Hello a todos y todas, primero que nada feliz navidad a todo mundo :) veran esta navidad se me ocurrió darles un pequeño regalito a todos los que gustan de leer mis fics y aquí lo tienen un mimato basado en mi cuento favotito de navidad :D Pues veran así está la cosa, resulta que la idea original era hacer esta historia de un sólo capitulo pero me di cuenta que no lo iba a alcanzar a terminarlo para este día y me dije a mi misma, mi misma tienes dos opciones separarlo en capitulos y subir el primero que si alcanzas a terminar el 25 o dejarlos sin regarlo de navidad o sea sin fic navideño y pues opté por la primera opción de dividir el fic en capitulos, cuatro para ser exacta y así poder dejarles un regalito hoy y pues aquí lo tienen el primer capitulo espero les guste, los siguientes capitulos los subiré el mismo día que subo el capitulo de "amor entre la vida y la muerte" osea el domingo :) Así que sin más los dejo que lean y y espero disfruten este fic nos leemos el domingo de nuevo :)

Atención: Los personajes como saben no me pertenecen tampoco la historia original en la que se basa este fic esa propiedad de Charles dickens y los personajes, ya saben son del hombre que arruinó el final de digimon dos jajaja bueno ahora sí me voy Adiosin.

Los fantasmas de Matt.

La época de navidad, época para dar y pasar en familia, todas las personas parecían disfrutar de esas fiestas menos él, para él la navidad era un día más, no había nada que celebrar y tampoco había razón para regalar a los demás, en lo que a el concernía la navidad sólo era un pretexto para despilfarrar el dinero en regalos que por lo general terminaban en el bote de basura.

Continuó su camino hacia el parque central de Odaiba ignorando a la gente que se encontraba en sus últimas compras navideñas ya que esa era la mañana de noche buena y todos parecían andar locos corriendo de un lado a otro a consecuencia de la famosa fiebre navideña, para desgracia de Yamato esa fiebre navideña también había invadido a sus amigos y lo habían estado llamando cada media hora por teléfono para confirmar que iría a la reunión de emergencia que harían y a la cual se dirigía. No entendía porque la prisa y la insistencia, era una navidad igual que cualquier otra, no sabía porque a todos les había dado por festejarla juntos cuando siempre cada quien la festejaba por su lado, los Yagami se iban con sus primos, Takenouchi recibía la visita de su padre, Kido la festejaba al lado de su familia al igual que Izumi, Tekeru se iba junto con su madre a visitar a su abuela y él como cada año se la pasaba solo en casa, miraba un rato la televisión y después se iba a dormir, siempre había sido así no entendía por que ahora tenía cambiar eso.

Llegó al lugar donde lo habían citado y vio que todos sus amigos se encontraban esperándolo, hasta Tai ya estaba ahí y con cara de pocos amigos, seguramente porque había llegado tarde, realmente no entendía por qué tanto alboroto.

-Hasta que llegas.

Se quejó Tai con los brazos cruzados, Matt miró su reloj y vio que sólo tenía diez minutos de retraso, no era para que Tai estuviera molesto.

-No exageres, sólo he llegado diez minutos tarde, no entiendo porque tanto alboroto por una simple fecha.

-Hermano es navidad.

T.K vio a su hermano con reproche y Matt no hizo más que poner los ojos en blanco, había olvidado que su hermano tenía un gran espíritu navideño, había veces en que pensaba que T.K era un duende de santa claus que se había escapado del polo norte para intentar contagiarlo del espíritu navideño.

-Es cómo cualquier otro día.

Se quejó Matt, odiaba que la gente le diera tanta importancia a una fecha que para él no tenía sentido.

- Oh Matt suenas como el grinch.

Se quejó una vocecilla desde el fondo, Matt dirigió su vista hacia donde provenía la voz, sus amigos le abrieron paso a su mirada y se encontró con una linda castaña a la que no veía en mucho tiempo y la cual seguramente era la causa de que sus amigos tuvieran tanto apuro por celebrar la navidad juntos.

-Mimi…

Susurró sorprendido de ver a la joven ahí, hacía dos años que no la miraba y creyó que nunca más la vería pero al parecer se había equivocado.

- La misma, te sorprende verme ¿verdad?

Matt no dijo nada, sólo permaneció ahí parado viéndola, no podía creer que después de tantos años él siguiera sintiendo que su corazón se acelerara cada vez que ella estaba cercas. Mimi había sido su primer amor y al parecer su corazón seguía viéndola como tal ya que apenas ella apareció en su campo de visión su corazón comenzó a palpitar con gran velocidad, pero eso era algo que no dejaría que ella ni nadie notase.

-¿Qué haces aquí?

Preguntó Matt aún desconcertado, la chica frunció el ceño al igual que varios de sus amigos, ¿acaso era su forma de decirle que la había extrañado? Al parecer Matt seguía siendo el mismo chico frío de siempre, y ella que estaba emocionada porque después de dos años lo vería de nuevo.

-Esa no es forma de recibirme, eres muy descortés.

Se quejó la chica, haciendo notar a Matt que sus palabras habían sonado más rudas de lo que había querido él que sonaran, es sólo que estaba demasiado impactado por su regreso que aún no lo podía creer.

-Vamos Mimi no venimos aquí a pelear.

Dijo esta vez una voz poco familiar para Matt y apareció frente a él el inseparable amigo de Mimi, Michael o algo así se llamaba el niño rico ese.

-Michael ¿Dónde te habías metido?

Preguntó Mimi con una sonrisa en los labios y el rubio de cabellos ondulados sonrió extendiéndole a Mimi un vaso humeante.

-Fui por un poco de chocolate caliente, pensé que esperaríamos más.

-Eres muy amable Michael.

Dijo la castaña y le sonrío al chico quien se sonrojó un poco. Matt los miró sin decir nada y aunque no lo quiso demostrar aquello le había molestado y bastante, así que mejor se volteó hacia otro lado para no tener que verlos odiaba tener que ver a ese tal Michael siempre intentando quedar bien con Mimi y ella como siempre quedaba encantada con los gestos de este, no entendía porque aún no eran novios si desde que él se había enterado de la existencia de Michael siempre era así. Mimi y Michael parecían novios pero no lo eran y no entendía porque.

-Bueno y ¿para que me hicieron venir hasta aquí?

Se quejó Matt y Mimi torció su boca molesta ¿Qué acaso verla no era más que suficiente para él? Digo hacía ya dos años que no la miraba y ¿así la recibía? No cabía duda que Matt era un grosero.

-¿Cómo que para qué? Para la fiesta de navidad Matt, nos pondremos de acuerdo para ver que va traer cada quien.

Alegó Tai dedicándole una mirada confundida a su amigo, estaba seguro que le había avisado a Matt de la fiesta.

-Y yo ya les había dicho que no iba participar en esa fiesta.

-¿Por qué?

Se quejó Mimi esta vez no con su semblante molesto sino triste, ella estaba segura que todos sus amigos estarían ahí, en especial él. Matt la miró y por un momento sintió remordimiento y estuvo a punto de ceder pero después miró a Michael que apoyaba su mano en el hombro de Mimi para consolarla y todo intención de ceder y ser participé de aquella fiesta se esfumó.

-Porque no me gusta la navidad.

-¡Pero Matt!

Se quejó Tai con un puchero y Mimi no hizo más que bajar su mirada triste, ahora para ella no sería una feliz navidad.

-Ya les dije que no, así que no insistas Tai, y si eso era todo me retiro, tengo cosas que hacer.

Dicho esto Yamato se dio la vuelta y caminó de regreso a casa oyendo como sus amigos le gritaban pidiendo que cambiara de opinión.

-¡Pues vete al diablo! ¡No te necesitamos!

Gritó un Taichi molesto que lanzó hacía Matt una bola de nieve que no alcanzó a llegar al rubio , pues Matt iba ya varios pasos adelante.

-Ya Tai tranquilízate.

Intervino Sora al ver lo molesto que se encontraba Taichi, lo tomó del brazo y lo llevó hasta donde estaban los demás para ponerse de acuerdo de que llevaría cada quien.

Matt caminó por la calles heladas de Odaiba pensativo, tal vez no debió ser tan grosero pero estaba harto de todo ese asunto de la navidad ya les había dicho que no quería asistir a su ridícula fiesta de navidad, ¿no entendía porque insistían tanto? ¿Por Mimi? Ella estaba bien acompañada con el americanillo ese, no lo necesitaban a él, sí sin duda alguna negarse a ir a esa tonta fiesta había sido su mejor decisión, así no tendría que estar viendo a Mimi y a Michael coquetearse mutuamente, sí no cabía duda, quedarse en casa como todos los años había sido la mejor decisión que pudo tomar.

Abrió la puerta de su departamento y entró acompañado de un inmenso frío que quedó tras la puerta, se quito el saco y la bufanda y los dejó en el perchero, también se quitó los zapatos y se puso unas pantuflas calientitas y fue directo hacia la cocina, se hizo una sopa instantánea y en cuestión de minutos se encontraba en el sillón frente a televisión como todos los años, eso para él era pasar una buena navidad. Recordó el rostro triste de Mimi al decirle que él no iría a la fiesta de navidad, y por un momento sintió remordimiento pero le bastó recordar la cara de Michael para que todo remordimiento se fuera y se encerrara de nuevo en su mundo donde la navidad no era más que un día más que no tenía porque festejar.

Habían pasado quince minutos que había llegado a la comodidad de su sofá para ver una buena película de acción y durante ese tiempo no hizo más que pasear por los más de cien canales que tenía su televisión y no encontró más que películas navideñas y programas relacionados con la navidad, todo era un fiasco, al parecer las personas no tenían en la cabeza otra cosa que no fuera esa estúpida festividad. Aventó el control remoto a un lado suyo resignado de tener que ver una estúpida película navideña pero que más daba por más que le cambiara no encontraría otra cosa que no fuera navidad. Como odiaba esa época del año.

El teléfono sonó, Matt contestó y se encontró con la ya esperada noticia de que su papá no podría llegar para la cena, aquello ya no le sorprendía a Matt ni siquiera le molestaba un poco, ya estaba acostumbrado a que su papá no llegara a casa hasta el día siguiente en la mañana.

-Otra navidad solo en casa.

Dijo en voz alta para si mismo, pero no a modo de queja sino como algo a lo que ya estaba acostumbrado y lo cual disfrutaba.

El teléfono volvió a sonar y Matt se extrañó un poco, aquella ya no era la esperada llamada de su padre para avisar que no llegaría, ¿quién podría ser entonces? Matt contestó y escuchó al otro lado la voz de su hermano, ya se podía imaginar para que le hablaba Takeru, seguramente era otro intento de convencerlo para que fuera a la fiesta, pero él no iba a ceder, menos cuando sabía que Michael estaba ahí seguramente pegado a Mimi.

-Ya les dije que no Takeru, no pienso ir… Porque no me gusta la navidad y punto… No insistas no iré… que no… no… Takeru ya te dije que no deja de insistir… Feliz navidad para ti también, adiós.

Yamato colgó y se cruzó de brazos ese hermano suyo era más insistente que todos los chicos del grupo juntos, no le extrañaría que dentro de unas horas llegara a su departamento e insistiera de nuevo para que fuera a la fiesta, pero lo sentía por Takeru porque se iba a topar con pared ya que él por nada del mundo pensaba ir a la fiesta esa. Oyó que sonó el timbre de su celular y se encontró con un nuevo mensaje, como se lo imaginó era su hermano en un nuevo intento de convencerlo pero no lo lograría. Yamato tecleó rápidamente un mensaje diciendo que no iría, lo envió , apagó el celular para que no lo molestaran más y se puso a ver la televisión.

Cuando Matt giró su vista a la televisión los comerciales acababan de terminar y estaba por dar inicio a una película que tal y como se lo había imaginado Matt se trataba de una película navideña, pero para él no era cualquier película, era una película que le traía un grato recuerdo navideño, así que cuando vio el titulo en la televisión de "Los fantasmas Scrooge" no pudo hacer otra cosa más que sonreír y recordar aquella navidad que fue la única que no la pasó solo en casa y fue en honor a ese grato recuerdo que decidió dejar la televisión en ese canal y ver aquella película.

Habían pasado ya varias horas cuando Matt despertó, se había quedado dormido a mitad de la película y justo en ese momento se encontraban la tele comerciales, pero de pronto algo extraño sucedió, la televisión comenzó a cambiar de canal sola, Matt buscó con su vista el control remoto pensando que accidentalmente él lo había aplastado pero no era sí el control se encontraba bastante lejos de él para haber picado el botón por accidente, miró de nuevo la tele y esta seguía cambiando hasta que de pronto se apagó. Matt se extrañó por aquello pero no le dio importancia, seguramente la televisión se había descompuesto.

Se puso de pie y llevó su plato de sopa a la cocina y buscó el reloj de pared para saber la hora pero las manecillas giraban como locas sin dar ni una hora. Ok eso ya no era normal, algo raro estaba pasando en su casa y su cabeza de inmediato comenzó a recordar todas las películas de fantasmas que había visto en su vida y un escalofrío lo recorrió por completo.

-Tranquilízate Matt, son figuraciones tuyas, los fantasmas no existen.

Se dijo así mismo y en el instante en que terminó de decir aquellas palabras, oyó unas cadenas arrastrarse por el suelo y entonces si sintió que se le había erizado hasta el último cabello. Pero ¿Qué demonios estaba pasando?

-Yamato…

Dijo una voz fantasmal acompañada por el sonido de las cadenas arrastrarse. Matt miró hacia todos lados pero no vio a nadie, ¿acaso aquellas eran imaginaciones suyas? ¿Le habría caído mal la sopa y por eso ahora tenía alucinaciones? No lo sabía, pero aquellas alucinaciones sonaban muy reales.

-Yamato…

Volvió a llamar aquella voz fantasmal acompañada por el arrastre de las cadenas que se oían muy pesadas.

-¿Quién… quién es?

Preguntó el rubio espantado y con una cucharada de madera en su mano, dispuesto a atacar a cualquiera que se apareciera frente a él.

-¿Quién anda ahí?

Volvió a insistir el rubio y entonces escuchó como algo cayó al suelo en la sala. Matt de inmediato y sin soltar la cuchara se dirigió hacia donde había escuchado el ruido pero la sala estaba desierta, lo único que había en el suelo era un portarretratos.

Más calmado al ver que no había nadie en aquel lugar el rubio se dirigió hacia donde estaba el portarretratos, lo recogió y observó con curiosidad que aquella era la foto que se habían tomado en el digimundo cuando eran niños justo después de vencer al malvado apocalipmon.

-¿Cómo te caíste?

Le preguntó al retrato y lo regresó a su lugar junto a la lámpara que se encontraba en el pequeño buró al lado del sillón. Sin más preocupación se dio la media vuelta pero en ese instante en que volteó se encontró con la cara pálida de una chico de lentes que lo miraba con gran atención. Matt sintió como toda la sangre se le fue hasta los pies y pegó un grito acompañado de un pequeño salto en retroceso que lo hizo caer al suelo mirando con temor al joven pálido y luminoso que se encontraba flotando a mitad de su sala.

-Yaaaammaaatooooo.

Lo llamó el fantasma, Matt aún asustado por lo que sus ojos miraba prestó más atención al chico ese, él lo conocía, lo conocía muy bien.

-¿Joe?

Preguntó ya sin temor, sino con confusión.

-Así eeees Yamaaaatooo soy Joeeee tuu amigoooo….

Respondió el chico de cabellos azules siguiendo con su lamento fantasmal. Matt ya sin temor alguno al ver que se trataba de su amigo de la infancia se puso de pie y examinó con curiosidad al chico.

-Oie no te aparezcas así, casi me matas de un susto y dime ¿Cómo le haces para estar traslucido y flotar?

Preguntó el rubio a la par que pasaba su mano por el cuerpo de su amigo.

-Soy un fantaaaasmaaaa.

Respondió el chico de lentes aún en su papel de fantasma y acercando su rostro a su amigo para intimidarlo, pero aquello ya no funcionaba con Matt, ahora que sabía que se trataba de Joe no había que temer, seguro eran sus amigos que intentaban hacerle una broma por no haber querido ir la fiesta esa.

-Sí claro lo que digas, dime ¿a que viniste?

Le preguntó el rubio sin la mayor preocupación y sentándose placidamente en el sillón.

-¡Oie se supone que debes de temerme soy un fantasma!

Se quejó un alterado Joe al ver que su amigo no le tenía ni un temor ni respeto a su espíritu fantasmagórico.

-Vamos Joe, ambos sabemos que es algún truco de Izzy quien de seguro debe estar escondido por ahí usando un proyector o algo, ahora dime ¿Por qué estás aquí?

-¡Claro que soy un fantasma! que no vez mi ectoplasma brillante y mis pies se han desvanecido ahora tengo una cola de fantasma, además tengo cadenas.

-Si me preguntaban para que son.

-OH veras soy la representación de un alma en pena y las almas en pena por lo general… ¡Eso no importa! -Gritó Joe volviéndose a alterar- Lo que importa es lo que te tengo que advertir y tengo poco tiempo así que escúchame bien. Cuando den las diez de la noche tres fantasmas vendrán a visitarte, ellos te darán la oportunidad de recuperar ese espíritu navideño que has perdido, así que no desaproveches esa oportunidad que te han dado.

-¿Qué crees? ¿Qué estamos en un cuento de Charles Dickens o que? -Se quejó Matt con cierto fastidio, sus amigos si que habían llegado lejos para convencerlo de que fuera a esa fiesta-

-No es ni una broma Matt, treeees fantaaaasmaaaas vendraaaán a visitaaaaarte estaaaa noooocheeee -Continuó Joe con su tono fantasmal-

-Sí claro, ya basta de bromas, chicos salgan se que están aquí.

Se quejó Matt y se puso de pie dispuesto a encontrar a sus amigos, pero no logró encontrar a nadie más.

-Vamos Joe dime donde están lo chicos.

Se quejó Matt mientras se paseaba por la sala buscándolos y sin importarle que a cada rato atravesaba el espíritu de su amigo que él creía era una proyección.

-Ya te dije que no es una broma, no hay nadie más.

-Izzy debe de estar en alguna parte proyectando tu imagen.

-Sólo respóndeme algo Matt, si soy una proyección ¿Cómo es que pude tirar la foto?

Matt detuvo su búsqueda y observó pensativo al chico frente a él.

-¿Cómo lo hiciste eh?

-Ya te lo dije soy un fantasma y esto no una broma.

En cuanto dijo esto Joe , unas campanadas se comenzaron a oír, la televisión se prendió y comenzó a cambiar sola de canal, mientras que las manecillas de todos los relojes comenzaron a girar y girar sin parar.

-Mi tiempo se ha acabado debo irme, pero recuerda Matt, tres espíritus te visitaran esta noche, teeesss

Una ventisca helada inundo la habitación y Joe desapareció ante los ojos de un sorprendido Yamato que no daba crédito a lo que había presenciado. En cuanto el espíritu de Joe desapareció todo volvió a la normalidad y Matt se dejó caer incrédulo en el sillón, ¿qué había sido todo eso? Llevó una mano a su cabeza y se la sujetó como si le doliera, ¡Diablos! De seguro esa sopa si que le debió haber caído mal ya que nada más explicaba aquella fuerte alucinación que acababa de tener.

Miró el reloj de pared y vio que apenas eran las seis de la tarde, sería mejor que se fuera a dormir temprano sino era seguro que seguiría teniendo esas locas alucinaciones. Se puso de pie y se fue directo a su habitación sin darse cuenta que en el piso yacía la prueba clara de que aquello no había sido una alucinación sino real ya que ahí se podía ver tirada en el suelo aquella foto que años atrás se tomasen él y sus amigos en el digimundo.

24 de Diciembre 2011