La noche se hizo presente en Sengoku las nubes oscurecían el lugar por donde pasaban un fuerte sonido hizo asustar a los pájaros en el interior del bosque cierto hanyou de cabellos plateados se encontraba destrozando los arboles

Inuyasha.- Maldita sea- dijo con rabia el ojidorado terminado de destruir uno de los arboles sentía la ira recorrer por sus venas el simple recuerdo de lo que acababa de ver hacia que muchos sentimientos despertaran en él

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Minutos atrás

Inuyasha.- maldita sea ya está tardando demasiado que estará haciendo esa tonta

Shippo.- hay Inuyasha apenas se fue hace una semana dijo que tenía unos asuntos importantes en su época

Inuyasha.- feh la búsqueda de los fragmentos es más importante que esos dichosos exámenes - se escuchó un suspiro por parte del pequeño kitsune- ya no pienso perder más tiempo voy a buscarla tengo que decirle algo importante- saltando del árbol en donde se encontraba para dirigirse al pozo que conectaba ambas épocas una vez allí salto dentro del pozo siendo envuelto por unas luces de colores salió rápidamente del pozo para dirigirse a la habitación de su adorada miko un olor poco común para el llego a su sensible nariz era el olor de otro macho combinado con el de la azabache abrió con cuidado la ventana quedando perplejo un humano estaba apareándose con la miko tenía la intención de entrar a la habitación y matar a ese miserable humano que estaba profanando a su Kagome de no ser porque el olor a excitación de la azabache llego a su nariz seguido de un gemido de placer por parte de ella apretó con fuerza sus puños haciendo que saliera sangre debido a la fuerza con la que clavaba sus garras en sus manos, , salto rápidamente de la ventana para volver a la época feudal no resistía mas el olor de excitación de esos humanos

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Maldición porque justo ella, la única mujer a la cual había descubierto que amaba ahora lo traicionaba con un humano de su época

Inuyasha.- con que esos eran tus asuntos importantes eh- con ironía en su voz mientras una sonrisa lastimera adornada su labios una gota de lluvia choco contra su plateado cabello aunque no le tomo importancia por más que la lluvia caía con más fuerza seguida de unos fuertes vientos que hacían que los aldeanos buscaran un lugar para refugiarse de la inesperada tormenta el hanyou no tenia intención de irse de aquel lugar una lagrima recorrió por su mejilla combinándose con la lluvia el recuerdo de la confesión de la azabache llego a su mente "Inuyasha puedo permanecer a tu lado" y pensar que había roto su promesa con Kikyo ya que lo único que el sentía por ella era cariño y ahora Kagome razones por la que no quería confiar en nadie había sobrevalorado demasiado a la miko al ser la única mujer que parecía aceptarlo tal y como era

Inuyasha tenemos que hablar- la voz de la miko era lo que menos deseaba oír en ese momento