Disclaimer: Los personajes no me pertenecen.
Este fic participa en el reto "Viñetas de emociones" para el foro de La noble y ancestral casa de los Black.
Bueno, cuando me invitaron a participar de este reto me encantó la idea, así que aquí estoy. Con uno de mis personajes favoritos. Espero que les guste.
Valor
-Lo siento profesor, pero… ¿¡Está usted loco!? –Sirius miraba los mapas y apuntes que Dumbledore tenía sobre su escritorio y caminaba de un lado al otro.
-Sirius, querido, entiendo que las emociones te confundan pero…
-¡Pero nada! ¡Usted sabe que es una misión suicida! ¡Usted conoce los riesgos mejor que nadie y aún así piensa seguir adelante con ello!
-Por supuesto que lo sé, y no se la hubiese asignado a James si no creyese que él tuviese una mínima posibilidad de conseguirlo, si no supiese que él tendría el valor de aceptarla –Sirius, en un arrebato de ira, arrojó todo los papeles al suelo y profirió un grito.
-Entonces no le importa que muera, es así, ¿cierto? No le importa que Lily esté embarazada, que pueda dejar a un niño sin padre, ¿verdad? –Albus negó con la cabeza, intentando comenzar a explicar algo que Sirius no estaba dispuesto a escuchar -¿Cómo cree que reaccionará Lily cuando se entere a qué clase de misión enviará a James? ¡Por Merlín, la misma angustia podría hacerla perder el bebé!
-Eso no sucederá –Le aseguró con calma Dumbledore –De hecho, esa fue la única condición para que James aceptase la misión, que Lily no supiese los detalles de ella.
-¡Esto es enfermizo! ¡Está mandando a la muerte a James y ni siquiera piensa decírselo a su esposa! –Gritó aún mas enfadado.
Pocas veces en su vida Sirius se había sentido tan fuera de control. Tan fuera de sí mismo. La primera, la recordaba cada vez que veía a su mejor amigo, fue la ocasión que le gritó a su madre que se iría de la casa. Y su amigo lo había acogido en su propia habitación, le había proporcionado esa familia que él nunca había tenido, y ahora… ¿Cómo esperaban que él se quedase de brazos cruzados mientras veía aceptar a James esa ridícula misión?
No era idiota e impulsivo como muchos pensaban. Lejos quedaban los tiempos donde no hacía mas que fastidiar al resto y conseguir que le quitasen puntos a la casa de Gryffindor. Había madurado, a bases de golpes y unas cuantas palabrotas de la que ahora era la mujer de su hermano. Lily Evans había cambiado la vida de todos ellos, y no, no dejaría que ahora ella quedase viuda. No cuando estaba esperando un bebé, y no cuando su marido era su mejor amigo.
Entendía claramente que estaban en guerra. Que habían jurado lealtad a la Orden del Fénix y que la seguridad nunca había estado garantizada. Pero no por ello había que ser imprudente. No por ello se podía justificar la muerte de un gran mago solo por intentar avanzar un poco mas.
Que no se confundiesen, Sirius quería la victoria como ninguno otro, pero no a ese precio. No quitándole todo a sus amigos. No arrebatándole la vida a alguien que tenía millones de cosas por vivir. Simplemente no podía aceptar aquello.
-Déjeme ir a mi –Le pidió.
-Sirius, la misión ya está asignada –Volvió a insistir Dumbledore.
-¡Maldita sea! –Gritó volviendo a arrojar cuanta cosa encontró sobre el escritorio –Puedo ir yo, soy igualmente competente que James y, a diferencia de él, no tengo nada que perder. No tengo valor alguno.
Dumbledore dejó escapar un suave suspiró, observando al hombre delante de él. Deleitándose con el gran cambio que había hecho de ese niño atormentado, que solo buscaba problemas y aventuras, al hombre hecho y derecho, dispuesto a dar la vida por sus mejores amigos, y por toda una comunidad que quizás, nunca le daría el mérito suficiente.
-Déjame decirte, Sirius, que aún cuando estoy de acuerdo contigo en que eres igualmente competente que James para la tarea, no puedo concederte el hecho de que no tienes nada que perder, de que no tienes valor –Sirius rodó los ojos.
-Dejemos de lado las tonterías, aquí entre usted y yo sabemos que nadie llorará mi muerte. No logro imaginarme a mi madre dándome un entierro digno –Dijo con un tono burlón, el mismo que había utilizado toda su adolescencia para eludir el verdadero dolor que la separación con su familia le había infundido.
-Creo que, como es algo habitual en ti, Sirius, te estás precipitando en tus conclusiones. Yo no daría nada por hecho, salvo, quizás, que tienes a tus amigos, los cuales darían la vida por ti y te llorarían hasta el último día de sus propias vidas –Sirius chaqueó la lengua impaciente.
No había sido su intención llegar a esa conversación. No quería pensar en nada de aquello. Había ido allí con una decisión en mente y no se iría sin obtener lo que deseaba. Dumbledore, frente a él, lo tenía bien claro. Por lo que, ahorrándose a ambos unas cuantas horas mas de discusión, finalmente dijo:
-De acuerdo, pero… -Se apresuró a decir –Quiero que pienses seriamente antes de hacer una idiotez, quieras o no creerlo, mucha gente te aprecia… Y tú también dejarás una familia destrozada si mueres.
…
-¡Idiota! –La voz de Lily fue lo primero que escuchó cuando se apareció en la sala de su amigo -¡Eres un completo idiota! ¿¡Cómo se te ocurre!? ¡Irte así, sin decir nada, a semejante misión! ¡Podrías haber muerto!
-Pero no lo hice –Aseguró sonriendo de lado, evitando contarle que se había salvado de milagro –Venga Lily, que no ha pasado nada.
-Pero podría haberlo hecho –James sonaba enojado, demasiado para el gusto de Sirius -¿Podrías por una solo vez, comprender que tu vida vale mucho? ¿Has siquiera considerado que Lily se ha pasado dos semanas llorando hasta dormirse?
No, no lo había hecho. No había esperado que sus amigos reaccionasen así. Pero se había esforzado por volver con vida. Se había sorprendido a sí mismo deseando regresar junto a ellos, por eso mismo había ido directo a la casa de James, porque había comprendido, a riesgo de perder su vida, que pertenecía allí. Y aunque no podía terminar de creerlo, debía reconocer que, de vez en cuando, la posibilidad de tener un verdadero valor, lo ilusionaba.
