Bien, les presento mi primer fic de esta serie, espero que les guste.
Aclaro que Benji Price es el nombre por el cual se conoce a Genzo Wakabayashi en mi país, podría usar el nombre original pero en este caso me queda más cómodo usar la versión Latino Americana.
Bien, empieza el fic!
Capítulo 1: El comienzo – 1ª parte
"Claro que aún lo recuerdo, ¿cómo podría olvidarlo? Yo tenía unos… creo que unos 7 años para ese entonces. Era un día de verano, las vacaciones estaban a punto de terminar y mi peor pesadilla comenzaría nuevamente, el año escolar.
¿Has tenido uno de esos días en los que estas de buen humor, alegre, con la sensación de que vivirás el día más importante de tu vida? Bueno, pues ese no era uno de esos.
Me levanté muy temprano sin saber porque, ya que yo soy de esos que aunque tiren una bomba atómica al lado de mi cama siguen durmiendo como bebes. Aprovechando que el día estaba soleado, pensé en salir a practicar con mi balón al parque y salir de la rutina de las prácticas en el jardín trasero.
Me vestí con lo primero que tenía a la mano y salí corriendo hacia el patio con mi balón en la mano, creo que ni siquiera comí antes de salir.
- Milagro tu despierto tan temprano Benji, ¿acaso te caíste de la cama?
La voz me tomo desprevenido. Me pare en seco para ver quien era quien me había hablado y casi salgo patinando con la alfombrilla de bienvenida de la puerta.
- Buenos días, Freddy – respondí
- ¿Qué ibas a hacer saliendo tan temprano?
- Pensaba en ir al parque para practicar un poco.
- Esta bien, pero no regreses tarde
- No lo haré, gracias
- ¿No comerás nada antes de irte?
- No gracias, no tengo hambre
Me di media vuelta y salí corriendo por el jardín pateando mi balón. Corrí por varias calles pateando mi balón sin apartar mi vista de él, se me dificultaba un poco a la hora de pasar por las veredas, tenía que esquivar a las personas para poder pasar sin perder el control del balón. Poco me importaba que me miraran mal y que alguno que otro me gritara por atropellarlos, ellos no eran nadie para decirme que hacer.
Corrí por varias cuadras más y me detuve cuando llegué a una esquina algo transitada, vi que un camión se acercaba así que tome mi balón en mis manos y espere a que pasara. Era un camión de mudanzas que acababa de llegar a la ciudad.
-"Me pregunto si se mudaran cerca de mi casa"- pensé
Apenas en camión paso por la calle, volví a tirar mi balón al suelo y lo pateé para cruzar la calle. Mire hacia el frente y vi que me quedaba solo una cuadra para llegar al parque, lo que me izo acelerar el paso.
Pero en el momento en el que llegaba a la esquina, estaba tan concentrado en mi juego que no note que otro balón se cruzo en mi camino desde el otro lado de la esquina. Levante la mirada y, antes de que pudiera reaccionar, choque de frente con la persona que estaba pasando por la esquina. Ambos caímos al suelo al mismo tiempo.
- Ay, fíjate por donde andas – dije frotándome la cabeza
- Auch, eso dolió – dijo
Al escuchar esa voz, me pareció demasiado delicada para tratarse de otro chico, y al levantar la vista vi que era una niña. Llevaba puesta una remera blanca con los bordes rojos y una falda negra, me pareció muy extraño de que una niña estuviera jugando con un balón.
- ¿Una niña?
Fue lo único que pude decir. Sonó estúpido, pero estaba tan extrañado que fue en lo primero en lo que pensé.
- Vaya, que listo eres – respondió con sarcasmo
De acuerdo, me lo merecía por lento. A pesar de que su tonito de voz no me había caído para nada bien, mis padres me enseñaron que debía de ser educado, aunque no me diera la gana.
- Como sea, ¿te encuentras bien? – pregunte estirándole la mano para ayudarla a pararse
- Si, lo estoy, gracias
- Deberías tener mas cuidado por donde andas
- Yo podría decirte lo mismo
Otra vez ese tono de voz. ¿Qué acaso no le enseñaron modales? En fin, pasando por alto el "amable" comentario que acababa de recibir, me acerqué hasta donde estaban los dos balones, tome el mío y le extendí el otro con la otra mano.
- Toma, este es el tuyo
- ¿Cómo estás tan seguro?
- Le escribí mi nombre al mío para no confundirlo – le mostré donde estaban escritas mis iniciales, BP- Deberías hacer lo mismo
- Si, tienes razón. Gracias por el consejo
¿Soy yo, o eso sonó… amable? De cualquier modo, algo me llamaba la atención de esa niña y no pude evitar que mi curiosidad saliera a la vista.
- ¿Qué hace una niña jugando con un balón de fútbol?
Pregunta directa, sin anestesia ni nada, supongo que pude haber sido más sutil pero ese no es mi estilo.
- ¿Qué quieres decir?
- Pues, conozco niñas a las que le gusta el fútbol, pero no creí que pudrían jugar…
Al ver la expresión de su rostro comprendí que nunca, nunca jamás debí hacer aquella pregunta. Tenía unos ojos que literalmente echaban fuego.
- ¿Insinúas que las niñas no pueden jugar? – pregunto, visiblemente enfadada
- No, no dije eso – me apresure en contestar - Solo creí que a las niñas no les interesaba jugar al fútbol, nada más.
- Ah – murmuro ella
Nos quedamos en silencio. Incluso yo tenía miedo de abrir la bocota, decir alguna estupidez más y ligarme una calurosa bofeteada
- Lamento si te ofendí.
Un momento, ¿yo dije eso? ¿Me disculpe? ¿Tendré fiebre o alguna peste asiática? Vaya, no se de donde salio tanta caballerosidad junta, eso no es normal en mi.
- Está bien, no fue nada - sonrió
- Soy Benji Price
- Melody Loren
- ¿Eres nueva? Nunca te había visto por aquí
- Si, acabo de mudarme a este barrio con mi madre, venimos desde Estados Unidos
- Ya veo, entonces el camión de mudanza que vi pasando la esquina era de tu familia.
Ese fue mi gran razonamiento del día, realmente me sorprendo yo mismo, hay que aclarar que a ese entonces tenia siete años, no podías esperar que recitara el teorema de Tales.
- ¿Quieres ir a jugar al parque? – preguntó
- Claro
Cruzamos la calle y dejamos uno de los balones en una de las bancas cerca de donde estábamos nosotros. Comenzamos a hacernos pases entre nosotros, y para mi sorpresa ella era más que capaz de mantener mi ritmo.
- ¿Hace cuanto juegas al fútbol? – pregunté pasándole el balón
- Desde hace algunos años, pero por lo general no juego mucho
- ¿Por qué?
- Porque los niños – lo remarco lo suficiente como para que lo notara – nunca aceptan que las niñas jueguen
- Ahh – metí la pata, ya lo se - ¿y que posición prefieres?
- No suelo fijarme mucho en eso, mientras que pueda jugar la posición no me importa mucho, pero me encanta jugar en la portería
- Igual yo
- Tal vez podrías enseñarme algunas de tus técnicas
- Claro. Eso si puedes estar a mi nivel – dije eso con un aire orgulloso, que por lo general es con el que le hablo a mis rivales
- Ja, ja. Que gracioso – resoplo con sarcasmo
No pude contener una risa al ver su rostro, que le contagie a ella. Al poco tiempo ya nos hablábamos con una increíble naturalidad, como si nos conociéramos desde hace tiempo y no hace menos de una hora. Pasamos el resto de la mañana juntos, jugando con el balón y conversando de quien sabe que cosas, hasta que cayó el mediodía y era tiempo de regresar para el almuerzo, ya que ninguno de los dos tenía ganas de un regaño matutino.
La acompañe hasta su casa para ayudarla a ubicarse mejor en la ciudad, le mostré algunos lugares claves para que le fuera más sencillo la próxima vez que tuviera que ir sola hacia su casa, ya que según ella tenía el sentido de orientación de un ratón en medio del desierto.
La lleve por el camino mas corto para enseñarle todo, dirigiéndome también yo hacia mí casa, y para mi sorpresa resulto que Melody era vecina mía. La casa que su madre había comprado estaba a unos pocos pasos de la mía, incluso las ventanas daban directamente para poder vernos… No pienses mal, yo lo digo en la buena manera.
Con un poco de sorpresa me despedí de ella, diciendo que nos veríamos por el barrio. Al llegar a mi casa, mi entrenador Freddy ya me esperaba con un sermón de que debía ser más puntual y blablabla. Mientras me regañaba, yo pensaba en lo bien que me había llevado con Melody apenas conocerla, algo muy poco frecuente con mi personalidad ser tan amable con personas desconocidas, aunque tengo que admitir que esa niña tiene un carácter muy fuerte, y es mirada… Creo que hasta Jack el destripador lo pensaría dos veces antes de meterse con ella.
Antes de dormir, mirando el techo de mi habitación como hacía siempre que no tenía sueño, me preguntaba a mi mismo si tendría oportunidad de conocerla aún más y si llegaríamos a ser amigos… Un momento ¡Paren las rotativas! ¿Desde cuando me interesa a mí hacer amigos nuevos? Desde nunca, si se preguntan. Soy un chico bastante reservado y no me gusta hablar de mis sentimientos con los demás, odio llorar y acostumbro guardarme las cosas malas solo para mí.
Y eso era algo que creí que nadie me haría cambiar, pero no fue así. Nunca hubiera pensado lo que nos destinaba a Melody y a mí en un futuro no muy lejano.
Esta es la primera parte del primer capitulo, como me quedo más largo de lo que pensaba lo dividí en dos partes.
Acepto críticas mientras que sean amables y constructivas.
Gracias por leer.
