Candy Candy pertenece a Misuky e Igarashi, de ser mía, Terry y Candy se quedaban juntos, Annie se hacía más fuerte y decidida, Neil y Eliza dejaban de ser malos, Albert se quedaba con la doctora Kelly, Susana encontraba el amor en alguien mas y Stear no iba a la guerra ni moría. xD.
Capitulo 1: "Esperanza de un reencuentro"
Los copos de nieve caían sobre la solitaria figura que deambulaba en medio de la oscuridad de la noche. No era tan tarde, solo las 8 de la noche, pero la oscuridad ya estaba presente.
La persona que caminaba, era un hombre joven de 27 años, cabello castaño hasta un poco mas arriba de los hombros, ojos azules y bastante guapo. Terry era su nombre.
Era una celebridad del teatro, ganaba bien...pero seguía viviendo en su humilde departamento, aunque esta vez se quedaría a pasar la noche con su madre, Eleanor Baker, como lo venía haciendo desde hace cuatro días. A veces se sentía solo, al igual que su madre, y así se hacían mutua compañía.
Su relación y confianza había progresado mucho, al igual que con su padre. Éste se había divorciado y había dejado el ducado a un primo. Desde entonces residía en Nueva York para estar más cerca de su hijo...y también de Eleanor, para qué negarlo.
Amaba a sus padres, a pesar de sus errores, le era imposible odiarlos realmente, pues eran los seres que le habían dado la vida...además, él también había cometido errores al ser más joven, y él sabía que era por falta de madurez.
Hacía casi 10 años había dejado ir a una persona muy importante para él y todo por el sentido del deber que tenía para con aquella mujer que le había salvado la vida, quedando inválida tras aquella tragedia. Susana era su nombre...y al final ¿para qué? para que Susana terminara encontrando el amor en otro hombre y le abandonara.
Y no es que la culpara por eso, al contrario, se alegraba de no haber tenido que unir su vida a alguien que sería infeliz a su lado. Es más, eran amigos, y solían enviarse cartas.
Lo que le pesaba realmente es que su sacrificio fuera en vano...pero el colmo fue cuando partió a Chicago a buscar a aquella persona tan importante para él, cuyo nombre era Candy...y al final lo único que obtuvo fue hacer el ridículo de la peor forma y que su corazón nuevamente resultara herido.
Esa mujer, Candy, no solo le rechazó diciéndole que ya no lo quería, sino que además le culpaba por todo lo que había pasado. Él insistió por meses...¡pero también tenía derecho a cansarse!
Luego de aquella fallida visita, hacía 5 años, se sintió bastante deprimido...aunque no con la misma fuerza que antaño. Aún amaba a Candy, pero ya no sufría tanto...pero su recuerdo le impedía avanzar. He ahí el problema.
Estaba atascado, su recuerdo le pesaba, por lo que aún vivía en el pasado...pero ahora que pensaba...Candy no se merecía ni su devoción ni su amor. Ella ya no le quería, así que él tampoco tenía por qué seguir castigándose por un error que no solo fue suyo...llevaba 10 años haciéndolo ¡pero ya no más!
Ante sus pensamientos, sonrió. Comprendió que había dado el primer paso para que su corazón sanara en su totalidad y eso le alegró. Tal vez con el tiempo encontraría a alguien más con quien compartir su vida, formar una familia, y lo más importante: ser feliz. Sin embargo, se prometió a si mismo que no lo haría hasta haber superado completamente a Candy. Sin guardarle rencor, claro estaba.
Dicen que los cambios deben ser de adentro hacia afuera...pues bien, el ya había comenzado por su actitud. Además, tampoco estaba solo. Tenía a sus padres, a su mejor amiga Karen, a Robert Hathaway, y a Susana, aún en la distancia.
En ese momento recordó, con una sonrisa, lo indignada que se puso Susana al saber que Candy le había rechazado. Habían vuelto a reunirse luego de casi dos años en un restaurante de Nueva York.
Flash Back
-¡Pero qué se ha creído la muy hija de la chingada al rechazarte! ¡Ash! ¡Candy, te juro que algún día el hombre que amas no te corresponderá, y ese día Terry y yo nos reiremos en tu cara! ¡Eso fue una maldición, y las mías siempre se cumplen!- Exclamó Susana, furiosa, mientras Terry reía a carcajadas por su indignación. Luego, charlaron de temas mas amenos, prometiéndose al final de la reunión, comunicarse y volver a reunirse muy pronto.
Fin Flash Back
Apuró sus pasos, movido por una extraña sensación de alegría al no saberse solo. Además, ya hacía mucho frío, y volvió a sonreír al pensar en que su madre ya le esperaba para cenar y platicar juntos.
Tan ensimismado estaba, que no se fijó en el camino, hasta que chocó de frente con alguien, haciéndole trastabillar, pero pudo mantener el equilibrio. No así la persona con que chocó, quién al ser más menuda y un poco mas baja, estuvo a punto de caer y lo hubiera hecho de no ser porque Terry, de excelentes reflejos, la sostuvo por la muñeca. En ese momento, se dio cuenta que la persona con que chocó era una mujer.
Se contemplaron mutuamente, y Terry se dio cuenta que era una mujer muy linda. Sus cabellos eran oscuros, sus ojos cafés, que transmitían ternura y suavidad, su piel era muy blanca y su rostro tenía facciones tiernas...pero también se dio cuenta que había lagrimas en sus ojos. Y quiso saber por qué.
Ella fue la primera en romper el encantamiento:
-Yo...disculpe...no vi por donde caminaba...lo lamento. Iba sumida en mis pensamientos- dijo tímidamente, con un dulce rubor en sus mejillas.
-No se preocupe...yo hacía lo mismo, así que ambos somos culpables- terminó Terry con una amable sonrisa de medio lado.
En ese momento, Terry se dio cuenta que aún la tenía tomada de la muñeca y se apresuró a soltarla, aunque no quería hacerlo, pues se sentía suave y cálido.
-En ese caso...gracias por impedir que me cayera- agradeció la linda mujer con una sonrisa.
-No fue nada- respondió él.
Luego quedaron en silencio, sin saber qué hacer. Lo más natural y correcto sería despedirse, pero no querían hacerlo:
-Usted...está triste...¿no es así?- mencionó Terry, esperando no sonar como un entrometido.
La mujer le miró sorprendida:
-¿Tanto se me nota?
-Lo leo en sus ojos.
-Yo...estoy pasando por un mal momento ahora mismo-dijo ella, luchando contra las lágrimas.
-No saca nada con retener las lágrimas. Al contrario, se hace daño- movido por un extraño impulso, abrazó a la mujer, y ella solo se dejó-Llore hasta que no le queden mas lágrimas, y se sentirá mucho mejor. Créame. Se lo digo por experiencia-terminó Terry, mientras la soltaba.
-Gracias por sus consejos...en fin, ya debo irme. Fué un gusto.
-Igualmente...espero que se alivie pronto y...me gustaría que volviéramos a vernos.
-Así será...pero de eso que se encargue el destino.
-Estoy de acuerdo...en fin. Adiós y que tenga buena noche.
-Igualmente.
Y cada uno retomó su camino, sintiéndose mucho mejor...con la esperanza de un reencuentro.
Continuará...
Hola ¿qué tal? espero que les guste la propuesta, díganme en los comentarios por favor ;)
Saludos y que estén muy bien.
