No más titanes


Disclamer: Shingeki no Kyojin pertenece a Hajime Isayama.


Hange revisó el informe, ningún soldado murió durante la expedición. Nadie había muerto en los últimos meses, no por sus habilidades en el campo de batalla sino por la falta de titanes. Las expediciones se hicieron más frecuentes, pero el último titán que vieron fue semanas atrás y este fue asesinado.

—¿Crees que es muy pronto para considerar que todos los titanes han sido eliminados?

Era un tema que en muchas ocasiones había sido el centro de grandes discusiones. El no encontrar titanes era sospechoso, más cuando en el pasado se encontraban a más de cinco titanes por expedición, motivo por el cual el número de expediciones fue incrementado. Querían confirmar si estaban muertos o era la pausa para un nuevo ataque.

—Tomando en cuenta que lo tranquilas que han sido las últimas expediciones, diría que no —respondió Levi, su rostro lucía tan imperturbable como siempre —, esto obviamente si no tomamos en cuenta a los titanes dentro de los muros o a los titanes cambiantes.

Hange no pudo reprimir un sollozo. No lamentaba el que ningún miembro de la Legión de Reconocimiento hubiera muerto o salido herido durante las expediciones. Tampoco lamentaba el que no se hubiera dado ningún ataque contra los civiles, menos lamentaba el que la Legión de Reconocimiento obtuviera el respeto de los civiles.

Era un secreto a voces el que no había titanes. Para nadie pasó por alto el hecho de que cada vez eran menos los soldados que morían en las afueras de los muros hasta que llegó el momento en que ningún soldado pereció en las afueras. Más gente se unió a las tropas de exploración, menos temerosos de morir y quizás, deseosos de fama.

Hubo un tiempo en el que solo enlistarse a la Legión de Reconocimiento era considerado suicidio. Todo aquel que expresaba su deseo de formar parte de esta era etiquetado de loco. Los soldados morían por miles e incluso fue tomado como una medida para lidiar con la sobrepoblación y la falta de recursos. Hange había visto tantos titanes que creyó imposible que estos desaparecieran, al igual que muchos, quienes se habían resignado a vivir encerrados de los muros, aferrados a una falsa libertad.

—Todavía me quedan Eren, Armin y Annie —comentó Hange un tanto resignada —, aunque mientras Annie esté encerrada en ese cristal no podré experimentar con ella. Me gustaría tanto tener al titán bestia y estudiarlo.

—A mí también me gustaría, principalmente por la parte de en la que se corta… vivo.

—Debe estar lleno de secretos ¿Quién diría que llegaríamos a ver el final de los titanes?

—¿En serio crees que es el final? —le preguntó Levi —. No olvides que afuera está el verdadero enemigo.

—¡Es cierto! —respondió Hange un tanto más animada — ¡Podré obtener el suero de titán y estudiar su composición!

—¿No estarás pensando en crear nuevos titanes?

—Esa pregunta ofende —respondió Hange, recordando los titanes con los que había podido experimentar y las respuestas que obtuvo de los mismos. Era doloroso pensar en cómo fueron asesinados.

La mirada de Levi parecía indicar que no le creía, quizás, impulsado por el amor de Hange por los titanes. No agregó nada, Zoe no lo necesitó para entender el mensaje que quería transmitirle.

—Si lo que se ha descubierto es cierto, tenemos un problema más grande del que preocuparnos —agregó, pensando en lo que se había descubierto en el sótano de Eren y en el mar.