¡Holas! ^_^
Aquí estoy de nuevo con un fiction. Aclaro que es AU [No tan original como el anterior.] Y puede que los personajes estén un poco salidos de contexto.
Además de AU, yo creo que es bastante raro. Así que antes de lapidarme, tómense un tiempo para leer.
Advertencias: NO soy periodista, NUNCA estuve en Tokio, y JAMÁS los personajes serán míos.
¡Ahora si vamos al capítulo!
La columna
Primera parte; Buscando una historia
¡Maldición!- susurre al tiempo que entraba al Café.
Hacia apenas media hora, mi vida como periodista estaba resuelta. Tenía un trabajo redituable en un buen periódico, con su lugar en el mercado. ¡Pero no! Malditas vueltas de la vida, tenía que aburrirme y querer buscar un desafío. Y allí estaba; con una modesta columna en un desconocido diario nuevo.
Me desplome sobre el único taburete libre de la barra y llame:
Tráeme lo de siempre, Ken.-
El hombre que atendía la barra hizo un gesto afirmativo con la cabeza y se dio vuelta.
¿Y de dónde demonios...?- me pregunte en voz alta.
Señorita.- dijo, de pronto, un tipo de ojos azules, tomándome de la mano.- No le gustaría tener un hermoso hijo conmig... -
¡Zarpado!- le grite al tiempo que le plantaba una bofetada.
Discúlpelo, yo me encargo.- dijo otro hombre, de cabello tan rubio que daba la impresión de ser plateado.- ¡Eres un hentai, Miroku!-
Golpe en la cabeza.
Pero esta encantadora señorita no opina lo mismo T_T.- hizo notar el tal Miroku, fregándose la cabeza.
El otro me miro con ojos de un increíble color miel y dijo:
¡Ah! Lo siento, no la entendí.- se disculpo.
¡Por supuesto que estoy enfadada con él!- casi grite.
Él me miro con una expresión que era de cortes ignorancia.
Eso era compresible. A pesar de llevar bastante tiempo viviendo en Tokio, me resultaba imposible dejar de hablar el lunfardo argentino.
Disculpe señorita.- empezó el tipo morocho, es decir Miroku.
Sheila.- lo corregí.
Sheila... - rectifico Miroku.- Disculpe la molestia que le cause. ¿Aceptaría un trago como compensación?-
Su amigo, Inuyasha, lo golpeo en la espalda, antes de reclamarle:
No vayas a pretender seducirla con tus maniobras habituales, libidinoso.-
"¡Uhh!" Pense. "Este debe de ser de esos tipos que buscan mujeres en los bares, para relaciones de una noche. Conmigo esta muerto el idiota."
En realidad me vendría mejor una historia de vida.- conteste sin pensar.
Nosotros teníamos una vida.- dijo el otro sujeto, el rubio. Al tiempo que se bajaba [Tragaba, bebía.] Una copa de coñac como sí tal cosa.
"¡Demonios!" Me dije. "Lo que me faltaba... una confesión de borrachos."
Quizás te sirva.- dijo de repente Miroku.
Yo asentí levemente y, al desgano, saque del bolso una grabadora. Deje el café al un lado y la encendí.
Lo que viene a continuación es lo que oí de Miroku e Inuyasha en un Café de Tokio. A pesar de estar un poco pasados de copas. (Tenían una resistencia asombrosa.) El relato es concordante y verosímil.
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Buenos días, señoritas.- saludo alegremente un Miroku despreocupado, de unos 25 años apenas. Beso la mano de las dos chicas que se le cruzaron y les guiño el ojo con complicidad.
Las dos mujeres rieron con ganas, bastante sonrojadas. Le sonrieron, inclinando la cabeza, y siguieron camino hacia el archivo.
Miroku las contemplo mientras se alejaban. [Imaginen que miraba ¬_¬.]
Luego se encamino hacia la pared externa del cubículo más cercano; y grito, para hacerse oír por encima del bullicio general.
¡Inuyasha! ¡Necesito que me ayudes!- grito, encaramándose en la pared.
Su amigo levanto la vista, clavándole una fría mirada color miel.
Inuyasha habían ingresado a la empresa apenas una semana antes que Miroku. Tenía la misma edad que el otro. Le faltaba un año para terminar su carrera de contaduría y tenía un puesto bastante bueno en el que controlaba marketing y financias. Era bastante guapo. Pero muy callado y reservado. A pesar de que la mitad de las mujeres de su curso se morían por salir con él, Inuyasha no las tomaba en cuenta. Por la oficina circulaban los más despiadados y absurdos rumores. Pero al chico parecía no afectarlo todo aquello.
Señora Kaede, la llamare más tarde... Si hay algo un poco urgente... No, no es nada grave... Sí, adiós.-
Inuyasha colgó el teléfono y fijo la vista en su compañero.
Si es dinero para una de tus nuevas amigas... - se atajo el chico.
Me decepcionas, Inu T_T- dijo falsamente triste Miroku.- ¿Cómo se te ocurre que yo...?-
En primer lugar, en horabuena no me pides dinero ¬_¬u. Y en segundo lugar, sabes que detesto que me digan Inu.- dijo entre dientes el joven.
No todo el mundo.- señalo con picardía Miroku.
Al minuto siguiente lamento haberlo dicho. Inuyasha tiro del cuello de su camisa hasta casi dejarlo a horcajadas de la pared.
Desde el día que Miroku había tomado su puesto como mensajero en aquella empresa, el mismo día que decidió a toda costa ganarse la amistad del joven contador, se dio cuenta que había alguien en el pasado de Inuyasha. Una de las versiones más cuerdas de la oficina, era que Inuyasha había sido herido por una mujer. Y a partir de ese momento se había vuelto huraño y reservado.
El reciente mensajero se dio cuenta inmediatamente que eso era, en parte, mentira. Era cierto que había "una" en el pasado de su compañero. Lo que realmente dudaba, era que ella lo hubiera dañado.
Incluso una vez que dejo entrever cierto desprecio por la chica, Inuyasha lo agarro de forma similar del cuello y le mando que cerrara la boca antes de hablar de ella.
Discúlpame, amigo.- dijo nervioso el otro, tratando de safarse.- Suéltame.- pidió.
De acuerdo.- accedió Inuyasha, lo soltó con brusquedad y Miroku cayo tratando de hacer pie, con dificultad.
Retomo la compostura y paso al cubículo del rubio.
Inuyasha cerro rápidamente su agenda, donde estaba viendo algo, y se puso de codos sobre ella.
¿Qué quieres?- silabeo.
Necesito que me ayudes con una chica.- susurro Miroku.
El otro lo miro incrédulo.
¿Tú? ¿Ayuda con una chica? ¿Don Juan Miroku, seductor irresistible, nombrado dos veces el hombre más sexy de la oficina, a pesar de que llevas solo medio años aquí? ¿Tú, necesitar ayuda?- [Aclaro que Miroku no me gusta U_U.] [¡Prefiero a Sessh- chan *_*] Inuyasha sofoco una carcajada.
¿Me vas a ayudar o no?- repitió, serio, Miroku.
Su amigo se recupero del ataque de hilaridad, y se enjugo una lágrima.
De acuerdo. Pero no iré a hacer de maníaco acosador para que tu quedes como héroe... - advirtió, volviendosé serio.
No tenía eso en mente.-
¿Y qué?- dijo, dudando, Inuyasha abrió su agenda y sacó un lápiz.
El hombre dio vuelta una hoja y una foto se deslizo de entre ellas.
En ella se veía a un pequeño Inuyasha, con cara de fastidio, y aferrada de su cuello, estaba una pequeña niña. No deberían tener más de siete años.
Al ver que su compañero la observaba, el otro se agacho y la recogió rápidamente.
No preguntaré.- se atajo Miroku.
Más te vale.- le gruño Inuyasha.- ¿Qué sugieres que haga?-
Uhmm... - dudo su amigo.- No lo sé, puedes ir y hablar con ella. Y comentarle como al descuido lo bueno que soy... -
Inuyasha puso los ojos en blanco, gruño y, finalmente, accedió.
Así que, a las cinco de la tarde, Inuyasha se encontró camino a cumplir su misión.
La chica trabajaba en la recepción, hacía solo dos días. Eso suponía una ventaja y desventaja. Por un lado, trabajando en el puesto en que trabajaba, manejaba mucha información referente al personal. Pero, por otro, aún no se había podido enterar de muchas cosas negativas sobre Miroku.
Buenas tardes.- saludo el chico, entablando conversación con ella.- Busco a Miroku, el mensajero.-
La chica lo miro de arriba abajo. Realmente era bonita. Tenía el cabello castaño con tonos rojizos y ojos marrones brillantes. Llevaba un vestido corto rosa fucsia y un pañuelo azul de seda en el cuello. Sus párpados estaban coloreados por una sombra rosada.
Sus ojos se abrieron desmesuradamente.
No puede ser... - susurró.- Ella enloquecerá cuando se entere... - lo miro con un leve matiz de esperanza. - ¿Inuyasha?-
El chico asintió, confundido. Preguntandosé de donde se podrían conocer.
¡Sigues siendo igual de cabeza dura!- grito, riendo la chica.- ¿No me recuerdas?-
El de ojos miel miro detenidamente a la mujer, intentando identificarla. Había algo en su rostro, unos rasgos parecidos a... Ella. Entonces solo podía ser...
¡Sango!- contestó al fin.- ¡Sango Muramoki!-
Hasta que lo recordaste.- le reprocho Sango.
Mientras tanto, Miroku se había acercado. Miro un poco extrañado a Inuyasha, con sorpresa.
Ah, sí.- dijo inmediatamente el otro, presentándolo.- Este es mi amigo Miroku. Miroku, ella es Sango una vieja amiga.-
Y tú que decías que no tenías "amigas"- dijo pícaramente Miroku.
Golpe en la cabeza.
En realidad.- señalo con seriedad la recepcionista.- Soy prima de una amiga de Inuyasha.- luego se volvió al mencionado.- ¿Sabes? Tengo una sorpresa para ti, espérate un momento.- dijo emocionada. Marco con una mano temblorosa un interno y espero.
Sí... ¡Ya sé que estas ocupada!... Por supuesto que vale la pena... Te vas a desmayar... Tu solo ven.- corto el teléfono y le sonrío a Inuyasha. - Solo un poco más.- le guiño el ojo y se volteó a hablar con Miroku, quién, olvidado totalmente de su amigo, le respondía con comentarios... muy de su estilo.
Al rato, el contador empezó a aburrirse. Y estaba por irse cuando una voz a su espalda lo hizo detenerse.
Vine lo más rápido que pude, Sango.- decía otra mujer, sonaba agitada. Luego callo, observando la compañía de su prima.
Oh Kami.- susurro, la voz le tembló ligeramente.- ¿Inu... Yasha?-
El corazón le retumbo en el pecho al chico. Se dio vuelta lentamente.
Una mujer de cabello ébano por debajo de los hombros lo miro igual de sorprendida.
No puede ser cierto.- susurro Inuyasha.
¡Me encontraste!- exclamo la chica, y se le colgó del cuello.- ¡Lo hiciste Inuyasha!-
Tú eres... - dijo de pronto Miroku, reconociéndola.- ¡Tú eres la niña de la foto!
Kagóme Higurasyi sonrío de forma maliciosa e increpo a Inuyasha:
¿Aún la guardas...?-
CONTINUARA
Sé que esta horrible. [En realidad no tenía ni idea de cómo empezar con esto.] Así que antes de enviarme bombas, esperen al segundo capítulo.
[Pues sí, para su desgracia hay más.]
Aprovecho este momento de caradurez máxima. [Único en mi vida, seguramente.] Para decir que publique un fiction de Harry Potter. [Y darles un poco de consuelo. No son a los únicos que torturo U_U] "El regalo" Desde ya, digo que tiene un poco Malf/Herm. [A pesar de que detesto esa pareja.]
Si quieren dejar "Rewiens de lectores", yo más que encantada. Solo apreten ese botoncito de allá abajo.
