Hola¿que tal?, espero que estén bien. Yo aquí estoy muy contento por que al fin me liberé de la presión de estudiar para examenes y ya puedo relajarme un poco...al menos hasta que den calificaciones. Pues aquí me tienen nuevamente con otra de mis locuras, no tengo idea de donde se me habrá osurrido esto pero bueno, espero que les guste.

El Tigre: Las Aventuras de Manny Rivera es propiedad de Sandra Equihua y Jorge R. Gutiérrez

El Organillero

Capítulo 1: Ciudad Milagro, años atrás

Las clases por fin habían terminado en la escuela Leone y todos los niños regresaban alegremente a sus hogares. Todos conversaban sobre nuevos juegos que podrían hacer y sobre sus sueños y metas para cuando crecieran. Cada uno con una meta distinta, algunos tenían metas normales como las del joven Chakal, hijo del actual sub-director de la escuela. Sin embargo la mayoría de los niños soñaba con las típicas aventuras fantasiosas de cualquier persona de su edad, como la de volar por el espacio, combatir la delincuencia y proteger la Ciudad.

Si, solo sueños para muchos de ellos, claro está que como en todo existía una pequeña minoría para la cual ser valerosos súper héroes no era una fantasía. Algunos de los niños habían heredado ciertas habilidades y poderes especiales, los cuales constantemente usaban para divertirse, pero mientras crecían se daban cuenta de que no solamente debían usarlos para eso. Mientras todos se preocupaban por encontrar una profesión, los niños que eran "especiales" solo tenían una difícil decisión que tomar. Podían utilizar sus poderes para el bien, pero también para el mal.

Unos se decidían por el lado oscuro y creaban sus identidades de villanos como la niña Aves, mejor conocida como Buitrila, El niño genio conocido como Dr. Chipotle y el grandulón de la escuela apodado El Oso gracias a su corpulencia y al gran número de cabellos que cubrían su cuerpo. Por supuesto que no todos optaban por dedicarse al mal, unos preferían ser buenos y seguir sus ambiciones de proteger la ciudad de los otros niños, entre estos estaban El Séptimo Samurai y el Titán de Titanio.

En cuestión de días todos los niños ya se habían decidido, excepto uno. El pequeño Rodolfo Rivera, quien la tensión lo atormentaba día y noche. Resulta que en el fondo a Rodolfo le parecía mejor ser bueno y seguir a sus amigos, pero no era tan fácil. El padre de Rodolfo simepre trataba de convencerlo para que se volviera malvado y fuera como el, el legendario y perverso súper villano "Puma Loco". El niño odiaba esa situación, no era justo que alguien de su edad fuera sometido a esa presión de seguir su sueño o de complacer a su padre, solo deseaba que todo saliera bien y si de algo pensaba estar seguro era de que el nunca pondría a sus hijos en una situación semejante.

Rodolfo tenía una amiga llamada María con quien siempre se metía en problemas poniendo a sus padres más nerviosos de la cuenta, especialmente al padre de su compañero Chakal. Los padres de María siempre decían que Rodolfo no era una buena influencia para ella y precisamente por eso trataban de alejarlos de cualquier modo, además de que el hecho de que el padre del chico fuera un súper villano no ayudaba para nada. Lamentablemente para ellos los niños siempre se salían con la suya y lograban verse para nuevas aventuras.

Un día las cosas cambiaron de golpe, Rodolfo había adquirido un nuevo juguete el cual sin duda podría ser una gran ayuda para un héroe o un villano, se trataba de unas radiantes botas de bronce que obligaban a cualquiera que fuera tocado por ellas a decir la verdad. Pronto los niños descubrieron que las botas también le daban a quien se las pusiera grandes poderes como súper velocidad y una gran patada, definitivamente se trataba del juguete perfecto, tanto como el sombrero del padre de Rodolfo que a veces tomaban prestado.

Todo había comenzado como un simple e inocente juego, Rodolfo llevaba a María de caballito mientras que corría por toda la ciudad causando desastre. Seguramente las represalias serían terribles, pero a los chicos no les importaba eso, por lo menos no hasta que escucharon las voces de sus compañeros gritando pidiendo auxilio. Rodolfo y María se dirigieron hacia el sitio del cual provenían los gritos, el cual resultó ser un viejo almacén abandonado desde hace años. A excepción de los gritos de los niños no se oía ningún ruido, salvo una pequeña melodía que a los niños les pareció muy familiar.

En ese momento entraron sigilosamente y el espectáculo que vieron fue horrible. Los pequeños se encontraban atados de pies y manos mientras que una figura adulta caminaba alrededor de ellos golpeándolos con una especie de látigo. El sonido provenía de un aparato cuadrado que poco después reconocieron, era un órgano. Fue cuando descubrieron la terrible verdad de todo, aquel hombre que torturaba sin piedad a los niños era el viejo organillero que todos los días se colocaba en la plaza central para pedir limosna mientras que tocaba su instrumento.

Los muchachos estaban anonadados, era cierto que el viejo organillero era algo solitario pero nunca había dado señas de ser tan malvado como para torturar así a un ser humano, de hecho, siempre les había dado la imagen de ser una persona bondadosa. El anciano miraba a sus víctimas con un odio indescriptible y de verdad parecía estar disfrutando su diabólica tarea. Parecía que las cosas no podían ponerse peor hasta que María resbaló y cayó justo frente al hombre, el cual sonrió como un demente al darse cuenta de la presencia de la niña.

-¿Pero que tenemos aquí?- dijo el Organillero acercándose a la niña –Parece ser que alguien intentó escapar, lastima que no lo lograste niñita-. María estaba aterrada mirando como aquel sujeto se le acercaba seguramente con intenciones nada buenas.

-¿P…p…por que está haciendo esto?- preguntaba la niña.

-¿Por qué?- dijo el Organillero –La mocosa quiere saber por que, solo una palabra, ¡Venganza!-.

-Venganza¿de que?- siguió María.

-De esta horrible y maldita ciudad, de eso- contestó fríamente el Organillero.

Rodolfo se mantenía estático en su sitio sin entender bien que era lo que estaba pasando, no sabía que hacer. Realmente quería salir corriendo de ahí pero no podía dejar a su amiga en ese lugar. Simplemente se quedó en su escondite esperando quien sabe que.

-Como recordaras yo era un simple y pacífico Organillero que se ganaba la vida honradamente- siguió el hombre –Tenía una hermosa familia, con esposa e hijos, además de una buena vida. Pero en este mundo siempre hay quien arruina la felicidad cuando uno por fin la encuentra-

-No entiendo de quien habla, todos en esta ciudad son buenas personas- dijo María.

-¡Eso es falso!- gritó el anciano –Los habitantes de esta mugre ciudad son basura, especialmente esos súper héroes y villanos…por su culpa lo perdí todo. En una de sus nefastas peleas destruyeron parte de la ciudad, y mi hogar estaba entre esa parte. Ellos derrumbaron mi casa con mi familia adentro de esta, yo estaba trabajando y cuando regresé…ellos estaban… ¡Y por eso decidí cobrar venganza con los hijos de todos!, acabando con sus seres mas queridos, así como ellos lo hicieron conmigo-

-Cielos, de verdad lo lamento señor, pero lo que hace no le devolverá a su familia- María trató de razonar con el.

-Lo se, pero eso ya no me importa, solo quiero causarles tanto dolor como me sea posible…y creo que ya estuvo bien de esta platica, es hora de acabar con ustedes niños estúpidos- dijo el Organillero.

El viejo tomó a María por los hombros y se acercó hasta un enorme y profundo agujero a unos metros de ellos. La niña miraba horrorizada suponiendo lo que el hombre planeaba hacer. El Organillero se detuvo frente al agujero y con una risotada maligna soltó a María para que cayera dentro del agujero y se matara del golpe. Hubo unos segundos de horror para todos hasta que vieron una ráfaga que llegó al agujero y tomó a María antes de que cayera. El Organillero se volteó y descubrió a Rodolfo sujetando a su amiga, al darse cuenta de que el niño tenía puestas sus botas de bronce comprendió que se trataba de uno de los niños con poderes especiales.

-Tu, tu eres uno de esos idiotas que arruinaron mi vida- dijo el hombre hirviendo de rabia.

-Escúcheme señor, no permitiré que dañe a niños inocentes por lo que le pasó- dijo Rodolfo desafiante -Y mucho menos dejaré que le haga algo a María-

El Organillero sacó una navaja de su bolsillo y comenzó a forcejear con Rodolfo. Aunque el niño tenía sus botas el adulto era mucho mas fuerte que el, en unos momentos el chico se encontraba a merced de su enemigo, parecía que no había escapatoria hasta que ocurrió algo que nadie esperaba. María había liberado a los otros niños, los cuales comenzaron a atacar al hombre haciéndolo caer dentro del agujero. Un horrendo grito se escuchó seguido del sonido de algo golpeando el suelo, después no se escuchó nada más.

María corrió a abrazar a Rodolfo y todos los niños salieron de ahí para regresar a sus hogares. Poco a poco todos fueron olvidando el terrible incidente con el vengativo Organillero y años después Rodolfo y María formaron su propia familia, tuvieron un hijo al que pusieron de nombre Manuel Pablo Gutiérrez O´Brian Equihua Rivera, Manny de cariño. Rodolfo había optado seguir el camino del bien y durante un tiempo todo fue perfecto, hasta que María decidió que no podía seguir con un esposo tan preocupado por combatir la maldad que a cada momento la torturaba estando por el riesgo que corría, así que se divorciaron. Poc después María se fue de gira dejando a Rodolfo con Manny y su padre Granpapi.

Uno pensaría que esto afectó mucho a la familia, pero las cosas fueron solucionándose. Rodolfo se convirtió en un buen padre quien ya jubilado se disponía cuidar y educar a su hijo. Sin saber que pronto su tranquilidad desaparecería con un misterioso ser que ahora habitaba en un agujero dentro de un olvidado almacén…planeando nuevamente su cruel venganza.

Continuará………

Ya se que el Septimo Samurai vivia en otra cuidad pero no se me ocurría otros héroes, de todos modos espero que no me haya salido tan mal la introducción. Como supondrán este es un intento de historia de terror, que aunque soy malo para dar miedo me gustan las historias de ese tipo. En fin, espero que les haya gustado y que me dejen sus comentarios, nos leemos, se cuidan.