Hoy fue viernes de dos por uno, les dejé el capítulo #3 de Un destino que nos une y les traigo este nuevo proyecto que se llama Como arruinar una cita, es un fic de Humor /Amistad, espero que sea de su agrado y les guste. Es una historia corta solo de 4 capitulos al principio sería de uno pero me emocioné y resultaron 4 jajaja, bueno ya para finalizar pues estaré actualizando este fic juntos con su hermanita osea mi otra historia (Un destino que nos une) y sin más que decir les dejo el primer capitulo de esta cortita y simpática historia.
Se me olvidaba de nuevo, los personajes de digimon no me pertenecen son obra de Akiyoshi Hongo pero la historia es total producto de mi imaginación y del trauma de que Digimon no halla terminado en Mimato (aun no lo puedo superar) pero bueno ahora sí los dejo con el primer capitulo.
Como Arruinar una cita
Capítulo 1
¿Matt y Sora tienen una cita?
Era viernes por la mañana, caminaba por los pasillos de su escuela con ese aire tan despreocupado suyo, había terminado la segunda hora de clases, y había tenido que ir a la biblioteca por un libro que ocuparía para su siguiente clase, había olvidado leerlo pero el tenerlo en la mano le serviría de apoyo si al profesor se le ocurría preguntarle.
Dio un suspiro y sonrió, por fin era viernes, el último día de clases en la semana, bueno, al día siguiente tenía practica de futbol, pero eso no le incomodaba, la practica de futbol nunca la vio como una clase, sino más bien como un pasatiempo. Se detuvo al ver a sus dos mejores amigos bajando por las escaleras, ambos parecían disfrutar de la conversación y reían pero eso no le importó, después de todo Matt y Sora también eran muy buenos amigos así que era normal que se llevaran bien, y se divirtieran juntos.
Caminó hacia ellos con intensión de saludarlos y anexarse a su tan divertida platica pero las palabras del rubio lo detuvieron, al parecer Matt y Sora se verían mañana después de la clase de tenis de ella, para comer y la pelirroja aceptó complacida con una enorme sonrisa.
- Entonces te veo después de tu practica de tenis para ir a comer y hablamos.
- Sí, nos vemos mañana entonces.
Respondió la pelirroja con una sonrisa.
¿mañana? ¿después de la practica de tenis? ¿ir a comer? ¿los dos solos? ¿sin avisarle a él? Pero ¿Qué estaba pasando? Acaso Matt y Sora tenían una ¿Cita?
Sora se despidió de Matt y caminó en dirección contraria al chico, directo hacia Tai que al ver que Sora se encaminaba a su dirección se recargó en la pared y puso el libro abierto sobre su cara simulando que leía. Sora pasó al lado del moreno sin darse cuenta que el chico recargado sobre la pared era nada más y nada menos que su amigo Tai.
Tai observó a Sora que pasaba al lado de él sin darse cuenta de su presencia, la chica parecía contenta, tenía una enorme sonrisa en su rostro y tarareaba una de las canciones de la banda de Matt. Aquello no podía ser posible, Sora y Matt no podían tener una cita, no debían, pero la alegría en el rostro de su amiga decía todo lo contrario, se miraba contenta, tenía esa cara que ponen las chicas cuando están enamoradas y Sora no, ella no podía estar enamorada de Matt ¿o sí?
Bajó el libro una vez que vio a Sora lo suficientemente lejos para que lo viera, observó la silueta de la chica hasta que desapareció de su vista dando vuelta en unos de los pasillos. Tai sacudió su cabeza, de seguro estaba paranoico, Sora y Matt eran solo amigos y eso de ir a comer el sábado; bueno de seguro Sora le comentaría algo en la siguiente clase y lo invitaría, siempre era así, siempre salían los tres juntos, bueno los cuatro, desde que Mimi había regresado de New York se había vuelto muy unida a ellos así que lo más seguro era que pasaría eso, Sora y Matt habían planeado ir a comer y después los invitarían a ellos para ir los cuatro juntos.
La tercera clase de la mañana había terminado, Tai durante toda la clase había estado observando de reojo a su compañera de escritorio, Sora no le había mencionado nada sobre el sábado ¿Qué acaso no pensaba invitarlo? Miró salir a su profesor y Sora comenzó a guardar sus cosas, no parecía tener intenciones de decirle sobre la ida a comer, así que sería mejor que él le insinuara algo, porque lo más seguro era que se le había olvidado decirle.
- Sora ¿Qué te parece si salimos mañana?
Preguntó Tai de la nada haciendo que la chica volteara a verlo.
- Lo siento Tai, pero ya tengo planes para mañana.
- Ya veo… y ¿Qué clase de planes?
Sora pareció tensarse al oír la pregunta y comenzó a guardar sus cosas con mayor rapidez como si quisiera salir de ahí lo antes posible, ¿qué acaso no pensaba decirle que irían a comer?
- Nada importante, saldré con mi mamá de compras, pero podríamos salir otro día.
Sora se puso de pie dispuesta a irse, Tai la miró decepcionado, no solo no tenía planeado invitarlo a la comida de ella y Matt, sino que tampoco le había tenido la confianza para decírselo.
- Sí claro otro día será, además acabo de recordar que yo también tengo un compromiso mañana, que tonto soy.
Sora sonrió ante lo despistado de su amigo y rápidamente se despidió y salió de la clase prácticamente corriendo. Tai la observó marcharse, tomó molesto su mochila y comenzó a caminar hacia su siguiente clase, no podía creerlo, Matt y Sora iban a tener una cita, ahora sus sospechas estaban confirmadas y lo peor de todo es que Sora no le había tenido la confianza de decírselo y había preferido mentirle, y ni que decir de Matt, él conocía a la perfección los sentimientos de Tai hacia Sora y aun así se había atrevido a invitarla a una cita ¿Qué clase de amigo era? Pero las cosas no se iban a quedar así, eso si que no, él se iba a encargar de que esa cita fuera un desastre y que sus dos amigos se arrepintieran de no haberlo invitado, claro que necesitaría ayuda para eso, y para suerte suya conocía a la persona perfecta para ayudarlo.
La cuarta hora había llegado a su fin, apenas y había salido su maestro él se había lanzado corriendo hacia los segundos años, más específicamente al 2do A.
Abrió la puerta del salón y buscó a alguien con la mirada, hasta que la encontró, ahí estaba ella, peleando con Izzy porque como siempre el pelirrojo le ponía más atención a su computadora que a ella, pero para suerte de Izzy su salvador había llegado, Tai se encargaría de domar a la fiera de Mimi distrayéndola con algo más entretenido mientras que el pelirrojo podría seguir tranquilamente con lo que estaba haciendo en su computadora sin tener que escuchar a Mimi gritándole en el oído por ignorarla.
- ¡Izzy te estoy hablando! ¿Por qué nunca me escuchas?
Protestó la castaña mirando con furia a su amigo que no despegaba su vista de la pantalla de su computadora.
- Y te estoy escuchando, no es necesario que me grites.
- Si me estás escuchando ¿Entonces porque no me contestas? Haber dime que es lo que te dije.
Izzy no respondió nuevamente había dejado de escuchar a Mimi poniéndole más atención al programa en su pantalla que a su amiga.
Mimi estaba apunto de perder la paciencia, Izzy nuevamente se había quedado ido viendo quien sabe que cosa en su computadora, comenzó a mover el pie en señal de desesperación y sintió como una vena comenzaba a palpitar en su sien, ¿por qué Izzy siempre la ignoraba?
- ¡Izzy te estoy hablando!
Gritó molesta Mimi, haciendo que más de uno en su salón se tapara los oídos por la intensidad del grito.
- Y te estoy escuchando.
- Entonces contéstame.
Izzy no sabía que decirle, la verdad no recordaba que le había preguntado la chica, pero si le decía eso a Mimi de seguro explotaría y terminaría gritándole de nuevo, ¿por qué Mimi no podía entender que a él no le interesaba saber cual era el color de moda en esa temporada? Él solo quería paz para poder trabajar pero al parecer la castaña no lo entendía.
Estaba a punto de decirle que no recordaba su pregunta cuando Tai llegó como caído del cielo, para salvarlo de otro reproche por parte de su castaña amiga.
- Mimi justo a la persona que estaba buscando.
Dijo Tai con una sonrisa en sus labios. Mimi se giró a ver a su amigo olvidando por completo su discusión con Izzy y fijando su atención en su amigo de ojos color chocolate.
- Hola Tai ¿Qué pasa? ¿Qué te trae por aquí?
- Quería hablar contigo de algo que estoy seguro te va a interesar.
Los dos llegaron hasta unos de los pequeños balcones localizados en los pasillos del tercer piso para que los jóvenes pudieran salir a tomar un poco de aire sin tener que ir hasta el patio. Mimi se recargó en el barandal del pequeño balcón y miró atenta a Tai, algo muy importante debía de haber sucedido para que él quisiera hablar con ella a solas.
- Y bien ¿Qué es lo que pasa?
Peguntó Mimi un tanto ansiosa.
- Lo que pasa es que descubrí que Matt y Sora tienen una cita mañana.
Dijo con pesar Tai recargando sus manos al barandal para después dirigir su vista a su amiga que se miraba impactada por la noticia.
Mimi no daba crédito a lo que sus oídos oían ¿Matt y Sora en una cita? Eso no podía ser cierto, Sora nunca le haría algo así, ella conocía lo que Mimi sentía por el rubio, así que Sora no podría haber aceptado una cita por parte de Matt, Tai debía estar confundido.
- ¿Qué dices? ¿Matt y Sora en una cita? Eso no puede ser.
- Pues lo es.
Contestó Tai recargándose en el barandal al igual que Mimi y cruzándose de brazos.
- ¿Cómo sabes?
- Yo mismo los oí hablar, Matt le decía a Sora que mañana la vería para comer y hablar después de la practica de tenis de Sora.
- Bueno, tal vez te estas adelantando y ellos también piensan invitarnos a nosotros.
Tai negó con la cabeza, haciendo que el rostro de Mimi se tornara serio y preocupado, Tai parecía estar demasiado convencido de sus palabras.
- No piensan hacerlo.
- ¿Por qué dices eso? Talvez…
- Hablé con Sora esta mañana, y le hice una leve insinuación de salir el sábado pero me dijo que ya tenía planes y me mintió diciendo que saldría con su mamá, ellos tienen una cita eso es seguro ¿Por qué otra razón me mentiría Sora?
Mimi mordió sus labios en señal de desesperación y de no saber que hacer. No, no, no aquello no podría ser verdad, pero por lo que le había contado Tai parecía que aquello si era muy real.
- Por eso vine a buscarte, te propongo que tú y yo arruinemos esa cita.
- ¿Qué?
Mimi miró alterada a su amigo, ella tampoco estaba muy conforme con esa cita, pero tampoco consideraba que fuera asunto suyo el meterse en la vida de sus dos amigos, por más que le doliera, además debía de haber un malentendido, su cabeza le seguía insistiendo que Sora no podría salir con Matt en plan romántico conociendo los sentimientos de ella hacia el rubio.
- ¿Estas loco Tai? Nosotros no podemos meternos, no es asunto nuestro, además no creo que Sora y Matt tengan una cita, debe de haber un error.
- No lo hay, yo mismo oí a Matt decirle a Sora que se verían este sábado y que irían a comer, en mi opinión eso es una cita.
- Pero…
- Además Sora me mintió. ¿Por qué razón lo haría? Yo te diré porque, porque no quiere que me entere de su cita con Matt.
- Aun así no creo que sea asunto nuestro.
- ¡Claro que lo es Mimi! ¡Nos traicionaron! ¡Nos dejaron fuera!
Gritó Tai molesto, le desesperaba que Mimi no le creyera y más aun que no estuviera dispuesta a ayudarlo cuando él había depositado todas sus esperanzas en ella.
- Tai tranquilízate, te entiendo, estas molesto porque Matt y Sora van a salir sin nosotros y que te duele porque tú estas interesado en Sora, pero ¿yo que tengo que ver?
- Vamos Mimi, no me creas tan despistado, sé que te gusta Matt, además no lo hago por Sora, ella es solo mi amiga, lo hago porque es una traición a nuestra amistad, se supone que siempre salimos los cuatro y si alguno pretende salir en plan romántico mínimo deberían avisar ¿no crees?
- En primera a mi no me gusta Matt, y en segundo no te voy ayudar porque no creo que eso sea de nuestra incumbencia, además de que dudo que Sora y Matt tengan una cita.
- ¿Por qué no me crees Mimi? Te estoy diciendo que lo oí con mis propios oídos.
- Lo siento Tai pero me niego a aceptarlo.
- Esta bien, no me ayudes lo haré yo solo, pero después no vengas a mi llorando porque Matt y Sora se hicieron novios.
Tai se retiró molesto, ahora que no contaba con la ayuda de Mimi las cosas se le harían más difíciles, pero eso no estropearía sus planes el arruinaría esa cita con o sin ayuda de Mimi.
Mimi vio a Tai alejarse, realmente no estaba convencida de que Matt y Sora fueran a tener una cita pero, la seguridad con que lo afirmaba Tai la hacía dudar y estaba empezando a tener miedo de que aquello fuera real.
La clase de deportes había terminado y Mimi se encontraba en los vestidores, guardando su uniforme deportivo puesto que ya se había puesto el de diario. Suspiró resignada, por culpa de Tai ese día le había ido pésimo en su clase de deportes, no solo le habían dado dos balonazos sino que también al momento de dar las piruetas que le había pedido su profesor se había tropezado cayendo de narices al suelo, todo por estar pensando en la dichosa cita de Matt y Sora.
Volvió a suspirar resignada mientras acomodaba sus cosas en su casillero, cuando escuchó como entraban varias chicas al vestidor, seguramente eran las que seguían en clase de deportes, no le dio importancia y siguió guardando sus cosas hasta que una de las chicas a su lado comenzó hablar emocionada.
- ¿Ya se enteraron de la nueva?
- No, ¿qué pasó?
Preguntó otra emocionada.
- Pues que Takenouchi tendrá una cita con el guapísimo de Ishida.
- ¡Queee!
Gritaron a la par emocionadas las cinco chicas que se encontraban en el lugar además de Mimi.
-¿Enserio? ¿Cómo lo sabes?
Preguntó una tercera chica.
- Yo misma los oí hablar cuando bajaban de las escaleras, quedaron de verse el sábado cuando Takenouchi saliera de su clase de tenis
- ¡Qué envidia me da Takenouchi!
- Pero ya era de esperarse ella es la única amiga mujer de Ishida, además de la otra chica de segundo.
- Sí, pero Takenouchi tiene ventaja ella comparte clases con él y la otra chica no.
Mimi sentía como la sangre le hervía, no lo podía creer Tai tenía razón, ¡Matt y Sora tendrían una cita!
Se oyó como la puerta del vestidor se abría dejando entrar a otra persona que captó por completo la atención de las cinco chicas que corrieron a encontrarse con la persona que acababa de entrar.
- ¡Takenouchi! ¡Cuéntanoslos todo!
- eh? Pero ¿De que hablan?
Preguntó una ingenua Sora que se vio acorralada por varias compañeras de su clase sin darse cuenta que unos casilleros más atrás se encontraba su mejor amiga oyendo todo.
- No te hagas la desentendida Takenouchi, ya sabemos que saldrás con Ishida mañana a comer.
- Ah! Era eso, bueno si saldremos a comer pero…
Sora no pudo continuar con lo que iba a decir ya que el cuarto se vio inundado por los gritos de emoción de sus compañeras de clase que la jalaron y prácticamente la arrastraron fuera del vestidor exigiéndole a la pelirroja que les contara con lujo de detalles sobre su cita con Matt.
Mimi cerró furiosa la puerta de su casillero, no lo podía creer Sora lo había admitido ella tenía una cita con Matt y no le había dicho nada a ella que era su mejor amiga, y que Sora sabía a la perfección tenía sentimientos por Matt. Tai tenía razón, eso era alta traición y las cosas no se iban a quedar así, eso era la guerra.
Había salido temprano de su clase de geografía y había decidido esperar a Sora sentada en las bancas mientras la pelirroja al igual que varios de sus compañeros daba vueltas a la pista de carreras de la escuela.
Observó a su amiga que corría acompañada de una de las chicas que había visto en el vestidor, ambas hablaban con una amplia sonrisa, ¿De que estarían hablando? ¿De la cita que Sora tenía con Matt? Mimi cerró los ojos deseando que aquellos rumores no fueran ciertos, pero ya se estaba llegando a convencer de que lo que Tai le había dicho era cierto, y su mejor amiga le estaba dando la puñalada por la espalda, claro que una parte de ella se negaba a creerlo y por eso estaba ahí, esperando que la clase de deportes terminara para darle una última oportunidad a Sora de confesar, pero sino era así, entonces habría guerra.
Abrió los ojos nuevamente y vio como ya había terminado la clase de deportes y los chicos se dispersaban con su toalla para el sudor y una botella de agua en mano. Sora caminó hasta ella con una amplia sonrisa y Mimi no pudo hacer otra cosa que sonreír de igual manera, esperó hasta que la pelirroja llegara y se sentara a su lado al mismo tiempo que bebía de su botella de agua.
- Hola Mimi ¿Qué haces aquí?
- Vine a invitarte a salir el sábado, quiero ir a comprarme un hermoso vestido que vi el otro día y quería que me acompañaras.
Dijo Mimi emocionada, pero a la vez analizando cada gesto en el rostro de su amiga que se torno serio y tenso al oír la propuesta de la castaña.
- ¿Este sábado?
- Sí.
- Lo siento Mimi pero no puedo ya tengo planes, saldré con mi mamá, pero que te parece si vamos el siguiente sábado.
¡Bruja! En realidad tenía una cita con Matt y tenía el descaró de mentirle y aun así hacerse llamar su mejor amiga, pero esa se la pagaría, ahora sí la guerra estaba declarada.
- Sí claro no te preocupes será en otra ocasión. Bueno tengo que irme nos vemos luego Sora, tengo clase y no quiero llegar tarde.
Mimi se levantó y se alejó de su amiga lo antes posible, era una desgraciada, una maldita, mil veces maldita ¿Cómo se atrevía hacerle eso cuando sabía lo que ella sentía por Matt? Y aun así se había hecho llamar su mejor amiga, una hipócrita era lo que era, no había palabra más perfecta para describir a Sora Takenouchi, pero las cosas no se iban a quedar así, Sora se las pagaría, y se arrepentiría de haberla traicionado.
Ahí lo tenía frente a él como si nada hubiera pasado, platicaba con él de algo, pera la verdad es que no prestaba atención a ninguna de las palabras del rubio, estaba demasiado ocupado maldiciéndolo interiormente, que sus palabras le importaban un comino. Tai apretó sus puños con fuerza, estaba haciendo lo posible por no irse sobre el traidor y molerlo a golpes, aunque esperen, esa no era tan mala idea, si se lanzaba sobre Matt ahorita y lo dejaba bastante herido como para mandarlo al hospital, Matt ya no podría ir a su cita con Sora.
Una sonrisa malvada se dibujó en el rostro de Tai al pensar en su ingenioso plan, esa era la respuesta para todos sus problemas, golpearía al traidor ese tanto que tendría que cancelar su cita con Sora.
Estaba a punto de lanzarse sobre Matt cuando una voz femenina muy conocida por ambos lo llamó captando la atención de los dos chicos. Tai y Matt voltearon a donde provenía la voz y vieron a la dueña acercarse con esa sonrisa en su rostro tan característica de ella.
Mimi caminó hasta Tai y lo tomó del brazo diciendo que tenía que hablar con él, y se lo llevó no sin antes dirigirle una mirada asesina al rubio para después voltearle la cara con indignación a Matt e irse con Tai tomado del brazo.
Este gesto de la castaña no pasó desapercibido por Matt que se quedó extrañado por el comportamiento de la chica hacía él, miró como ella y Tai se alejaban hasta salir del salón, pensó en ir y pedirle una explicación a la chica pero para cuando reaccionó ella y Tai ya habían desaparecido de su vista.
Mimi llevó a Tai hasta uno de los pasillos de la escuela lejos del salón donde estaba el moreno, lo soltó del brazo y se recargó en la ventana cruzando sus brazos para después dirigir su mirada a su amigo que se miraba un poco confundido.
- ¿Qué pasa Mimi?
- ¿Sigue en pie tu oferta?
Tai sonrió ampliamente al oír la pregunta de la chica, al parecer si tendría aliados y eso le facilitaría las cosas.
Tai: Por supuesto que sí.
Mimi: Entonces hagámoslo.
Continuara…
Siguiente capítulo: La cita - Publicación: Viernes 15 de abril del 2011
Mimato196
1 de marzo del 2011
