N/A: Hola! Esta historia la empeze a escribir hace un tiempo, es la segunda que eh escrito y mi favorita. Estoy muy feliz de subirla. Espero que les guste! DISCLAIMER: Los personajes como Jacob, Quil, Embry, junto con algunos licantropos mas y personas de La Push son propiedad de Stephenie Meyer. Fuera de ellos los personajes y la historia es mia.
La llegada
Mi vida fue lo que para muchos seria buena pero tenía algo en mi mente que no me dejaba disfrutar. ¿Alguna vez haz sentido un vació que no se puede llenar? Al principio pensé que todo el vació que estaba en mi interior, era por la muerte de mi madre. Que, a decir verdad, nunca supe porque había muerto. Ni siquiera me permitieron ir al funeral. Decían que la muerte, de por sí, era ya demasiado dura para una niña de 10 años. Aun recuerdo como a esa edad pensaba que "nada interesante podía pasarte a los 10 años". Meses después de eso, encontraron el cuerpo sin vida de mi madre en el bosque.
Varios años después, creí haberlo superado. Cuando estaba en tercer año de secundaria mi padre Jonathan me dijo que nos mudaríamos a Londres. Cuando me enteré sentí una pizca de emoción, aunque no duró mucho. Mi sueño, en ese entonces, era vivir allá y tener éxito en la vida. Pero no era como yo pensaba. Cursé el primer año de preparatoria ahí. En esa ciudad donde apenas te conocían, te juzgaban al primer tropiezo. Por eso fue que abandoné mi sueño, y lo cambié por vivir en un lugar pequeño, seguro y familiar. Así es como llegué aquí….
El vuelo duró algunas horas, no sé exactamente cuántas. Me quedé dormida escuchando mi canción favorita…
El aeropuerto estaba lleno de gente, todos metidos en sus asuntos. Antes de salir, mi papá había pedido a uno de sus amigos que nos llevará al pueblo donde nos dirigíamos. Ese pueblo en donde mi papá pasó su infancia. Así que cuando aterrizamos, ya estaba esperándonos. Era muy parecido a mi papá, un poco más alto que el. Aunque sinceramente no pude verlo bien, debido que después de todas esas horas durmiendo, seguía un poco dormida. Noté que una sonrisa surgió en su rostro cuando nos vio llegar. Su cabello corto y pelirrojo, un poco despeinado por el viento, estaba cubierto por una gorra. Vestía similar a mi papá, con una camiseta de botones y pantalones de mezclilla algo holgados. Agitó su mano hacia nosotros en señal de saludo. Con el venían otras dos personas, tal vez otros amigos de mi papá. Nos ayudaron con el equipaje y nos dirigimos hacia el pueblo. No entendía nada de la conversación entre ellos cuatro, así que intenté dormir. Miré mi pulsera, esa que jamás me quitaba, y tuve un corto sueño sobre mi madre.
Ya era de noche cuando llegamos a casa, así que me limité a ir a mi cuarto, sacar mi pijama, ponérmela y dormir. Tuve un sueño bastante extraño, con una persona a la que jamás había visto en mi vida.
Bailaba con alguien, no me fijé en su vestimenta. Lo único que podía ver era su hermoso rostro. Y como un antifaz enmarcaba sus hermosos ojos azules. ¡Dios sabía que moría por alguien con ojos azules! Tal vez mi subconsciente solo quería alegrarme, no sé, pero me sentía en paz, como si flotara. Lo único que quería hacer erar mirar sus perfectos ojos y perfecto rostro toda la noche. Cerré los ojos por un momento, para disfrutar la sensación. Y cuando lo abrí ya no estaba ahí, estaba en lo más hondo del mar. La desesperación me invadió. Todo lo que podía ver a mí alrededor era azul, y una oscuridad aterradora que hacia mi desesperación crecer más y más. Sentía como si un piano, o algo de mayor peso cayera sobre mí y me jalara al fondo del mar junto con él. Mi mayor pesadilla era morir ahogada y se estaba cumpliendo. Jamás había soñado algo con tanta intensidad. Me estaba hundiendo lentamente cuando de pronto… ¡Paf! Ya no estaba ahí. Era peor. ¡Estaba cayendo! Aquellos edificios de Nueva York pasaban rápidamente frente a mí, y no era lindo. Miré hacia abajo, aterrada, luego volví mi mirada al frente y pude ver mi reflejo en uno de los cristales del edificio. Mi cabello volaba salvajemente y mi blusa se inflaba por la presión del aire. Sentía como si mi estomago estuviera a punto de estallar, pero no eran nauseas, era otra emoción que no lograba describir. Comencé a aferrarme a mis últimos momentos de vida, cuando derrepente, sentí como algo tomaba de mi mano y comenzaba a subirme suavemente.
Un ángel.
Era extraño, una luz cegadora salía de cada fibra de su piel, era como ver a un dios griego en persona. Sentí de nuevo esa paz, esa sensación de estar flotando. Entonces me di cuenta de que era aquel ser perfecto con el que había bailado aquella vez…
Desperté justo en el momento en el que hice la conexión. Tenía una mano sobre el corazón y sentía como mis agitados latidos golpeaban mi pecho fuertemente. ¿Qué clase de persona sueña con dos formas diferentes de morir? Obviamente sólo yo. ¡Y en una sola noche! Lo más extraño era que ese ángel me había salvado. Jamás lo había visto antes. ¿Cómo pude haber soñado con el si ni siquiera lo conocía? Tal vez un día lo haría, aunque dudaba mucho que alguien como él viviera aquí en este pueblo. Después de darle varias vueltas al sueño me di cuenta de que nunca había aprendido a bailar. Y con él, bailaba majestuosamente. De una forma perfecta. Definitivamente quería bailar así de nuevo. ¿Pero cómo? Además, no solo se trataba de bailar bien, quería bailar con ese ángel. En cuanto recobré el uso de razón miré el reloj que estaba a mi lado.
10:00 AM. Aun era temprano, pero pronto tendría que desempacar. Y bañarme. Me levanté de un salto y caminé en busca del baño, no tenía idea de donde estaba. Pero bueno, si pude llegar a mi cuarto anoche, estando tan cansada, no sería un problema encontrar el baño.
Saliendo de mi cuarto había un pasillo que daba a un cuarto, que supuse, era el de mi padre.
Cuando llegué a mitad del pasillo, hubo algo que me intrigó. Había un espejo con un marco de madera, tallado a mano. Bueno, al menos parecía ser tallado a mano. Tenía aspecto de ser antiguo, pero pensé que "con la tecnología de hoy en día" bien podía ser artificial. Aun así, resaltaba en la pared color blanco perla. Más allá había un barandal que llevaba a unas amplias escaleras. Las bajé con extremo cuidado, temiendo caer. Una caída ahí, enserio dolería. Tal vez hasta tendrían que llevarme a urgencias. Genial, un nuevo hospital que visitar. Al llegar abajo noté que había unas cajas en el suelo y ya habían acomodado nuestros sillones. Aun así no me sentía como en mi otra casa, no era tan familiar. Caminé hacia la izquierda, donde estaba la cocina, y frente a ella estaba el comedor. Paré de golpe, escaneando la habitación. ¡¿Cómo era posible que no hubiera baño?! Al calmar mi desesperación, noté que había otro pasillo al fondo. Milagrosamente, ahí encontré el baño. En cuanto entré, pensé en mi nueva escuela, en como serian las personas. ¿Serian igual de hipócritas como lo eran en mi última escuela? Era imposible saberlo con seguridad, pero esperaba que no.
El agua caliente se llevó esos pensamientos. En vez de eso comencé a pensar en mi uniforme, tenía que comprarlo, más o menos calculé cuanto me costaría. Ir por el sería fácil, podría ir caminando. Porque obviamente mi papá dormiría hasta tarde. Para mi suerte, mi papá tenía el sueño muy pesado, ni un tornado podía despertarlo.
Después de llegar a la casa, me pondría a leer mis libros favoritos, o tal vez a diseñar. Era domingo y no quería ir a la escuela al siguiente día. Tenía entendido que había una clase nocturna, pero ¿Por qué una clase nocturna en un pueblo tan pequeño?
-Aaaaaaaaaaaaaaaa -grité cuando un chorro de agua fría me cayó encima, saliendo de puntitas de la regadera.
Me envolví en una toalla y caminé hacia mi cuarto. Si, se me había mi ropa. Subí los escalones con muchísimo cuidado para no carme, pero gracias a mi suerte, caí al entrar a mi cuarto. Empecé a vestirme, me puse una blusa azul cielo con líneas plateadas no muy anchas, de lejos se verían como unos brillitos. Abajo del escote tenía algunas lentejuelas. Y unos pantalones cortos. Eran blancos y tenían un moño en el extremo derecho. Finalmente, unos converse blancos que realmente me gustaban. En el interior eran de un color azul que me fascinaba.
Mi modo de vestir era único, la mayoría de las veces, a mi ropa le hacía algunos cambios para que quedaran a mi gusto, no toda la ropa me satisfacía, debía tener algo especial algo que resaltara y la hiciera única entre todas , diferente a la de las demás, creo que aun sigo teniendo la mentalidad de hace años, en mi interior una parte de mi sigue queriendo triunfar y lo demostraba en mi ropa, todos los días , pero los de este pueblo no lo notarían tan rápido, para ellos mi ropa sería algo rara.
Bajé los escalones con cuidado, había dejado algo de agua en las orillas de los escalones, pues, me aferre al barandal al subir.
Le deje una nota a mi padre y salí.
No conocía el lugar pero, sería fácil. Caminé hacía la banqueta, casi brincando como si fuera una niña, feliz, cuando volteé y me quede asombrada, ¡Por Dios! ¡Pero qué hermosa era mi casa!, tenía una entrada bonita, parecía de esas casas que aparecen en películas, del lado de mi cuarto, había una enredadera que subía hacia una terraza que no había visto, en el patio había pasto y unas flores plantadas en los extremos de la casa y alrededor del patio. ¿Qué demonios pensaba la familia que abandono esa casa? Yo hubiera hecho un berrinche enorme. Me di la vuelta y camine 4 cuadras al oeste, había un gran parque, bastante bello. Ni en mis sueños habría imaginado un parque como ese. Habían unos niños que estaban aprendiendo a andar en bicicleta, uno de ellos ya estaba felizmente montado en la bicicleta, el otro, tenía algunas cortadas en el brazo y lo seguía por detrás.
"Es demasiado temprano", pensé.
Entonces me deje caer sobre el pasto, era realmente bello. Noté que traía mi ipod y comencé a escuchar música hasta que finalmente me quede dormida. El sueño de esta vez fue más normal que el anterior. Soñé con la historia de la Cenicienta. Yo era Cenicienta, y mi príncipe era aquel hermoso ángel. Ésta vez pude ver su rostro con más claridad. Sus ojos eran azules-aun sigo siendo fanática de los ojos azules y todo lo que tenga que ver con el- su cabello era castaño claro, un rubio único que jamás había visto en otra persona y su piel era blanca y perfecta. Pero… ¿Cuál era su nombre?, ¿Cómo fui capaz de crear a alguien así? Mi mente nunca pudo haberlo hecho, era imposible, ¿Qué me querría decir?, mientras me hallaba interrogándome, sentí, cómo algo cayó a mis pies…
De repente, un bello joven de cabello pelirrojo algo largo, y ojos verdes, vino trotando hacía mi. Llevaba una camiseta azul de cuello abierto, que le quedaba bastante bien.
-Hola – dijo mientras me sonreía cálidamente.
-Hola – me limite a responder cuando mire sus ojos.
-Perdona, ¿Esto te golpeo? – dijo al tiempo que se agachaba por la pelota.
-No hay problema – intente sonreír – sigue jugando.
Me sentí como una anciana. Cuando iba a colocarme los audífonos de nuevo, se dejó caer en el pasto y empezó a juguetear con la pelota, mire asombrada sus ágiles manos, yo nunca podría hacer eso con una pelota.
-No te había visto antes –dijo derrepente, sacándome de mi burbuja- ¿Cómo te llamas?
-Soy nueva aquí – dije después de un suspiro – Mi padre vivió su infancia aquí y yo…
-Tu juventud - rió muy naturalmente.
Esperé a que terminara de reír para continuar.
-Me llamo Caroline.
-Yo Mark. ¿Cómo se llama tu papa? Tal vez mi padre lo conozca.
-Su nombre es Jonathan.
-Jonathan… - pensó por un momento - ¿No fue a quien recogieron del aeropuerto ayer? – dijo sorprendido.
-Si – dije algo avergonzada de imaginarme que aquel lindo muchacho me hubiera visto andar como zombi.
-Vaya…
-Si… - me limite a responder.
-¿Qué escuchas? – me preguntó mientras se sentaba a mi lado.
-Ah…- me sorprendió su acercamiento – es una canción algo vieja… se llama Sweet Scape.
-¡Me creerás que no la he escuchado! – dijo sorprendido - ¿Te molesta? – preguntó tomando un audífono.
-No – intenté no sonar alterada, porque nunca había tenido un acercamiento tan cercano con un chico, en especial uno tan lindo como él, empecé a tararear la canción sin darme cuenta, cuando los dos nos quedamos en silencio… Derrepente, otra pelota cayó, supe que había golpeado a Mark cuando lo escuché maldecir en voz baja.
- ¡Mike! – Grito lanzándole la pelota a un chico frente a nosotros – ¡qué haces!
- ¡No es justo!, tu aquí con nueva novia, olvidándonos a mi ¡y a la pobre de Cassie!
Mike era realmente lindo. Su cabello era negro, medio corto, y ligeramente alborotado. Su piel también era blanca, pero ligeramente bronceada, hacia resaltar sus brillantes ojos cafés. Vestía un short y una camiseta verde sin mangas. Me resultó graciosa la forma en la que se hablaban, se notaba que eran amigos desde hacía mucho, tal vez hasta hermanos, o primos…como quisiera tener una amiga así…mostré mi mejor sonrisa al ver como tonteaban y al ver a la tal Cassie me desanimé, ella era alta, más o menos de mi altura, tal vez unos milímetros más pequeña, y rubia, una exuberante belleza. Tenía ojos grises y su cabello le llegaba hasta debajo de la cintura. Su figura era bella, parecía una actriz de cine o tal vez una modelo, su piel, igual a la de Mike, estaba ligeramente bronceada, tal vez haya sido por estar jugando tanto con ellos, ¿sería novia de Mark? Si lo fuera no me extrañaría. Pero, ¿porque de repente me empecé a importar por Mark? no era como aquel ángel magnifico de mi sueño, pero tenía cierto encanto, que me hacía sonreír, supe en ese instante que sentía algo por él, ¡Pero qué rápido me enamoro!, pensé, soltando un suspiro.
-Baa… Mark te tardas mucho no creas que aguantare a Mike por mucho tiempo – dijo Cassie mientras caminaba hacia nosotros con los brazos detrás de la nuca.
Cuando me vio ahí sentada, me miró un poco raro, pero luego apareció una cálida sonrisa en su rostro, como la de Mark.
- OH, perdón, Me llamo Cassie, soy hermana de Mark –se presentó- ¿Cómo te llamas?
Era su hermana, que alivio.
- Caroline – dije alegremente, mientras me quitaba los audífonos.
- ¿Eres la hija de Jonathan verdad?
Ella estaba mejor informada que Mark…
- Si.
- Que bien – dijo con una alegre sonrisa.
Todos se sentaron alrededor de nosotros, me empezaron a preguntar sobre mi antiguo hogar, mi infancia, mis amigos, mi escuela, respondí con amabilidad a todas su preguntas, era fácil hablar con ellos… como si ya los conociera de hace tiempo, no sentía eso ni con mis viejas amigas de mi otra escuela.
Estuvimos platicando por horas, pero ninguno se quería ir, estábamos tan a gusto, no había reído tanto desde hace semanas, pero recordé, tenía que comprar mi uniforme.
- Eeehm… - medité por un segundo – Debo irme… tengo que comprar mi uniforme y pasar a casa.
- ¿Enserio? – preguntó Mike desanimado. No me gusto verlo así.
- Si, lo siento-respondí sinceramente, yo tampoco quería irme.
- Bien, ¿Qué te parece si te invito a mi festival, este sábado que entra? – dijo Cassie con una sonrisa.
-¿F… festival? – titubeé.
- Si, de ballet… - Mark hizo una mueca.
- Pasaríamos a darte el boleto el miércoles.
- Claro – sonreí – pero vamos a la misma escuela recuerdas.
Reí para mis adentros, solo había una escuela en este pueblo.
- Oh cierto… nos veremos… - dijo Cassie incrédula y después todos se despidieron de mi.
Me marche silenciosamente y con una sonrisa en la cara. Eran tan amables, me alegraba que ellos fueran mis primeros amigos en el pueblo. Pero nunca pensé que hubiera teatro en este lugar, porque…el ballet se bailaba en los teatros ¿cierto? De inmediato supe que el teatro seria diminuto.
Di vuelta en la esquina, al final de la calle estaba lleno de tiendas, que reflejaban varios colores. Después de aquellas alegres tiendas, en la otra esquina, había un lugar. Muy simple comparado con los demás. Era de color blanco, y las letras del gran anuncio que se encontraba hasta arriba –que por cierto no me molesté en leer- estaban escritas en rojo.
Aquel sitio era alto, mucho, tal vez uno de los edificios más grandes. Más grande de lo que yo esperaba. Al entrar al lugar, vi, a través de unas puertas de cristal, que estaba lleno de ropa. ¡Era enorme! Debía ser la tienda más grande en el lugar. También estaba lleno de señoras de tallas diferentes, que estaban acompañadas de sus maridos o hijos. Algunas reían alegremente o discutían por ver que blusa era mejor. A lo lejos, había unas escaleras eléctricas. Al parecer era un centro comercial.
Al notar que no había uniformes en la planta baja, me dirigí hacia las escaleras eléctricas…
El pueblo no estaba tan perdido como yo pensaba, si algo había aprendido después de esto, era, no subestimes a los pueblos. Llegué al segundo piso y comencé a buscar uniformes mientras pensaba que de verdad había subestimado al pueblo, pensé que para ellos solo sería un bicho raro, una amenaza para sus vidas pacificas, o que no me aceptarían tan fácilmente, como me había ocurrido en mi antigua ciudad.
Comencé a pensar en mi ángel, y en las cosas nuevas que creía que me sucederían en este pueblo, cuando vi que en uno de los letreros que colgaban en lo alto del techo decía: Uniforme, con una mariposa negra al lado.
Al ver el uniforme, no me desagrado del todo, no era tan simple pero tampoco tan elegante, era lindo, para mis criterios, pues en mi otra escuela no llevábamos uniforme.
Era una falda a cuadros, de tonos blancos, grises y negros, un chaleco gris claro, que tenía en la parte de arriba a la izquierda una mariposa negra bordada, bajo de esa bella mariposa, habían unas letras, de hermosa caligrafía… que decían unas palabras que, me parecieron algo extrañas… decía: "Trapnest ".
Ese era el nombre de la escuela.
El significado de trapnest es: "Una caja de nido con trampa". Una vez metido en la caja, no puede salir uno por sí mismo. Era un nombre bastante raro como para que se usara para esta escuela. Pero bueno, después de que encontré un uniforme de mi talla, y busqué un lugar en donde pagar, pensé que tal vez le habían puesto ese nombre a la escuela porque querían que el pueblo estuviera unido, para que estuvieran todos juntos en las buenas y en las malas, y se ayudaran a sobrepasar los problemas los unos a los otros, cada vez que alguien necesitaba ayuda…en la trampa que es la vida. Eso era fácil para este pueblo, aquí todos se conocen desde generaciones y han salido adelante. En verdad, este lugar era mi sueño hecho realidad...
El uniforme costó exactamente lo que traía, me alegró que costara justo lo que había calculado. La muchacha que me atendió me miraba extraño, como si le causara repulsión. Supongo que no todas las personas son amables aquí. Le devolví la mirada hasta que la desvió. Me sentí victoriosa de no haberme intimidado por ella, cosas como esta nunca pasaban en mi antigua ciudad, pero ya basta de eso. Ahora tendré una nueva vida.
La bolsa donde venia mi uniforme tenía también una mariposa negra que representaba a cada persona de la ciudad; comencé a pensar en mi ángel de nuevo ¿cómo había sido capaz de enamorarme de alguien que no existe? Bien, ya había soñado con personas que no conozco antes. Pero nunca como con él. A pesar de que las dos veces que soñé con el no había escuchado su voz, sabía lo que me decía, no había necesidad de que moviera sus labios. Camine hacia las escaleras eléctricas y me fije que había otras escaleras más. Felizmente me encaminé hacia ellas para ver que había arriba, tal vez más ropa.
Aquí era como cualquier plaza comercial, empecé a sentir como los años retrocedían hasta verme justo al lado de mi madre… recordé como odiaba venir a ellos, comprar ropa no era agradable para una niña menor de 10 años, siempre que pensaba en ella lloraba, así que esta no fue la excepción . Para no preocupar a la gente me seque las lágrimas. Me sobresalte cuando vi que solo había comida. Más al este había cosas para el hogar y más adelante muebles. Como toda niña buena fui saltando hacia lo dulce; ahora que recordaba, no había desayunado ¡hay! ¡Tampoco había cenado cuando regresé del aeropuerto! Así que tomé lo primero que vi y me dirigí a una caja.
La chica que me atendió se portó muy bien conmigo, tenía más o menos mi edad. Si yo no fuera tan floja, pediría empleo aquí.
Después le preguntaré si va en mi escuela, tal vez podríamos ser amigas. Una persona como ella debía ser muy dulce. Quería seguir curioseando pero me empezó a dar un hambre atroz, si no comía algo tal vez me desmayaría nunca me ah pasado pero no es momento para que empiece; afuera hacia frio – eso era bueno – si hiciera calor hubiera caído cosida a la acera. Prácticamente corrí a la casa, que suerte tenia de que el camino de regreso era fácil, sino, mi mala memoria hubiera sido un gran problema.
Llegue a mi casa más rápido de lo que pensé. Mi papa ya estaba despierto, que raro, creo que perdí la noción del tiempo ¿qué hora era? Miré el reloj,
3:35
Oh, me fijé en que mi papa ya había desempacado casi todas las cosas, era raro, la casa estaba totalmente acomodada ¿cómo…?
-¡Caroline! – alguien salto atrás de mi abrazándome de la espalda, era Cassie.
-¡Cassie! Que sorpresa – dije contenta de verla.
Observé que había 2 cajas de pizza en la cocina, una abierta y la otra a medio comer. En comedor –que ya tenía mantel y todo- estaban mi papá y su amigo pelirrojo, junto a Mark. Se notaba a leguas que eran padre e hijo, eran demasiado parecidos. Su cabello era exactamente igual, solo en cortes y peinados diferentes. Mark sonrió en cuanto me vio, su rostro se iluminó, y junto con él, todo el comedor. Camino hacia a mí y me abrazó, eso me hizo dar un brinco de sorpresa y felicidad. Lo abracé con fuerza, pero lo solté cuando recordé que mi padre estaba enfrente de nosotros, aunque él seguía aferrado a mí; comenzó a darme vergüenza cuando vi como mi papá, Cassie, y ese hombre reían. Cuando por fin me soltó me di la vuelta para ir a comer. Me miró extrañado porque comía demasiado rápido, pero esque no había comido desde ayer, y estaba demasiado hambrienta. Todos charlaban animadamente menos yo, Cassie me contaba cómo llegaron aquí, su mama le había dicho que su papa vino a ayudar al mío a desempacar, yo seguía sin saber cómo se llamaba ese señor hasta que vi por el pasillo a una mujer que si no la hubiera visto de cerca hubiera jurado que era la hermana de Cassie.
Era alta, casi tan alta como el padre de Mark. Su cabello era rubio, lacio pero brillante, más corto que el de su hija. Su rostro era totalmente hermoso cuando sonreía, tenia ojos grises, y aunque seguramente era mayor su cuerpo parecía de modelo, me sonrió tiernamente cuando me vio.
-John traje nuestro viejo álbum de… - en ese instante me miró - ¡Carrie! – camino hacia mí y me abrazo por detrás, de tal palo tal astilla ¿no?
-Hola – la salude después de tragar un pedazo de pizza-
-¡Estás tan hermosa! – exclamó. Me giré y me sonrojé cuando escuché eso – ¡mírate! tu mama también se sonrojaba, te pareces mucho a ella.
-Gracias – al oír esas tranquilas palabras sentí que mi corazón empezaba a recordar buenos momentos ¿De verdad me parecía a ella?
Termine de cenar y miré que me había ensuciado, así que invité a los hermanos a mi habitación, cuando entramos limpie mi blusa y me senté en la cama.
-Laila- dijo Mark derrepente.
-¿Perdón?- pregunté extrañada.
-Mi mama se llama Laila – contestó Mark, riendo– y mi papa Ethan.
-Oh, gracias.
Cassie se dirigió hacia las cortinas, las abrió y después salto por la ventana.
Iba a gritar pero Mark tapo mi boca, pero qué demonios ¡se tiro por la ventana!
-Vengan – nos gritó desde afuera.
-¿Eh? – me quede como lela.
Pero que tonta era, salió a la terraza. Mark, como todo un caballero me ayudo a bajar. Enserio creo que me había enamorado de él…
-Tu casa es genial –dijo Cassie mientras se dejaba caer en el suelo.
-Si Carrie, nos tendrás aquí muy seguido- añadió Mark.
Qué más quisiera yo…
- Ok - me reí.
Nos quedamos hablando de muchas cosas, ¡Mark hablaba tanto! pero me gustaba, porque me hacía reír, el era una de esas personas que quieres al instante.
-Deberías decirle a tu novia sobre Carrie – dijo Cassie divertida, rompiendo mi burbuja – ya sabes cómo se pone.
-Mañana la conocerá, pasaremos por ti – dijo él, muy serio.
-No, no quiero ser molestia.
-¿Molestia?- preguntó Mark, incrédulo – vivimos enfrente – Cassie se empezó a reír de mi y él me sonrió, su sonrisa era de 500 voltios.
¿Enserio? – reí – eso es genial.
Después de un rato los llamaron para irse, y yo tristemente me despedí. Bajé al baño mientras pensaba en todo lo que había ocurrido hoy. ¿Enserio Mark tendría problemas con su novia? Debía de ser hermosa; al entrar a mi cuarto me miré en el espejo. Mis ojos color avellana brillaban un poco de alegría, mi piel blanca resaltaba mucho en contraste con mi cabello negro; largo y ondulado. No tanto como el de Cassie, pero si algo. Mi cabello era extraño, debo admitirlo, no se dejaba peinar como yo quería, así que lo dejaba en paz. Mi figura…bueno, supongo que era bonita, no tan escultural, pero si bonita. Seguro que la novia de Mark me odiaría.
Me apresuré a bañarme para poder dormirme y dejar de pensar en todo eso. Tenía sueño, pero no lo suficiente como para caer. Me puse a pensar en cómo serian las cosas de ahora en adelante. ¿Así de cómodas? Realmente esperaba desde mi corazón que todo siguiera como este día. Pero, mañana habrá escuela. ¿Qué podría pasar…?
Waaaaaaaaaaa!! que tal les parecio la historia? sinceramente a mi me gusto! xD al principio no sale Jake pero mas adelante saldra y pues les gustara (quiero imaginar que si) ,, dejen reviews porfavor xD soy primerisa en esto y espero saver que tal, Laura! saves que esta historia no seria nada sin ti grasias Ale seguire luchando para qe te guste! Grecya sin ti nunca la huviera puesto Sophiiaa mii Carolina xD grasias por ser de mis primeras
que tan ubicada estoy xD.
espero que lo lea mucha gente :)
ii a lo ultimo...
Estrellita! xD grasias por enseñarme tanto kuando me panikie i ii ii xD bueno tu saves gracias^^ ya se yase ni qe fuera famosa pero estoy muy feliz. Opinen que tal! gracias :D
