Sólo un niño

Prince of Tennis

Lady

Para entender éste fic es recomendable leer "Cuestión de Tiempo".

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-¡Pelea de almohadas, nyah!-chillaba eufórico Kikumaru mientras una enorme sonrisa se plasmaba en su cara.- ¡No me vencerán, nyah!

-Esto es ridículo… Fssh…-Kaidoh se había cruzado de brazos mientras miraba entretenido hacia otra parte, donde no estuviera la imagen de sus compañeros riendo como idiotas.

-¡¿Tienes miedo de perder, mamushi?!-preguntó divertido Momoshiro balanceando una almohada, Kaoru lo miró de reojo.

-Eres un idiota.-fue lo único que siseó.

-¡Oi¿¡Cómo te atreves!?-rugió el de ojos violáceos frunciendo gravemente el ceño, apretando los puños y adelantándose con apariencia desafiante.

-¡Hoi Hoi!-Takeshi cayó de bruces mientras agitaba los brazos intentando conservar su equilibrio pero fue inútil, con la almohada que Eiji le había lanzado en la cabeza y murmurando algo entre dientes, miró molesto a la víbora quien sonreía engreídamente.- ¡No peleen, nyah!-suplicó entre risas el pelirrojo.

-Jeje… parece que Momoshiro-kun está de mal humor desde hace días…-opinó Fuji sentado sobre la cama, apoyándose con las manos.

-No sé de que están hablando-refunfuñó por lo bajo levantándose, lanzando el arma con la que había sido atacado y yendo a sentarse al otro lado de la cama. Syusuke giró el rostro sonriente para admirarlo mejor.

Sadaharu levantó una ceja mientras sentado en un rincón en el piso también miraba con cierta curiosidad al de peinado exuberante.

-Parece como si de verdad le sucediera algo…-susurró para si mismo Oishi, con una expresión de preocupación.

Un silencio tenso se esparció en toda la habitación.

-¿Quieres hablar de algo, Momo?-inquirió amablemente Takashi acercándose para posar una mano sobre el hombro de su amigo, pero el otro no hizo más que bajar la mirada y sonreír quedamente.- Sabes que cuentas con todos nosotros para lo que sea…

-Está todo bien, Taka-san-murmuró avergonzado, después su sonrisa se extendió para tranquilidad de todos los demás.- Oi… olvidé a que se debe esta pijamada…-dijo nerviosamente tratando de desviar el tema.

Echizen bostezó mientras se estiraba perezosamente.

-Celebrar el campeonato libre-masculló seriamente mientras cruzaba los brazos detrás de su cabeza. Él también era de la idea que Momoshiro ocultaba algo, algo que lo hacía sonrojarse y evadir las tardes de hamburguesas. Sólo tenía una pista: sabía el nombre del problema…

Ann Tachibana.

¿Estarían molestos¿Habrían terminado?

Pero prefería no saber… algo le decía que no le convenía enterarse. Después de todo, no eran sus asuntos.

Eiji miró con impaciencia el evidente y repentino desánimo.- ¡¿Quién quiere, nyah?!-preguntó entusiasta cogiendo el enorme trasto lleno de todo tipo frituras.

-Eso contiene un alto grado de colesterol-apuntó Inui acomodando las gafas cuadradas.- No sé si sea conveniente para deportistas de alto rendimiento como nosotros.

Todos se miraron entre ellos. Kikumaru dejó caer los hombros resignado.

-Yo quiero-dijo Ryoma con gesto aburrido, después de haber visto la triste expresión de su sempai.

-¡Aquí tienes, o'chibi!-gritó con felicidad, los demás admiraron a los otros dos mientras se atiborraban de comida chatarra. Suspiraron.

-Creo que nunca madurarán… Fssh…-murmuró amargamente Kaidoh.

-Déjalos…-pidió tranquilamente Oishi, mirándolos con comprensión.- Hemos tenido mucha tensión últimamente así que algo de relajación no nos vendrá mal.-miró a Inui en busca de apoyo, éste le sonreía y asentía al mismo tiempo.- Por eso organizamos ésta pijamada…

-Boberías-se quejó la víbora.

Takeshi sonrió ampliamente mientras se acercaba a sus compañeros.- ¡Hora Hora, dejen algo!-chilló.

-Yo… también quiero…-pidió tímidamente Kawamura acercándose con las mejillas rojas. Los tres que estaban sobre el platón le dieron lugar.

-Chicos… me gustaría mostrarles algo.-Sadaharu llamó la atención de los demás mientras se levantaba y se dirigía hasta el rincón donde tomó su bolso para sacar una cinta.- Creo que nos será de gran ayuda.-completó al ver la cara interrogante de todos.- ¿Puedo ponerla, Kikumaru¿Echizen?

El de mirada felina se encogió en hombros mientras masticaba.

-¿Hoi?-Eiji parpadeó confundido para luego sonreír de oreja a oreja.- ¡Claro, nyah!

Inui se adelantó, dio uno que otro clic en el aparato y el sonido de risas invadió el cuarto.- ¿Q-qué…?-el rostro de Oishi se empezó a colorear de carmín.

-I-I-In-Inui…-Takashi no sabía a donde voltear, sus labios temblaban.- ¿Qu-Que es…?

Sadaharu sonrió.- Es hora de estudiar un poco de anatomía…-subió las gafas que habían resbalado levemente.- …femenina…

-¡Woaaah!-Eiji miraba la pantalla del televisor con ojos brillantes.- ¡Que bonitas, nyah!

-¡Eiji!-gritó alarmado Syuichiro alejándolo del aparato, su amigo lo miró sin comprender.- ¡No es bueno!

-¿Nyah?

-¡Fssssh!-Kaoru se había levantado sobresaltado con las mejillas sonrosadas.- ¡Quite eso, sempai!-pidió con voz suplicante.

Momoshiro estaba nervioso sin saber a que prestar atención, a los reclamos de los demás sempais o si ver a las chicas corriendo de un lado a otro por la playa con los diminutos atuendos.- "¿Cómo se le habrá ocurrido?"-se preguntaba nervioso. Sus dos ojos purpúreos se abrieron como platos.

Echizen seguía comiendo mientras que con sus ojos analíticos seguía las figuras a todo lo ancho de la pantalla. Una de ellas cayó al intentar pegarle a la pelota de volley ball, aplastando su enorme pecho contra la arena en el acto. Ryoma sonrió burlón.- Mada mada da ne…

-¡Echizen!-las dos grandes manos de Takeshi dieron sobre los ojos dorados de su mejor amigo, quien se quejaba y se agitaba desesperado para deshacerse de él.

-¡Momo-sempai!-gritó.

-¡La juventud está corrompida!-lloriqueó cerrando también los ojos con fuerza.

-¡Momo-sempai!-insistió.- ¡Argh!

-¡Inui-sempai!-llamó Takeshi desesperado.- ¡No puedes hacerle esto a Echizen¡Aún es muy joven!

-¡Tengo 17!-le recordó indignado, aun sin poder ver algo.

-¡Yo quiero ver, nyah!-cantó el minino felizmente librándose del agarre de Oishi quien estaba alarmado.

-¡Eiji!

El azote de la puerta fue suficiente para saber que Kaoru no había aguantado y había escapado de la situación. Momoshiro levantando a la fuerza a Ryoma, lo siguió.

-¡Ugh!

-¡Vamos Echizen, no puedes ver estas cosas!

-¿Por qué te molesta tanto?-el de cabello negro le hizo bajar las escaleras del pequeño hotel a ciegas, encontraron en el camino a Kaidoh quien estaba recargado en la pared con el rojo pintando su rostro.

El príncipe lo veía como lo más normal del mundo… creía que era algún tipo de inmunidad que se había dado gracias a todas las revistas de su estúpido oyaji. Algunas más extremas que ese video, por cierto. Y era tan común encontrarlas tiradas en algún pasillo que ya no se sorprendía como cuando tenía diez, siete años después para Ryoma Echizen era común ver a chicas con esos bañadores tan…

-A-ah pues… yo…

Ryoma entrecerró los ojos con una mirada suspicaz.- ¿Qué quieres decir, Momo-sempai?-preguntó con voz dura, el autor del Jack Knife tragó pesado.

Sonrió más ampliamente ante la expresión de espanto de su sempai. Esa sonrisa torcida llena de diversión.- E-Eres muy… joven para entenderlo… n-no… no podrías…

-¿Y?-se encogió en hombros despreocupado, Momoshiro frunció el ceño, miró con frustración hacia otro lugar. Ryoma sonrió- Momo-sempai… todo esto… ¿Tiene que ver con tu mal humor?

Fue entonces cuando Takeshi le dio completamente la espalda, Ryoma no podía admirar el furioso sonrojo en su compañero pero el príncipe podía intuirlo.- Así que Tachibana te ha estado provocando…-pasó una mano por su cabello, definitivamente Momoshiro tenía un buen motivo para no querer hablar de ello.

Je, pervertido.

¿De verdad ese Echizen era muy joven para entenderlo¿Se imaginaba si quiera de qué estaban hablando¿Se imaginaba si quiera que terrenos estaban pisando?

-¿Qué tú nunca te has sentido así?-gruñó el de segundo sin voltear aún.

Ryoma giró los ojos por el techo.

-Claro que no-se encogió en hombros.

-¿Estás diciendo que Ryuzaki-chan…?-volteó olvidando por un momento su propio caso.- ¿Ella no…?

-¿Ella qué?-preguntó con exasperación.

Suspiró aliviado.- Creí que con alguien como tú, ella se vería…-pensó sus palabras ante la intensa mirada del príncipe.- …afectada

Ryoma frunció el ceño mientras apretaba los labios.- No creas que todos somos como tú…

-¡Oi, no te molestes!-levantó las manos en forma de defensa aunque el de mirada ambarina no se hubiera mostrado violento.- Es solo que… no luciste muy afectado con lo del video…

No parecía excusa suficiente.

-No soy ningún pervertido-dijo mordaz.

-¡Oi Echizen¡Tranquilo!-sonrió- Sólo decía que Ryuzaki-chan es… bueno… una chica… y que quizá tú habías…

-Hmph-ofendido, Ryoma se cruzó de brazos y decidió subir por donde lo había arrastrado Takeshi, pasando de largo a un todavía exaltado Kaidoh.

-Que sensible…-rió por lo bajo.- Eso quiere decir que ya ha pasado algo…

Últimamente se estaba dando cuenta de que Momoshiro era un idiota. Uno que quizá no llegaba al nivel de su estúpido oyaji, pero lo era al fin y al cabo. ¿Cómo se le había ocurrido que Ryuzaki y él…?

La sola idea fue absurda, mucho menos pudo imaginarlo. Él estaba seguro de que no deseaba nada de ella y ella no deseaba nada de él. Punto.

Él jamás se parecería al estúpido oyaji… y eso estaba decidido.

-Pensé que no regresarías-dijo Syusuke que seguía en el mismo lugar junto con un rojísimo Kawamura, la cinta de video estaba en el cesto de basura e Inui era reprendido por Oishi quien estaba sofocado, Eiji lloriqueaba la pérdida.

-Momo-sempai lo intentó.-dijo despreocupadamente buscando su sitio en la cama.- Tengo sueño…

-¡Vamos a dormir, o'chibi!-celebró Eiji tendiéndose a su lado mientras extendía una cobija sobre él y el más joven de todos, Ryoma le dio la espalda mientras le robaba la cobija.- ¡O'chibi¡O'chibi¡También quiero cobija¡Pasaré frío, nyah!

-Hmph…

-Parece que Momo lo molestó-rió Fuji serenamente mientras se levantaba.

-¡O'chibi!

-Duérmete, Kikumaru-sempai.

-¿Eh?-parpadeó.- ¡Hai¡Buenas noches a todos, nyah!

-¿Ya se van a dormir?-preguntó extrañado Syuichiro.

-Déjalos, Oishi…-pidió tranquilamente Syusuke saliendo de la habitación.- Es mejor que descansen ahora y no que estén cansados durante el torneo…

-Tienes razón…

-¡Buenas noches, chicos!-sonrió Takashi a los dos, desapareciendo por el largo pasillo en busca de la habitación que compartía con Momoshiro e Inui.

Echizen se movió, Eiji había caído dormido inmediatamente. Y sin cobija.

-Me pregunto…-Oishi miró a su amigo dudoso mientras todos los demás al igual que él empezaban a replegarse en sus diferentes habitaciones.

-¿Qué pasa, Fuji?

El muchacho abrió los enigmáticos ojos azules, mismos que sorprendieron a Syuichiro.- ¿Qué le habrá dicho Momoshiro?

-¿Piensas que tiene algo que ver con Ryuzaki?-inquirió.

-Je, es lo más probable.

El sub capitán lo miró sin comprender.- ¿No intervendrás de nuevo, cierto?

-Oh, no…-sonrió, sacó la llave que abría su puerta que era vecina de la de Oishi, quien la compartiría con Kaidoh.- Por supuesto que no…

Oishi no sabía por qué, pero dudaba. Y Fuji… solo pudo entrar en silencio a su habitación, procurando no despertar a Tezuka.

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-¡Mou!

Lo leía una y otra vez pero como supuso desde que comenzó con la tarea, no comprendía más que ciertas palabras de cada línea. El libro de inglés parecía burlarse de ella a cada página que avanzaba sola.

Suspiró.

Si Ryoma-kun estuviera en la ciudad seguramente la hubiera obligado a que se vieran esa tarde en su casa para que ella consiguiera terminar los deberes, sin embargo él no estaba, ella no sabía inglés y aún así tenía que terminar con ese trabajo.

Lo extrañaba tanto…

La melodía retumbó por todos lados, Sakuno parpadeó extrañada.

-¿Mou?-el móvil emitía luces que acompañaban al rítmico sonido.

Apretó el botoncito verde.

-¡Sakuno-chan!-parecía que Tomoka tenía el mismo problema que ella.- ¿¡Terminaste el trabajo de inglés!?

-Aún no, Tomo-chan…-era la tercera vez que llamaba en la tarde, no se atrevía a decirle a su mejor amiga que estaba varada en el mismo triste renglón.

-¡Pero ya es muy tarde!-insistió Osakada como si Sakuno no lo supiera. La jovencita de trenzas miró con algo de frustración el reloj de la vaca marina que estaba sobre el escritorio, a su lado.

-Lo terminaré, no te preocupes-sabía que si se lo pedía, Tomoka correría directamente a su casa arrastrando a Horio, y aunque ambos sabían lo mismo que ella de inglés por lo menos intentarían ayudarle.

-¡Si tan solo el príncipe no estuviera en ese torneo libre!-chilló.

Ryuzaki cerró los ojos con resignación.- Seguramente diría que lo hiciéramos por nuestros propios medios…-estaba dispuesta a omitir que Ryoma siempre terminaba auxiliándole sin exceptuar un burlón "Mada mada da ne".

-¡Ah¡Tengo otra llamada!-rió Tomoka- ¡Seguramente es Horio, te llamo en seguida!

-Hai…

Una vez había colgado comenzó a golpetear el escritorio con el lapicero, las palabras extranjeras no la llevaban a ningún lado.- Mou… esto es tan aburrido…-debería ser fácil con un novio mitad estadounidense mitad japonés. Debió haber mejorado aunque fuese un poquito.

De nuevo la melodía.

-Moshi, moshi.

-¡Horio tampoco ha terminado!-Sakuno sintió que se había quedado sorda por un momento hasta que volvió a escuchar a su parlanchina amiga.

-Es solo un ejercicio del libro… no debe ser tan difícil-añadió, avergonzada de si misma.

-¡Ah¡Me está llamando de nuevo!

-¡Tomo-chan, yo…---!

-¡Llamaré de regreso, Sakuno-chan!-y de nuevo el tono de colgado. Si la seguía llamando así, seguramente no terminaría.

-¡Sakuno¡Ya es tarde, a dormir!-esa era la voz de su abuela desde las escaleras. La castaña apretó los labios con fuerza, con impotencia.

-¡Tengo que terminar!

Tomoka de nuevo.

-¡Tomo-chan no creo que pueda seguir hablando, ni siquiera he podido comenzar con el trabajo y… y… Obaa-chan quiere que me acueste pero debo terminar…!

-Con que estás ocupada-apuntó la voz gruesa.

Esa voz.

-¡R-Ryoma-kun!-chilló, sin poder evitarlo en su pecho estalló la misma emoción que se avecinaba con tan solo verlo a lo lejos.- ¿C-cómo has estado?-preguntó tímidamente. El muchacho no tenía la costumbre de llamar por teléfono, únicamente lo hacía cuando estaba fuera de la ciudad o del país… ocasionalmente.

¡Que alegría!

-Bien-fue su simple respuesta.- Hemos pasado a la semifinal-informó cortante.

Sakuno mordió su labio inferior con algo de ansiedad. No era que no sintiera felicidad por que Seigaku hubiera llegado a esa fase del campeonato… pero en realidad, quería ver a su novio.

-¿V-Volverán pronto?-murmuró con toda esperanza latiendo. Por un momento no hubo más que silencio.

-Una semana o dos-contestó, terminando de hacer las cuentas sin percatarse del tono suplicante de Sakuno. Con irritación se dio cuenta de todo el tiempo que le faltaba por vivir en ese hotel con las conversaciones entre sueños de Eiji-sempai.

Ryuzaki miró perdida su propia escritura occidental en el libro.

¿Qué más podía decir?

-Etto… Yo… lamento haberte gritado…-susurró tristemente.- Es que… yo…

-Pensé que tú no podías algo así.-dijo con algo de ironía.

-Es por que estoy haciendo una tarea de inglés.-con solo la mención de la materia, el menor de los Echizen podía imaginarse los problemas que la castaña estaba teniendo.- Ano… Yo… Pensaba… en cuando volvieras… etto…-su rostro se sonrojó.- Quiero…

-¿Mh?

-Quiero que sea muy pronto, Ryoma-kun…

-Hmph-Ryuzaki pudo escuchar el roce del aparato con alguna parte del rostro del chico mientras éste lanzaba pequeños refunfuños de incomodidad.- Imposible.

Kikumaru seguía dormido.

-H-hai… lo sé…-nuevamente la sonrisa triste.- Demo...---

-¿Y tú?-la castaña parpadeó sin comprender la pregunta un tanto ruda que alcanzó a escuchar y que había logrado interrumpirla.

-¿Mou?

-¿Estás bien?-sin poder evitarlo, la nieta de Sumire dio un salto, no importaba que el chico sonara despreocupado o que pareciera que preguntaba por compromiso. No podía evitar sentirse considerada.

-¡Hai!-respondió más animada. Silencio.

Pero no silencio incómodo. No. Ella casi podía imaginarlo con las manos en los bolsillos después de acomodar su gorra arrogantemente y mirar hacia otro sitio aunque en realidad estuviera en pantaloncillos cortos y ligera camiseta mientras miraba por la ventana las luces de Osaka.

-Che.-Ryuzaki rió discretamente cuando escuchó el alboroto desde el otro lado.- ¡Oi!

Ruido. Ruido.

-¿Ah¿Ryoma-kun?

-¡Eres tú Ryuzaki-chan, nyah!-sin duda era Kikumaru.- ¡Les avisaré a todos que vengan a saludar!

-¡Oh, no…!-Sakuno buscó en su cabeza algún pretexto.- ¡…Por favor no hagas eso, Kikumaru-sempai…!

-¿Nyah¿Por qué no?-preguntó inocentemente.

Por que todos se darían cuenta de que el príncipe llamaba a escondidas a su novia…

-Kikumaru-sempai… el teléfono…-pidió malhumorado el chico.

-¡No debes preocuparte por nada Ryuzaki-chan, nyah!-dijo muy seguro de si.- ¡Lo estamos cuidando muy bien!-Sakuno escuchó al risueño pelirrojo y el "¡Kikumaru-sempai!" de Ryoma.- ¡Está comiendo sus frutas y verduras, nyah!-canturreó.

-Devuélvemelo-ordenó, pero como esperaba, no fue obedecido. Sakuno se lamentó en silencio.

-Creo que no lo escucha-observó la joven sonriendo resignada.

Echizen frunció ceño.- ¡Kikumaru-sempai!-fue ignorado por segunda vez pero esta vez le arrebató el teléfono móvil. El hijo del samurai miraba con una sonrisa torcida el rostro sorprendido del jugador acrobático.- Mada mada da ne…

-¡Me lo quitó!-chilló.

-Hmph-Ryoma se disponía a hablar de nuevo cuando la escandalosa voz de su compañero de cuarto lo interrumpió.

-¡O'chibi llamó a su novia!-ronroneó enternecido, abrazando por el cuello al más joven del equipo.- ¡Que tierno, nyah!

-¿No tenías sueño?-le recordó. Como si estuviera dando por enterado, Eiji afirmó y regresó a su lugar en el lecho.

-¡Buenas noches, o'chibi!-gritó removiéndose.

-Buenas-

Y después, nada más, completo silencio.

-¿Se durmió?-preguntó extrañada.

Ryoma inspeccionó.- Parece ser que si…

-Eh…

-Debo colgar-fue lo que atinó a decir, Sakuno sentía el nudo en su garganta que no le permitió desearle buena suerte, un simple gemido de afirmación, Ryoma lo aceptó de buena gana y cortó la comunicación.

¿Eso era todo?

Bien… era peor que no llamara…

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-¡Woaaah!-todos los jóvenes ovacionaron de nuevo. Un nuevo punto.- ¡Eres genial, Osakada!

Ryuzaki se quedó sin aliento cuando la novia de Horio guiñó un ojo a todo el grupo de varones, quienes evidentemente animados le agradecieron el gesto. La mayoría de las mejillas se tiñeron de un leve rosa.

-No era necesario que hicieras eso-había dicho Horio a Tomoka mientras ésta reía.

-¿Celos?-preguntó divertida.

-No-mintió. Ni siquiera Echizen, Kachiro y Mizuno le hacían sentirse tan ridículo, esa chica era una coqueta de lo peor.

-Como sea, lo importante es que anoté-festejó.- No pensé que les alegrara tanto.

Satoshi pensó para sí que lo que menos les importaba a los chicos era si había anotado o no… era verla saltar y como removía cosas extrañas en todos.

-Ya olvídalo, ni que fuera para tanto-interrumpió, dándose a si mismo la razón.

-¡Eres tan…!

-Nunca podrías superarme, eso es cierto-dijo el otro cruzándose de brazos vanidosamente.- ¡No a un titular de Seigaku!

-¡Horio!-fastidiada, la presidenta del club de fans de Echizen frunció gravemente el ceño mientras le daba la espalda y lo dejaba hablando solo.

-Mou…

¿Horio-kun y Tomo-chan peleando de nuevo? No era nada extraño… Horio-kun solía ser muy celoso y tenía toda la razón, Tomoka era muy buena para hacer muchas cosas, entre ellas, los deportes y repartir guiños y sonrisitas dulces por todo el instituto.

Agitó su cabeza. Ya se arreglarían después.

-¡Vámonos, Sakuno-chan!-Osakada había pasado por su lado mientras ella estaba sumida en sus pensamientos.

-Hai…

-Ahí van…

Sakuno giró levemente el rostro pero su amiga siguió sin darse por enterada.- No entiendo como es que son amigas…

-¿Eh?

Ryuzaki frunció el ceño mientras agudizaba el oído para poder escuchar.

-¡Ella es una niña!-se burló otra.- Y Osakada-chan es… bueno… es todo menos eso…

¿Ella quién¿Ella, Sakuno Ryuzaki¿Una niña?

-No entiendo como Echizen-kun pude estar con ella.

Si, ella.

-Lo que Echizen-kun necesita es una… verdadera mujer… alguien como…

-¿Cómo tú?-rió alguien más.

-Jaja, no.-pareció sonrojarse.- Pero hasta Osakada-chan iría mejor con Echizen-kun…

-¡Lo sabemos¡Ryuzaki-chan tiene tanta suerte!

La de trenzas había quedado paralizada.

Sakuno sonrió débilmente. Casi con tristeza.

Necesita una mujer

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-¡Woaaaah!-Momoshiro se estiró en su emoción mientras Ryoma solo podía sonreír engreídamente mirando a sus oponentes quienes con el rostro lleno de frustraciones, los miraban con rencor.- ¡Pasamos a la siguiente rondaa!

-No seas escandaloso.-pidió Echizen saliendo de la cancha sin tener la intención de darles las manos a los contrincantes. El antiguo equipo Seigaku los esperaba a la salida, donde los aplaudieron.

-¡Bien hecho, o'chibiii!-Eiji se había abalanzado sobre él en una muestra de cariño exagerada.- ¡Estaremos en las finales!

-¡A CELEBRAR¡BURNING!-había sido la opinión de Kawamura.

-Estoy de acuerdo con Taka-san-Oishi buscó con la mirada a Kunimitsu quien solo asintió.- ¡Entonces vamos!

-Me gustaría un poco de sushi…-había murmurado Fuji.

-Hay un cien por ciento de probabilidad de que sea sushi-afirmó Inui tranquilamente.

-Fsssh…

Momoshiro miró a Kaidoh.- No me digas que estás celosa, mamushi…-que el chico del pañuelo hubiera perdido no parecía suficiente para que estuviera celoso de su compañero.

-Fssh… No tengo nada que envidiarte…-aseguró con el resentimiento brillando en sus ojos oscuros.- baka…

-¡¡LA VIBORITA ESTÁ CELOSAA!!

-¡Kawamura-sempai!-Kaoru parecía sorprendido.

-¡¡NO SEAS AMARGADO VIBORITA!!-insistía.- ¡¡ENJOY THE LIFE¡¡BURNING!!

-Fshh…

-¡Bien dicho, Taka-san!-celebró Momo abrazándole por los hombros, el castaño arrastró al serpenteante chico con ellos y aunque intentó soltarse ellos parecían más fuertes. El dúo potente y la víbora se adelantaron al resto del equipo mientras dos reían y uno siseaba enfadado.

-¡Esperen, nyah!

Kikumaru también corrió.

-Debemos prepararnos para el siguiente partido.-el señor de los datos leía su cuaderno una y otra vez a un complacido Tezuka que admiraba de lejos a parte de su equipo.- Será una final interesante.

-Sea quien sea el rival, debemos estar preparados.-continuó sin mirarlo.

-¡Oishi!-el pelirrojo llamaba a su compañero de dobles desde donde se encontraba.- ¡Apúrate, Oishi!

-P-pero, Eiji…

-¡Oishi, nyah!-rezongó.

Resignado el sub capitán avanzó.

-Todos parecen muy felices.-murmuró Syusuke a un tranquilo Ryoma, quien caminaba distraído a su lado.

-Hacía mucho que no jugábamos un torneo así… desde el nacional de esa vez.-explicó, sintiéndose de alguna manera contagiado del buen humor de sus camaradas.

El sádico del tenis miró con curiosidad como el príncipe sacaba el teléfono móvil, revisaba alguna lista de alguna cosa y después lo observaba con el dorado brillo penetrante, suspicaz y que le decía que no era requerido.

-¿Debería irme?-preguntó con tranquilidad.

-Hmph-no respondió directamente pues dirigió su rostro en otra dirección como si quisiera dejarlo a su consideración y cualquiera que fuera su decisión a él no le importaría.

El castaño avanzó varios pasos hasta alcanzar al resto de su viejo equipo.

-¡Fujiko, nyah!-canturreó Eiji viéndolo llegar.- Ne¿Dónde está o'chibi?

-Creo que tenía que hacer una llamada…

Los demás se miraron suspicazmente. Tezuka únicamente cruzó los brazos y cerró los ojos esperando el escándalo por venir.

-¡¡¡THE LOVE!!!

-¡O'chibi es tan tierno, nyah!

-¡Ah, la juventud enamorada!

-Que estupidez… Fsssh…

-Vamos chicos, relájense.-suplicó quedamente Oishi pero fue ignorado.

-Hay un noventa y ocho por ciento de probabilidad de que esté llamando a Ryuzaki-analizaba el pálido calculador.- un uno punto cinco por ciento de que esté viendo la hora, un cero punto cero cuarenta y nueve por ciento que esté utilizando los servicios de Internet y un cero punto cero cero uno por ciento de que esté llamando al señor Echizen para avisarle que pasó a la final.

Ryoma frunció el ceño. El número de Ryuzaki no estaba disponible.

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-¡He estado tratando de localizarte!-protestó la de coletas.- ¿¡Por que apagaste el teléfono!?

Hubiera sido muy sencillo confesarle que era por que no quería llegar a hablar con esa persona, pero ella jamás entendería por que no quería comunicarse con él en ese momento. Ella no podría pronunciar ni una sola palabra.

-¡Ahora atrápala!-chillaba Horio mientras con su raqueta le daba a una pelota amarilla, Kachiro al otro lado la esperaba con una sonrisa.

-¡Woooo¡Los sempais son asombrosos!-decían los de primero. Tomoka sonrió al escuchar los comentarios de los pequeñines.

Si tan solo el capitán los encontraba fuera de forma… entonces se arrepentirían. Por eso estaban jugando.

Sakuno miraba pensativa, recargada en la reja verde que protegía las canchas.- Ne, Sakuno-chan…-su amiga volteó a verle, se le notaba el cansancio en la mirada caoba y también se le veía algo descuidada como si no hubiera dormido varias noches.- ¿Estás bien…?

-¡Hai!-¿Por qué siempre pretendía que no pasaba nada? Tomoka frunció el ceño.

-Deberías ser sincera conmigo, amiga-masculló indignada, Ryuzaki le miró con preocupación.- Pero está bien si quieres guardarlo en secreto… ¡sea lo que sea!

La castaña bajó la mirada y suspiró.

-Gomen nasai es que… yo…

-¿Aja?

-¿C-cómo sabes…?-miró el cielo mientras su rostro se teñía de rojo.- ¿…c-cuando…?

-¿Si?-Osakada le miró expectante.

-¿…c-cuando ya eres una…?

-¿…una…?-parpadeó casi como si le estuviera coqueteando.

-¡Tomo-chan¡No hagas eso!-chilló alejándose un poco.- ¡Me asustas!

-Ya, ya. Gomen demo… ¿Qué me decías?-cuestionó impaciente.- ¿Una qué?

-Una mujer…

Tomoka volvió a parpadear pero ahora llena de confusión.

-¿A que te refieres?-le mostró su mano donde comenzó a enumerar con sus dedos.- Puedes ser… una mujer profesional, una mujer madre, una mujer profesional y madre a la vez o simplemente una mujer… ¿A cual te refieres? Aunque cualquiera de las dos, la respuesta es la misma. No eres una mujer todavía.

La expresión triste de Sakuno la hizo morderse la lengua.- ¿Simplemente una mujer…?

-Espera un segundo.-movió las manos enérgicamente.- ¿De donde sacaste esa pregunta?-inquirió levando una ceja.

-Muchos… a ti… te ven como una mujer…-susurró tímidamente.

-¡Ja, ja, ja!-rió casi desquiciada.- ¡Debe ser que soy más hermosa!

-¿Mou?-abrió la boca mecánicamente, sin poder creer lo que escuchaba.

-¡Oh vamos, Sakuno-chan¡Sabes que estoy bromeando!-la abrazó por los hombros.- ¡Sabes que eres muy linda!

-Pero… no lo suficiente para ser mujer…-agachó la cabeza.- Y… Ryoma-kun necesita una mujer…-sus ojos comenzaron a arder, sus sospechas estaban confirmadas.

-No creo que Ryoma-sama no te vea como mujer…-rodó los ojos por el cielo mientras llevaba sus manos a sus caderas.- ¡No creo que te vea como su hermanita!

-Demo… Yo…

¿Cómo la iba a ver como mujer si todavía le faltaban algunas curvas y algunas habilidades¿Cómo podría verla como mujer si le faltaban muchas cosas que seguramente él encontraba atractivas en una verdadera mujer?

-Si tienes tantas dudas…-la de coletas parecía reflexionar.- ¿…por qué no se lo preguntas…?

-¡Tomo-chan!-gimió alarmada.- ¡Yo no podría hacer eso…!-Tomoka levantó una ceja.

-Te complicas la existencia.-dijo resignada.

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Estaba realmente cansado, los sempais se habían esforzado especialmente en que se atragantara de comida, en realidad ya no tenían nada de que preocuparse pues Tezuka jugaría el último partido de torneo libre.

-Mmh-la pantalla del teléfono móvil se apagó, la batería se había acabado.- Demonios…

¿Por qué Ryuzaki no había respondido su llamada? Su número nunca estaba disponible y lo mandaba al buzón. Le parecía extraño pues cuando estaba fuera de la ciudad ella lo dejaba encendido por si él decidía marcar, aunque nunca le aseguró que lo haría.

Después de todo él era un tenista y estaba escalando con sorprendente velocidad gracias a la fama que le regalaban las revistas locales y nacionales. No le costaría ningún esfuerzo convertirse en un jugador profesional a ese paso. Aunque eso significara una relación a veces a distancia pero suponía que la nieta de su entrenadora lo comprendía y sino… pues…

Entonces sería una lástima.

-Hmph-descolgó la bocina del teléfono en la habitación, adivinaba con facilidad que Eiji estaba jugado en alguna otra habitación con Momoshiro, tal vez frustrando los intentos de Sadaharu de crear un nuevo zumo energético que ayudara a Tezuka para brindarle ventaja en la final.

-Ryuzaki al habla-si, había respondido ella sin sospechar que él había sido quien había marcado. Frunció el ceño al escuchar el tono apagado de su voz femenina.

-¿Qué te pasa?-preguntó rudamente, y no solo por que le pareciera extraña aquella exclamación exagerada de sorpresa y el ¡Mou, Ryoma-kun! Tan nervioso que no le dio mucho gusto escuchar, era más bien por no haberla podido localizar en todo el santo día. Estaba irritado. Muy irritado.

Dejó la Ponta a un lado.

-N-No pensé que… lla-llamarías…

-Desde en la mañana-aclaró ofuscado por el mal humor.- Tú móvil no está disponible.-explicó como si ella no lo supiera, Sakuno miró el techo en busca de una respuesta lógica que le permitiera evitar que Ryoma se molestara aun más.

-L-La b-ba-batería-mintió, con los ojos caobas enfocados en el suelo.

Silencio. Algo le decía que el príncipe no le creía del todo.

-Hmph-la chiquilla cerró los ojos con fuerza esperando algún reclamo, pero recordaba que Echizen no se manejaba así.- Como digas.

¿Una mujer estaría huyendo de su novio después de escuchar comentarios hirientes? Debía suponer que no. Por que una mujer no debería temer de no serlo por que lo era ¿Cierto? Su cabeza estaba tan confundida, no sabía que sentir.

Miedo, de no ser lo suficientemente buena para Ryoma.

Molestia, por que ella sabía que no lo era.

Tristeza, por que lo sabía y no quería dejarlo. Quería seguir a su lado.

Se lamentó mientras el tenista, ya exasperado esperaba a que dijera algo. Como un típico ¿Cuándo volverás? O Quisiera verte pronto, Ryoma-kun. Algo que le dijera que no estaba extraña.

-Eres rara-atinó a decir, harto del silencio.

-¿Ra-rara?-sus ojos comenzaron a nublarse mientras sentía algo quebrarse dentro de ella. Una mujer nunca sería rara.

-¡Y-Yo no creo que lo sea!-objetó, frunciendo el ceño mientras sus mejillas se teñían de rojo, sentía casi como si lo estuviera observando. Ryoma también agravó su expresión.- ¡S-Soy muy normal!

Quizá demasiado… para alguien como él.

-No eres buena para el tenis.-contradijo.

¡El tenis¡Él y su tenis!

-¡No necesito serlo para ser una mujer!-aclaró.

-Podrías ser una tenista ¿Qué tiene que ver que seas mujer?-miró a la pared pensando aun en el argumento de Ryuzaki.- Está claro que lo eres.- De eso no le quedaba ninguna duda… Su novia a pesar de ser la más torpe de todas, era una frágil jovencita de casi diecisiete años, que con las trenzas yendo y viniendo era capaz de jugar al tenis sin que se le acabara el aire, todo gracias a los valiosos entrenamientos que habían tenido juntos. Ella era delgada, se notaba por que el uniforme del club femenil le quedaba un poco grande pero no lo suficiente para cubrir las sinuosas curvas de su cintura, de su espalda baja, de…

¡Alto¡Él no era como el idiota de Momo ni el estúpido Oyaji!

Sakuno apretó las manos. ¡Quizá ella no quería ser tenista¡Quizá ella solo amaba el tenis por que lo amaba a él!

-¿Es malo que no sea buena para el tenis?-él pudo haber contestado que si, después de todo era casi desconcertante pensar que la novia de un prodigio del deporte blanco, no fuera buena para ello.

-Mada mada da ne, Ryuzaki.-terminó.

-¡Y-Yo no necesito del tenis para ser una mujer!-Ryoma escuchaba con atención cada una de sus palabras.- ¡Pero tú si necesitas de una mujer que sirva para el tenis, Ryoma-kun!

Eso podía tener sentido. Pero él no quería a otra mujer. Si no fuera por ella, él no tendría ningún otro vínculo con el sexo femenino. Y si pudiera darse cuenta, podría ver que ellos no llevaban una relación exactamente común.

-¿Estamos terminando?-cuestionó seriamente, con la mandíbula fuertemente apretada.

Sakuno tomó aire, intentaba enjuagar sus ojos estregando las copiosas lágrimas contra sus mejillas ya húmedas.

¿Terminar?

¿Qué respuesta podía dar a eso? Tal vez así era

Tal vez así debía ser.

Necesitas valor, Sakuno. Tragándose el llanto y procurando que su frágil voz no se quebrara ante el silencio exigente de Ryoma, contestó.

-¡Hai!-Y el príncipe del tenis solo pudo escuchar el sonido de colgado.

CONTINUARÁ.-

Feliz Navidad a todos! Espero que todos sus sueños se hagan realidad y que estén pasando lindos momentos con sus seres queridos.

Bueno como verán esto es algo de ehm... la continuación de mi fic anterior, Cuestión de tiempo, quizá mucha gente no lo relacione si no lo ha leído pero no creo que se complique, sin embargo, sería necesario para la siguiente parte y final de este capítulo especial de regalo. El siguiente contendrá lo que ciertas personas me han pedido y que prometí, je. Será subido en año nuevo siempre y cuando tenga una buena cantidad de comentarios xD jajajaa la verdad estoy ansiosa por subir mi primer lemon así que uds. dirán. Éste capítulo no es muy denso, pero de verdad que si lo hubiera subido completo... hubiera sido estresante leerlo para uds. Esto es solo la mitad o un poquito menos que eso, así que sean generosos y a escribir reviews. Yo los espero alegremente!

Un beso, lady.