Nosotros, TheWrtrinMe & Dwyn Arthur, estamos muy contentos de presentar nuestra historia "Full Circle" en español, y ¡gracias a Channylover08 por su idea de traducirlo!

Esta historia tiene lugar después de "iLove You", pero se llevará esta historia en un sentido diferente como Sam y Freddie se enfrentan a las consecuencias de su ruptura. Creemos que es una de nuestras mejores historias, y estamos muy contentos de ponerlo a disposición de nuestros lectores de habla española.

Estamos muy interesados en sus opiniones, y si desean comunicarse con nosotros, póngnase en contacto con nosotros a traves de Tweet al dwynarthur, ¡en español, por supuesto!


Círculo Completo

1.- El Principio Del Fin

Para la mayoría de las personas, su primera vez es parte de un comienzo. Es una manera de decir 'No iré a ninguna parte... estamos en esto juntos'. Freddie y Sam nunca han sido como la mayoría de las personas. Ellos han esperado por su primera vez. Algunas veces no tan pacientemente. Habían presionado hasta sus límites de su autocontrol numerosas veces pero nunca dieron el último paso. Cuando finalmente lo dieron, fue todo lo que ellos pensaron que sería – asombroso, maravilloso y solo un poco extraño. Pero cuando todo terminó mientras la mayoría de las personas se recostarían juntos para hablar del futuro y la manera en que sus vidas encajarían desde ese momento – ellos se vistieron en silencio, se dieron un último beso y dijeron adiós – para siempre.

Ella no era la clase de chica que se quedaba despierta por las noches, imaginando todas las situaciones románticas que le gustaría que le sucedieran. No soñaba con un chico perfecto que llegaría en un corcel blanco, cubriría su rostro de besos y la llevaría a una vida perfecta. Ella no creía en la vida perfecta y estar con Freddie era lo más cercano que había estado a vivir un cuento de hadas. El no era perfecto; el era un poco controlador y algo compulsivo acerca de las cosas que para ella, realmente no importaban. Y juntos eran incluso menos perfectos; discutían como si les pagaran por hacerlo. Pero ella lo amaba y sabia que el la amaba, incluso antes de que él se lo dijera, así que los problemas en un comienzo habían parecido pequeños y manejables. Ambos estaban dispuestos a lidiar con cada una de las cosas que eran poco ideales porque eran mucho más las cosas buenas. Pero los problemas tienden a crecer en proporción al deseo de ignorarlos y en su sexto mes juntos, los problemas que habían tratado de evadir eran ya muy grandes para ser ignorados; estaban conduciéndolos locos y alejándolos cada vez más.

Así que tomaron una decisión extraordinariamente madura. Terminaron. O más precisamente, decidieron terminar a medianoche. No fue la manera más normal de hacerlo, pero ¿cuando han sido ellos normales? Él ha dicho que la amaba, e incluso aunque algo dentro de ella ya lo sabía, escucharlo decirlo le había golpeado con fuerza. Tan fuertemente, que antes de que se diera cuenta, lo estaba diciendo también. Era la primera vez que ella había dicho eso – a nadie. Habían otros chicos, algunos por los que había estado completamente loca, pero en ese momento – al escuchar a Freddie decir esas palabras – ella sabia que nada de lo que había sentido por alguien más se comparaba a lo que sentía por él; y tal vez nunca lo haría. Ellos se habían besado en ese momento, y con el fin de su relación flotando en el aire alrededor de ellos el beso ha sido diferente – desesperado, dulce y… ¿ardiente? Así que cuando Freddie planteó la idea de esperar un poco – un poco más de una hora para ser exacto – para terminar, sonó como una buena idea. Ella no era de las que andaban besándose con chicos al azar y tenía que admitirlo, en los últimos seis meses se había llegado a acostumbrar a estar cerca de él de esta manera. ¿Quién sabia cuando volvería a sentir esto nuevamente – estar tan cerca a él, o a cualquier, así de nuevo? 'Que demonios', ella pensó – uno más para el camino.

Flashback: Tres semanas antes

El beso comenzó en el elevador y de alguna manera terminó en su apartamento, en la puerta, en el sillón y después – en su cama. Ninguno de ellos ha dicho nada, preocupados de que alguna palabra pusiera fin al tren sin control en el que se encontraban. Tal vez era una mala idea, probablemente era una mala idea, pero ella alojo ese pensamiento al fondo de su mente. La idea de no estar con el combinada con la manera en que sus manos, su boca, y su cuerpo la hacían sentir, había lanzado un calor en la boca de su estomago que llegaba a su cerebro y nublaba su mente. El único pensamiento claro que hacia eco en su mente era lo mucho que lo amaba y lo aterrada que estaba que esto seria… para siempre.

Freddie alejó sus labios de los de ella, se levantó apoyándose con un codo en la cama y la miró. Ella sabia lo que iba a decir. Él era demasiado… Freddie, como para no decirlo.

"Estás segu…"

Ella puso un dedo en los labios de él para silenciarlo y el corazón le dolió al ver lo asustado que él se veía. Ella se preguntaba si así era como él la veía a ella.

"Si, estoy segura. Si, sé lo que esto significa. Si, se que no cambiara la decisión que tomamos y si… también estoy asustada" Ella había dado respuesta a todas sus preguntas, incluso las que no había dicho en voz alta. Ella acerco sus rostros nuevamente tratando de eliminar su indecisión con sus besos. Ella sabía que si alguno de los dos se detenía a pensar lo que estaban haciendo, uno de los dos le pondría fin. Y mientras ella estaba consciente de la mala idea que era avanzar a toda marcha, y tener sexo con alguien a pesar de que una pausa te haría dudar tu decisión, ella lo hizo de todas formas. No podía realmente explicarlo, incluso para si misma, pero tenía que hacerlo. En el fondo de su alma ella sabía que una vez que ellos hayan terminado tal vez nunca más tendrían otra oportunidad para hacerlo. El seguiría con su vida y encontraría alguien que le diera menos trabajo y con quien fuera más fácil llevar una relación. Él iría por cosas más grandes, cosas mejores. Se iría a estudiar a esa universidad de lujo de la Costa Este y haría el mundo arder en llamas – Él era así de brillante. Ella se quedara aquí – sin él. Así que si ella tenia que vivir una vida sin el, al menos tendrá esta memoria, este momento en el que él era completamente suya.

No ha sido exactamente como en las películas. Ella se ha girado en la cama para besarlo, sin darse cuenta que tan cerca estaba él de la orilla y se ha caído – los pantalones en sus tobillos. Después el no era capaz de conseguir desabrochar su sostén, y los dos estallaron a carcajadas cuando ninguno de los dos parecía capaz de poner el condón correctamente. Pero estaba bien, así eran ellos – risa y calor, pasión y confort. Se mordió el labio para evitar gritar en un comienzo – nunca nadie le había dicho que dolería tanto, y su corazón se había derretido cuando vio la preocupación en su rostro, intentando no lastimarla. Mejoró con el tiempo, y al final sintió que el mundo desaparecía cuando una oleada tras otra de un sentimiento demasiado bueno para ser real la invadió. Al igual que la electricidad se disparó por sus dedos, sus pies, hasta que pensó que había perdido la habilidad de formular ideas coherentes – 'Así por esto era todo ese alboroto' pensó ella.

Cuando había culminado ella grito su nombre, demasiado atrapada en el momento como para estar avergonzada, agradecida de que su madre no estuviera en casa. Lo escucho susurrar su amor a su oído y se convenció de que este momento era el mejor de su vida. Entonces se dio cuenta. Este momento no era el inicio. No importaba que tan bello fuera, o cuanto lo recordaría – aun así era el final.

Se quedaron allí tratando de recuperar su aliento. Era la primera vez para ambos por lo que ninguno sabía el protocolo a seguir. Existiría alguna regla para '¿Cómo dejar la habitación sin sentirte incomodo cuando acabas de tener sexo con tu ex?'

Ella realizó el primer movimiento, cubriéndose con la sabana mientras se sentaba en la cama buscando su ropa en el piso. Su ropa interior estaba por su escritorio… ¿Cómo diablos había llegado ahí? Envolviéndose por completo se levantó de la cama, cogiendo su ropa mientras caminaba hacia el baño.

"Voy a, mm… tomar un baño. ¿Está bien?"

El se giró hacia ella desde su lugar al borde de la cama. Dios esto era extraño.

"Claro… mm, hay toallas en el gabinete y…"

"Si, lo sé Fred… Fredduccini"

'¿Hemos regresado a eso?' pensó el, viéndola desaparecer tras la puerta del baño. Escuchó el sonido del agua correr y suspiro profundamente, dejando perderse su rostro entre sus manos. ¿Ha sido esto una mala idea? Una hora antes era lo único que tenia sentido para él. Tener a Sam así, entre sus brazos. Sentirla, hacerle el amor; había parecido absolutamente correcto. Si, ellos estaban terminando, pero en su corazón todo era temporal. Solo estaban tomándose un tiempo, para aprender a solucionar sus problemas y diferencias sin desmoronarse en el intento. Pero ahora, se preguntaba, ella lo estaba mirando diferente. En el momento sus ojos estuvieron brillantes, ardientes, llenos de lo que él esperaba ser amor por él. Pero ahora, se veían planos, como si tuviera una especie de muro dentro de ella tras el cual se estaba escondiendo. ¿Acaso la había herido?, ¿Pensaba que esto no era importante para él?

Poniéndose sus pantalones, dijo a la nada. "Soy un idiota"

"Lo he dicho por años" Su voz era fuerte, el sabia que ella intentó hacer una broma, algo con que cortar la incomodidad en la cual se encontraban sumergidos, pero el humor en él había desaparecido, y aparentemente en ella también, por que en cuanto se giro a verla la sonrisa en su rostro era forzada y nunca alcanzó sus ojos.

El trató de reír, después de todo, así eran ellos antes de que existiera un 'nosotros', ¿cierto? Se burlaban del otro, hacían bromas, discutían. Él se quedó ahí parado y con una mano se acarició la nuca.

"Entonces…" eso era todo lo que tenia.

"Bueno. Esto fue, mm… ¿agradable?"

"Sí. Agradable. Entonces, ¿quieres ver una película? O podría prepararnos algo para..."

Ella caminó rápidamente hacia él y lo silenció con sus labios. Fue corto y dulce y Freddie contuvo la urgencia de llorar en cuando se dio cuenta lo que este beso significaba.

"No hagamos esto, ¿Sí?" su mirada era desesperada, "Yo…" se había quedado sin palabras; asustada de que si trataba de hablar las lágrimas que había tratado de contener fluirían libremente. Ellos habían tomado una decisión y no dejaría cambiarla por que el se sentía mal por lo que había pasado. Ella tenía que ser la fuerte de los dos. Lo miró a los ojos y puso una mano en su rostro. Ella amaba su rostro. Dejando caer su mano, se giro y camino hacia la puerta.

"¡Sam!" llamó él. De alguna manera estaba incapaz de hacer mover sus pies. Su corazón latía en su pecho. Si ella se iba, si él la dejaba alejarse por esa puerta… había terminado. Él pensó que no estaba listo para que todo terminara. Estaba atascado, aterrorizado de que ella se vaya, demasiado cobarde como para hacer que se quedara.

Ella lo miró, esperando que dijera algo. Era algo muy peligroso. Su cerebro le decía que se fuera, mientras más pronto mejor. Pero su corazón sabía que si él le decía que se quedara ella olvidaría todo lo que ya habían dicho, olvidaría todas las razones que tenían para no estar juntos. El permanecía en silencio. Ella miró el reloj en su mesa de noche.

12:05

Era la hora. Alguno de los dos tenia que dar el primer paso; bien podría ser ella. Una vez que ella cruzara esa puerta tendría que tomar los últimos seis meses y enterrarlos. Tendría que encontrar una manera de ser la vieja Sam, la que lo molestaba, le hacia pasar un mal momento y no lo amaba… así sin más. Lo vio por ultima vez, tomo toda la fuerza que tenia y abrió la puerta.

"Sam… te amo"

Ella suspiró, determinada a ser fuerte, perdiendo la batalla interna, las lágrimas comenzaron a brotar. No pudo responder. Tenía que irse; el peso de la situación la estaba aplastando. Sin mirar atrás ella salió de su habitación, fuera de su departamento entrando al pasillo. A su izquierda estaba la escalera de incendios, a su derecha el elevador.

Secó sus lágrimas… y tomo las escaleras.

Fin de Flashback

La primer semana ha sido la muerte: explicarle las cosas a Carly, haciendo la devolución obligatoria de sus pertenecías respectivamente (ella se había quedado con una camiseta de centavo que él había dejado olvidada en su casa - aun tenia su olor). Habían llegado a un acuerdo silencioso en la forma de avanzar. Aun se verían; ellos eran dos de los tres personajes de iCarly, así que ocupar el mismo espacio por lo menos dos veces por semana era algo necesario, pero ya no existiría un 'nosotros'. Sam y Freddie, como pareja, eran parte del pasado. A sabiendas o sin saberlo, Carly había jugado un parte importante para que eso pasara. Escuchando por casualidad la platica con su hermano y su espeluznante novia los había hecho ver… que ellos eran fundamentalmente erróneos el uno para el otro. De alguna manera se sentía como un desperdicio. Les había llevado tanto tiempo dejar de bailar en torno a sus sentimientos y aceptarlos pero ahora se sentía como si lo estuvieran echando todo a perder. Pero algunas cosas no pueden ignorarse; ellos eran diferentes, realmente diferentes. A ellos no les gustaban las mismas cosas, no tenían los mismos sueños, venían de dos mundos completamente diferentes y por el momento parecía que no podrían hacer que esos mundos se unieran.

Tal vez algún día.

Esa era la promesa. Tal vez algún día. Solo cuatro palabras pero desde que terminaron había días en que esas palabras eran la única cosa que la ayudaba a salir de la cama. Era difícil. No estaba acostumbrada a ser así y todo por un chico. Ella era Sam Puckett – dura, fuerte e independiente. Era un sentimiento extraño el darse cuenta que en algún momento había comenzado a apoyarse en Freddie y ahora que él se había ido, estaba teniendo dificultades para mantenerse en pie.

El también lo sentía. Ellos no hablaban acerca de eso. No existía manera de que el pudiera hacer que alguien entendiera como se sentía. Les dijeron a todos que estaban bien y por alguna razón ellos les creyeron. Ellos se habían separado porque pensaron que era lo mejor. Pero si era lo mejor, ¿Por qué dolía tanto?

Sam gruño y trato de sumergirse más profundamente bajo el edredón. Era sábado. Usualmente ella amaba los sábados, significaba que tendría dos días libres de tarea y maestros y la gente tonta que iba a la escuela. Pero hoy se encontraba deseando que fuera lunes. En la escuela ella veía a Freddie aunque muy poco, el día estaba ocupado con clases y normalmente detención. Los fines de semana desde 'el incidente' como Carly lo llamaba, eran extraños por decirlo sutilmente. Ella había tenido la esperanza que la incomodidad fuera algo temporal, pero ahora, casi un mes después, ella tenía que admitir que era lo mejor. Pero ese 'algo' entre ellos todavía estaba allí, y no importaba cuanto intentaran ser como antes, las cosas habían cambiado y no había manera de volver a lo que eran.

Curiosamente para Carly no había sido tan duro como ella pensaba. A Carly no le gustaba el cambio, pero este cambio era uno con el cual ella parecía aceptar. Dijo que había extrañado que fueran como antes; se había sentido echa a un lado cuando Sam y Freddie se habían hecho novios. Ella extrañaba a sus mejores amigos y estaba contenta por tenerlos de vuelta. La incomodidad parecía no afectarla – era como si ni siquiera lo notara. Ellos le dijeron que había sido mutuo y que ellos quedarían como amigos y Carly lo había aceptado; lo que hizo las cosas peor porque ahora quería que volvieran a pasar el rato viendo películas y pasar todo el tiempo como un trío nuevamente, especialmente los fines de semana. Sam había comenzado a hacer sus tareas, solo para tener una escusa de quedarse en casa y evadir todo el asunto.

Pero al menos dos veces a la semana ella estaba forzada a estar con él. Los ensayos y transmisiones de iCarly. Ella usaba su mejor cara y hacia lo que necesitaba hacerse. Decía bromas, bailaba y reía en los momentos indicados. Volvió a abusar a Freddie – al menos verbalmente. Ella no se atrevía a tocarlo; la memoria de todas las veces que se tocaron aun eran muy recientes. Gibby estaba contento de que ella dirigiera sus palabras ásperas hacia otra persona. Freddie intentaba reaccionar como lo hacia antes, con el ceño fruncido y en ocasiones gritando – pero su corazón no estaba ahí. A veces dolía el solo mirarla, pero él le daba la bienvenida al dolor de una manera extraña. La sanación de su corazón daba más miedo que lidiar con los pedazos rotos. Si dolía significaba que ella aun estaba ahí, aun vivía en él. Lo que realmente le preocupaba que es lo que el haría cuando ya no le doliera.

Quitándose las cobijas, ella llevo sus piernas a un lado de la cama. El sueño no llegaría. Ella bien podría levantarse.

Habría iCarly en dos horas y si ella pretendía que Carly siguiera creyendo que ella estaba bien, no podía D.E.A .-(Desaparecerse en Acción). Tomando su teléfono, notó los mensajes que había perdido en la noche. Carly la había estado mensajeando desde las 9:00 cuando Sam se había ido a la cama, inusualmente somnolienta.

Carly: ¿Ya te vas a la cama?

Carly: ¡Despierta! Freddie y yo estamos chateando por video… conéctate

Carly: ¿Sam?

Se habrá dado por vencida alrededor de media noche. Fue cuando llegó el último mensaje.

Carly: Apestas. Pero te amo. te veo mañana a mediodía… ¡No llegues tarde!

Ella aventó su teléfono a su cama sin tender. Nunca había entendido para que la gente se molestaba en tender su cama si van a volver a destenderla. Dirigiéndose a su baño, abrió la ducha y miró su reflejo en el espejo mientras esperaba. Al menos sus ojos ya no estaban hinchados. Durante la primera semana después de su ruptura ella se negó a llorar. Todo el día lo evadió, en ocasiones pellizcándose a si misma, solo para hacer que la sensación se fuese. Pero por las noches no tenía control de lo que pasaba cuando dormía y cada mañana despertaba con el vago recuerdo de soñar con él, y ojos que estaban rojos e hinchados. Había progresado. Tal vez estaba superándolo. En ocasiones podía pensar en él sin sentir que alguien la había apuñalado en el estomago. Pero esa noche… aun no podía pensar en esa noche.

Entrando a la ducha, puso el agua caliente en su totalidad, tratando de lavar los sentimientos. Se estremeció con la presión del agua en su piel. Pareciera que alguien la estuviera golpeando en el pecho con una toalla mojada. 'Debí haber dormido en una mala posición' pensó, con la espalda a la ducha enjuagó su cabellera. No tenía tiempo de quedarse todo el tiempo que le habría gustado. Carly tendría un ataque de histeria si llegara tarde y estaba muy hambrienta eso la tiró del vapor caliente de la ducha a su habitación.

Se puso el primer par de pantalones limpios que encontró en su cajón, una playera y una sudadera. Eso era algo bueno de no tener pareja, había vuelto a no importarle como lucia. Se hizo una cola de caballo y miro la bandeja de maquillaje en su tocador. Otra cosas buena de estar soltera – cero maquillaje. Este era el juego que jugaba todos los días: '¿Por qué es bueno estar soltera?'. Hasta ahora ha encontrado muchas razones. No tenia que preocuparse por hablar con la boca llena, nunca más tendrá que ir a otra reunión del club de trenes y no tiene porque ser molestada por la loca madre de Freddie. Muchas buenas razones. Ella esperaba que eventualmente esas razones marcaran una diferencia.

Se miró al espejo, tomó un brillo labial y se aplicó un poco. Los malos hábitos no mueren fácilmente.

"¡Mamá, me voy!" grito ella, dirigiéndose a la puerta. No hubo respuesta. Su madre estaba desmayada o no se encontraba en casa, no es que importara.

Mientras caminaba hacia Bushwell Plaza se preparo mentalmente para pasar otro día con Carly y Freddie. Le costó menos esfuerzo que en el comienzo pero aun así ella tenía que ser inexpresiva ante cualquier situación que se diera cuando ella y Freddie estuvieran en la misma habitación. Por una parte, estaba contenta de que le había dicho a Freddie que lo amaba y si sus sentimientos se hubieran ido de la noche a la mañana se estaría preguntando si habían sido reales. Pero por otra parte se estaba cansando de todo esto – la incomodidad que nadie podía sentir más que ellos, la manera en que tenia que recordarse constantemente el no mirarlo, no tocarlo, no importarle si el mencionaba a otra chica. Bien, eso no era justo. No era como si él estuviera ahí sentado hablando de todas las chicas atractivas con las que podría salir ahora que ellos habían terminado, pero Carly con la idea de que ellos realmente estaban bien sin estar juntos y trayendo a la conversación diferentes chicas que ha escuchado estaban interesadas en Freddie. Él era amable, siempre tratando de cambiar el tema pero Carly era persistente, y parecía no notar que durante esas conversaciones Sam estaba controlándose para no estrangularla. Superar a Freddie era una cosa, pero ver a Freddie superarla era otra muy distinta. Era algo para lo que no estaba lista.

El elevador sonó, las puertas se abrían lentamente, saliendo del elevador en el piso ocho, acomodó su mochila en su hombro, respiró profundamente y se dirigió a la puerta de Carly. Acercó su mano al picaporte y se giró al sonido de una puerta abrir y cerrarse. Mierda.

"Ah. mm… Hola Sam. ¿Cómo… mm, como estás?"

Caminó por el pasillo hacia ella. Se había bañado recientemente porque su cabellera aun estaba mojada, rizándose un poco en la base de su cuello. Estaba usando la camisa favorita de ella, camisa negra abotonada con las mangas enrolladas. La que marcaba sus bíceps y hacia su piel lucir… 'Contrólate Puckett' pensó y trató de controlar su voz antes de contestarle, girándose hacia la derecha con una practicada indiferencia. La imagen de la indiferencia.

"Hola Fredraro… ¿Cómo lo llevas?"

"Yo, mm, yo estoy bien supongo. ¿Tú?"

Ella rio, "ya me preguntaste eso."

"Sin embargo no me respondiste."

"Ah… Claro. Yo, mm, bien supongo." '¡Supones!' se reprocho a si misma, '¡No digas supongo!' di ¡Estoy excelente y difícilmente recuerdo que estuvimos juntos!'

La observó nerviosamente. Esta debe haber sido la conversación más incomoda que han tenido. Como habían manejado para evitar tenerla en todo este tiempo era un misterio para él pero en este momento deseaba que la hubieran evitado solo un poco más. En las tres semanas desde que terminaron nunca han estado solos – y cuando parecía que pasaría alguno de los dos había dejado la habitación o el departamento. Sam siempre llegaba al departamento ya fuera antes o después que él y se preguntaba si ella lo estaba haciendo a propósito, asechando el pasillo para evitar... bueno, esto.

"Ah, bien… Eso es bueno." Metió el dedo en los bolsillos de sus pantalones y se meció hacia adelante y atrás en sus talones. 'Di algo idiota' se reprocho a si mismo. "Bien, he tenido la intención de hablar contigo." 'Mentiroso' se dijo a si mismo 'Lo que realmente querías decir es que he tenido la intención de evadirte a toda costa'.

"¿Acerca de que?"

"Nada serio… solo que, ha sido, no lo se. Las cosas entre nosotros desde… bueno desde, tu sabes, han sido…"

"¿Incomodo como el infierno?" ella rio y él trató de unírsele pero terminó sonando como hipo.

"Si… incomodo. Yo solo." el suspiro, no muy seguro de saber que decir; pesando que tal vez era mejor no decir nada pero su estúpida boca no lo escuchaba. "Solo no quiero que me odies Sam. Lo digo en serio, se que lo que paso fue algo… inesperado y solo deseo."

Ella sabia como se sentía. No tenia que decir nada más. Él deseaba que pudieran volver a ser como eran. Él deseaba que todo hubiera seguido igual. Él deseaba no estar tan confundido.

"Está bien Freddr… Freddie." Se acerco a él, volteando a ver la puerta de Carly. Lo último que necesitaban era que Carly apareciera en medio de esta escena. Esta situación era lo suficientemente difícil, lo último que ellos necesitaban era que su bien-intencionada mejor amiga metiera la nariz donde no le llamaban. "Admito que esto es realmente extraño y que ni siquiera sé como me siento acerca de esto. Pero acordamos. Acordamos que esto era lo mejor y… solo necesitamos acostumbrarnos."

'Pero que pasa si yo no quiero acostumbrarme' el pensó. Eso era lo que quería decir, pero viendo a Sam, la imagen de la indiferencia, sabia que no tenia sentido. Ella era terca; si él iba a cambiar esto, debió haberlo hecho hace tres semanas. El debió haberla detenido, decirle que esto era un error. La vio a sus ojos azules; se veían firmes y determinados. Ya no había vuelta atrás. Ya era muy tarde. Respiró profundamente y trató de sonreír.

"Si, eso creo. Entonces esto significa que volverás a maltratarme en cada oportunidad que se te presente."

Él le sonreía y ella pudo ver que realmente estaba tratando que esto funcionara. Que volvieran a ser la vieja versión de Sam y Freddie. Si él podía intentarlo entonces ella también podía.

"Mm.. ¡Si! De hecho", ella golpeó su mochila, "Tengo aquí una naranja portando tu nombre en ella."

Los dos se giraron en cuanto se abrió la puerta del departamento de Carly.

"¿Qué están haciendo aquí afuera? He estado atrapada en el estudio con Gibby por una hora… y ¡ha vuelto a dejar de usar su camisa!" Carly los arrastro dentro y por un momento, se sintió como en los viejos tiempos.


"Y así mis amigos, es como se hace…"

"¡Un TLG!" gritaron al unísono.

"Tocino"

"Lechuga y…"

"¡Gibbyyyy!"

"Y eso es todo por el programa de hoy… Así que recuerden."

"Molesten a un vagabundo."

"Métanse arena en los pantalones y…"

"Siempre…" Sam se detuvo abruptamente y su rostro se tornó de un verde poco atractivo. Buscando frenéticamente en la habitación sus ojos se posaron en el sombrero que Gibby estaba usando. Lo arrebató de su cabeza y vació su almuerzo sin contemplaciones.

"Siempre eviten vomitar en los sombreros de las personas… ¡Ewww!" Carly gritó, mirando a la cámara. "Entonces creo que realmente esto es todo por hoy."

"Y… estamos fuera." Freddie bajo su cámara colocándola en su carrito antes de correr hacia Sam.

"¡Amigo! ¡Ella destrozo mi sombrero!" Gibby se quejó

"Ahora no Gib" advirtió Freddie

"¡Pero mi abuelo me regaló ese sombrero!"

"¡Cállate Gibby!" Carly y Freddie gritaron al unísono.

Sam, quien parecía haberse recuperado de la oleada de vomito miró a Gibby, después el sombrero y limpiado su boca le regreso el sombrero con un desganado "Lo siento, Gib"

"Bien, ¡ahora ya no lo quiero!"

Carly caminó hacia Sam, acariciando su espalda.

"Sam, no te ves bien. ¿Estás bien?"

"Si, Carlangas, estoy bien… solo me gusta vomitar por la emoción de hacerlo." la respuesta de Sam carecía del usual sarcasmo.

Carly puso mala cara, cruzando sus brazos sobre su pecho. "Solo estaba tratando de asegurarme que estuvieras bien."

"Lo sé, lo siento Carlangas. Creo que ya estoy bien." Sacudió su cabeza. Eso es lo que obtenía por comer pizza del día anterior que se había quedado fuera del refrigerador toda la noche. Freddie tenía razón… Su incontrolable hambre seria su muerte. "Debió haber sido algo que comí… o la idea de Gibby en un sándwich."

"Te traeré un poco de agua mineral." dijo Carly, caminando por la puerta de estudio. Sam tomo su mochila y la siguió.

"Voy contigo, hasta luego Gibby… lo siento por tu sombrero" Se detuvo por un momento y vio a Freddie. Él parecía preocupado, lo que dibujo una sonrisa en su rostro. Aun le importaba al ñoño. Era bueno saberlo. "Nos vemos Fredward."

"Sí, nos vemos Sam."

Descendiendo por las escaleras Sam se dirigió hasta la cocina donde Carly le estaba sirviendo un vaso de agua mineral. Sintió una nueva ola de nausea y tuvo que tomar asiento en el mostrador.

"Carly, ¿qué demonios es ese olor?"

Carly se giró del refrigerador y observó a Sam conmocionada.

"Estoy haciéndote tocino de pavo. Pensé que ayudaría a tu estomago si comías algo." Coloco un plato frente a Sam quien retrocedió como si se tratase de un plato lleno de víboras en lugar de tocino.

"Dios, debe estar echado a perder. ¡Huele horrible!"

Carly tomó el plato oliéndolo, mirando a Sam confundida. "¡Huele a tocino! Estás realmente enferma… ¡estas rechazando el tocino!" se inclino en el mostrador y puso una mano en la frente de Sam. "No tienes fiebre. ¿Prefieres subir y recostarte? No te ves muy bien."

Carly estaba en lo cierto. Ella se sentía como una mierda. Pero subir significaba otro encuentro incomodo con Freddie… Y escuchar a Gibby hablar de su sombrero inservible. No estaba de ánimos para lidiar con ellos. Todo lo que quería hacer era irse a su casa, arrastrarse a su cama y dormir. Se levantó temblorosa de su asiento y tomó su mochila, tomándose el agua mineral que Carly le había dejado realmente le había ayudado.

"No, está bien Carlangas. Creo que me iré a casa. ¿Nos vemos mañana?"

"Sam ¿estás segura que llegaras bien a tu casa? Spencer llegara en una hora. El te llevará"

"Está bien. Tomaré un taxi" Se despidió de Carly sin mirar atrás y salió por la puerta. "Mantente castaña."

"¡Mantente rubia! ¡Llámame cuando llegues a casa!"


Difícilmente había llegado Sam a su casa cuando una nueva ola de nauseas la invadió. Corrió subiendo las escaleras y logrando llegar al baño un segundo antes de que su nuevo episodio vomitivo del día se llevara- a cabo. Maldita sea Carly y su tocino echado a perder. Cuando todo había terminado trató de recargar su cabeza a un- lado del baño y de tomar energías para darse un baño. Se sentía asqueada. Una hora de constante vomito te hace eso.

Abriendo la llave de la regadera, se desvistió lentamente. Estaba agotada. Eran las 9:00; no se había dormido tan temprano desde la última vez que se enfermó. Tal vez tendría suerte y se despertaría con laringitis, eso le daría unos días con la seguridad de que no ver a Freddie. Por poco y sonreía ante ese pensamiento. En cuanto entro a la ducha se quejo ante el dolor en su pecho cuando el agua golpeaba sus senos. Fantástico, ahora iba a estar enferma y tener su periodo al mismo tiempo. Su periodo.

Su corazón se detuvo por un instante, acelerándose un segundo después, latiendo tan fuerte que juraba poder verlo. Sus ojos estaban amplios y frenéticos y sus pensamientos se aceleraron mientras trataba en vano hacer enfocar su mente. Bien, hace dos meses tuvo su periodo cuando ella y Carly estaban en el centro comercial. Y el mes pasado cuando estaba en casa la Carly… Ellas habían visto la nueva película de 'La Vaquita' y Carly le dio analgésicos porque tenía cólicos. Eso fue. ¿Cuándo?... ¿El 10? ¿El 15?

Salto de la ducha rápidamente se envolvió en una toalla. Corrió hasta su escritorio y tomo el calendario que estaba en la pared. ¿Por qué no podía ser como Carly? Ella tenía un calendario con sus 'días especiales' encerrados en rojo. No era nada ingenioso, pero Dios que no haría ella por uno de esos tontos calendarios de Carly. Había solo un día marcado en su calendario. El segundo día del mes. El día que ella y Freddie terminaron. El día que ellos…

Maldición. Ellos tuvieron sexo el día dos. Ya estamos a 30. Su periodo debió llegar el 10 o el 15, no importaba cual día. Lo que importaba era que nunca había llegado. No era una matemática pero había prestado la atención necesaria en las clases de educación sexual para saber esto.

'Maldita sea.' pensó, 'Estoy embarazada.'


Como ya he mencionado en innumerables ocasiones, 'Full Circle' es una de mis historias favoritas, sinceramente de lo mejor que he leído. Desde hace meses tenia la idea de traducirlo rondando en mi cabeza, pero hasta hace unas semanas se lo comente a TheWrtrinMe & Dwyn Arthur y me dieron la oportunidad de hacerlo, muchísimas gracias a los dos por ese voto de confianza.

Espero les haya gustado el capitulo y no olviden dejar sus comentarios.