Aquí estamos de nuevo con otra historia. Es parte de las peticiones de LenaHaleBlack…sis este es tu Lucius/Andromeda.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, ellos son de la imaginación de J.K. Rowling…lo que sí es mi parte de mi imaginación es toda la historia y los enredos que en ella se encuentren.
Nota: Esta historia está situada en un Mundo Alterno. Pero a Lucius Malfoy no lo cambia nadie . POV de Lucius Malfoy.
No recordar quien Soy, nunca podrá cambiar quien Fui…
Rutina…esa era la palabra que definía mi vida. Siempre hacia lo mismo, me levantaba, me enlistaba para ir al trabajo y tomaba un sorbo del café que me preparaban…siempre deprisa como si mi vida dependiera de ello y así era. Luego tomaba la limosina que me conducía hasta mi oficina, donde daba comienzo un día lleno de compromisos y reuniones. Ese era él, el gran empresario, el fundador de Malfoy's Enterprise, el más temido por sus empleados…Lucius Malfoy.
-Buenos días, Sr. Malfoy.- escucho a lo lejos que le decía una voz…siempre la misma voz todas las mañanas, pero la ignoraba no tenía tiempo para detenerme y ser cortes, de eso no viva sino de los compromisos que me aguardaban en su oficina.
Entra a su oficina y lo primero que vi era lo último que deseaba tener allí sentado frente a mi escritorio aguardando por mí.
-Severus.-dije arrastrando esa simple palabra, realmente no podía evitarlo. Severus Snape no era de confianza, pero su padre no opinaba igual, así que verlo en la oficina le producía náuseas y aseguraba que alguien iba a pagar muy caro el atrevimiento de ese hombre al estar en ese lugar.
-Lucius podrías disimular un poco o te podría dar un infarto y sabrás cuanto lamentaría que eso sucediera.-y pronuncio las palabras en el mismo tono.
Ya ubicado en su lugar y dedicándole una mirada de desprecio le dije:
-Al grano que no tengo tiempo como para perderlo charlando contigo como buenos amigos.-
-Hay ciertos problemas que…-
-Todo se discutirá en la junta de la próxima semana, así que ahora largo de mi oficina.-no tenía paciencia, al parecer Salazar se había olvidado ponerla en sus virtudes el día que lo creo.
Dirigiéndole una mirada asesina y sin mencionar ni una sola palabra salió de su oficina. No lo hizo por cobardía…no claro que no…simplemente no le convenía un duelo de palabras porque no sería el más favorecido.
Me relaje un poco y comencé a verificar la agenda. No estaba de humor eso era seguro y es en días como aquellos es cuando detestaba su vida, pero jamás se podría imaginar vivir sin hacer todo eso el resto de su vida. Sentir el poder que tengo sobre los demás es lo que me quita el estrés, mientras otros buscan un escape de sus problemas en el amor, yo lo busco en los negocios. Amor…que va quien lo necesita. Era viudo y no le importaba, la relación con Narcissa fue simplemente un gran arreglo. No necesitaba del amor para ser feliz.
Ya era casi la hora para el último compromiso de la noche, una cena con un cliente importante. Draco ya se encontraba en el lugar atendiéndolo…a veces creía que era para lo único bueno que servía su hijo, porque nunca ha sido bueno para los negocios…eso lo decepcionaba mucho.
Justo cuando voy abrir la puerta, la misma se me viene encima dándole un gran golpe que lo tumbo al suelo. Todo se volvía borroso y oscuro. A lo lejos se escuchaba una voz del hombre que más despreciaba… ¿Qué rayos así el allí? Además de esa voz podía distinguir la de su secretaria, que decía algo sobre una ambulancia…Pronto todo seso.
Varios días después…
Que horrible se sentí, era todo un asco. Me costaba abrir los ojos y cuando por fin logre hacerlo no sabía dónde me encontraba. ¿Qué rayos me ocurrió? Me encontraba en una cama enorme, con un pijama de seda. Su cabeza le daba vueltas y algo faltaba, algo no estaba bien. No le gustaba para nada esa habitación, era de lo más fría y…oscura.
No podía permanecer allí, así que se escaparía… ¿Pero a dónde? Él no sabía quién era, no le venía un nombre no veía nada familiar. Busco algo de ropa y nada de lo que vio le gusto, pero no tenía tiempo presentía que le harían daño si continuaba en ese lugar.
Cuando salió de la habitación descubrió que estaba en una mansión. Sintió escalofríos, eso era indicios de que no pertenecía a ese lugar. Ya estaba a mitad de escalera cuando una joven sirvienta -eso le pareció de acuerdo con su uniforme- se interpone en su camino.
-Sr. Usted no puede salir, son órdenes del joven Draco.-le dijo.
¿Sr., joven Draco? ¿Qué estaba sucediendo? Otra señal más para salir. Ya lo andaban confundiendo con otra persona y lo querían mantener encerrado.
-Déjeme salir, por favor…yo no sé de qué está hablando, pero yo me tengo ir de esta casa.- la voz me temblaba. No sé qué fue lo que dije ya que la cara que puso la joven es como si yo la estuviera maltratando. Aproveche el estado en que se encontraba la pobre chica y salí corriendo lo más rápido que pude.
Luego de largo tiempo corriendo me detuve por falta de aire. Mire instintivamente hacia atrás y nadie lo seguía al menos eso creía. Quizás esa chica…la sirvienta le diría a ese tal Draco que me escape y se encargarían de ir tras de mí. Ya recuperado camine sin rumbo…no sabía dónde estaba, ni tampoco sabía quién era. De pronto tropieza con una joven, tirándole todos sus paquetes al suelo.
-Disculpa...andaba distraído.-dije y rápidamente me arrodille a recogerle sus paquetes. Cuando logre ver su rostro era uno de sorpresa y algo de miedo. Sin embargo a mí me pareció el rostro más bello que había visto. Ella me los arrebato de las manos y se puso de pie enseguida. ¿Qué sucedía? ¿Por qué cada vez que quería ser amable ponían rostro de miedo?
-¿Cómo puede usted decir eso, Sr. Malfoy? La culpa es solo mía por andar de distraída.-me dijo la pobre chica con la voz temblorosa. ¿Por qué Sr. Malfoy? ¿Ese era yo? ¿Por qué si esa bella joven me conocía, yo no podía recordarla, además del miedo que parecía tenerme?
-Yo no soy ese Malfoy que usted dice señorita…yo en realidad no sé quién soy-
En el rosto de la joven volvió a brillar el asombro y luego dijo:
-¿Es acaso que usted luego del accidente perdió la memoria?-
-¿Accidente? Señorita si sabe usted quien soy por favor le ruego que me lo diga…-
Ella me miraba con tanta compasión y ternura que eso causaba que me gustara más esa joven desconocida. Estaba seguro que tenía que conocerla en su pasado, en su vida…una vida que no recordaba, pero que deseaba recuperar y pasarla junto a ella.
-No haga eso Sr., no me ruegue…con gusto yo le digo lo que usted necesite. Venga conmigo…-
Seguí a esa joven hasta donde sea que ella me llevara, porque si estaba con ella encontraría las respuesta de quien era en realidad.
Continuara…
Hasta aquí este primer capítulo de esta historia, que es diferente a todo lo anterior que había hecho. Para mi sus opiniones son muy importante LenaHaleBlack, espero tu opinión también. Continúo haciendo las peticiones, así que hasta la próxima.
~Tenchi~
