Saint Seiya no me pertenece, le pertenece a Masami Kurumada

Este es un fic de fan para fans.


El hermano del traidor

Él era Aioria de Leo. Caballero intrépido, audaz, leal, valiente. O eso le decían cada que le veían pasar. Sin embargo, eso era actualmente y su coste le había traído. En un pasado, tan sólo algunos años atrás, nadie siquiera deseaba pasar a su lado. La gente se burlaba, le maldecía y le apuntaba como el hermano del traidor.

El hermano del traidor…

Sonrió triste, afectado, subiendo la vista templos arriba. Ahí donde estaba solo y oscuro. Frío. Justo ahí.

En aquel entonces las circunstancias le habían obligado a teñirse el cabello, a desafiar a cualquiera que le retara, a gritar a los cuatro vientos con sus hazañas que él era leal a Athena, contrario a su hermano.

Muy contrario…

Negó.

Aquel caballero que antes llamarán traidor al final, se había terminado convirtiendo en el más leal de todos, el más fiel. En aquel al que, si aún se encontrara ahí, nadie jamás dudaría en confiarle su vida.

Jamás nunca nadie…

Sí. Ése al que se refería, era su hermano el traidor que jamás lo fue, al contrario de él. Él, que no creyó en su propia sangre y sí a extraños. Él que dio todo por cumplir los caprichos del Patriarca aún, a costa de su intuición. Él, el que se fue creyendo las mentiras de la gente y pavoneándose con ellas.

Él era el verdadero traidor, siempre lo sería porque, aquellos años le habían marcado eternamente.

¿Cómo le vería al llegar la muerte? ¿Estaría esperándole del otro lado al cruzar El Estigia?

–Deja de castigarte.

Un susurro llegó a sus oídos, y al girar se topó con un compañero de armas. Éste parecía ir templos arriba, posiblemente con Athena.

–Escucha Aioria –creó una pausa, como meditando, y tras parecer decidirse él también, subió la mirada–, todos cometemos errores, lo importante al final, es aprender de ellos.

Iba a decirle algo, pero al final Mü de Aries sólo le dio otra breve mirada y continuó su camino.

¿Cómo era que…?

Decidiendo por no seguirle volvió a negar, esta vez más calmado, y entonces guió sus pasos para terminar de entrar a su templo.

Mü tenía razón. Siempre la tenía y siempre le había hecho sentir mejor. Sin embargo, para aquello, por más razón que tuviera jamás iba a borrarle la verdad. Él había traicionado a su sangre y a él mismo. Ya no escuchaba "el hermano del traidor" por las mañanas o tardes que salía, ahora escuchaba y escucharía "el traidor" todas las noches.

–Gracias Mü.

Y apreciaba el apoyo de su compañero, pero había cosas que no tenían solución.

Fin.


Comentarios: Me gusta verles ese lado humano que los hace grandes y, al mismo tiempo, terriblemente humanos.

Me despido y cualquier cosa manden un mail o facilítense la vida y dejen un review.

Fin de la transmisión...