Disclaimer: Supernatural y todos sus personajes son propiedad de Warner Bros. Joad Clearence y otros OC son completamente de mi autoria. Este fic no va paralelo a la situacion actual de la serie. Todo la información de los Nephilim esta basada en el concepto "Nephilim" de DmC mezclado con elementos de la misma serie.

N/A: Advierto, abra spoilers y muy grandes por cierto.


Carry on my wayward son
There'll be peace when you are done
Lay your weary head to rest
Don't you cry no more

[Carry on my wayward son-Kansas]


Años…largos años han pasado. Años llenos de aventura y trabajos, de tiempos de paz y tiempos de guerra, de risas y lagrimas, de convivencia con amigos y conocidos, de viajes y cacerías. Años de trabajos que finalmente con el tiempo fueron declinando, años en los cuales ambos hermanos Winchester enseñaron a los futuros cazadores que tomarían sus lugares como realizar un trabajo, bien hecho y humanitariamente. Y finalmente, cuando sabían que estaban demasiado viejos para realizar ese trabajo, finalmente cada uno tomo un camino no muy lejano del otro pero que les permitiría seguir con su trabajo y a la vez tener algo de paz. Los aprendices se convertirían en maestros…maestros como alguna vez fueron Bobby o su padre John.


–Estamos seguros de eso? – pregunto en un gutural barítono mientras miraba a su interlocutor con un ceño fruncido y las pupilas dilatadas por el gesto de miedo oculto, miedo de aquello que teme, de aquello que no desea que sea real.

–Si…estamos más que seguros, los augurios no mienten, se ha revisado todo una y otra vez…no hay duda…esta aquí.- le respondió tragando saliva por el miedo que le atenazaba el corazón, el mismo miedo que hacia presa el corazón de su compañero.

Ambos se quedaron viendo mutuamente, sabían que con los augurios no podrían recurrir a mas pruebas, estaba allí, en el mundo humano, después de tantos años de buscarlo, perseguirlo, cazarlo, después de que habían tratarlo de eliminarlo una y otra vez antes que estuviera listo, cuando aún era débil, ahora, debían enfrentarlo cuando ya estaba listo, si se encontraba en el mundo humano, era porque finalmente lo había descubierto, la manera, la forma de ingresar al mismo

–Tenemos que acabar con el…antes que se vuelva más fuerte- dijo mientras miraba por la ventana, el otro se paró a su lado –no pudimos hacerlo cuando aún estaba en el vientre de su asquerosa madre… ¿Cómo lo haremos ahora?- saco un cigarrillo de la arrugada caja de lucky strike que guardaba en su bolsillo y lo encendió –no lo sé…pero debemos hacerlo-


Sam se encontraba en su estudio, ordenando algunos papeles en el archivo de los últimos casos que habían sido resueltos, oh no…él no lo había hecho, hacia muchísimo tiempo que él y Dean se habían retirado del activo de cazadores, ellos se dedicaban únicamente al apoyo en caso de ser necesario, como alguna vez Bobby o Ellen los apoyaron a ellos durante sus cacerías, nada peligroso en su mayoría, ambos sabían que ya no eran tan jóvenes y que no rendirían mucho en el campo como requirieran demasiados esfuerzos físicos, no, la edad y toda la guerra que años atrás vivieron los había dejado demasiado marcados, demasiado agotados, muchas cicatrices de batalla, muchos daños emocionales que tal vez jamás sanarían, demasiadas cosas con que cargar.

No, ellos estaban bien así como estaban, tal vez no tuvieran familias regulares, tal vez no estuvieran casados o tuvieran hijos, pero tenían familia, vaya que tenían familia, cada amigo hecho, cada persona a la que habían ayudado en su momento, cazadores de los que habían aprendido, cazadores a los que habían ayudado, seres sobrenaturales a los que alguna vez llamaron monstruos y solo se dieron cuenta que no lo eran…personas, cosas, lugares…tenían una familia enorme, y ambos lo sabían, ambos habían aprendido que sin importar nada, todo el mundo puede ser tu familia.

Durante largos minutos se dedico a ordenar sus papeles como solía hacer en el cálido silencio de su casa, buscando nuevos casos y descartando algunos que se hacían pasar por casos y que al final no lo era. En ese largo análisis no pudo más que comenzar a notar detalles, detalles que cualquiera, que no tuviera una experiencia tan grande como la que el tenia en la cacería de demonios, no podrían notar, detalles que un cazador común pasaría por alto. Durante horas tomo notas, reviso su computadora y busco en libros, uniendo las señales, los eventos, aquellas cosas que parecían ser sucesos aislados, pero que no lo eran.

Confundido, sin saber cómo interpretar las extrañas señales, levanto el teléfono y marco el código de área y el número de la única persona que podría confirmar lo que él decía –Dean? Si…hola, escucha…necesito que vengas para acá, puedo tener algo grande…-


Horas después, el famoso y preciado Impala se encontraba aparcado en el exterior mientras que en el interior de la casa, los hermanos revisaban las notas que Sam había recabado, comparándolas con sus viejas notas y a la vez buscando nuevos datos, no estaban seguros de lo que veían pero tampoco era algo totalmente desconocido

–Si son augurios…pero no son…no son como todos los augurios demoniacos- dijo el mayor de los Winchester mientras comparaba las viejas notas de su propio diario con los nuevos datos que habían recabado desde que había llegado –Son distintos…hay tormentas eléctricas…pero esto de los campos como si hubiera detonado una bomba…esto corresponde…- Sam asintió mirándolo pensativo –si lo se…la aparición de un ángel…- coincidió con el mayor –el problema es que…desde que su batalla termino no se ha avistado ningún ángel…y los demonios que han encontrado son los de siempre…de cruces de caminos o perdidos que solo se esconden- se recargo en la silla exhalando con pesadez, Dean dejo los papeles en la mesa, recordando un poco de aquellas épocas en las que los augurios demoniacos y angelicales eran cosa de todos los días –¿Cuánto tiempo ha pasado? ¿25 años tal vez?- bebió un trago de la botella de cerveza en su otra mano y miro al menor –poco mas, poco menos…- suspiro y miro los papeles de nuevo, tenía un mal presentimiento –tal vez debamos investigar esto nosotros mismos…- Dean lo miro y medio sonrió –de vuelta al ruedo ¿no?- Sam emitió ese bufido mezclado con risa –si…eso parece…escucha…tal vez no sea nada, tal vez sean meros incidentes aislados pero…- el mayor asintió en señal de que entendía que quería decir –pero el instinto dice otra cosa…que podemos decir…somos cazadores…nuestro trabajo es asegurarnos-


La bodega era fría, oscura, goteaba de todos lados, el demonio inmovilizado miraba a todos lados asustado, tragando saliva, los rumores que había escuchado jamás los había creído, pero ahora, allí, atado sin cuerdas a ese pilar de concreto, se daba cuenta que al final no habían sido solo rumores, y por primera vez en su larga existencia, el condenado rezaba a todos los dioses del cielo, del infierno y el purgatorio por su vida, pues sabía que aquel ser podría acabar con él con apenas un pequeño esfuerzo.

El ser lo miro y sonrió levemente –sabes…para ser un demonio no te pareces en nada a tus congéneres que me estaban dando cacería…aunque claro…siendo uno menor…- rio levemente mientras el demonio jadeaba amedrentado –por favor…déjame ir…hare lo que quieras…guardare silencio, no diré nada…no diré que te vi- rogaba lastimeramente mientras su contenedor humano sudaba copiosamente, estaba tan asustado que sentía que en cualquier momento se orinaría en los pantalones –ja!...hablarías al primer golpe que tu torturador te diera…¿crees que no conozco a los de tu calaña?, no, los conozco demasiado bien como para creerte…- exhalo por la nariz y se sentó frente a el –además…no es como que me importe mucho que me encuentre o no…en el infierno ellos tienen el hándicap, pero aquí…aquí soy más fuerte…- había sacado un arma que había comenzado a afilar, el demonio no había visto jamás un arma como esa, había escuchado de las mismas pero jamás había visto una, mas en cuanto su mirada se fijo en la hoja, supo que era un arma poderosa, un arma que podría matar a cualquier criatura

–sabes…yo jamás quise que esto fuera así…jamás quise tener que llegar a esto extremos- comenzó a decir mientras continuaba afilando su arma –pero no podían dejarme en paz ¿verdad?...tenían que comenzar a perseguirme…¡perseguirme! Enviar tras de mi a sus malditos cancerberos…- chispas saltaron del arma –y claro…ninguno de los dos verdaderos culpables se apareció jamás…- el demonio trago saliva cuando los ojos azules del ser se posaron en los propios, oscureciéndose un momento –yo no pedi ser lo que soy…¿sabes? Yo no pedi estar en medio- desvio la mirada de vuelta al arma y suspiro –pero…los hubiera no existen…y solo hay una forma en que puedo mantenerme oculto hasta que el momento llegue- se levanto y camino hacia el demonio preparando el arma –no…por favor…no…- el demonio se debatió aun mas, mientras el nudo en su estomago se formaba anunciando su propia perdición –lo siento…pero sabes demasiado- levanto el arma

–no!-

El grito resonó por un momento en la bodega, y se extinguió segundos después, la sangre baño el cuerpo y el suelo, mientras el ojiazul observaba el cuerpo humano que era el contenedor de ese demonio desplomarse, exhalo y guardo el arma mientras se daba la vuelta para salir de la bodega, un trueno resonó en el exterior, señales de que pronto estarían en ese sitio.


En algún sitio, cierto ángel esperaba sentado en la banca de un parque, miraba a los niños jugar pero su mente se encontraba muy lejos de ese sitio, se encontraba a kilómetros, pero no kilómetros en distancia, kilómetros en tiempo, hundido en los mares del recuerdo mientras repasaba una y otra vez los largos días y noches vividos años atrás, no recordando las batallas, no recordando las guerras, más bien recordando lo que sucedió en el entremedio de ellas, en esos espacios en los que no tenía que luchar, en los que solo se ocultaba en sitios donde sus congéneres no lo atraparan, ni a él, ni a ella.

–Con esa cara, cualquiera diría que estas durmiendo, Clearence- Castiel levanto el rostro apenas la escucho, para mirar el rostro de la mujer que se había parado frente a el, su envase era distinto, pero el podría reconocer esa voz donde fuera –hola Meg, tiempo sin vernos- fue lo único que dijo mientras se apartaba un poco para dejarle espacio a que se sentara, la demonio se situó junto al ángel y miro hacia los niños –lo saben…saben que logro cruzar el umbral…y no solo eso…- miro al ángel cuya expresión de eterna confusión no variaba, en todos esos años no había cambiado en lo mas mínimo –lo se Meg, puede abrir puertas por si mismo…aquí es más fuerte- Castiel miro a Meg directamente a los ojos, ambos compartían el mismo pensamiento, uno que no era fácil de afrontar –tenemos que encontrarlo Cass…antes que ellos…- el ángel asintió y volvió la vista de nuevo a los niños –necesitaremos ayuda…si el no desea que podamos rastrearlo…jamás lo encontraremos- la demonio asintió en silencio mientras se recargaba en el respaldo del asiento –ha pasado mucho tiempo, ¿crees que deseen ayudarnos?- Castiel no la miro, se hacia la misma pregunta –solo podremos saberlo de una forma…-

Meg asintió y se levanto acaricio un momento el cabello del ángel y sacudió la cabeza antes de soltarlo –estamos en un problema muy grande, Clearence, muy grande…- camino unos pasos para volver por donde vino.

Apenas segundos después, ambos habían desaparecido de ese lugar.


Dean dormía en la habitación que Sam había preparado para él, a pesar de que vivían a un par de estados de distancia, siempre tenían preparados lugares el uno para el otro. La noche transcurría tranquilamente, hasta que su sexto sentido de alerta se disparo, abrió los ojos cuando un aleteo resonó en su habitación y un frio aire recorrió su espalda, una sensación que no habia tenido desde…muchos años atrás. Con la mano en el cuchillo que guardo bajo la almohada se medio irguió en la cama, pero su agresión se volvió confusión cuando parado a unos pasos de distancia se encontró con una figura que hacia mucho no veía –Cass? Eres tu?- se sento en la cama y se froto los ojos –hola Dean…- fue lo único que respondió el ángel, como siempre hacia cuando se aparecía como lo acababa de hacer -por dios Cass…¿que haces aquí? Hace años que te perdimos la pista!- Castiel camino un poco por la habitación –lo se…pero necesito tu ayuda Dean, la tuya y la de Sam- el cazador miro al ángel aun más confuso, años sin verlo, sin saber de el, si tan siquiera estaba vivo o muerto y de pronto ¿se aparecía pidiendo su ayuda? –Cass…tienes idea de lo que dices? Hace años que no sabemos nada de ti y solo así quieres nuestra ayuda?!- el ángel exhalo y lo miro –Dean…esto es importante, la vida de muchas personas esta en riesgo…- Dean se enderezo en su sitio y lo miro con mas seriedad –de que se trata Cass?...demonios? mas jodidos ángeles asesinos?- Castiel negó con la cabeza –Nephilims, Dean…son Nephilims-


Bueno...esta es una idea que venia trabajando desde hace ya algún tiempo pero que no había tenido el valor de aterrizar...espero que disfruten la lectura de este nuevo fic. El capitulo dos saldrá en corto. Los saluda Ariakas deseándoles buenas noches.