Ni glee ni sus personajes me pertenecen.
Que onda? Bueno aca les traigo un Two Shots para entretenerlas un rato. Espero que les guste.
No se cuanto voy a tardar en actualizar toooodas las historias, solo pido algo de paciencia. Nada mas. Gracias, desde ya.
Two Shots:
"Alerta Roja. Escuadron de bomberos 51 de Chicago. Incendio en proceso. Multiples victimas. Las coordenadas son... –" –Se escucho por el altavoz, mientras la sirena sonaba.
"Mierda mierda mierda mierda!" –Penso Quinn mientras corria a ponerse el uniforme y junto con su equipo, partir en el camion de bomberos, preparada para lo que estaba a punto de suceder.
-Esta noche sera un poco larga, no crees Fabray? –Pregunto su compañera, Olivia Adams.
-Horriblemente larga, Liv. –Respondio mientras se subia al camion en la parte lateral y se sostenia de una barra de metal. Mientras el Escuadron 51 partia hacia el lugar, siguiendo las coordenadas indicadas.
Un viaje de 5 minutos. El mas corto de toda su carrera como bombero rescatista.
Y sus ojos color avellana contemplaron las llamas que atacaban sin piedad al edificio.
-Demonios. –Se lamento Quinn. –Debe haber mas de 100 personas alli.
-Si nos apuramos podremos salvar a la mayoria. –Acoto Adams, mientras saltaba del camion, junto con Quinn y tomaban sus tanques de oxigeno para ingresar al edificio, mientras sus otros compañeros intentaban combatir las llamas con sus mangueras.
Quinn se acerco a su capitan para esperar ordenes.
-Quiero que intenten sacar a la mayoria de alli. –Dijo señalando al edificio. –Pero en cualquier momento se vendra abajo, asi que apurense y no se arriesguen demasiado.
Quinn asintio y le hizo una seña a su colega para dirigirse hacia el edificio. Ambas caminaron hasta la entrada y forzaron la puerta para ingresar, rompiendo sus vidrios. Ya una vez adentro, Quinn observo el lugar.
-Por el amor de dios. –Susurro.
-Cuidare de ti si tu cuidas de mi. –Dijo Adams tomando la mano de Quinn. Esta sonrio y asintio.
-Como siempre, colega. –Agrego poniendose en marcha.
Los de la planta baja, gritaban desesperados y Quinn paso saliva.
-Departamento de Bomberos de Chicago. –Grito La rubia. –Por favor solicito que conserven la calma para poder ayudarlos, de acuerdo?
Ambas bomberos comenzaron a forzar las puertas de las habitaciones y evacuaron los primeros 5 pisos. Pero a medida que el tiempo avanzaba, el fuego se expandia y comenzaba a subir la temperatura.
-El piso 6 estaba en reparacion, asi que no habia nadie alli, salvo algunos trabajadores. –Explico Olivia mientras corria escaleras arriba –Dave y Daniel ya evacuaron el 8vo y 9no. Solo queda uno.
-Las Suites, supongo. –Dijo Quinn. Pero antes de que pudiera decir algo mas, choco con uno de los trabajadores del hotel. –Hey! Tranquilo. Te ayudaremos. –Dijo Quinn mientras tomaba por los hombros y lo examinaba con la mirada. –Mis compañeros vendran a sacarlo de aquí enseguida.
El hombre, aun en Shock asintio.
-Tiene alguna idea de cuantas personas hay en el decimo piso? –Pregunto Olivia.
-No muchas. –Susurro. –Solo habia una suite ocupada.
-Muy bien, y cuantas personas estan alli? –Pregunto Quinn.
-Dos. –Respondio. –La señorita Berry y su agente personal Lopez.
A Quinn se le helo la sangre.
¿Berry?
-Rachel Berry? La estrella de Broadway? –Pregunto Olivia Incredula. Y el pobre hombre asintio. En eso llego un paramedico y se ofrecio a ayudar al hombre.
Quinn miro hacia arriba.
-Fabray, Adams. –Escucho en su radio. –Reportense.
-Evacuamos a la mayoria. –Informo la rubia. –Falta el ultimo piso, Jefe.
-No hay tiempo, Fabray. –Respondio el Capitan. –Salgan de alli ahora mismo. Hay peligro de derrumbe.
Quinn trago saliva y miro las llamas del ultimo piso.
Si Berry estaba alli y moria, jamas se lo perdonaria.
-Al diablo, Jefe. –Hablo por la radio sorprendiendo a Olivia. –No dejare que nadie muera esta noche. Despidame luego si Quiere. Pero cuando se trata de Rachel Berry, nada mas importa. –Alego desconctando el aparato y subiendo las escaleras a continuacion.
-Es ella, no? –Pregunto Olivia a su lado. Quinn asintio y corrio revisando las habitaciones –Departamento de Bomberos. –Exclamo despues de un momento –Si hay alguien aquí, por favor Grite!
-AQUÍ! Ayuda! –se escucho en la ultima habitacion del gran pasillo. Y la rubia paro en seco. Esa voz la reconoceria a Kilometros de distancia.
-Santana. –Susurro mientras corria, dejando a su colega revisando el resto del lugar. Forzo la puerta y todo el humo se le fue al rostro, forzandola a agudizar su vista.
-Santana! –La llamo. –Donde estas?!
-Fabray? –Exclamo la latina, para luego soltar una tos seca.
Quinn corrio hasta donde escucho su voz y a unos metros diviso una figura que jamas olvidaria.
Se acerco a ella rapidamente y la ayudo a levantarse.
-Estas bien? –Pregunto Quinn mientras la alejaba de las llamas y la revisaba.
-Estoy bien. Pero no encuentro a Berry. –Dijo preocupada.
Quinn asintio.
-Liv, necesito algo de ayuda por aquí! –Grito. La susodicha se acerco rapidamente. –Ayuda a la señorita a salir de aquí y ponla a salvo. Yo saldre en un momento.
-Quinn, no podemos quedarnos por mucho tiempo mas. –Dijo Liv mientras ayudaba a Santana.
-Solo hazlo. –La interrumpio. –Prometo que saldre en un momento.
Adams asintio resignada y paso el brazo de Santana sobre sus hombros, recargando su peso sobre ella.
-Santana, es bueno verte a pesar de las circunstancias. –Dijo la rubia
-Lo mismo digo, Fabray. –Respondio con una sonrisa casi imperceptible. –Encuentra al Hobbit. –Suplico antes de alejarse, escaleras abajo.
Quinn asintio y examino la habitacion.
-Rachel! –La llamo. –Rach, si me escuchas, por favor haz algun sonido. –Pidio esperanzada.
Y guardo silencio un momento esperando respuesta. Agudizo su oido y a su derecha pudo escuchar un gran estruendo y luego un quejido.
"Oh no, por favor no." –Penso mientras se dirigia hacia donde se produjo el ruido.
Una parte del techo se derrumbo. Quinn, a traves del humo, diviso una montaña de escombros.
-Rachel, estas aquí? –Pregunto. –Vamos, Berry. Responde.
Otro Quejido. Se oyo bajo los escombros.
Quinn se acerco a ella y comenzo a sacar todo el material que estaba sobre la diva.
-Aguanta cariño, te sacare de aquí, lo prometo. –Y al sacar un par de escombros mas, diviso su rostro. Dios, la habia extrañado tanto. –Rach. –Musito
La diva clavo su mirada en Quinn.
-Esto es un sueño? –Pregunto ella dificultosamente.
-No lo creo. –Respondio Quinn con dulzura. –Salgamos de aquí.
-No... no puedo mover mis piernas, Quinn. –Dijo Rachel, en un susurro. Quinn miro sus piernas y se percato de algo. Una biga sobre la mitad del cuerpo de la morena.
"Demonios"
-Rach, todo estara bien. –Tanquilizo la rubia. –Solo sacare la biga y saldremos de aquí.
-Lo prometes? –Sollozo como una niña asustada. A Quinn se le rompio el alma.
-Lo prometo, Cariño. –Le dio un beso en la frente y saco algunos escombros mas, para poder ocuparse de la biga. –Se fuerte, si? Esto dolera un poco.
La morena asintio. Y solto una tos seca.
Quinn se percato de ello y se saco su tanque de oxigeno, para luego colocarselo a Rachel.
Esta la miro agradecida y la rubia tomo un par de respiraciones antes de intentar levantar aquel gran trozo de metal. Fallo.
Era demasiado pesada.
El fuego se expandia aun mas.
-Tienes que salir de aquí. –Susurro Rachel. –Vete.
-No sin ti, Rach. –Respondio la rubia intentando nuevamente. –No vivire sabiendo que moriste y yo no pude hacer nada. –Rachel sonrio y comenzo a cerrar los ojos. La rubia se percato de eso. –Rach no cierres los ojos. –Suplico. –Quedate conmigo, amor. Por favor.
Pero la morena no respondia
-DEMONIOS! –Exclamo frustrada. –Se fuerte, pequeña.
Intento una vez mas. Y la biga cedio un poco.
"Fuerza, Quinn." Se mentalizo. "Por ella."
-AAAAAAAAAHHHH! –Grito mientras el metal seguia cediendo, elevandose aun mas. Le dolian las manos y sus brazos. Pero no se rindio.
Saco fuerzas de donde no tenia y pudo mover la biga hacia un lado del cuerpo de la morena.
Suspiro.
-Muy bien, Cariño. –Susurro mientras se acercaba a su lado. –Te sacare de aquí.
La tomo en brazos y se levanto. La diva era bastante pequeña, asi que Quinn no hizo mucho esfuerzo para levantarla.
Comenzo a caminar y se dio cuenta de que el edificio comenzaba a caerse a pedazos.
Pero tenia que sacar a la morena de alli. Y corrio escaleras abajo. Esquivando las llamas y los escombros.
Cuando por fin estaba en la planta baja, se las arreglo para salir por la puerta principal. Y al sentir el aire puro, chocando contra su cara, exhalo profundamente, mientras corria hacia una ambulancia.
-Necesito una camilla aquí! –Exclamo, aun con Rachel en Brazos.
Sus compañeros le acercaron la camilla rapidamente y Quinn, con delicadeza, la deposito alli.
-Tiene una pierna rota. –Informo un paramedico. –Revisa si hay hemorragia interna en los organos vitales–Ordeno a su colega.
Quinn aun observaba a Rachel.
-Tenemos que trasladarla al hospital, Fabray. –Dijo la doctora Green. Y antes de que la rubia pudiera alejarse para que los doctores hagan su trabajo, sintio una pequeña mano sujetando la suya.
-Quiero a Quinn conmigo. –Susurro a duras penas, la diva. Quinn intento retener las lagrimas.
-Ve con ella, yo te cubro aquí. –Dijo Adams acercandose. Quinn la miro agradecida y se saco su casco protector, para entregarselo.
Quinn subio a la ambulancia, seguida de Santana, que solo tenia un par de heridas superficiales.
Ya en camino, la rubia aun miraba el estado de la morena.
-Creo que la vida jamas me deja de sorprender... –Susurro Santana.
Quinn la miro y sonrio.
-Por que lo dices?
-No te parece raro que nuestro hotel se prenda fuego y da la casualidad que tu ahora eres bombero y llegas a rescatarnos a ambas? –Pregunto frunciendo el ceño.
-Creo en el destino, no en las casualidades. –Respondio la rubia.
Tomo algo de alcohol y algodón y empezo a curar las heridas de la latina en silencio.
-Has cambiado mucho. –Susurro Santana, cuando Quinn finalizo.
-Cambie para mejor.
-Eso no lo discuto. –Respondio. –Lo que has hecho alli adentro, fue...heroico. Y entiendo que sea parte de tu trabajo, pero...
-No lo hice como parte de mi trabajo. –Interrumpio Quinn. –Mi jefe me ordeno que me retirara antes de encontrarlas a ustedes. Pero un empleado me dijo sus nombres y que aun se encontraban alli... yo no quise perderlas. –Explico. –Mande al capitan al demonio y fui a buscarlas.
Santana no dijo nada. Y Quinn sabia exactamente que era lo que su amiga pensaba.
-San, se que te falle, si? Se que abandone a todos. –Dijo Quinn con la voz quebrada.. –Pero necesitaba hacerlo. Volver a empezar. Y si hoy arriesgue mi trabajo para que ustedes esten a salvo, no me importa. Por que las quiero. Aun las llevo dentro de mi corazon.
Ambas quedaron en silencio, ya que la ambulancia se habia detenido. Abrieron las puertas traseras y los paramedicos bajaron a Rachel en la camilla, trasladandola al area de urgencias.
Una vez dentro, San y Quinn se quedaron esperando en los pasillos, mientras Enfermeras y medicos curaban las heridas de Rachel.
-Quinn... –Susurro la latina. –Tus manos, Estan destruidas!
Quinn observo sus manos y se percato de que le dolian y sangraban.
-No es nada. –Respondio la rubia, restandole importancia.
-Al demonio, Fabray. –Respondio exasperada. –Iremos a buscar a alguien que te cure eso. Y no se discute mas. –Demando antes de que Quinn pudiera replicar.
Santana llamo a una enfermera que pasaba por alli y acompaño a Fabray dentro del cunsultorio.
-Que sucedió? –Pregunto la enfermera mientras desinfectaba las heridas y vendaba sus manos con cuidado.
-Soy bombero. –Respondio suavemente Quinn. –Es mi trabajo. –La enfermera asintio comprensiva.
-Tienes una fisura en dos dedos. Asi que es preferible que no hagas ningun esfuerzo. –Explico. –Y te dare una pomada para las quemaduras y algo para aliviar el dolor.
-Gracias. –Susurro Quinn, cuando salieron del consultorio.
-Como demonios te hiciste eso? –Pregunto Santana, ya en el pasillo, mientras seguian esperando noticias de la morena.
-Rachel quedo atrapada debajo de una biga que cayo del techo. –Comenzo a explicar con la mirada perdida. –Yo solo la levante y la saque de alli en cuanto pude. Supongo que hice demasiado esfuerzo y me queme con el metal caliente.
-Hiciste todo eso para salvar a Rachel? –Pregunto impresionada.
-Es mi trabajo. –Respondio la rubia, sabiendo que era mucho mas que eso.
Justo en ese instante, el doctor salio de la habitacion de Rachel.
-Ustedes son Familiares de la paciente? –Pregunto el medico.
-Yo soy Santana Lopez, Agente de Rachel y ella es Quinn, su... –Lo penso por un momento, y su comisura izquierda se curvo hacia arriba. –Su novia. –Completo con naturalidad.
Quinn no dija nada al respecto, ya que Sabia que la latina lo hacia por dos motivos: Para fastidiar y porque sabia que no iban a dejarla pasar a la habitacion si decia la verdad.
-Muy bien, Rachel tuvo una fractura en una pierna, y dos costillas fisuradas, no hay hemorragias y todos sus organos estan en condiciones. –Explico algo aliviado. –Solo debe quedarse unos dias aquí, hasta que las heridas mejoren y sus pulmones se purifiquen completamente, ya que aspiro algo de humo, afortunadamente el tanque de oxigeno ayudo mucho a que no pasara a mayores. –Finalizo mirando a Quinn. Quien asintio aliviada y se felicito a si misma por haberle dado su oxigeno a la morena.
-Podemos pasar a verla? –Pregunto Santana.
-Aun no, haremos unas pruebas mas y cuando finalicemos, pueden pasar a verla. –Respondio el doctor. –Pero pueden observarla desde la ventana. –Señalo a la pared, donde habia un cristal cubierto por las cortinas que estaban cerradas. Dicho esto volvio a ingresar en la habitacion de Rachel y abrio las ventanas para que las mujeres pudieran observar a su amiga, que permanecia placidamente dormida.
Santana observo a Quinn. Aun se encontraba con su enorme chaqueta de bomberos. Y tenia la mirada perdida a traves del cristal.
-Es ella, verdad? –Pregunto en un susurro lo suficientemente alto como para que Quinn la oyera. –Te fuiste por ella.
-Si. –Respondio en un suspiro, sin desviar la mirada de la ventana. –Siempre ha sido ella.
-Te perdono. –La rubia la miro frunciendo el seño. –De verdad.
Quinn solo asintio, procesando las palabras de la latina y tomo suavemente su mano.
-Gracias. –Susurro Quinn.
En ese momento, el doctor salia de la habitacion de Rachel
-Pueden pasar a verla, de a una. –Dijo el para luego girarse y desaparecer por los pasillos.
-Pasa tu primero. –Dijo Santana. –La necesitas.
Quinn asintio y procedio a sacarse la enorme chaqueta de bomberos que la cubria.
Se la tendio a su amiga y entro a la habitacion, a paso vacilante.
Rachel estaba despierta. Asi que Quinn no tuvo el valor de alzar la mirada, camino hasta posicionarse al lado de la camilla. Y se quedo alli, petrificada.
Rachel, por otro lado, si la miro. Y se percato del uniforme de Quinn.
Pantalones azules, playera de mangas cortas de color blanco, aunque se encontraba sucia por el incendio, y tiradores rojos. Tambien unas botas protectoras.
"Adorable" penso la morena sonriendo.
-Por que no me miras? –Pregunto la diva, suavemente. Intentando no asustar a la rubia.
-No lo se. –Respondio Quinn algo nerviosa. Carraspeo.
-Mirame Quinn. –Pidio Rachel. Y la rubia sintio como su corazon se derretia al oir su nombre salir de la morena de sus sueños.
Quinn obedecio. Y sus orbes avellana se encontraron con un color chocolate profundo.
Y ese era uno de esos momentos en donde tienes la sensacion de que el mundo se detiene y el aire se va.
-Rachel yo... –Comenzo a decir la rubia, pero fue interrumpida por la diva.
-Gracias. –Susurro acariciando sus mejillas. –Gracias por salvarme. Gracias por no darte por vencida conmigo.
-Lo hice una vez, pero ya no. –Susurro Quinn cerrando los ojos. Rachel fruncio el ceño.
-De que hablas? –Pregunto la diva, algo confundida.
Quinn cerro los ojos con fuerza y suspiro. Intentando juntar valor.
-Te amo, Rach. –Susurro.
