Hola :D espero k esten muy bien, disfrutando las vacaciones ^^ bueno lo prometido es deuda, este es el primer proyecto del 2010 :D espero que les guste porque me entretuve mucho escribiendo este capitulo y tambien me saco canas verdes porque se me habia eliminado :S menos mal k tenia una copia, gracias Nina-chan si no hubiese tenido una copia quizas Wedding Dress se habria demorado aun mas en salir ^^.
Esta historia nacio despues de ver el video de Taeyang que lleva el mismo nombre de esta historia, me encantan las canciones asi que dejan algo asi triston xD, el video me ayudo a inspirarme demasiado, de ahi saque el eje de esta historia, el desarrollo es creacion de mi mente loca xD, asi que si tienen tiempito echenle una miradita al video de Taeyang en youtube, aunque quizas va a ser un espoiler de la historia, pero como dije antes, el desarrollo nacio de mi mente y eso no se ve en el video xD! ademas en el video son dos hombres y una chica, aqui puro yuri xD
Espero que les guste, muchisimas gracias por todo el apoyo k he recibido todo este tiempo, por sus reviews, su preocupacion, de verdad les agradezco de corazon ^^
Dejen sus reviews :P, como saben, con gusto los respondo ^^ muchas gracias por leerme y nos vemos en el proximo capitulo
ahh: *Trainee : aprendiz, se ocupa mucho cuando vas a entrenar para despues formar tu grupo musical, cosas asi ^^
WEDDING DRESS
.
.
.
.
.
Eran las siete de la tarde con veinte minutos pero su cuerpo no había tenido descanso alguno por más de 4 días aunque para precisar, ella no ha tenido descanso desde hace dos años.
Cubrió sus ojeras con una doble capa de maquillaje, sus labios lucían descaradamente tentadores no muy apropiados para una noche solemne pero eso no le importaba en lo absoluto.
-uff
Suspiró con pesadez, sus parpados maquillados le daban un toque de sensualidad que solo ella podría tener, sensualidad que tampoco fue suficiente para atraparla.
Hace más de una hora que Yuuki Nao estaba vestida, su traje consistía en unos pantalones negros ajustados y una chaqueta de cuello alto negra y junto a ella una franja brillante de color plateado tejida en forma diagonal, sin duda era un atuendo digno de un príncipe y no para alguien de look tan femenino como ella, pero se lo había prometido, le había jurado que llevarían el mismo traje aunque la diferencia fuera el color.
El sonido de su celular le permitió volver a la vida y enfrentarse nuevamente a la realidad. A su lado estaba lo que ella más amaba en el mundo, ahora más que nunca debía amar su música con sincera sumisión, las partituras que por años guardó esperando nunca usarlas. Suspiró otra vez y contesto sin mirar el identificador pues sabía muy bien quién era el emisor.
-Mikoto…
-Nao-chan voy a buscarte, ¿estás lista?
-lo estoy, pero no vengas no es necesario… - respondió con desgano, no tenia ánimos de ser conquistada
-¡Nao-chan! Hace unos minutos di una vuelta por tu casa y está llena de reporteros, ¿realmente quieres irte caminando?
-hmm… - arqueó una ceja antes de ponerse de pie y ubicarse cerca de su ventana, solo para verificar lo que su amiga le comentaba - wow, ¿realmente ellos esperan que defienda lo indefendible ne?
-solo quieren vender sus malditas noticias – el no tener un lugar para aparcar su auto comenzaba a probar su paciencia – te esperare en la esquina, ¿podrás llegar viva?
-si pude sobrevivir hasta este día, créeme que caminar mi calle solo me sacara un suspiro
-bien, te espero acá – dijo y apagó el motor – no te tardes
-salgo en un momento
Cortó la llamada y le dio una rápida mirada al lugar, ya no podría seguir viviendo allí, no podría vivir tranquila con el nuevo asecho de sus futuras fans y porque no podría verla de esa forma, seria martirizarse, morir en vida y ella dentro de su corazón albergaba la esperanza de borrar esta triste historia de su vida algún día.
Tomó sus partituras y bajó las escaleras de aquella pulcra casa donde vivía con sus padres, ambos ya estaban en el lugar, no se perderían un evento tan importante, no se perderían la boda de la mejor amiga de su hija.
-aquí vamos – y con su carpeta de partituras bajo el brazo abrió la puerta, recibiendo solo un gigantesco gentío de periodistas y flashes por doquier esperando la declaración más dramática que existiera.
"Nao-chan, ¿Cómo se siente que tu supuesto gran amor se case el día que debutas en vivo?" "Nao-chan, ¿cantaras Wedding Dress o alguna canción inédita?" "¿Nao-chan que le dirías a tus fans que te han apoyado aun antes de debutar?"
-denme paso y les contestare todo – respondió con una sonrisa, sabía perfectamente que esto iba a pasar
La masa de gente le abrió el paso con recelo, aun lanzando preguntas al aire sin pensar que esto podría dañar a la joven pelirroja de solo 17 años que se mantenía inalterable y entregando una sonrisa estudiada hasta el más mínimo detalle. Solo cuando divisó el auto de Minagi Mikoto, decidió responder.
-les agradezco infinitamente su preocupación por mí, en efecto cantare una versión inédita de Wedding Dress, es obvio que no puedo cantar la original seria una boda muy triste y no quiero eso para mis amigas.
-pero Nao-chan, ¿es verdad que estas enamorada de Kuga Natsuki-san? – la pelirroja dentro de sí tembló, pero mantendría su papel de amiga orgullosa hasta el final
-¡jajaja! Eso se llama fanservice y lamento decirles que eso no es verdad, se que a muchas chicas que me conocieron en mi época de "Trainee" en Fuuka les pareció que Nat-chan y yo tuviéramos una relación sentimental, pero ya ven que no es verdad, somos amigas de infancia y siempre lo seremos, además si estuviera enamorada de ella ¿cómo podría reescribir una canción tan bella para ambas? – caminaba rápido, en cualquier momento podría flaquear y no quería que los reporteros descubrieran su corazón
-entonces Nao-chan – preguntó una reportera - ¿Wedding Dress no es tu historia verdad? ¿no es la historia de lo que tú sientes con respecto a este matrimonio verdad?
Nao ya había llegado al auto de Mikoto y sostenía la manilla dispuesta a entrar pero aquella pregunta la hizo dudar, el no responderla seria botar por tierra todas sus declaraciones, pero con cada pregunta su corazón se destrozaba aun más.
-mira la fecha en que fue registrada, yo la inscribí como mi canción hace dos años, es imposible que la haya escrito sobre esto, además, la coreografía que ustedes verán en mi debut fue creada por ella, ¿ustedes piensan que ella estaría de acuerdo en hacer la coreografía sabiendo tal cosa? ¡Imposible! Por eso les digo que esta canción no guarda relación con la realidad, no se engañen
-hay rumores de que Shizuru Fujino le pidió matrimonio hace dos años atrás…
-eso es mentira…bueno, adiós
Subió al auto, Mikoto le miraba con ternura esperando la señal para arrancar, pero Nao sentía que si pronunciaba una palabra rompería en llanto, solo atinó a asentir con su cabeza y Mikoto partió.
-¡que hijos de puta!, estoy segura que saben perfectamente como es la situación pero quieren que tu lo confirmes y así llenarse los bolsillos a costillas tuyas, ¡maldita prensa!
Ya habían recorrido suficientes metros como para dejar atrás a la turba de periodistas que seguramente irían a cubrir la boda de todas formas, el solo pensar que no podría ocultar su miseria le preocupaba, no quería dañar el momento más hermoso de su vida, una parte de ella la odiaba por ser tan ciega pero la otra parte seguía amándola intensamente como siempre.
-¡Nao-chan! Mou – gimió la joven conductora – cuando me vas a regalar siquiera un minuto de tu atención
-detén el auto un momento – estaban a escasos minutos de llegar al gigantesco salón del hotel
-¡de que estás hablando Nao-chan! ¡Ya casi llegamos!
-por favor detenlo, sino déjame bajarme
Mikoto le miró sorprendida, la opción de que ella escapara de asistir a la boda era una posibilidad, por lo tanto sin pensarlo accionó el botón de seguridad que cerraba las 4 puertas del auto y detuvo el motor aparcando cuidadosamente atrás de un árbol.
-bien, te dije que era una idea estúpida el presentarte y no solo eso, vas a cantar en la boda ¡por Dios!
-soy su mejor amiga, es lo mínimo que puedo hacer por ella – su vista lentamente se nublaba por las lagrimas que comenzaban a aparecer – mierda se me va a correr el maquillaje
-estas divina…estás segura que quieres hacer esto
-no es su culpa, el amor es un arte que solo pocos son dignos de desarrollar en su máxima expresión, es solo que no entiendo si fui tan buena escondiendo mis sentimientos o ella simplemente ha estado enamorada de Shizuru desde siempre, si es así entonces la culpa es solamente mía por no ver más allá del amor que sentía.
Mikoto dejó escapar una leve risilla, Nao arqueó sus cejas como presagio de su profundo enojo y desconcierto.
-este es el peor día de mi vida y tú te ríes de mi en mi cara viendo como trato de beber mis propias lagrimas…vaya pretendiente que me tocó
-¡no pienses eso! – Respondió, sus mejillas estaban al rojo vivo – es solo que hasta en estos momentos tan difíciles tu cubres su espalda quitándole toda carga, ¿no crees que sería mejor odiarla y cerrar la pagina?
-créeme que ya la odio pero a la vez no puedo hacerlo en su totalidad, supongo que cuando salgan del salón las odiare a ambas por ser tan felices, mi reconstrucción será lenta, pero agradezco debutar ahora porque así tendré mi cabeza ocupada en la música, en canciones que escribí para ella que hablan de mi infelicidad…creo que será difícil
Sonrió sin querer hacerlo, su sonrisa era un intento desesperado por mentirse a sí misma, sonrió para no llorar. Mikoto desabrochó su cinturón de seguridad y la abrazó sin previo aviso.
-eres una tonta Nao-chan, una completa pendeja
-no voy a llorar, estas lagrimas no cuentan – dijo mientras arrancaba las lagrimas de sus ojos – estas no valen
-idiota
-aun así te gusto – respondió con una leve sonrisa
-así es, aunque eres una idiota me gustas
Nao se desentendió del abrazo para mirar en dirección al salón de eventos del hotel, las calles posteriores estaban colmadas de autos, seguramente eran compañeros de Universidad de Shizuru o de plano familiares, eso tampoco le importaba.
-bueno encie…
La silueta de Natsuki en la puerta del salón le quito el habla, la morena había cumplido su promesa, tal y como dijo lucía el mismo traje, pero la única diferencia radicaba en que el color de Natsuki era blanco con una franja dorada, se veía hermosa, dolorosamente hermosa.
-está molesta…- susurró, no esperaba respuestas
-¿cómo sabes? Si de aquí no le veo bien la cara – preguntó mientras prendía el motor, Nao la miró con una sonrisa burlona
-la conozco como la palma de mi mano, mejor avanza rápido para que no nos reviente a puñetazos
-bi… -
El celular de ambas comenzó a vibrar. Mikoto y Nao se miraron por un breve segundo antes de volver cada una a su postura.
-¡arranca!
-¡voy!
Y de los nervios apretó el acelerador con furia, llegaron como si se hubiesen teletransportado, Natsuki con un celular en cada mano divisó a sus amigas y solo así su ceja dejó de temblar. Corrió hacia ellas y abrazó a cada una, Nao se aferró como nunca lo que hizo sonreír a Natsuki.
-Oi oi, suéltame jajaja – le susurró al oído, Nao obedeció mirando el suelo
-wow realmente están iguales, felicitaciones Natsuki, sé que es una pregunta estúpida pero… ¿estas nerviosa? – Mikoto le daba un respiro a la pelirroja que estaba a su lado
-pues si, honestamente estoy muerta de miedo pero jajaja, ya estamos ¿no? Me rio sola, Shizuru está dentro hace mucho rato, pero yo le dije que no íbamos a empezar hasta que llegaran
La radiante sonrisa de Natsuki era como una puñalada que se introducía a diferentes velocidades en su corazón. Si se quedaba mirándola de esa forma enloquecería, no había duda.
-¡NATSUKI, YO T…!
-oh esperen, me están llamando, los espero adentro, después me dices Nao
Natsuki se volteó dispuesta a entrar al salón, Nao tenía sus ojos abiertos de par en par, Mikoto sostenía sus caderas. No podía creer que estuvo a punto de confesarle su amor, estuvo a un paso de sacarse esa espina y aferrarse a la esperanza del desconcierto.
-¡Nao-chan! Tuviste mucho tiempo para hacerlo, dijiste que no les arruinarías la boda
-lo sé, fue una imbecilidad…
Iban a seguir conversando cuando Natsuki volvió, la morena tenía su celular pegado al oído, ambas se callaron.
-si amor, aquí están conmigo, bien les diré, no te vayas a escapar eh? Te amo…listo – Natsuki cortó la llamada, le dio una señal a Nao con sus cejas para que comenzara – Shizuru les manda saludos, ¿me ibas a decir algo Nao-chan?
-yo…suerte cabrona, solo una pendeja como tu se casa a los 18, necesitaras suer…
Natsuki no dejo que terminara de insultarla y se abrazó a ella con intensidad, Mikoto entendió que era momento de dejarlas solas y sin decir nada entró al salón. Natsuki dejó un espacio entre ambas y juntó su frente con la de Nao.
-¿Nao-chan y si me dice que no? , hace un momento vi como un idiota se le acercaba y le dio un beso en la mejilla, Shizuru me dijo que era un compañero de su Universidad pero no se… ¡no se!, estoy nerviosa, ansiosa, ¡me sudan las malditas manos!
Podía sentir su aliento de lo cerca que estaban, Natsuki la miraba profundamente esperando una respuesta. Esa cercanía estaba acabando con lo último que quedaba de su dignidad, la pelirroja cerró los ojos y se separó de Natsuki, puso una mano en la cálida mejilla de la morena para darle suaves palmadas.
-eres una tonta Natsuki, no cambias…
-Nao-chan, de verdad necesitaba que estuvieras aquí…me haces muy feliz…
Su cuerpo se paralizó, pero debía entrar en razón, por más que esas palabras sonaran ambiguas Natsuki siempre hablaría del amor entre ambas como un amor de amistad, un amor separado de forma abismal al amor que sentía por Shizuru.
-Ara, ¿y yo no te hago feliz? Mou, Natsuki es tan mala conmigo
Shizuru avanzaba con pasos serenos mientras secaba sus lágrimas inexistentes, Natsuki se volteó con terror, cayendo una vez más en sus juegos.
-¡Shizuru no digas eso! ¡Te amo! Shi…- la morena observó como su futura esposa levantaba su rostro completamente feliz – eres mala, en un día como hoy ¡no me puedes hacer esas cosas Shizuru!
-fu, pero es que Natsuki también estoy nerviosa, necesito sacarme el estrés de alguna forma, Nao-chan buenas noches – la castaña le sonrió dulcemente
-Shizuru-san, te ves increíble
El vestido de novia de Shizuru era sencillo, un vestido blanco con un ligero escote que dejaba a la luz el collar que la morena le regaló con su primer sueldo como Trainee en Fuuka.
-gracias, que bueno que llegaste, vamos a empezar en media hora más, que mi querida suegra aun no llega, ¿habrá tenido un mal vuelo? Ojala que no, sería terrible que llegara tan cansada a la boda – Shizuru colocaba su dedo índice en su mentón, su pose reflexiva que años atrás hacia sonrojar a su morena
-¡no tiene perdón de Dios! – Acotó Natsuki – esa Saeko, quiero oír sus explicaciones y más vale que sean de peso – subió su brazo con la mano empuñada, lo que hizo reír a Shizuru y sin darse cuenta ella también reía. - jajaja
Ambas reían por aquella pose tan "violenta" de Natsuki, era común verlas así, riendo o haciéndose bromas la una a la otra, Shizuru y Natsuki eran de esas parejas que no les incomodaba tener un invitado, Shizuru siempre tenía una broma para Natsuki bajo el brazo y Natsuki tratando de safarse de ellas era aun más graciosa…sin duda…una pareja enamorada y unida.
-vaya
El solo hecho de que la pelirroja hablara provocó que los ojos de ambas se volcaran en ella. Ambas con una amplia sonrisa esperaban sus palabras.
-¿ustedes nacieron para estar juntas ne?
No podía más.
-iré a ver el piano, ¿se imaginan y no esta afinado? Jaja, será mejor que vaya…
Caminó a paso lento creyendo estúpidamente que quizás alguna de las dos notara su ausencia, pero no fue así, bien sabia que cuando Shizuru aparecía frente a Natsuki el mundo de la morena se reducía solo a su novia, Natsuki no podía ver más allá. Apuró sus pasos, era lo mejor.
-mou Natsuki-chan no debe, aun no estamos casadas
-¡mujer! Todo es tan complicado contigo jajaja
-mou…
La conversación que ambas sostenían se escuchaba lejana estando ya en la puerta del salón. Optó por el camino menos llamativo, llevó su cuerpo hasta el costado izquierdo del salón. Aunque trató de que sus pasos fueran imperceptibles los numerosos invitados estaban expectantes de cualquier movimiento, el solo hecho de ser parte de una ceremonia en donde la mayoría de los invitados eran cantantes famosos y futuros aspirantes no dejaba a nadie indiferente y su número era uno de los más esperados, mientras caminaba hasta su puesto en el piano suavemente deslizaba sus dedos en la muralla a medida que sus profesores la saludaban inclinando levemente sus cabezas ella sonreía y les devolvía la misma reverencia. De entre todos los profesores y alumnos invitados pudo dar con su mentora Sugiura Midori que al devolver su mirada se levantó dispuesta a acompañarla hasta el piano.
-Midori-sensei, te ves muy bien hoy – dijo al inclinar su rostro una vez más, la mujer la volteó para que siguiera caminando
-no estamos en la sala de clases para que me adules
Caminaron un poco más y allí estaba el piano, un imponente piano negro que hacia juego con su traje. Dejó escapar una sonrisa llena de desconcierto, en su mente se repetía una y otra vez que aquel piano no solo hacia juego con su traje, también hacia juego con su propio dolor.
-fu…-sonrió pesarosa – ¡vamos a ver!
La pelirroja tomó asiento, colocó sus partituras en el piano estiró sus dedos y comenzó a tocar la melodía que tan bien conocía. Su maestra la miraba tratando de entender el significado de toda la situación.
-Nao-chan…- Midori le miraba con ternura a pesar de su voz tajante
-Midori-sensei, ya sé lo que vas a decirme, serías tan amable de decírmelo con tu mente, realmente este no es el mejor momento ni vas a sacar una respuesta decente de mi
Sabía que el solo hecho de pedírselo la alentaría aun más para que se explayara a gusto, pero ya nada podía hacer, sentía que se le iba la vida.
-esta situación es completamente ilusoria, lo sabes, aun estas a tiempo de que tome tu lugar
Sus ojos se encontraron, ante la seriedad de su maestra Nao no pudo más que reírse lo que desconcertó más a la record de ventas en Asia.
-Midori-sensei, te agradezco que quieras evitarme esto pero créeme que esto es lo último que puedo hacer
-no te aferres a la puta esperanza de que esa tarada diga "no acepto". Tú y todo el puto colegio saben que Natsuki es la chica más imbécil, babosa y dominada de todo Japón
-fuiste invitada a la boda que dirían tus fans si andas hablando asi de malagradecida – por alguna extraña razón su media sonrisa no desaparecía, siempre había disfrutado de las divagaciones de su maestra
-¡que! ¡Ni siquiera nos dieron recuerditos al entrar!
-esos los darán en la recepción – Nao subió una ceja tratando de entender – de verdad tu…
Mikoto llegó a interrumpirlas, después de todo las 3 habían formado lo más cercano a un triangulo anti Shizuru-Natsuki, para proteger a la pianista. La pequeña sonrió al ver a su profesora, sin necesidad de preguntárselo ya sabía que cosas le podría haber dicho Midori a su aprendiz.
-Midori sensei…
-tu pendeja chica también eres culpable – sus ojos se veían severos, resopló sus labios antes de continuar – no puedo creer que todas estemos en este circo
-independiente de quienes se casan es una ceremonia que merece todo el respeto Sensei – acotó Mikoto levemente enojada
-Oi, ¿no deberías lanzar puteadas? Es tu oportunidad de quedar bien ante la chica que te gusta ¿no? Se ve que no has aprendido nada
-no digas pend….- Midori hizo sonar sus manos – cositas feas, ya estamos, no sé qué más puedo decir
-solo me resta decir que esas dos están locas, partiendo por Fujino que fue capaz de convertir este salón en una iglesia, con bancas y todo, de verdad por un momento pensé que ahora se podían casar por la iglesia, si cuando llegue aquí me dije: wow el poder de Fujino no tiene límites, si hasta fue a joder al mismo Benedicto para que le diera la autorización, no quiero ni pensar cuál fue su oferta
Las 3 rieron de buena gana, por un momento el corazón de la pelirroja se alivió, pero no todo era perfecto.
-muchas gracias por estar aquí, me alivian un poco – sonrió – pero tengo que ensayar aunque sea un poco, asi que por favor ¿podrían volver a sus asientos? No creo que pueda ensayar con ustedes aquí, seguro alguna de las dos me puteara al escuchar los primeros acordes…así que ¿por favor?
Ambas obedecieron y volvieron a sus respectivos asientos, Mikoto deseaba poder quedarse a su lado pero respetaría la decisión de la mujer que amaba. La pelirroja estiró nuevamente sus dedos y cerró sus ojos para comenzar a cantar suavemente, no quería que nadie escuchara la letra original.
¡Cariño!, no sostengas su mano cuando venga por ti
Porque tú deberías ser mi mujer
He estado esperando por ti…tanto tiempo (por favor mírame)
Cuando la música empiece, habrás jurado
Pasar el resto de tu vida con ella
Había rezado tantas noches para que este día nunca llegara
.
Llevas puesto un vestido de novia
Llevas puesto un vestido de novia
(¡Y no soy yo la que está a tu lado!)
Un vestido de novia
Llevas puesto un vestido de novia…oh no…
Se recostó en su piano tratando de asimilar el lugar en el que estaba, ya no había absolutamente nada más que hacer. Giró su cabeza hacia el público solo para descubrir a Natsuki y Shizuru tomadas de la mano saludando a los invitados que llegaban, volcó su vista hasta las teclas del piano, eso debía hacer cuando le tocara cantar, no las miraría, temía estallar en llanto.
-siempre termino en esta posición, siempre ha sido asi…yo mirándolas a escondidas – dejó caer una lagrima sin preocupaciones – si tan solo fuera más valiente
Volvió a mirarlas pero esta vez Natsuki hizo contacto visual con ella, se observaron por breves segundos, la morena levantó su brazo en señal de saludo, Nao extendió su mano e hizo lo mismo. Por un momento sintió que el tiempo retrocedía y solo eran unas niñas pero el brazo protector de Shizuru la hizo volver a la realidad, ella sostenía las caderas de Natsuki con propiedad, se veía radiante, muy dentro de sí la odiaba, odiaba su astucia y su amor tan comprometido.
La madre de Natsuki había llegado, Nao las miraba reír mas sentía que su mente se desvanecía, el momento de la verdad había llegado y ella era una linda pieza más sin voz ni voto, era el final, la ceremonia comenzaría y ella debía cantar y ver como la mujer que ama se casa con otra.
-ahora sí que se acabo
CAPITULO 1.- INMORAL
.
.
.
.
.
El sol pegaba fuerte en Fuuka, en época de verano mientras todos disfrutaban de sus vacaciones merecidas o no, había un solo colegio que seguía en actividad, la academia Fuuka.
Probablemente eran las 3 de la tarde con un par de minutos, el ruido de la calle se apaciguaba con el pasar de los minutos, en el patio de una casa dos jóvenes adolescentes se miraban absortas; una esperaba ansiosa mientras que la otra sudaba frio. Ambas habían acordado juntarse en el patio de la menor apenas la amiga de ambas se retirara aunque fuese brevemente y aquella acción ya estaba cumplida.
-uhm…
-uff…
Habiendo tantas cosas que un adolescente puede hacer como; jugar, meterse a internet, salir a mirar vitrinas de tiendas, ellas solo se mantenían en silencio, la mayor con solo 14 años casi no se movía, el miedo la tenia paralizada mientras que la menor de escasos 12 años jugaba con sus manos para tratar de estabilizar su estado de ansiedad. Luego de escuchar el claxon de un auto desconocido su corazón se aceleró y rompió el silencio entre las dos.
-¿está bien aquí? ¿De verdad? – Shizuru era un torbellino de emociones, su rostro completamente enrojecido le pedía a gritos buscar un lugar más oscuro para así relajarse más
-sí, no importa el lugar Shizuru Onee chan mientras sea contigo esta todo bien – le sonrió a su Sempai, su corazón latía con fuerzas pero quería vivir la experiencia
-bien, Natsuki…cierra los ojos
-bueno
Natsuki cerró sus ojos y rápidamente Shizuru inspeccionó el lugar, no había nadie. Exhaló con energía para tratar de botar todo su nerviosismo, finalmente por lo que tanto había trabajado, ya no era un sueño, era realidad.
-uff…
Cerró sus ojos y encorvó su espalda para llegar a los labios de Natsuki y presionó sus labios con los de ella. El solo contacto hizo que la pequeña morena se electrizara, era su primer beso y ya estaba siendo inolvidable.
Aunque solo fue un roce ambas estaban sonrojadas. Shizuru temiendo incomodarla se desligó del beso pero su sorpresa fue mayor al sentir como Natsuki ganaba unos centímetros al ponerse de puntitas logrando alcanzar sus labios otra vez mientras se sostenía en ella. Shizuru volvió a cerrar los ojos hasta que Natsuki volvió a su postura normal.
- Shizuru Onee chan, no te preocupes, no le diré a nadie, por favor no te alejes de mi por esto
-no podría aunque quisiera… -acarició su suave rostro con ternura – eres tan linda Natsuki, tan linda…
Natsuki sonrió ante el comentario, solo Shizuru sacaba su parte más dulce, aunque no fuera considerada un ogro, la pequeña peliazul era conocida en su colegio por ser muy rebelde y amante de los videojuegos.
-¿nos veremos cuando llegues? – preguntó la pequeña mientras recibía la mano de Shizuru para entrelazarla con la suya
-si no estás ocupada…
-mou ¡Onee chan! Nunca estoy ocupada y menos en las tardes
Natsuki fruncía el ceño lo que la hacía ver aun más adorable de lo que ya era, ante semejante puchero celestial Shizuru no podía más que sonreir
-fufu, bueno entonces ¿que tal un helado?
-umm ¿y si jugamos Xbox 360? – sus ojos brillaban aun más con solo pronunciar su consola – Nao se pirateo unos juegos recién salidos
-mmm – la castaña tomó su maletín, Natsuki entendió que era momento de dejarla ir
-¡vamos Onee chan! Será divertido…
Por un momento sintió el peso de su edad, aunque solo las separaban dos años, pareciera que fuera una diferencia abismal entre las dos, Natsuki estaba recién comenzando a vivir, Shizuru simplemente era una adolescente con las hormonas revueltas.
-bien, llegare a las 6 ¿te parece? Me vengo directo a tu casa
-te esperare con galletitas
-genial, bueno me voy
Solo tuvo que pronunciar esa frase para que ambas sintieran un sonido extraño proveniente de la casa. En dos tiempos Shizuru se soltó de Natsuki, abrió la puerta y entró dispuesta a buscar el epicentro del ruido mas no encontró nada.
-bah, que raro…bueno, si pasa algo me llamas ¿sí?
-no pasa nada, no hay nadie y se supone que Nao fue a almorzar así que se demorara
-de todas formas, si pasa algo me llamas y llamas a tía Saeko ¿sí? Prométemelo
-ya, ¡prometido! – Natsuki puso su mano en su corazón como signo de promesa – bueno, nos vemos…
Shizuru entrelazó ambas manos con las de Natsuki, esta vez no lo pensó mucho, comenzó a acercarse lentamente hacia el rostro de la morena que al ver como Shizuru cerraba sus ojos aprovechó para ponerse de puntitas sorprendiéndola con un suave roce.
-mou, me robaste el beso Natsuki – reclamó Shizuru mientras acariciaba sus cabellos
-jeje, nos vemos – la pequeña entrelazó la mano disponible que tenia Shizuru, ya que la castaña ahora sostenía su maletín
Caminaron hasta la puerta, Natsuki mantenía su sonrisa, Shizuru acercó la mano de Natsuki hasta sus labios y la besó.
-nos vemos, adiós
-adiós
Shizuru salió de la casa de Natsuki y ninguna se dio cuenta que la pequeña pelirroja de 11 años había sido testigo silencioso del primer encuentro de ambas.
Natsuki subió las escaleras como si estuviera poseída lo que le permitió a Nao salir de su escondite que era nada más y nada menos que el closet donde la familia guardaba la ropa limpia.
-¿que diablos fue todo eso? – se decía para si, el solo recordar la escena la hacía cometer el mismo error de hacer temblar sus rodillas lo que desembocaba en una caída.
-¡Quien anda ahí! – gritó Natsuki con la voz más ronca que pudo
-¡ehh soy yo Natsuki! Acabó de entrar, la puerta estaba abierta – gritó de vuelta mientras se sacudía las rodillas
-¡ahh! Ya sube entonces,¡ vamos a jugar Xbox!
-¡si!
La pelirroja subió corriendo, su amiga la esperaba en su habitación con una sonrisa de oreja a oreja.
---
-¡Fuji! ¡Te dignas en aparecer! – Haruka revolvía sus cabellos tratando de entender – ¡es que de verdad no me cabe!
Había pasado ya casi cuarenta minutos y Suzushiro Haruka esperaba en una banca alejada del colegio, tal y como se lo había pedido. Shizuru llegó calmada como siempre a pesar de tener 15 minutos de retraso.
-¿Ara? No seas malagradecida claro que te cabe todo en tu bracier, perdónate a ti misma por haber dicho semejante cosa – respondió Shizuru, tomó asiento y la miró directamente esperando su reacción
-…que mier…
-¡hai! – Interrumpió el futuro arrastre de su amiga – Haruka-chan ¿aprovechemos el aire fresco y la soledad para revisar las partituras? – colocó su mejor sonrisa mas Haruka la conocía desde siempre
-¡ya! Échalo fuera, no me pongas esa sonrisita conciliadora para terminar conversaciones, hace días que andas rara; llegas tarde a las clases, ahora te la pasas de la casa al colegio y del colegio a la casa, cada vez que suena tu celular te sonrojas, ¿me puedes decir quién es el afortunado que te tiene tan embrutecida?
A pesar de que su amiga tenía una genuina sonrisa, Shizuru dudaba en contestar. Se sentía afortunada pero miserable, no quería perder a la única persona que consideraba de confianza.
-¿es una mujer verdad?, debe ser una, tú crees que no me doy cuenta que andas de mirona en los camarines – la rubia arqueó una ceja mientras negaba como signo de desaprobación, Shizuru sonrió
-¿te molesta?
-¿qué andes de mirona?
-¡no! Fufu, si te molesta…eso… - suspiró pesarosa casi esperando lo peor, sus rubíes se veían cansados
Haruka observó brevemente sus ojos, en un instante volvió a su bolso revolviéndolo todo consiguió lo que buscaba; una botella de pepsi, confirmó de que seguía helada y se la entregó.
-¿pepsi? – Eso no era lo que esperaba – Haruka-chan creo que no – por un momento sintió la necesidad de ser más explícita pero Suzushiro no le daba descanso
-tú eres esta pepsi – interrumpió nuevamente - jajaja, eres casi como la coca-cola ¿no? Son casi iguales, no hay muchos asiduos a la pepsi pero bueno, la pepsi igual tiene su publiquito, para ser más exactas, el 10% de la humanidad jaja
Cerró sus ojos y esbozo una tímida sonrisa que al pasar de los segundos se transformó en carcajada, por fin toda la tensión que había sentido se esfumó. Haruka reía con ella mientras destapaba su botella de coca-cola.
-es lo mejor que encontré para apoyarte Fuji, perdona la comparación no se me ocurrió otra más jajaja
-no te preocupes es una muy buena comparación, pero ¿eso quiere decir que lo entiendes y lo aceptas? – sus manos sudaban, estaba a un paso de tener una pequeña libertad
-claro pendeja, aunque de verdad me cuesta creerlo porque solo me di cuenta hace un par de meses, pero estos últimos días como que la cosa se acrecentó se nota más jajaja, supongo que será porque paso más tiempo contigo en comparación con las demás
-debe ser eso, uff Haruka, me saque un gran peso de encima…gracias
-de nada
Suzushiro le dedicó una sonrisa para después volver a buscar sus partituras y comenzar a ensayar.
---
Después de tanto jugar la alarma sonó insistente, Natsuki y Nao inmediatamente se pararon dispuestas a desconectar el Xbox. Era la hora de ver su serie favorita.
-¡samurai x! Nao voy por bebida
-¿te ayudo?
-na, no te preocupes, además eres bien lenta subiendo vasos jajaja
-mou…¡apúrate que va a empezar!
Al cabo de unos minutos Natsuki llegó con una bandeja cargada de galletas y los dos vasos correspondientes.
-ya Nao – dijo mientras se agachaba con la bandeja – el vaso rojo es tuyo, el azul es mío
-jajaja porque tanta cosa por el vaso?
-es que el mío tiene pepsi, el tuyo coca-cola
La serie comenzó y ambas se mantenían en silencio. Nao se mordía los labios con insistencia, necesitaba saber que había pasado, tomó aire y dejo salir lo primero que se le vino a la mente.
-Shizuru Onee chan…
-¿m? qué onda con ella – preguntó Natsuki, sus ojitos seguían hipnotizados por la televisión
-ehm…- Nao tragó saliva, ni siquiera tenía idea de lo que iba a decir – osea, que onda como esta, hace días que no he hablado con ella por más de dos minutos
-está bien, estudiando – respondió sin mirarla y con un tono neutral
-ahh, y que onda Natsuki, tendrá novio Shizuru Onee cha…
-¡CLARO QUE NO! – Interrumpió con furia, Natsuki la miraba con los ojos desorbitados, nunca le había gritado – disculpa Nao no sé que me paso, perdóname
-las hormonas jaja – sonrió nerviosa, rápidamente captó que la chica ahora era un tema delicado para Natsuki
-si jajaja, discúlpame de verdad, Shizuru Onee chan no tiene novio y no creo que lo tenga a futuro
-¿porque tan segura?
Comerciales
-ehm – Natsuki desvió su vista del televisor hasta Nao - porque Shizuru Onee chan es una persona selectiva, no va a escoger a cualquier pobre diablo
-pero si va en Fuuka, alla solo asisten los más talentosos
-es verdad pero ¡ya Nao! Te digo que no tiene novio y no va a tener en un futuro, ella me lo dijo y yo le creo
Le dio un sorbo a su bebida tratando de apaciguar su propia molestia, el solo pensar que Shizuru pudiera tener a alguien más le provocaba desagrado.
--
-no sé que voy a hacer
Todavía seguían en la banca, Shizuru le dio un sorbo a su pepsi, su mirada se mantenía en el suelo.
-¿por qué dices eso?
-me siento mal, siento como si fuera una enferma, una inmoral…estoy tan arrepentida pero a la vez tan feliz, son sentimientos encontrados que van a seguir apareciendo si sigo con esto
-¿a que te refieres con "esto"? – preguntó Haruka mientras cerraba su carpeta de partituras
-hoy nos dimos nuestro primer beso – sonrió - fue algo lindo, suave como debe ser el primer beso
-¡wuuu! Ay Dios, ¡cuenta más! espera, ¿porque la cara larga? Menuda malagradecida, ¿te dan un besito y quieres más?, estas mal enseñada
-¡no! No es eso, es solo que…su edad me complica, no quiero ser una molestia en su vida
Suzushiro Haruka inmediatamente comenzó a sudar.
-no me digas que Midori-sensei…
-¡ay no! Tiene menos edad
-mmm 22?
-menos
-18?
-menos
-¿17, 16,15?...estamos en la línea de edad permitida y normal Shizuru
-mucho…menos
-¡QUE!
-tiene 12 – dijo sin anestesia mientras hacia un puchero
-¡¡¡QUE!!!
-fu, sabía que tenía que contártelo al aire libre y lejos del resto así nadie escucharía tus gritos – sonrió mientras se agradecía mentalmente por haber pensado eso con antelación
-¡pero que estas pensando!
-no sé, pero es muy linda de verdad que solo espero que crezca pronto
-¡Pedobear!
-mou, no me trates mal, tengo suficiente con mi yo interior – Shizuru secaba sus falsas lagrimas con esmero
-eres una pepsi de 2 litros contra una latita mini – Haruka se veía convencida, Shizuru solo pudo reir
-fufufu, tú y tus comparaciones
-esta conversación no queda hasta aquí, ya en clase le seguimos, vamos que tenemos 10 minutos para llegar
-bien, vamos
--
-¡estuvo bueno el capitulo! ¡Sano las lleva!
Después de limpiar la habitación, ambas en el primer piso estaban en la sala de música, Nao sentada en el piano y Natsuki de pie apoyada en el.
-si estuvo bueno – Nao solo miraba las teclas, mientras sonreía – Sanosuke es genial
-¡si! Oye Nao ¿qué tocas?
-Spread its wings, es una canción que escuche en un dorama que veo antes de dormir, la saque por oído pero igual creo que tengo errores jajaja
Nao dejó de tocar para ver el rostro de Natsuki, la morena estaba sorprendida, solo tenía 11 años y ya tocaba como alguien profesional.
-¡Nao eres genial! ¡Yo quiero aprender!
-siéntate acá entonces, te enseño – la pelirroja le miró con una sonrisa que Natsuki respondió instantáneamente y se sentó a su lado.
Nao empezó a tocar con sus ojos cerrados, la cercanía de Natsuki comenzaba a tensarla por una extraña razón, todo iba bien hasta que Natsuki comenzó a tocar teclas al azar lo que arruinó la pieza que Nao había tocado.
-¡ya empezaste con tus pendejadas! – le recriminó Nao con un puchero
-¡jajaja! Ya pero ¡enséñame bien!
-bueno, lo primero estira tus dedos y deja que fluyan, vamos a tocar el cumpleaños feliz ¿te parece? – la pelirroja la miró esperando aprobación, Natsuki asintió
Estuvieron ensayando hasta que dieron las 6, a esa hora los alumnos de Fuuka ya habían abandonado las instalaciones lo que permitía que los niños que no estaban inscritos pudieran tener clases particulares que les servirían para entrar a dicho colegio. Tanto Nao como Natsuki tenían grandes esperanzas en entrar, claro, en diferentes experiencias, Natsuki se inclinaría por el baile y Nao canto.
-que te vaya bien, saludos a tu mamá – Natsuki sostenía la manilla de la puerta
-gracias, nos vemos mañana adiós
-¡adios!
Natsuki iba a cerrar la puerta cuando escuchó ese tono de Kioto que se le hacía tan familiar. Salió para recibirla con una sonrisa.
-Shizuru Onee chan – la morena le dio el paso para que entrara
-hola Natsuki, ¿tía Saeko ya llegó?
-nop, me llamo hace un rato, va a llegar a eso de las 8 porque va a ir a comprar – cerró la puerta suavemente, su corazón nuevamente latía con fuerzas
-ahh…
El silencio se apoderó del lugar.
-¡veamos televisión!
-¿no querías jugar Xbox? – Shizuru entrelazó su mano con la de Natsuki, ambas caminaron hasta el sofá principal
-no, ¡osea si! Jajaja pero Shizuru Onee chan no le gusta mucho, asi que mejor quedémonos aca, veamos una película
-bueno
Antes de sentarse Shizuru apagó las luces y encendió el televisor, dejó su maletín en el suelo y rodeó la espalda de Natsuki con su brazo, la morena se aferró a ella con fuerzas, no habían pasado ni 5 minutos y Shizuru ya era presa de un nuevo beso iniciado por Natsuki.
-Onee chan, me gusta estar contigo – el rostro de Shizuru nuevamente ardía con violencia
-a mi también, me gusta mucho estar contigo Natsuki
Sus pequeñas esmeraldas desprendían una luz muy radiante. Shizuru tragó saliva al ver que Natsuki se acercaba otra vez con intención de besarla, cerró sus ojos esperando un nuevo beso pero de la nada la pequeña se subió encima de ella provocando un pequeño colapso en la mayor.
-ohh Dios, ¡misionero! Nat…
-¿misionero? – la pequeña arqueó una ceja, mientras dejaba escapar una risilla maliciosa
-¡NO! No lo repitas, Natsuki bájate por por por favor
-no pero antes explícame que es el misionero, sino lo seguiré diciendo jeje
-¡no es nada! De verdad Natsuki – sus manos tiritaban, estaba a un paso de abrazar a la morena con todas sus fuerzas
-¡misionero! ¡misionero! ¡misionero! –
Natsuki reía y saltaba encima de Shizuru que trataba de contenerse. Los movimientos de Natsuki revolvieron aun más sus hormonas; observo sus labios, su dulce risa, sus ojos. A pesar del sonrojo que cubría su rostro el tener a Natsuki encima de ella sin preocupaciones se tornaba en un deseo prohibido.
-Shizuru Onee chan…
Entre tanto movimiento la morena se sintió presa de su propio juego, ahora Shizuru sostenía sus caderas completamente sonrojada y mirándola expectante, sus labios se resecaron y sus movimientos comenzaron a perder intensidad.
-no juegues conmigo Natsuki-chan, no seas así – Shizuru se abrazó a ella, Natsuki dejó de moverse – prométeme que no volverás a hacerlo, ¿me lo prometes?
Miles de cosas pasaban por su mente, pero nunca se esperó tal cosa. Su voz sonaba a rechazo, se sentía avergonzada.
-Shizuru…Onee chan
-oh no, por favor Natsuki no
Natsuki no hizo ningún intento en retener sus lágrimas, se abrazó con fuerzas al cuerpo de su Sempai esperando ser correspondida en el abrazo, cosa que se cumplió en un par segundos.
-shh, ya no llores, perdóname
-perdóname Onee chan, lo siento
-shh, te dije que no importa, está todo bien
La pequeña lloró por largo tiempo, solo hasta que se calmó Shizuru se pudo disculpar para después abandonar la casa y volver a su hogar que solo quedaba a una cuadra. Había sido un día especial a pesar del último momento vivido, Shizuru caminaba hasta su casa con una sonrisa que no podría ser borrada con nada, finalmente había besado a su vecina, la niña que se robo su corazón.
Continuara…
