–¡Eh tío, mira lo que he encontrado! –exclamó Jake, mientras corría hacia su amigo, cargando algo entre las manos.
–Es un diario –observó Finn, que se había fijado en las letras doradas que adornaban la portada del cuaderno –No deberíamos leerlo, colega.
–¡Míralo bien Finn! ¡Creo que es de la princesa Bultos! ¡Seguro que está lleno de cotilleos y locuras de las suyas! Nos echaremos unas risas.
–¿Cómo sabes que es suyo? –preguntó el chico, intrigado.
El perro abrió el diario por una página al azar y leyó lo que había escrito en ella, imitando la voz de la princesa.
"Hoy he ido a una fiesta en casa de Jessica. ¡Su cuarto tenía una decoración horrible, pero ella se había hecho un implante nuevo de labios! ¡Lucían super-jugosos, pero su cara seguía siendo espantosa! ¡Tiene los bultos puestos en los sitios e-qui-vo-ca-dos!"
–Si, es suyo –afirmó Finn, con una sonrisa.
–Mira, voy a abrir otra página al azar –anunció Jake, tirando el cuaderno al aire y recogiéndolo de nuevo, dispuesto a ojear la primera página que encontrara –Eh, fíjate, esta entrada no es como las otras. No hay fecha y la letra parece distinta.
El chico se acercó al cuaderno y comenzó a leer:
"Cómo encontré al hombre de mis sueños"
Jake y Finn se miraron un momento, aguantando la risa. Luego continuaron con la narración.
"La historia comienza cuando yo paseaba por el bosque, buscando algo que llevarme a la boca ¡Porque tenía hambre! ¡Porque Tiffany me había llamado antes contándome que Brad le había dado un beso a Vanessa, que estaba saliendo con el novio de Tiffany, hasta que se enteró de que sus bultos eran falsos y se suponía que Brad y yo teníamos algo!
Bueno, todo ese asunto me había dado mucha ansiedad ¡Y cuando tengo ansiedad me da por comer un montón! ¡Pero no tenía comida! Yo quería encontrar algo como, no sé, algo dulce, como chocolate o helado y ese estúpido perro mágico me había contado, que en el bosque había un arbusto, que daba frutos de chocolate.
¿Pero encontré el arbusto? ¡No, en vez de eso encontré una estúpida espada, ahí tirada, en un claro del bosque! Pensé que podría, no sé, valer algo, así que la recogí pensando venderla de vuelta a la ciudad! ¡Pero algo pasó! ¡Al cogerla apareció una luz y tuve que cerrar los ojos. Cuando los abrí ¡Estaba en un lugar súper distinto! Era como no sé, una cárcel, súper extraña, con una iluminación malísima para el cutis.
¡Y de repente vi a esa cosa horrible, mirando hacia mí, con cara de… bueno, con ESA cara! ¡Peor que la de Jessica! ¡En serio!"
–Tío, tiene que odiar de verdad a esa Jessica –dijo Jake, interrumpiendo la lectura. –Sáltate todo ese párrafo Finn, que sólo va de criticar a la amiga esa.
"¡Vestía de forma horrible, con ropa como andrajosa! Totalmente pasada de moda. ¡Y tenía una corona encima, como si eso fuera a disimular esa túnica hortera! Creo que lo he visto en algún sitio, pero es tan feo que no me acuerdo bien ¡Osea! No es que su cara sea fácil de olvidar, pero este año he estado pensando tanto en Brad que…"
–¡Eh! ¡Creo que por la descripción que hace, el tipo horrible que encontró la princesa es...! –exclamó Finn con alarma.
–No puede ser, colega. La última vez que lo vimos lo dejamos encerrado en el sitio ese raro ¿Te acuerdas? Además, si se lo hubiera encontrado no podría haber escrito eso en el diario. Estaría más seca que una mojama. Sigue leyendo lo de Brad, a ver si nos enteramos de algo interesante de verdad… –respondió Jake, son las mejillas sonrosadas y mirada maliciosa.
–¡No tío, escucha lo que pone más abajo!
"…pero cuando fue a tirarme un rayo verde de esos ¡La espada empezó a brillar y reflejó el ataque, mandando al tipo raro contra la pared! ¡Yo me asusté y salí corriendo! Entré por la primera puerta que vi y al cruzarla ¡Estaba de nuevo en el bosque! Creó que dejé caer la espada por algún sitio, pero al darme la vuelta, vi que me seguía flotando! La espada, digo."
–Uff, menos mal –dijo Finn, limpiándose el sudor de la frente y suspirando aliviado –Espera ¿la espada vuela?
"¡Pero también salió volando el tipo raro!"
Los dos amigos pegaron un grito.
–Si eso es verdad, Ooo, está metido en un problema, tronco –observó Jake.
"El tipo medio zombi intentó agarrar la cosa esa, pero lo esquivó y volvió a mí. Yo dije: ¿Osea, pero tú que eres, una espada o un boomerang? ¡Y juro por mi teléfono, que oí como me hablaba! Me dijo:
Yo soy la espada de un leal caballero. Protegeré a mi princesa con todo el poder del universo y confiaré a ella la elección de mi portador, que gobernará a su lado las infinitas dimensiones de la creación hasta más allá de la tiranía del tiempo.
Osea, me acuerdo de lo que me dijo ¡Porque me lo está soltando todo el tiempo! ¡La cosa esa no se calla ni cuando estoy durmiendo! Pero tiene una voz tan sensual! ¡No me canso de escucharlo! ¡Además, gracias a ella tengo una cola de pretendientes enfrente de mi casa!"
–¿Cómo? ¿Pretendientes? Tío, no entiendo nada –confesó Finn, rascándose la cabeza.
–Seguro que P.B ha hecho caso a la espada esa y ha puesto un anuncio buscando a un príncipe o algo –aventuró Jake, volviendo la vista a la lectura –Jo, ¿aquí se acaba?
–Tenemos que ir a verla –dijo Finn, cerrando el diario y poniéndose en marcha –Si lo que pone es verdad… Y de todas formas, hay que devolverle esto.
–¿Quéééé? ¡No! ¡No todavía, quiero leer lo que pone sobre Brad! ¡Eh Finn! ¡Espera!
