos le daban vueltas en la mente y le hacían sentir enfermo. Todo estaba disperso, como si no formara parte del mismo recuerdo: La cena, Regulus hablando, él furioso, sus padres riñendólo, gritos, decepciones y finalmente él siendo echado de la casa, porque era demasiado diferente, una deshonra e iba con otros ideales en la mente. No un Black, no Regulus.
Sentía el escozor de las lágrimas en los ojos y un nudo en la garganta, pero decidió excusarse en el cigarro. Era el humo lo que lo provocaba, no la frialdad con que sus padres le dieron la espalda.
Cada calada al cigarro volvía sus problemas más livianos. Por eso le gustaba tanto, porque apartaba lo malo de su mente. Pero también tenía sus contras, a veces no ayudaba la situación… sólo la empeoraba más. De la relajación pasó a la melancolía, reflexiones que no harían más que atormentarlo llegaron a su mente; él sabía que desaparecerían en el momento en que decidiera levantarse.
Se preguntaba si realmente tenía la convicción que mostró cuando Regulus se regocijo al contar cómo habían muerto unos muggles; si de verdad creía que la familia Black estaba podrida por sus ideas acerca de la pureza de la sangre y su postura ante los acontecimientos. La respuesta era simple: Sí.
Él creía aquello, no porque fuera blando ni nada por el estilo, simplemente era distinto. Lo tenía presente desde el momento en que el sombrero seleccionador lo mandó a Gryffindor. Estaba bien con lo que era y estaba aún mejor respecto a su punto de vista, él no era un Black ni un Slytherin. Era Sirius, siempre había sido Sirius y estaba bien con eso.
Con aquellos pensamientos rondando su mente logró despejarse un poco y se levantó del lugar donde se encontraba sentado. Tenía que ir a casa de James y pedirle asilo, debía de mostrar un poco de valor Gryffindor para dejarlo todo atrás.
Por más que doliera debía seguir adelante, porque todo se pondría mejor. Tal vez.
