Discaimer: ¿Hace falta que diga que nada es mio? Si lo fuera, esto no estaría aquí, ¿no?

Gracias a Saya por el beteo e ideas.

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Light observaba la ciudad de Tokio desde lo alto de un rascacielos, portando en su mano el Death Note, ese cuaderno que le abría la posibilidad de crear un nuevo mundo donde el mal no existiese.

Light tenía la vista perdida, meditando el próximo paso que daría en su lucha contra "L", el único ser que podía rivalizar con aquel al que el mundo conocía como Kira, el nuevo dios.

¿Debía realizar el trato del ojo con Ryuk? No, definitivamente, eso estaba descartado. Al realizar el trato, el shinigami tomaría la mitad de su vida, quedase el tiempo que le quedase. Además, tenía otro cuaderno a su disposición, y una persona que haría todo lo que él quisiese.

Misa Amane. Light sonrió. Había tenido mucha suerte de que el otro cuaderno cayese en manos de esa chica tan estúpida, capaz de obedecerle sin dudar un instante y sin importar lo que él pidiese . Ella, que poseía el ojo del shinigami, era un gran apoyo para que su sueño se realizase. Ella le diría el nombre de L, y Kira disfrutaría escribiendo su nombre en el cuaderno, disfrutaría cada uno de los cuarenta segundos de tiempo que le quedarían antes de la muerte de su único obstáculo. A partir de ese momento, él tendría vía libre para continuar con la creación del nuevo mundo, un mundo donde él y sólo él tendría el poder.

Kira abrió el cuaderno.

Desde que este llegó a sus manos, el índice de criminalidad había descendido notablemente. La población mundial estaba dividida entre los que creían en Kira, y los que esperaban ser eliminados a manos del nuevo dios. Light cogió el bolígrafo, y comenzó a escribir nombres, los nombres de aquellos criminales que habían cometido atrocidades infames.

Light disfrutó aquel momento, la dulce espera antes de los gritos de agonía de sus víctimas. ¿Víctimas? No, no merecen ese nombre. Ellos eran los sacrificios necesarios para crear el nuevo mundo. El mundo del dios Kira. Su mundo.

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Sí, me salió corto. Pero está escrito durante una clase de Inglés.