I - All Alone

Los pasos rápidos en el bosque resonaron como las hojas de los árboles se movieron y el sonido del aire contra el agua del río sonaban esa noche fría de Agosto.

Una mujer de capa y capucha negra corría sujetando algo en sus brazos, un boyo de frazadas.

Ella corrió con todas sus fuerzas, tropezando levemente con las raíces sobresaliente de esos árboles algo desnudos. No importaba qué, solo quería correr.

Cansada, respiró y se apoyo en un árbol negro, gimió entre dientes y miró hacia delante, [Estoy cerca. Un poco más. Solo un poco...] Se dijo a sí misma, animándose.

Se levantó mirando las frazadas y corrió ligeramente hasta un silo en medio de la nada, ahí se apuró en entrar y dejar las frazadas; se toco el cuello que ni saliva podía tener todavía y se arrancó un collar con un llamativo dije, lo puso enzima pero antes de retirarse de ahí, toco las frazadas llorando y se fue.

Pocos segundos después, se sintió un alarido mezclado de un rugido, así, nadie se daba cuenta del leve llanto ocurrente de ese silo.

Slenderman se abrió paso teletransportandose de un lado al otro entre los árboles, miro todo con inexpresividad mientras se limpió el traje y dio pasos hasta llegar al silo, ahí, metió medio cuerpo y miró las frazadas donde el llanto de un bebé sentía.

Sus largas garras blancas levantaron las frazadas con tranquilidad y firmeza, las apartó una por una mirando el collar enroscado entre las frazadas y como una beba de no apenas unas semanas, chillaba con sus ojos cerrados y agitaba sus pequeñas manitas.

Slenderman salió del silo, miró a todos lados y se metió en las penumbras meciendo a la niña.

Ni más ni menos, caminó un largo sendero, tarareando una canción que resonó como un eco agudo y con estática leve, haciendo dormir a esa niña, que después de todo...

Se convirtió en su pequeña Princesa