Kanon x Afrodita, AU. Sepan disculpar si no es de lo mejorcito XD lo tenia empezado hace mucho y anoche en uno de mis ataques de insomnio lo termine. Relatvamente corto. Espero les guste y tambien espero algun Review y/o critica constructiva para seguir creciento.

Los personajes no me pertenecen son de Masami Kurumada.


Una completa locura

¡Le había pedido un puto favor! ¡Nada más! ¿Para recibir como respuestas un rotundo no? Que impotencia sentía en esos momentos. Corto el teléfono, antes de que algo un poco mas fuerte que – gracias por nada - se le escapara, no estaba de humor para pelearse, bastante tenia con el frío que sentía es esa maldita oficina, y con su compañero que no paraba de parlotear sobre lo emocionante que seria su fin de semana de pesca. Si es que alguien le ve algo de emocionante subirse a un barco que apesta terriblemente a pescado para pasar horas y horas esperando por algo que era aun mas apestoso que ese barco; Ese no era su día, eso estaba claro.

Salió de la oficina como todos los días, mas temprano en realidad por ser sábado, solo había trabajado medio día, y tenia todavía medio mas por delante, mantenía la esperanza de que mejorara con el correr de las horas, primero debía ir a encontrarse con un amigo para acompañarlo a tatuarse. Shaka llevaba dos años de relación con Aioria, y parecía que todavía tenían cuerda para rato, no malinterpreten el estaba feliz por su amigo, es bueno ver a la gente que uno quiere bien, pero le parecía demasiado apresurado por no decir una ridiculez, querer tatuarse el nombre de su pareja en la piel. ¡Por amor de dios! ¡Eso era para siempre! ¿Y si las cosas no funcionaban? ¿Si un día alguno decidía que no quería nada más con el otro? Shaka debería meterse el tatuaje en un lugar donde no le da el sol. Como buen amigo Afrodita se lo había hecho saber esperando que entrara en razón pero con una resplandeciente sonrisa le dijo que no le importaba, que si eso llegara a suceder seria igualmente feliz de llevar el nombre del amor de su vida en su piel por lo que le quede de existencia, desarmado ante aquella contestación desistió, y acepto acompañarlo, ya que quería que fuera una sorpresa para su pareja.

Se encontró con su amigo en una plaza muy cerca de donde trabajaba. Conocía a Shaka desde la adolescencia, habían ido prácticamente todo el secundario juntos, y era junto con Milo y Mu los únicos amigos que le quedaban, es que a medida que fue creciendo y su relación con Fabrizzio iba poniéndose más seria, el Italiano se había encargado de alejarlo de todos. En realidad la culpa era de el mas que nada, por dejar que la apabullante personalidad de su pareja anulara la suya, pero ya eso había cambiado, ya no era el niño que había conocido y el cual se había deslumbrado con el acento y el hermoso rostro de un joven mucho mayor. No, ya todo era diferente. Ahora era un adulto responsable, hecho y derecho, y había entendido cual era su lugar, el lugar que debió haberse dado desde hace mucho tiempo. Sera por eso que las cosas con Fabricio no andaban bien, cada vez estaban más lejos, cada día que pasaba se trataban peor, no entendía que hacían todavía juntos, seguramente la costumbre los unía o algún resquicio de cariño, lo que seguro no era: amor, amor y pasión.

A veces trataba de recordar que fue lo que lo atrajo de él. Y se daba cuenta que todo aquello que lo sedujo en su momento, ahora era el motivo de no soportarlo. Su arrogancia, su egocentrismo y su carácter poco afable eran las "virtudes" que él un día adoro de su pareja, es que era muy especial, al contrario de todos los chicos que quisieron enamorarlo tuvo que ser él quien se las ingeniase para llamar la atención del italiano, un hombre mucho mayor en aquel momento puesto que el solo contaba con dieciséis años y Fabrizio con veintisiete, y si que le había costado su trabajo convencerlo de que no era solo un mocoso atrevido, el iba a ser el hombre de su vida. Luego de casi tres meses de insistencia logro salir con él, y tuvo razón en que el seria el amor de su vida, con el tiempo ambos se fueron enamorando y dos años después, para sorpresa de Afrodita, fue Fabricio quien le pidió que vivieran juntos en su apartamento en el centro de Tokio. Si hubiera sabido en ese momento como serian las cosas en cuanto pusiera un pie allí, nunca hubiera aceptado. Ahora tras cinco años, era demasiado tarde para lamentarse, estaba dentro de un círculo vicioso y no sabía cómo salir.

Llegaron al local de tatuajes, era pequeño una vidriera de dos metros con algunas fotos que supuso eran trabajos que se habían hecho en algún momento allí, y tres estanterías llenas de piercing de todo tipo a la vista. Entraron y Afrodita tomo asiento en uno de los dos sillones que había mientras veía a su amigo parado mirando hacia la parte de atrás del local.

-¡Hey! ¡¿Alguien va a atenderme? – grito Shaka con una sonrisa.

Varios ruidos metálicos se escucharon en la sala contigua y segundos después vieron salir de una puerta lateral a un hombre que no aparentaba mas de treinta años de edad, alto, con el cabello de un color azulino, muy bien parecido a la vista de afrodita y con un semblante serio y somnoliento; no fue muy difícil darse cuenta que era lo que estaba haciendo momentos antes, seguramente sin mucho movimiento para ser sábado por la tarde, aquel hombre se había quedado dormido y fue el grito de Shaka el que lo había despertado.

- ¡¿Quién diablos…? – No termino de decir la frase mientras se refregaba los ojos efusivamente – ah, eres tu Shaka – dijo más tranquilo frunciendo el seño - ¿te parece manera de entrar a un lugar? Casi me matas del susto

- Hola kanon – lo saludo con una sonrisa ignorando el regaño del otro – vine para tatuarme como habíamos quedado el otro día.

- ah… es verdad - Suspiro cansado y termino de despertarse lo suficiente para reparar en la presencia del otro muchacho.

Shaka viendo la mirada de Kanon en su amigo se apuro a presentarlos.

- Kanon el es un buen amigo mío Afrodita, Dita el es Kanon el hermano de saga compañero de trabajo de Aioria. No sé si lo recuerdas…

- Hola – afrodita hizo memoria se le hacía conocido el rostro de aquel muchacho – si creo que del cumpleaños de Aioria ¿no? – le pregunto a su amigo

- Así es… son gemelos – ahora entendía porque le era tan familiar.

- Hola es un gusto – termino el saludo Kanon luego de escuchar la pequeña conversación, sin quitarle la vista a Afrodita.

- Bueno, ¿empezamos? – lo apremio Shaka viendo que se había quedado embobado con afrodita.

- ¿eh? a si… espera acá que preparo todo y te hago pasar – dicho esto volvió a meterse al pequeño cuarto contiguo de donde había salido.

Shaka tomo asiento en el sillón que quedaba libre junto a Afrodita y se quedo en silencio unos minutos mirando a su amigo con una sonrisa, Afrodita aguanto todo lo que pudo sin mirarlo tratando de no prestarle atención, hasta que no lo soporto más.

- ¿Que sucede? – conocía a su amigo y sabia que esa sonrisa no era nada bueno.

- Nada – contesto el otro pero sin quitar ni su vista ni su sonrisa algo que fastidio a Dita.

- No me digas que nada que te conozco como si te hubiera parido.

- Es solo que… - se mantuvo pensativo unos momentos, exasperando a Dita.

- ¡¿QUE?

- Nada… es solo que Kanon…es un hombre muy apuesto ¿no?

- ¿A qué viene eso? – entrecerró los ojos sospechosamente sin quitarle la vista.

- Es solo un comentario

- Shaka… tu no haces comentarios por nada o es que… - abrió los ojos desmesuradamente, de repente empezaba a entender un par de cosas - ¿no me digas que me trajiste acá de levante?

El otro muchacho no pudo suprimir una carcajada

- A mi no me causa ninguna gracia, si es así ya me estoy yendo por donde vine – dijo parándose

- No, no te vayas – Shaka lo tomo del brazo – perdón es que me causo mucha gracia tu cara de espanto, no te traje acá de levante – suspiro - si quisiera eso te hubiera llevado a bailar – dijo con un sonrisa. Afrodita se tranquilizo un poco y volvió a tomar asiento pero sin quitar su cara de disgusto.

- No me parecería raro

Y no lo era para nada, hacía años que su amigo había decidido convertirse en su Cupido personal, es que el poco aprecio que le tenía a Fabrizzio sumado a la infelicidad que notaba en su mejor amigo hace años, lo habían alertado en que debía ayudar a buscar mejores prospectos para él, aun si siempre todo le salía mal o el mismo Afrodita lo echara a perder, el nunca se rendía, y Dita estaba seguro que esta era una de esas situaciones. Quería levantarse e irse de ahí, la verdad no estaba de humor para hacerse el simpático como siempre sucedía cuando le "presentaban" a alguien. Siempre era lo mismo, de alguna manera Mu se las ingeniaba para dejarlo solo con algún extraño, esperando que se entendieran. Pero para desgracia de Mu ningún hombre era lo suficientemente interesante, además de que el no ponía de su parte tampoco, se había dado cuenta que tantos años con Fabrizzio lo habían hecho absorber ciertas características de su pareja, así que el trato con la gente no era su fuerte como si lo había sido en un pasado.

- Vamos, prometiste que me acompañarías

- ¡Y cumplí! Acá estamos ¿no?

- Sí, pero debes quedarte sino no podre hacérmelo – lo tomo de las manos, lo miro directamente a los ojos, con un gesto de angustia enorme - sabes el pánico que le tengo a las agujas…- abrió grande los ojos para terminar de decirle en un ruego - ¡te necesito! ¡Por favor! – puso para rematarla su famosa cara de pollito mojado luego de estar afuera toda una noche de tormenta. Era infalible, nadie se resistía.

- Bueno, bueno – se soltó de su agarre - pero te advierto, a la primera que vea que tienes alguna intención de dejarme solo con él, me voy ¿entendiste?

- Si, si, no te preocupes.

- Y no pienses que tu cara de perro que no tiene casa va a funcionar toda la vida… - Shaka solo rio por lo bajo. Si claro, siempre la misma amenaza.

Veinte minutos después Kanon los hizo pasar a la pequeña sala donde ya todo estaba listo para comenzar. Alisto a Shaka afeitando la parte del cuerpo donde estaría el tatuaje (un poco mas abajo de la nuca) para luego mostrarle la aguja nueva que usaría con el abriéndola frente a sus ojos y colocándola en un aparato que descansaba sobre la mesa. Afrodita se sorprendió al ver que ya estando por comenzar no habían cruzado palabra sobre lo más importante, el tatuaje en sí.

- Shaka, ¿ya sabes exactamente qué o como te lo harás? – pregunto curioso era algo que no había reparado en saber hasta ese momento pero por lo que veía él y Kanon ya lo daban por sentado.

- Si es algo sencillo en realidad, el nombre de Aioria con cuatro estrellas una arriba, otra abajo y una en cada costado.

- Ah entonces no tardara mucho ¿verdad?

- Entre unos quince o veinte minutos – contesto Kanon sentado tras Shaka comenzando el trabajo.

Afrodita miraba hacer al tatuador, por unos minutos solo se escucho el ruido de la maquina funcionando como un zumbido, y los leves quejidos que debes en cuando Shaka soltaba. De repente se encontró mirando fijamente al peli azul perdido en sus pensamientos, realmente era apuesto, tenía un semblante serio, misterioso, algo oscuro, pero sus grandes y dulces ojos azules hacían contraste con este, y sin mencionar que ahora lo tenía lo suficientemente cerca como para darse cuenta de su físico muy apetecible, brazos marcados, cuello ancho, abdomen plano. La verdad no estaba para nada mal. Era muy distinto a él, no es que él fuera feo, para nada, sabía perfectamente que era un hombre muy bello. Alto, de ojos azul cielo, cabello del mismo color y con rasgos casi femeninos, rostro angelical, piel blanca como porcelana y un cuerpo que si bien no era fibroso era bastante atlético. Estaba acostumbrado a atraer miradas tanto de hombre como mujeres, pero era algo que no le agradaba demasiado. Le gustaba pasar desapercibido, algo casi imposible la mayor parte del tiempo, pero aquel chico tenía otra clase de belleza una que Dita no sabía cómo catalogar.

- Dita… Ditaaa – Cayo en la cuenta que alguien lo llamaba

- ¿Qué? – respondió como autómata, hasta que se dio cuenta que estaba muy compenetrado mirando al peli azul, este alzo la cabeza y le dedico una sonrisa ladina, automáticamente Afrodita desvió su vista hacia Shaka sintiéndose un estúpido y con las mejillas rojas, debía ser más cuidadoso cuando tuviera sus ausencias.

- ¿Otra vez te colgaste? – le pregunto su amigo divertido

- No, solo pensaba - contesto cada vez más rojo

- ¿ah sí? Bueno no viniste a pensar, viniste a distraerme para que no me duela tanto.

- ¡mira que bien! – Con el sarcasmo en el aire lo miro divertido – ¿acaso soy tu payaso?

- ¡Lo eres! pensé que eso había quedado claro desde que éramos chicos - rio el rubio

- ¿Hace mucho que se conocen? – interrumpió Kanon queriendo ser partícipe de la conversación sin perder la concentración en lo que hacía.

- Sí, bastante, desde lo quince años, así que serian – Calculo el rubio – nueve años

- ¿y ustedes dos? – pregunto Afrodita, de repente, se sintió interesado en saber más de aquel joven.

- Yo los conocí a Shaka y a Aioria por medio de mi hermano hace como un año anteriormente Saga habia entrado en la empresa donde trabaja también Aioria, son compañeros en la misma sección – explico y se quedo pensativo un segundo – bueno en realidad ya nos habíamos conocido antes de eso – sonrió

- Ah sí, no me lo recuerdes…

- ¿Qué paso? – Pregunto Afrodita curioso

- Es que un día cuando Salí de mi taller de fotografía, me lo cruce a Kanon en la parada del auto bus, bueno en ese momento no sabía que era Kanon y me había olvidado que Saga me comento un día que tenía un Gemelo muy parecido a él – tomo su barbilla con una mano en un gesto pensativo - creo que la única diferencia visible es que Saga tiene el cabello de un azul más oscuro ¿no? – Kanon solo asintió divertido – bueno la cosa es que con Aioria siempre lo jodiamos a Saga, poniéndolo incomodo, porque él es todo un machote –rio un poco haciendo que el peli azul dejara el tatuaje hasta que Shaka terminara con el relato – y sabes cómo soy yo, mandado a hacer para joder a la gente, así que me le acerque de atrás y le toque el culo - Afrodita se echo a reír – te puedes imaginar la cara de Kanon cuando vio que un desconocido lo tocaba y se quedaba lo mas campante.

- Si, no sabía si pegarle o darle un beso – ahora era Kanon el que reía a carcajadas, en ese momento a Afrodita le pareció mucho más lindo.

- Gracias a dios no hizo ninguna de las dos y obviamente de inmediato vinieron las explicaciones y disculpas correspondientes. Un mes después fuimos al departamento que comparte con su hermano y ahí fue nuestra presentación oficial.

- No tienes arreglo Shaka – dijo con resignación Dita y Kanon volvió a lo suyo.

Paso aproximadamente cuarenta minutos para que terminara el tatuaje, es que entre charla, risas y anécdotas, Kanon había tenido que parar varias veces para no arruinarlo. Por fin había terminado y el cliente quedo más que satisfecho.

- ¿Cuánto te debo? – Pregunto Shaka luego de que Kanon lo vendara y le diera todas las indicaciones pertinentes para mantenerlo limpio hasta que se curara.

- Nada – dijo Kanon sonriente.

- ¿En serio?

- Si, en serio – Shaka lo abrazo y le dio las gracias realmente estaba muy contento – Igualmente esta de mas decir que hoy a la noche los espero a ti y a Aioria en casa.

- Dalo por Hecho – le guiño el ojo mientras se separaba del abrazo

- También estas invitado - dijo mirando a Afrodita.

- ¿A dónde?

- A mi casa, hoy a la noche – sin perder la sonrisa acoto – es mi cumpleaños.

- ¿Hoy es tu cumpleaños?

- sí, así es, bueno mío y de mi hermano – corrigió aquel

- Feliz cumpleaños entonces – Aquel hombre no le quitaba la vista de encima eso lo puso nervioso, otra vez sus mejillas le jugaban una mala pasada – Pero me temo que no podre ir.

- Que mala suerte, me hubiera encantado que vinieras – algo en sus ojos le dio la pauta de que hablaba con verdad – igualmente si cambias de opinión Shaka sabe donde vivo, y si no – metió su mano en uno de sus bolsillos – acá tienes mi tarjeta – dijo sacando un rectángulo blanco – llámame y te pasare a buscar.

Afrodita la tomo de las manos de Kanon, rozando los dedos del peli azul por accidente, una alerta sonó en su cabeza.

- Gracias, lo tendré en cuenta

Luego de despedirse Shaka y Afrodita salieron del local, cada uno rumbo a su casa.


Saludos y abrazos!

.- Nybras