Hola gente ¿sorprendidos por el capítulo perdido? Bien, aquí lo tienen. Al principio no sabía que hacer con esta historia por lo mismo de que Morrigan es una súcubo y quería explorar un poco esa parte, pero no podía hacerlo en clasificación teen, sencillamente no soy bueno para un erotismo insinuado; así que decidí mejor separar estas partes como episodios fantasma y dejar la otra parte como género de aventura. Espero que les guste. Oh! Por cierto, los diálogos entre paréntesis son pensamientos.
Street Fighter, Darkstalkers, son propiedad de Capcom, este es un fic hecho con fines de entretenimiento y sin afán de lucro.
Capítulo 2: "El amor es un campo de batalla"
Luz de día, una meseta en medio de una cadena montañosa sirve de campo de batalla para una pelea diferente.
Ryu está peleando con un enorme hombre de piel verde, la fuerza del Goliat es inconmensurable, con cada puño es capaz de derribar montañas pero Ryu no puede rendirse. Invocando toda su fuerza empieza a cargar un Shinkuu-Hadoken de gran poder, cuando lo dispara un rayo de tamaño colosal surge de sus manos, a su lado una persona dispara un ataque de ki del mismo tamaño, cuando los rayos cesan, el bruto está en el piso derrotado. Ryu jadea satisfecho y voltea a ver a su aliado sonriendo agradecido.
Morrigan responde la sonrisa con una propia, para luego clavarle un efusivo y lascivo beso al guerrero, la lengua femenina busca su camino dentro de la boca de Ryu quien tímidamente abre la boca correspondiendo la caricia. De pronto se percata de que algo anda mal y se separa de la mujer quien sonríe en forma malsana, para luego atacarlo con un puño que era envuelto por un murciélago que tomaba la forma de una daga…
-¡AAAAAH!
Amanecer.
Ryu poco a poco despierta de su sueño. Aturdido se lleva una mano a los ojos tratando de enfocar su vista.
-¿uh? Estoy libre...
Ryu volteaba a su alrededor, ya no estaba en la caverna donde había despertado, pero definitivamente no estaba en casa, el cielo era raso y el paisaje era amplio y desconocido, parecía estar en una especie de arena, en las gradas un gran número de seres de aspecto bizarro vitoreaba mientras maldecía continuamente sin razón aparente.
-¿Y ahora qué?
-Bienvenido a mi sala de juegos Ryu.
El guerrero reconoció al instante la voz y volteaba a ver a su captora.
-Morrigan…
-Adoro cuando dices mi nombre con desdén… me enciende tanto. Me excita sobremanera el imaginar como voy a ir quitándote esa insolencia poco a poco hasta que seas mi perro más fiel.
-Eso no pasará en esta vida ni en la próxima…
-Lo veremos Ryu… ¡Ahora mismo!
Morrigan atacaba con rapidez lanzando una serie de puñetazos y patadas, su velocidad era sobrehumana y su precisión increíble, Ryu bloqueaba casi todos los ataques con mucha dificultad, pero los que entraban le hicieron escupir sangre, obligándolo a poner distancia entre él y la súcubo.
-Vaya, que decepcionante… mira que apenas empezamos ¿y ya estás huyendo de mí?
-… (¿Qué demonios estoy haciendo? Nunca antes había tenido que apartarme de alguien, el dolor no me molesta tanto, pero hay algo más… ¿le tengo… miedo?)
Ryu volvía al ataque iniciando las acciones, sus puñetazos eran esquivados con facilidad, Morrigan incluso sonreía y cerraba los ojos mientras los esquivaba; Ryu empezaba a sentirse muy humillado por la diferencia de nivel.
-(¡Diablos! ¡Diablos! No logro acertar un golpe, la última vez que me sentí tan sobrepasado por mi oponente fue con Oro, pero con él pude atinar algunos golpes, pero a ella no puedo ni tocarla)
-La idea no es ganar o perder, sino molestarte Ryu… ji-ji-ji
-¡Sal de mi cabeza!
Ryu se empezaba a sentir muy humillado, tratando de tomarla por sorpresa la tomó por el brazo buscando hacerle un derribe, pero antes de tocar el piso Morrigan arqueaba el cuerpo de forma que sus pies tocaban el piso, se daba media vuelta y abrazaba fuertemente a Ryu, elevándose en el aire, mientras lo abrazaba besaba golosamente sus labios y empezaba a girar para terminar azotando de cabeza a Ryu contra el piso haciendo un ruido muy seco al caer. Morrigan retrocedía divertida, el público ovacionaba las habilidades de su reina y se burlaban del desempeño de Ryu, Morrigan se daba tiempo de saludar a la gente e incluso mandar besos.
-(¿Qué gana con hacerme pasar por esto?)
-Te muestro lo desesperado de tu situación… y siendo honesta, disfruto un poco de la agonofilia.
-¿Disfrutas sexualmente al pelear?
-Para ser un hombre tan casto conoces términos muy perversos Ryu… ¿O quizás compartes mi gusto?
(Sonrojado)-¡E-e-eso no es cierto! ¡Déjame en paz!
Ryu volvía a intentar atacar, su estilo empezaba a parecerse más al de Ken que al propio, pero se sentía tan avergonzado que no podía hacerlo de otro modo. Morrigan evitaba con calma los ataques, y dándose tiempo para desgarrar las ropas de Ryu, hasta que la casaca cayó al piso por su propio peso.
-Guau… lindos abdomen.
-¡Hadoken!
-¡Soul fist!
Las ondas chocaron, por momentos parecía que una dominaba a la otra, hasta que finalmente desaparecieron las dos, Ryu saltó sobre las dos técnicas en una patada voladora de excelente manufactura, que Morrigan tuvo que detener con los dos brazos.
-¡Auch! ¡Eso si me dolió! ¡Shadow Blade!
El ataque anti aire de Morrigan mandaba a volar a Ryu quien trataba de recomponer la vertical para caer sobre sus pies, lográndolo por poco, por un momento el ya maltrecho orgullo de Ryu se elevaba al pensar que al menos había podido recibir el ataque sin caer, pero una corriente de aire le hizo notar algo.
-Mis… ¡mis pantalones!
Morrigan alzaba su mano izquierda sosteniendo la parte inferior del karategi, mientras sonreía satisfecha de su obra; Ryu ahora solo vestía su ropa interior y parecía totalmente fuera de sí.
-¡Ya deja de jugar conmigo! ¡Si vas a pelear hazlo en serio! ¡Shakunetsu!
-¡Soul fist!
Ryu disparaba un hadoken incendiario que esta vez lograba superar el ataque de la súcubo quien se sorprendía de esto, apenas y alcanzando a cubrirse para evitar un daño mayor, pero apenas y bajó la guardia Ryu ya estaba frente a ella con un poderoso golpe a las costillas seguido de una patada Sokuto Geri que la estrellaba contra la pared de la arena, el golpe fue tan duro que la hizo rebotar y Ryu aprovechó esto para realizar un ataque mas
-Shinkuu… ¡Tatsumaki Senpuu Kyaku!
Ryu giraba sobre su propio eje y Morrigan sentía los impactos por todo su cuerpo, para finalmente caer al piso algo aturdida, pero no tanto como para no erguirse antes de que Ryu pudiera afirmarse bien en el piso.
-Chico travieso… ¡Toma esto! ¡Darkness Illusion!
Morrigan regresaba el daño multiplicado por dos, al acercarse a Ryu un reflejo suyo se materializaba tras él, y las dos súcubos lo atacaban sin piedad, cada golpe se hundía en la carne dejando una herida superficial pero sangrante, una patada que con su honda simuló una cuchilla hizo elevarse el cuerpo de Ryu que seguía siendo castigado por los aires; finalmente una última patada lo regresaba al suelo con múltiples cortes y moretones, sin mencionar que ahora si totalmente desnudo.
-Gghhh… ¡agh! N-no puedo l-levantarme…
Morrigan reía complacida de su victoria, sus súbditos clamaban su nombre y le pedían que terminara con el vencido. Morrigan alzaba sus manos en señal de que tuvieran paciencia, tras lo que volteó a ver al guerrero que yacía en el piso boca arriba tan agotado que no podía siquiera cubrir su desnudez, Morrigan se relamía los labios en forma sensual mientras se acercaba al guerrero hasta quedar sobre él.
-Espero que no te importe que yo esté arriba, pero es una costumbre que tengo muy arraigada, cosas de súcubos… sin mencionar que verte así, tan indefenso y con esa mirada de odio en tus ojos me excita tanto.
-Acabas… de hacerme pedazos ¿Cómo esperas obtener algo de mí?
-Ju-ju-ju… es parte de mis encantos. Además… por mucho que desees resistirte el cuerpo no puede evitar reaccionar ante estímulos externos, no podrás resistirte a mí.
Morrigan arqueaba un poco el cuerpo y su ropa se separaba en forma de una bandada de murciélagos, dejándola totalmente desnuda, sus excitantes curvas quedaban a la vista de Ryu que por más que se quería negar a aceptarlo disfrutaba de ver su cuerpo. De pronto recordó donde estaban y pudo ver como los demonios asistentes vitoreaban con mayor fragor.
-¡E-espera! ¡Estamos en medio de la arena! ¡¿QUÉ ESTÁS HACIENDO!
Morrigan paseaba sus manos por el torso desnudo de Ryu, mientras su lengua empezaba a jugar con uno de sus pezones, alzando sus caderas en el proceso, mostrando su sexo a los asistentes que rugían en un clamor lujurioso.
-Vamos, no seas tímido. De vez en cuando dejo que mis súbditos disfruten del espectáculo de verme comer, además no tienes de que avergonzarte, eres uno de los mejores dotados que han estado aquí... ¡oh vaya que sorpresa! Tu amigo está despertando ¿al parecer he descubierto una beta de exhibicionista en ti eh?
Ryu sacudía la cabeza de lado a lado violentamente negando esa afirmación, en cualquier caso, era todo lo que podía hacer, de alguna manera parecía que toda su energía estaba siendo enfocada a su pelvis y no por voluntad propia.
-Eres tan guapo… me recuerdas a alguien que odio bastante. Voy a retenerte mucho tiempo Ryu, serás mi esclavo en todas las formas que desee.
Morrigan paseaba lentamente su mano por el pecho del guerrero, bajando por su abdomen, sus dedos surcaban las líneas de los abdominales que se tensaban entre miedo, furia y placer. Finalmente la mano de la fémina llegó hasta el punto que deseaba, Ryu lanzó un suspiro que lo estremeció mientras Morrigan continuaba acariciándolo con suma ternura, de arriba hacia abajo y de regreso, una gota de líquido preseminal apareció en la punta, Morrigan al sentirla la tomó en un dedo, llevándosela a la boca para tomarla con la punta de la lengua mientras sonreía.
-¿Disfrutas esto Ryu? Yo lo estoy pasando muy bien… ya no quiero esperar más.
-No… no lo hagas… por favor.
-Oh rayos. Acabas de suplicarme… ESO ME ENCIENDE TANTO.
Morrigan finalmente se dejó ir y bajó sus caderas de golpe, hundiendo la hombría de Ryu en su palpitante cavidad, un gemido de placer escapó de la boca de la súcubo que en un alarde de control de su cuerpo comprimía las paredes internas de su sexo, la humedad, el calor, la tensión de músculos, cada milímetro de la diablesa estaba hecho para hacer enloquecer. Ryu cerraba los ojos tratando de no pensar en lo que sucedía, de no oír como los espectadores que rebasaban el millar gritaban mientras observaban un acto íntimo que era hecho en público; lo peor de todo era lo bien que se sentía, pero pese a lo agradable de la sensación, él no deseaba esto, por lo que solo podía ser definido como "violación". Ryu lloraba en silencio mientras su cuerpo reaccionaba solo ante la cabalgata de Morrigan.
-Ryu, voy a enseñarte cosas que ni siquiera imaginas… ¡Empezando por la amokoscisia!
La mano de Morrigan se estiraba hacia el público desde donde le era lanzada una fusta como los que se usan para azuzar a un caballo; apenas el látigo era afianzado por su mano Morrigan lo descargaba con saña sobre el guerrero derrotado.
-¡Abre los ojos maldito idiota! ¡Mírame mientras lo estamos haciendo! ¡MIRA A TU AMA A LOS OJOS!
Ryu gritaba al sentir como la vara mordía su carne, obligándolo a abrir los ojos que chisporroteaban rabia mientras veía a Morrigan reír y sacudirse sobre él como una poseída, sus caderas se movían en ritmo constante, un discreto triángulo de vello del mismo verde de su cabello cubría su sexo que no paraba de subir y bajar mientras devoraba la lanza de Ryu; al elevar la vista unos pechos firmes brincaban violentamente debido a la fuerza con que la mujer se sacudía, la blanca piel se perlaba en sudor y unos pezones de un bello color rosado remataban tan enervante cuadro, Ryu desviaba la mirada tratando de evitar los ojos de la súcubo a toda costa, sus piernas eran largas y del mismo nácar que el resto de su cuerpo, solo con ver los muslos perfectos un hombre podía perder la cabeza, los pies pequeños, los brazos delgados y elegantes, el cuello de cisne, la cintura de avispa, Morrigan era bellísima, endemoniadamente bella.
Los minutos pasaban y los golpes se sucedían, la cadera de Ryu ya estaba empapada por los jugos de la súcubo quien parecía cada vez mas enloquecida, enterrándole las uñas de la mano derecha en el pecho y la izquierda fustigándolo, mientras lo hacía sus mejillas se encendían en una mezcla de lujuria, sadismo y regocijo.
-¡Vamos, termina ya! Sabes que quieres hacerlo ¡Lléname de tu semilla Ryu! ¡Quiero absorber hasta la última gota de ti!
Morrigan se frotaba con fuerza pero lentamente, por momentos en círculos, por momentos arriba y abajo, cuando empezó a sentir que ella misma estaba por llegar a su límite botó el látigo y empezó a lamer las heridas que ella misma provocara en el guerrero de forma zalamera.
-Anda Ryu… no sigas resistiéndote, no puedes oponerte a mis deseos. Por mi cuerpo han pasado clérigos, reyes, monjes, altos mandos de imperios que ya ni el tiempo recuerda; tú no eres más fuerte que ellos, no puedes ganar… ah… mhmm...
Morrigan liberó un gemido diferente a los otros, una energía luminosa la estaba envolviendo y con ella a Ryu. Morrigan no podía creer lo que estaba pasando.
-V-vaya… esto no me había pasado en un par de siglos… yo… ¡AAAAHHH…!
Morrigan se dejaba ir y cuando lo hizo su influencia sobre Ryu se hizo imparable, lo que hizo que el guerrero también perdiera el control, sufriendo de un orgasmo no deseado, sus manos se aferraron de los muslos perfectos de la mujer sobre él mientras sentía como su estómago se tensaba al máximo, chorros de un liquido blanquecino llenaban el interior de Morrigan que sentía como el calor de este la hacían retorcerse en un placer conocido pero ligeramente mas marcado que el acostumbrado. Jadeando un poco, apoyó sus manos en el pecho desnudo de su "esclavo"; tardó unos segundos en poder recuperarse; el público asistente había desaparecido de su mente por un rato, pero tras un último suspiro hondo, pidió a los asistentes que se marcharan. Vítores hacia el show fueron la despedida antes de que el público se marchara obediente, sabiendo lo peligroso que sería importunar a su reina si no obedecían al instante.
Morrigan se quedó en su sitio durante toda esta faena, esperando a que el intruso alojado en su entrepierna perdiera su firmeza, cuando finalmente sucedió Lilith ya estaba a su lado, ofreciéndole una bata de fina seda púrpura. Morrigan se irguió satisfecha, envolviéndose en la prenda y dirigiéndose a su alcoba, con Lilith a su espalda siguiéndola servilmente.
-¿Fue de tu agrado, hermana?
-No estuvo nada mal… creo que podré darle buen uso a este hombre.
Ryu seguía yaciendo en el piso árido del coliseo, las heridas en su cuerpo ardían pero lo que más necesitaba era al menos poder cubrirse; arrastrándose penosamente buscó los restos de su casaca. Agotado y vencido se acomodaba en posición fetal mientras gruesas lágrimas corrían por sus ojos, furioso consigo mismo por haberse permitido perder el control. Lilith lo observaba con cierta pena por el actual aspecto del anteriormente orgulloso peleador japonés.
-P-perdona hermana pero… N-no fuiste un poco d-dura con él
La voz de Lilith reflejaba un cierto temor (justificado) al insinuar un dejo de desaprobación ante las actividades de su hermana y ama; Morrigan elevaba una ceja en señal de sorpresa por el comentario, Lilith no pudo evitar dar un paso hacia atrás por el miedo, pero no dijo nada. Morrigan sonrió indulgente mientras acariciaba el rostro de su hermanita, para terminar dándole un beso en los labios.
-La verdad no tenía planeado ser tan festiva; pero descuida, ese hombre es muy rudo, estoy segura que se recuperará en cosa de nada, de cualquier manera asegúrate de que sean atendidas sus heridas, le daré un par de días para descansar…
Morrigan dirigía un último vistazo al guerrero que le lanzaba una mirada de completo desprecio.
-… a menos que sienta la necesidad de usarlo antes jajajaja...
Lilith bajaba la cabeza y seguía en silencio a Morrigan que se hundía en sus pensamientos.
-(Voy a enseñarte muchas cosas más guerrero… sólo espera y lo verás).
Las mujeres se perdían en la oscuridad de un pasillo mientras un par de sirvientes llevaban al guerrero desfallecido al calabozo del castillo, donde esperaría hasta la siguiente vez que su ama quisiera un tentempié.
*.*.*.*
(Fin del capítulo)
Sip, esta vez el lemon será muy ácido… casi cáustico. Voy a dar un paseo por algunas parafilias crudas (del griego, παρά,"al margen de", y φιλία, "amor". Así es, me gusta dejar un poco de conocimiento en las cosas que hago). Espero no llegar a ser muy… grotesco; pero siendo que una súcubo se basa en los deseos sexuales oscuros creí que sería una buena oportunidad de explorar estas conductas sexuales (personalmente creo que no me gustaría experimentarlas en forma real, al menos casi ninguna).
De cualquier manera agradeceré cualquier review; pasen dulces sueños…
Oh de veras, para nuestro Glosario:
Amokoscisia: Comportamiento sexual en el que la excitación erótica y la facilitación y el logro del orgasmo son relativos o dependientes del hecho de hacer daño a la pareja (flagelar, golpear, en casos extremos mutilar); mejor conocido como sadismo (aunque este termino incluye en realidad un mayor número de parafilias).
