Hola! Con este capítulo inicia una serie de historias cortas inspiradas en algunas canciones que me gustan mucho, el primero llamado "Divina tú" basada en una canción del mismo nombre del cantautor mexicano Carlos Macias les invito a escucharla mientras leen (el lin : / youtu . be / 8QDXUFSvdBM sólo quiten los espacios) Espero que sea de su agrado.
Aclaración: Todo lo relacionado al mundo de Harry Potter pertenece a J.K. Rowling.
DIVINA TÚ.
Es tu voz mi canción
más amada y es que tú,
cuando Dios me mandó algún milagro
fuiste tú.
Sintió el vacío del lado izquierdo de la cama incluso antes de abrir los ojos, la luz del sol se colaba por los ventanales, abrió los ojos y enfocó la mirada para buscarla por la habitación y la vio de pie en el balcón vistiendo solo su camisa blanca.
La observó en silencio, su cabello suelto con sus rizos ondeando desordenados por el viento matutino, sus ojos fijos en el horizonte con una media sonrisa dibujada en sus labios, sus suaves labios que conocía tan bien, los que le decían cada noche cuanto lo amaba, que recorrían su espalda despertando cada nervio de su piel, sus blancos dientes un poco más grandes que los de la mayoría, que mordían para dar paso a su lengua, esa que acariciaba la suya en cada beso.
Se llevó a los labios la taza que sostenía con sus manos, morenas y pequeñas, las sabía suaves, aquellos dedos que recorrían su cuerpo como una experta, aquel tacto que le reconfortaba aunque los momentos fueran malos, sus dedos que se amoldaban a los suyos como si hubieran sido creados exclusivamente para ese fin. Su pecho que subía y bajaba en cada respiración, aquellos suaves pechos de tamaño ideal para ser acariciados y besados, aquel pecho donde hundía su rostro cada noche escuchando el latido de su corazón que le decía que estaba vivo, que todo era real, cuanta veces había encontrado refugio en él antes de ser rodeado por sus delicados brazos. Siguió el recorrido por su vientre recordando cada beso depositado ahí hasta sus caderas, bajando por sus piernas que se enredaban cada noche en su cuerpo y lo llevaban al éxtasis.
Cada centímetro de aquella mujer era un sueño, era el faro que lo había sacado de la oscuridad donde se había hundido. Apareciendo en el momento exacto cuando más la necesitaba, quien con su ternura y comprensión había curado sus heridas, quien lo había acompañado en el camino del perdón, que lo abrazaba cuando las pesadillas regresaban y le llenaba de besos hasta tranquilizarlo.
No podía estar más que agradecido, porqué a pesar de los errores que había cometido le habían otorgado el mejor de los milagros, porque alguien había puesto en su camino una mujer tan inteligente, fuerte, amorosa y divina como ella.
Caminó al balcón, la envolvió con sus brazos y depositó un dulce beso en su cuello.
—Buenos días —aspiró el dulce aroma a vainilla de su cabello— ¿Te he dicho lo mucho que te amo?
— Como mil veces Draco— la castaña giró hasta quedar frente a frente, acarició su mejilla sin dejar de sonreír.
—Eres un milagro en mi vida Hermione ¿te lo he dicho?
Sin esperar una respuesta depositó un beso en sus labios y acarició el vientre donde crecía el segundo milagro en su vida.
Serán historias cortas sin relación entre ellas. Aunque dije que no me salía escribir últimamente me siento feliz haciéndolo, y aunque no hayan muchos comentarios seguiré por el gusto de escribir. Un beso y muchas gracias a los que leen.
