Nueva historia :D si estoy loca por comenzar una sin haber terminado las demás pero es que prácticamente esta se esta escribiendo sola. Y con la ayuda de mi socia Paula Magallanes esta siendo muy divertido crearla.

Les dejamos el primer cap en espera de sus comentarios. Sus reviews son nuestra paga ;D. (Alana)

Esperamos que disfruteis leyendo tanto como nosotras escribiendo (Pau)

¡Besos! Alana y Pau.


...Prologo...

-Que no Emmett- digo por décimo sexta vez a mi novio quien me mira con una expresión de confusión en su cara.

-Pero yo no le veo el problema bebe.

-Tu no ves, pero yo si. Se que habrá llanto, pataletas y frases como "te odio" "te haré la vida imposible" y "nunca serás mi mamá". ¡Que te lo digo yo!

-Ellas no son así Rose. Estoy seguro de cuando te conozcan te amaran tanto como yo.

-¿Por qué no lo dejas y aceptas que estamos bien así?

-Y por qué tú no entiendes que quiero tener a todas mis mujeres juntas y felices.

-Ese fue un comentario machista.

-No me importa.

-Además estamos felices separadas ¿no ves? Ellas te tienen la mitad de la semana y yo la otra mitad y todos contentos.

-¡Por dios que eres terca mujer! Y no sabes cuanto te amo por eso pero ¿no ves que con ésto quiero que lo nuestro sea más serio?

-¿Más serio?

-Si Rose, nunca antes había querido tanto que una mujer conociera a mis hijas. Ésto es un gran pasó para los dos.

-Emmett solo tenemos dos meses de estar juntos y...

-¿Estas queriendo decir con eso que no funcionará lo nuestro?- su tono es dolido.

-¿Y tú me estás queriendo hacer sentir culpable?- inquiero mirándolo ceñuda.

-Si.

-Descarado.

-Por favor Rose- me hace pucheros.

-No hagas eso...-Maldito puchero de hombre infantil de 32 que me doblega.

-Por favor...

-Emmett...

-Te lo pido.

-¡Esta bien!

Y así fue como después de haber hecho el amor apasionadamente toda la noche y estando recostados en mi sofá, no pude evitar que surgiera el tema y terminé aceptando conocer a las hijas de mi novio.

Emmett y yo nos conocimos en una reunión de amigos en común e inmediatamente hicimos un clic especial. Nos tomamos algunas copas y porque no decirlo coqueteamos y nos besamos también. Después de todo ambos éramos solteros. Con la diferencia de que él era padre de dos niñas pero eso no me impidió quedar encandilada. Todo de él me encantó. Su manera de hablar, de pensar, de mirarme, su tonto sentido del humor y hasta su manera de sonreírme con lo que me derretía cada que lo hacia. A mis 30 años recién cumplidos había visto, escaneado, degustado y terminado con una cantidad considerable de hombres para saber que era lo que en realidad quería y buscaba en una pareja y algo me decía "llámenlo el sexto sentido de la mujer o como deseen" que él era el indicado, mi media naranja y todas esas cursilerías del alma gemela. Las miles de voces en mi cabeza me advertían todos los contra que implicaba una relación donde había hijos de otra de por medio no las escuche y sellé mi futuro con ese hombre haciendo 3 preguntas importantes.

-¿Hace cuanto te divorciaste?- por eso de que puede que haya aun cenizas del ayer...

-Van a ser 5 años.- ok, eso era suficiente para no quedar ni rastro de las cenizas.

-¿que edades tienen las niñas?- para saber que terreno voy a pisar.

-Ocho y Once.-Plena pre-adolescencia jmm...

-¿Y cómo se llaman?- con esa ultima pregunta y por su ojos que brillaron cuando la hice supe que había dejado de lado todo pensamiento lógico y que no me importaba lo que viniera después.

-Me encanta que me preguntes eso, me encanta que te importe y tú también me encantas Rose- en ese momento sentí las piernas fallarme. -Son Kate de ocho e Irina de Once.- luego de eso se puede decir que todo fue increíble y maravilloso. Muchas salidas, mucho romance y excelente pero muy excelente sexo, hasta que no pude seguir evitando la conversación y muchísimo menos seguir retrasando el momento.

Se preguntaran porque no quiero conocer a sus hijas, por qué tanta resistencia a ello, pero es que tengo mis razones bien claras y no es por el miedo al compromiso o que trato de hacerme la interesante, ni mucho menos, no. Es que simplemente sé lo que es ser "la novia de papá". He tenido parejas con hijos, he soportando insultos, celos, gritos, más celos y por si todo eso fuera poco súmenle la permanente sombra de sus madres. No, no me daba la gana de soportar aquello. ¡Que estábamos bien así como estábamos!

Pero regresando a nuestra discusión, para él esto es importante y comienzan las preguntas y los planes para el espeluznante día a la hora del desayuno.

-¿Que podemos hacer Rose?- pregunta. Yo que estoy a punto de meterme una cucharada de cereal a la boca trato de ignorarlo -Podemos ir al cine con tus sobrinos.- me mantengo en silencio, a ver si así se le quitan las ganas -O quizás con los míos- mastico -O con los tuyos y los míos mas las niñas.- lo intento, pero a veces a mi espectacular novio se le hace fácil hablar mas no analizar.

-La idea es que nos conozcamos Emmett, no que hagamos una fiesta. Eso las pondría más nerviosas.

-Tienes razón, entonces solo nosotros 4 al cine ¿si?- en ese momento su celular suena y yo soy salvada por la campana. -Hola princesa- saluda efusivamente y yo termino de desayunar en silencio mientras lo oigo hablar con las niñas. Secretamente siento nostalgia de que luego de pasar por el escaneo de sus hijas tendremos menos intimidad y no quiero. Quiero seguir siendo egoísta y tenerlo solo para mí pero me recuerdo que yo sabia que esto algún día pasaría y que tenia que atenerme. Lo que pasa es que Emmett está demasiado enamorado de su paternidad y yo demasiado enamorada de él y termino cediendo para complacerlo.

Una semana antes del "Gran día" aun no hemos llegado a un plan en concreto. "Si es el cine no podrán hablar y conocerse" "si es McDonald no soporto las hamburguesas" "si vamos a comer las niñas se aburrirán" y no me queda de otra que intervenir aunque antes de hacerlo pongo a prueba una nueva estrategia que es ponerlo nervioso y así llevar a la postergación el encuentro.

-Cielo ¿Pero qué vamos a hacer? No querrás que nos sentemos a comer y que les pregunte por sus calificacioneso por su asignatura preferida del colegio, las cuales ni idea tengo.

-Pero Rose...

-Y, además, ¿qué les vas a decir sobre mí? ¿Que soy una amiga tuya? O ¿Que vives en mi casa cuando no estás con ellas? ¿Que…?

-No sé.- gruñe histérico.

-¿Ves? Que esto no tiene sentido.

-Rosalie entiende que yo te quiero. Y quiero que ellas te quieran. Y quiero que tu las quieras también.- me muerdo la lengua mientras me derrito como miel por dentro por sus palabras que una vez mas hacen que quiera complacerlo en todo lo que desee y acabo interviniendo más de lo que me gustaría.

-Ok. Mi amigo James quiere que lo acompañe a un musical. ¿Quieren venir?

Y así fue que le pusimos fecha y hora al encuentro entre "sus mujeres".


Esperamos con ansias sus comentarios =D

Alana & Pau