Nuevamente, ¡hola, estimados lectores(a los que aprecio tanto por leerse mis locuras y rarezas)!

He aquí, estoy de vuelta con un fic más de Taiki y Akari, mi pareja favorita de Digimon Xross Wars y Hunters. Esta es una historia que se me vino ocurriendo casi de la nada.

Bueno, sin más por el momento, los dejo con su lectura: ¡bienaventurados sean lectores!

Disclaimer: Ni Digimon Xross Wars, ni cualquiera de sus personajes me pertenecen; como humilde fan que soy, los tomo prestados de manera ocasional como ahora.


"Este cuento de nunca acabar,

donde al final me encantaría de él

ser la princesa de la historia,

esa a la que todo le sale bien

y lo que le sale mal acaba bien.

Ser la princesa de un cuento de hadas,

la historia fantasiosa de nunca acabar…

el príncipe serás tu y nadie más.

Y así siendo la princesa y el príncipe respectivamente,

seré tu princesa y tu serás mi príncipe."

—Akari, te amo.

La pelirroja tarda un par de segundos en asimilar las palabras que acababa de escuchar y, cuando lo hace, su rostro muta en una expresión de completa vergüenza y sorpresa mezcladas.

—¿¡Eh!? —es con lo único que puede reaccionar, primero. —P-pero… T-Taiki ¿de qué hablas? —baja su mirada al suelo mientras habla: su mano derecha, sostenida por la de su "amigo", comienza a sudar, temblorosa, y aprieta en su puño el cuaderno que tenia en la izquierda.

Taiki vuelve su vista a su amiga confundido, parpadeeando rápidamente.

—¿Eh?

—T-tú y yo somos amigos y… y —Akari está nerviosa, quizá más que eso. Sentía su rostro arder. —¡Es demasiado pronto para eso! ¡A-amar es una palabra muy… mu-muy… ¿grande?

Su mejor amigo se le acaba de declarar. ¿¡Qué se supone que debía decirle!? ¡No estaba preparada para eso!

—Eh, Akari-san… —de pronto alguien desde abajo interrumpe. —Esas no son sus líneas. ¿Podría por favor seguir con el libreto?

... ¿Qué?

¿Líneas?

¿Libreto?

El rostro de Akari muestra el pasmo en el que se ha quedado. Y, de pronto, recuerda... lo que está pasando (una obra), el lugar en el que está (en un escenario) y comprende, entonces, qué era lo que sostenía en su mano izquierda (¡un libreto que se supone que debe de leer porque ella es la actriz...!).

—A-ah —Akari cae de pronto en cuenta de lo ridículamente tonta que había sido. Y mira a Taiki de reojo, quien parecía estar todavía aturdido (confundido, por supuesto).

En un arrebato, vuelve a tomar el libreto y, alejando nerviosamente su mano de la de Taiki, busca la página en la que recordaba vagamente le habían dicho que empezara antes...

Taiki la observa mientras tanto, notándola toda avergonzada mientras comenzaba a hojear el libreto con el cuerpo tembloroso.

—A-ah, esto… ¿cu-cuál era la página?

El muchacho de abajo, que había improvisado con una revista un megáfono de director, suspira. —La 47, Akari-san, IV acto, escena 3 —suena, incluso, algo impaciente, pero aún tranquilo.

—S-sí —Akari asiente y nerviosamente sigue pasando páginas.

El brillo curioso en los ojos de Taiki mientras la mira se diluye poco a poco y, luego, una sonrisa divertida se forma en sus labios.

—¡Ya está! —Akari, al encontrar la dichosa página, no puede evitar celebrar. Rápidamente recorre las líneas con sus ojos zigzagueando por la página. —A-ah… e-esto...

"¿¡Cómo se te pudo ocurrir, Akari!?" se reclama en lo que busca su siguiente línea.

—Y-yo… —Akari carraspea para borrar el temblor en su voz, toma una bocanada de aire y cierra los ojos para tratar de concentrarse...

"—¡Necesitamos ayuda!

¿Ah?"

Akari todavía puede recordar como es que junto con Taiki habían mirado sorprendidos a los chicos del club de baloncesto que habían salido casi de la nada y los habían metido en aquella situación que ahora le resultaba tan embarazosa...

"—¿Qué necesitan?"

Taiki había reaccionado, casi al instante, cambiando la expresión de sorpresa de su rostro por una seriedad fiable. Y Akari había alcanzado a percibir como los chicos del club mixto de baloncesto sonrieron: sabían que podían contar con él.

"—Verá, Taiki-san, sé que ya se ha graduado, pero viendo que ha venido a visitar a su amiga —comenzó la chica —espero que no sea una molestia para usted que…"

Taiki volvió su mirada a ella en aquel momento y, ese simple gesto, la hizo entender lo que le quería decir sin necesidad de palabra, por lo que ella rodó los ojos y sonriendo, rendida, asintió.

"—Ya sé: no puedes ignorarlos."

Taiki incluso le había dado una sonrisa nerviosa al escuchar aquello.

"—Gracias por comprender, Akari."

Entonces ella soltó una risita divertida y Taiki volvió su mirada a los chicos, alentándolos con esta a continuar.

"—No hay problema." Akari tuvo que agregar al notar que los chicos no habían entendido. Taiki asintió y el muchacho del equipo de baloncesto sonrió agradecido antes de continuar.

"—Bueno, usted verá, el club de teatro se disolvió hace un par de semanas y en el festival cultural de hoy se acostumbra presentar aunque sea una obra "improvisada"… "

La chica y el chico, cuyos nombres eran Keichiro y Naomi, intercambiaron una mirada y entonces fue Naomi la que tomó la palabra.

"—Los directores no quisieron sacarlo del programa, puesto que dijeron algo de que siempre había sido lo que atraía al público al festival, así que se les ocurrió la "fantástica" idea de sortear la obra a un club cualquiera y que estos la representaran." Ella pareció muy fastidiada y Akari no la pudo culpar cuando los dos acabaron su relato.

"—Y para nuestra suerte —Keichiro suspiró —fue al de baloncesto al que le tocó realizar la obra, pero tampoco nos iban a dejar quedar tan mal, nos avisaron hace una semana para que nos preparáramos.

Y así lo hicimos —Naomi se encogió de hombros —no fue tan difícil como esperábamos, resultó que durante los ensayos era divertido para todo el equipo y lo sentíamos casi como un hobby —sonrió mientras los recuerdos le inundaban el pensamiento.

Claro que fue de gran ayuda que Akito y Lyra-san tuvieran el talento escondido de la actuación —Keichiro se carcajeó."

En esos momentos, Akari y Taiki los siguieron escuchando con atención, sin saber todavía a dónde querían llegar.

"—Sí, Lyra-chan es toda una actriz —bromeó la Naomi —bueno, lo que pasa es que ya estábamos preparados y todo, pero resulta que Akito-kun tuvo problemas familiares y no le dejaron venir —su rostro se mostró preocupado.

Y Lyra-san enfermó anoche —Keichiro suspiró —a mi se me hace que esto ya es personal, tenemos mala suerte o algo por que ellos eran nuestros protagonistas.

¿Suerte? —la chica se mostró escéptica haciendo una mueca —pues… quizá sí haya sido la suerte —se encogió de hombros.

Entonces, ustedes quieren que Taiki… —inquirió Akari…"

Segundos después al percatarse de que, aún contando con Taiki, les faltaba "un actor" o, mejor dicho, "una actriz" ella había sido empujada al escenario de un momento a otro, le habían mal puesto una peluca de risos rubios y lanzado el libreto (que le estampó en plena cara sin querer...) donde estaban sus líneas para comenzar con la "tercera escena del acto IV".

Y todo eso lo recuerda mientras trata de olvidarse... de su ridiculez.

Vuelve a ver a su amigo de la infancia, quien de inmediato borra la sonrisa divertida de su rostro para retomar el papel del "príncipe".

—Yo también te a… ¿¡ah!? —Akari no puede evitar sonrojarse otra vez en cuanto entiende lo que sigue en su diálogo.

A Akari le toma un par de segundos el pensar que ya está ahí y ha de continuar... han de continuar y quizá, después, golpearía a Taiki por meterla en eso... Sacude la cabeza en negación, logrando que uno de los rizados rulos de la peluca quede en medio de su cara. "¡Métete en el papel del personaje!" Y Taiki apenas logra reprimir una risita cuando la oye aclarándose la garganta.

—Sí, príncipe, yo también lo amo.

Aquel rubor, que no tenía nada que ver con la actuación, hace más realista la bella escena romántica de aquella confesión.

Taiki, siguiendo las líneas que dictaban las acotaciones del dichoso guión teatral, vuelve a tomar la mano de Akari entre las suyas y deposita un beso en su dorso cual caballero, fingiendo no darse cuenta de que a su amiga estaba a punto de darle un paro cardiaco.

—Pero sabrá usted que lo nuestro es un amor prohibido, princesa Akari —Taiki no pudo evitar preguntarse por enésima vez como era posible que el nombre de la princesa protagonista de aquella obra fuera, casualmente, Akari.

—Escapemos —sugiere la muchacha, con una sonrisa que iba de nerviosa a intento de picardía, tal como lo indicaba el libreto.

Taiki la mira un instante, revisa de reojo las líneas del libreto y entonces se le acerca —princesa…

Akari entra en pánico al leer las siguientes líneas del libreto:

"[El príncipe abraza por la cintura a la princesa, para luego sellar sus labios con un beso con el que demostraran su amor mutuo]"

—¿¡…!?

¿De verdad iba a hacerlo? Taiki no podía estar pensando… no podía… ¿o sí...?

Pero Taiki parecía ir en serio... muy, muy en serio, cuando la abraza por la cintura para luego comenzar a cortar la distancia entre sus rostros, no titubeaba, pero si avanzaba con lentitud… o quizá ya solo fuera idea de Akari.

Cuando estaban ya a un centímetro de que sus labios rozaran, con sus respiraciones mezclándose y los parpados entrecerrados.

—¡Corten! —se escucha la voz del muchacho que los saca de la extraña dimensión en la que se habían adentrado.

—¿Eh?

Al instante, ambos se ponen rojos, alejando sus rostros, pero todavía Taiki no deja ir a Alari de sus brazos.

Intercambian una mirada sorprendida.

¿En qué momento se habían olvidado de que aquello era parte de una actuación?

.

.

" …iba en serio, pues con delicadeza la abrazó por la cintura para luego comenzar a cortar la distancia entre sus rostros, sintiendo su cuerpo tembloroso de la emoción. Taiki no podía hacer más que pensar que esa era una oportunidad que no podía dejar pasar.

No titubeaba, pero si avanzaba con lentitud… o quizá ya solo fuera idea de Akari, ya que no podía hacer más que sentir una agradable sensación creciendo en su pecho.

En ese momento, ya no eran ni la princesa ni el príncipe protagónicos de aquel cuento puesto en escena, ahora sólo eran Kudo Taiki y Akari Hinomoto."

.

.

—Eso es suficiente chicos —Keichiro continúa diciendo. A su lado, una muy sonriente Naomi los mira con cierto brillo en los ojos. —Gracias por su ayuda, Taiki-san, Akari-san —hace una pequeña reverencia.

Naomi le pone una mano al hombro a su compañero de club, provocando que este se sobresalte y la mire con un pequeño sonrojo en sus mejillas —sí, agradecemos su ayuda, superiores, el beso decidimos dejarlo para la obra en sí, ya saben, para conservar la "magia" —hace énfasis en la última palabra haciendo como que lanzaba un montón de confeti invisible al aire. Y luego les sonríe con picardía a ambos chicos.

Taiki y Akari se sonrojan más de lo que ya estaban.

Keichiro observa a los tres algo confundido; de pronto se siente excluido de un mensaje cifrado que sólo entienden los demás.

—¿Eh? ¿Qué pasa? No entien-

Pero antes de que acabe de hablar, Naomi le pasa el brazo por los hombros, tapándole la boca y cortando cualquier sonido que quisiera salir de su garganta.

—Dejémoslo así. Nosotros iremos a avisar al resto del club que ya tenemos a nuestros protagonistas de nuevo; después de todo, no podemos dejar de tomar una decisión en equipo ¿no es así, Kei-kun? —Y el chico reacciona sonrojándose.

—¿Ke… Kei-kun? —pregunta, bastante sorprendido.

Naomi apenas se sonroja y luego frunce el ceño —vamos, vamos, que no tenemos mucho tiempo, torpe —dice ahora tomándolo por los hombros y empujándolo fuera del gimnasio.

—O-oh, s-sí…

—¡Espero que no les moleste tener que repetir la escena para todo el equipo! —fue lo último que escucharon de parte de la muchacha antes de que cerrara la puerta tras de si.

Un silencio pesado se apodera de la sala, mientras que ambos tienen las miradas fijas en el lugar por el que habían desaparecido los chicos del club de baloncesto.

Lentamente, Taiki deja caer sus parpados y suspira: se había puesto nervioso.

Akari vuelve su mirada a su amigo, sintiéndose algo avergonzada por la posición en que están.

—Taiki…

—¿Si?

—Quiero que sepas… que aunque sea una actuación: ¡no te permito que me agarres de la cintura! —exclama con los nervios de punta, mientras se remueve en los brazos del mayor.

De acuerdo, eso ya no tenía sentido. Pero la cordura se le había escapado de las manos desde el beso que estuvieron a un pelo de rana de darse. Además, entre más cerca estuvieran más nervios sentía la pobre Hinomoto.

Taiki parpadea, anonadado. Pero después lo único que hace es echarse a reír y, casi inconscientemente, aferra más su agarre a la cintura de la chica.

Akari lo mira avergonzada, frunce el ceño ofendida mientras con sus puños golpeaba el pecho del castaño removiéndose cual pez recién pescado. —¡Su… Suéltame!

Taiki deja de reír solo para mirar divertido a su "amiga" y sus "inútiles" intentos por soltarse de él. —¿Y por qué no puedo tomarte de la cintura, Akari? —pregunta divertido. Recordaba que, cuando niños, les había tocado en ocasiones hacer pareja de baile y por lo tanto esa no era la primera vez que la tomaba así.

—Po-porque… —sencillamente, no tenía una buena excusa, pero por esas curiosidades de la vida, en aquel momento en que su mente trabajaba a mil por hora, algo claro tuvo que salir de esa maraña de pensamientos confusos... —p-porque… ¡porque sólo mi novio puede hacerlo!

—¿Ah?

—¿Q-Qué dije?

Ambos se sorprenden por las palabras de Akari, segundos después de que pasara su sorpresa el rostro de Akari se puso rojo mientras que Taiki fruncía el ceño un poco molesto.

—¿Tienes… novio? —pregunta Taiki dudando un poco en hacer la pregunta.

Akari se extraña por la pregunta. —Ah… no…

Al recibir esta respuesta, Taiki no puede reprimir la sonrisa en sus labios cuando una sensación de alivio que le inunda. Suspira. —Menos mal…

Akari ladea la cabeza extrañada por el cambio repentino de su amigo.

—¿Qué quieres decir con…?

Pero Taiki no la deja continuar cuando posiciona su dedo índice sobre la boca de la chica. Akari se sonroja nuevamente. El castaño cierra los ojos.

—Bueno… —Taiki inhala aire y sonríe "normal", mas cuando abre los ojos estos le dieron un aire "pícaro" a aquella sonrisa. —Si ese es el "problema", Akari

Akari siente como su corazón salta en su pecho emocionado por aquel tono empleado al decir su nombre. "¿Qué…?"

—Tiene una solución muy sencilla… —Taiki acerca más su rostro al de ella —¿no crees? —y vuelve su mano a la cintura de la chica.

Akari desvia su mirada a cualquier otra parte que no fuera su amigo. —N-no sé de qué me hablas —exclama, anonada, sorprendida, confundida, emocionada, ofuscada, divertida, encantada… ¡ah! ¿¡siquiera era posible estar así todo a la vez!?

La verdad era que... ya no sabía ni qué pensar, aunque esa indirecta había sido clara.

—¿De verdad? —Taiki finge sorprenderse con la inocencia de un pequeño.

Akari se sonroja más de lo que ya estaba, sintiendo como Taiki se iba acercando más, no pudo hacer otra cosa sino que cerrar los ojos.

—Taiki, tú vas a… ¿de verdad tú…? —dice ya casi con resignación, mientras su corazón palpitaba como loco. Taiki se detiene de pronto, analizando con sus ojos a Akari.

—¿No quieres? Digo… —Taiki de pronto se sonroja.

—Espera, ¡sí quiero!… qui-quiero decir…

Taiki la mira con ternura, logrando así que ella clave su mirada en el pecho de su amigo.

—Entonces… no hay problema con que lo haga… ¿o sí? —acaricia la mejilla de Akari.

Ella mueve la cabeza de izquierda a derecha, negando. Toma aire y luego de soltarlo dice en voz baja —… pero ¿por qué…?

Taiki deja de acariciar el rostro de su amiga, para mirarla casi con incredulidad…

—Te lo dije hace rato ¿no?

—¿Eh?

Taiki se acerca y, sin poder resistirlo más, une sus labios. La caricia no fue más que un simple roce, aún así ambos pudieron sentir…

Cuando se separaron, ambos tenían las mejillas sonrosadas y sus miradas estaban fijas en el otro.

—Akari, te amo…

Y entonces Akari se dio cuenta de que sí, efectivamente... Taiki se lo había dicho hace rato.


Si has llegado hasta aquí: te felicito y agradezco a la vez. ¡Ja, ja! ¡Espero que hayan podido disfrutarlo tanto como yo mientras lo escribía!

Nos estamos leyendo.

~Blue~