Aun no suena el despertador, son las 3:40 a.m., no es hora de levantarme, pero no puedo dormir.

Llevo horas mirando el techo, presiento que algo no esta bien.

Tal vez solo tengo miedo de lo que se avecina; Hace unas horas Roger le informo a Mello que él es el sucesor de "L". No estoy muy seguro de como se lo haya tomado, Mello es simplemente impredecible.

El sonido de unos pasos por el pasillo detienen mis cavilaciones. Vienen hacía aquí. Lentamente la puerta se comienza a abrir,me hago el dormido. En cuanto el extraño entra en la habitación, un peculiar olor se esparce.

No es un extraño, es Mello. Huele a chocolate.

Cierra la puerta con cuidado, y se queda ahí parado, observándome. No puedo evitar ponerme nervioso.

Pasan los minutos y empiezo a preocuparme, ¿que es lo quiere? .

De pronto se acerca a mi. Mucho, tal vez demasiado.

Sus largos cabellos casi tocan mi rostro, y su cálido aliento me es perceptible. Respira profundamente y se inclina aun más, no parece importarle despertarme, probablemente ya sabe que estoy despierto.

-"Yo.." comienza a hablar, pero parece que no puede continuar.

¿Se a quedado sin palabras?

-"..."

El aire se me vuelve pesado,y no puedo respirar. Esto no puede estar pasando.

Una lágrima resbala por mi cara, y no es mía.

Mello esta llorando.

... entonces se confirman mis sospechas.

Recibo un beso en la frente, dura solo unos segundos, pero duele, quema, me marca como suyo.

Y así como llego, se va sin más. Escucho la puerta, después sus pasos alejarse... mi corazón se detiene.

Tengo que hacer algo.

En seguida me levanto y voy tras él.

Él sabe que lo estoy siguiendo, pero no voltea a verme.

Yo se que puedo detenerlo, pero no lo hago.

Estoy tan solo a unos pasos de él.

Quiero gritar, quiero decirle que no se vaya, que no me deje, pero cuando lo intento, de mi boca no sale nada, solo silencio.

Estamos caminando por el patio, faltan tan solo unos pasos para llegar a la puerta.

Mis piernas se sienten pesadas, creo que estoy temblando. Siento un fuerte golpe en las rodillas. Me he caído. Apenas me da tiempo para alzar la mirada. Veo a Mello abriendo el gran portal del orfanato.

Antes de salir mira hacia atrás, me mira a los ojos, siento que me atraviesa el alma.

-" No me dejes..."

Sale de mi boca, en un murmullo.

Ya demasiado tarde.

Cierro los ojos, y respiro profundamente intentado recuperar el aliento.

Mello se ha ido.


Agradezco los minutos que se tomaron para leer este pequeño texto. Espero haya sido de su agrado.

[Nota: Esta historia fue reescrita el día 18/03/12. Se eliminaron errores menores, así como un dialogo innecesario. La historia sigue siendo la misma, solo que ahora es mejor.]