El perdón

Capítulo 1 - Dolor.

Todos habían vuelto a la normalidad cuando Baby había salido de sus vidas, en el momento en que se había esfumado del cuerpo del príncipe de los saiyans y que en ese transcurso de tiempo, Gokuh lo mató.

Ahora mismo Gokuh era el héroe, les había salvado de una grave amenaza y una vida marcada por la servidumbre de ese parásito.

Aún residían en el planeta Tsufur y cada uno de ellos estaba con algún miembro familiar. La noche se hizo presente en el planeta y Bulma estaba en su cuarto cepillándose el cabello, mirándose al espejo y con los ojos llorosos recordaba todo el sufrimiento que había pasado, como gracias a su inteligencia se había aprovechado de ella Baby, apretó con fuerzas sus puños mientras seguía mirándose. Pero lo que más daño le hacía, no había sido eso, si no, que su amado antes de ser una "tsufur" le había torturado. Había sido tan cruel y violento.

Y rompió a llorar, se tapó el rostro con las manos y sucumbió a ese llanto, aún podía notar la presión de sus manos en su cuerpo, aún podía recordar el miedo que sufrió al ver esa mirada tan mortal, no se parecía en nada a su Vegeta, ese no era su saiyan. Se inclinó un poco y gruñó de dolor, apartándose una mano de su rostro se remango su camisa a la altura de la barriga para ver un moratón bastante feo. Era lila y verde y todo a su alrededor era negro, le dolía mucho. Pero no era el único moratón de su cuerpo, había unos cuantos más. De sus ojos siguieron emanando más lágrimas, no había manera de evitarlas le había echo daño.

-¿Qué debo hacer ahora?...-se abrazó a sí misma mientras seguía rondando más lágrimas...-cada vez que lo vea me acordaré de eso.

Se apoyó en la mesa y se levantó, no deseaba contemplarse en el espejo con una cara tan mústia. Ella solo quería olvidar eso, pero el dolor era inmenso. Él era su saiyan, su príncipe e inconscientemente le hizo daño. Dio dos pasos hacía atrás para quitarse los rastos de lágrimas, aspiró fuertemente pero eso no detuvo el torrencial, nuevamente se le nublaba la vista, sus labios temblaban y notaba como su corazón se estaba resquebrajando. Sus piernas se flaqueron y cayó al suelo de rodillas, las miles de imágenes que le estaban abordando, le estaban recordando la peor pesadilla que había vivido hace unos días. Su Vegeta le había golpeado de la peor manera.

Mientras tanto Vegeta estaba enfrente de la puerta de su habitación, escuchó los gemidos de dolor de su esposa y algo le detuvo, estaba seguro que él había sido el causante y como olvidarlo ahora que su mente volvía a ser suya, estaba recordando momento a momento la violencia que le produjo a su esposa. No era él, habían habitado su cuerpo sin consentirlo, su mente y sus sentimientos, y encima habían infringido dolor a la mujer que amaba. Apoyó su cabeza en la puerta y cerró los ojos, y una débil lágrima resbaló por ella.

Le había ultrajado, se había reido de ella y le había golpeado y encima la convirtió en un Tsufur de la peor manera, provocando lágrimas de desesperación. Con una mano tocaba suavemente la puerta, desearía que fuera ella y demostrarle que él es una víctima como ella, que no está nada orgulloso de esa vejación contra su persona. Ella tenía que saber que él jamás la hubiera rebajado de esa manera, por que no dejaba de ser Bulma, la única mujer que se adueño de su ser.

-¿Y ahora qué?..-abrió los ojos...-si la veo, ella me repudiará y tal vez me merezca eso, después de todo no he dejado de ser un bárbaro saiyan.

Tragó saliva y con un gran esfuerzo, abrió el pomo de la puerta. Bulma en ese instante giró su rostro hacía la puerta y lo vio. Allí estaba el culpable indirecto de su dolor, el que veía cada vez que la torturaba. La mujer se apartó las manos de su rostro y con los ojos aún humedecidos vio como su saiyan la miraba, esa mirada tan fría que siempre tenía había sido sumplantada por una triste y perturbadora. Vegeta tragó más saliva al ver el estado deplorable de su esposa, y supo que nadie más que él, le había echo eso.

No se movió de la puerta ni un centímetro y se quedó ahí mientras la obervaba fijamente. Y ella aún estaba de rodillas en el suelo, mirándole, pero esta vez el amor que siempre desprendía había dado paso al ¿odio?. Se sorprendió con este pensamiento, pero tal vez era cierto.

El silencio que habitaba el lugar era bastante incómodo y ninguno de los dos se decidía a dar el primer paso. Pero esta vez, fue Bulma la que si lo dio. Se levantó del suelo con mucha dificultad, todo bajo la mirada atenta del saiyan y se fue corriendo a la puerta de al lado, la que daba al baño. En su trayecto apretó con fuerza sus ojos para que no le viera llorar, no soportaría eso.

La expresión de Vegeta era de desesperación, él pensaba que ella se iba a enfrentar que le iba a dar la cara al asunto, que le gritaría y que todo volvería a ser como antes, pero en estos momentos se equivoco mucho. Si ella sufría, él lo hacía el doble. Seguir viendo como ese ser la torturaba con su cuerpo, era la peor de todas las visiones. El golpe de la puerta al cerrarse, le devolvió a la realidad y le siguió el camino a su esposa.

Bulma se apoyó en la puerta y se dejo caer al suelo, mientras se abrazaba a sí misma, había tenido miedo al verlo, notar como esa mirada se clavada en su cuerpo era insoportable..¿Es qué no le había echo ya daño?, aunque...tenía que recordarse a sí misma, que él no había sido su Vegeta. Escuchó como detrás de la puerta los pasos se detenían, como había una respiración agitada detrás de ella y cerró los ojos con más fuerza, derramando más lágrimas. No podía verlo.

-Bulma...-ella abrió los ojos al escuchar su nombre...-por favor.

La mujer se llevó ambas manos a la boca, intentando evitar que ese gemido de terror se escuchará.

-Tenemos que hablar.

Y ella negó, ahora mismo no podía ser. Estaba todo muy reciente. Vegeta se mordió los labios al ver como no había ninguna reacción por su parte, nuevamente acarició la puerta y como había echo su esposa, le dio la espalda para apoyarse y caer al suelo, la mirada del saiyan estaba fija en el techo de su habitación y las palabras se le atascaban en la garganta, no sabía que tenía que decir, jamás había estado en una situación parecida.

-Esto no puede seguir así...-habló Bulma ante la sorpresa del saiyan...-me has echo daño.

El saiyan agachó la cabeza y apretó sus puños con fuerza.

-No sabía lo que hacía.

-¡SI LO SABÍAS!..-gritó.

Vegeta abrió los ojos de la sorpresa y Bulma nuevamente se tapó la boca, había sido un grito de rabia, tenía tanta acumulada que se le había escapado.

-Bulma yo...-su voz era entrecortada.

Por una parte Bulma se asombró por el tono de voz de su esposo, realmente parecía que estaba arrepentido. Su Vegeta estaba dolido pero...ella no podía, cada vez que cerraba sus ojos, lo veía a él torturándola.

Más gemidos se dejaron escuchar y Bulma cerró sus ojos fuertemente, queriendo escapar de esta situación como deseaba volver al pasado y cambiarlo todo. Deseaba estar nuevamente en los brazos seguros de su amado saiyan, aquel que quería con locura y por lo cúal había luchado fuertemente para mantener lo suyo a flote, pero parece ser que todos sus esfuerzos habían sido en vano.

Tan fuerte era la presión que volvió a recordar todos los hechos como si los estuviera viviendo nuevamente...

"Dentro de unos días volvería a tener a su hijo cerca de ella, y podrían salvar a la Tierra de su cruel destino. Estaba en la cocina, secando algunos platos y preprarándolos para poner en la mesa. Miró el reloj de la cocina para ver que era bastante tarde y que Vegeta junto con su hija no habían llegado. Se acercó a la ventana para darse cuenta de que la noche ya había caido.

-Se me ha pasado el tiempo volando...-dijo con un tono de humor...-¿dónde estarán ese par?.

Aún recordaba la actitud extraña de Goten hacía unas horas, pero no le dio mucha importancia, esa familia siempre había sido así. Sonrió al pensar en eso, como se notaba que era hijo de su mejor amigo. Un crujido le hizo voltearse para ver al saiyan apoyado en el marco de la puerta, sonriéndole y mirándole de arriba a abajo. Bulma alzó una ceja con cierta curiosidad.

-¡¿Dónde has estado Vegeta?!..-preguntó seriamente...-¿y Bra?.

-He estado fuera y muy ocupado...-le respondió sin cambiar la posición...-y la niña está...-cerró los ojos y sonrió...-también ocupada.

Bulma entrecerró la mirada ante las palabras de su marido.

-¿Te pasa algo Vegeta, te has cabreado con Bra?.

-¡No, estoy fenómenal!..-se crujió el cuello...-y la niña también está bien, ahora esta haciendo su trabajo.

-¿A qué te refieres?..-se puso ambas manos en la cadera.

Pero Vegeta-baby no respondió y siguió mirándola fijamente, algo en el interior de la mujer le hizo temblar, había algo extraño, ella conocía a su esposo y esa nueva actitud...no venía con él. Tragó saliva y se acercó, no podía temerle a su saiyan, al fin y al cabo era su Vegeta, el único hombre al que amaba.

Avanzó hasta él, pero sin que el saiyan se moviera del sitio y cuando estaba a escasos metros, alargó su mano para tocar la mejilla de su marido, pero no llegó a ese destino. Vegeta-baby con un rápido movimiento la atrapó ejerciendo fuerza en ella..

Bulma chasqueó la lengua del dolor.

-Vegeta, me haces daño.

-¿Enserio?..-preguntó burlonamente...-¿cúanto es daño para tí?.

-Lo digo enserio Vegeta.

La acercó hasta él y lamió su mejilla, ella se sorprendió y mirándole fijamente, notó como los labios de su saiyan se acercaron a su oido.

-Siento decirlo zorra...-apretó fuertemente...-no soy el mismo Vegeta que has conocido.

-¿Qué?.

Y no le respondió, si no, todo lo contrario. La empujó fuertemente contra la pared de la cocina, cayendo al suelo pesadamente. Bulma se masajeó la muñeca y mirándole con lágrimas, veía como se acercaba su esposo.

-Vegeta ¿qué te ocurre?..-tembló.

-Ya te lo he dicho zorra...-se inclinó hasta su altura y acariciando su mejilla..-no soy el mismo de antes.

Y le pegó una fuerte cachetada en el rostro a la mujer. Consiguiendo que un hilillo de sangre brotará."

Continuará.

Holas! bueno me he animado ha hacer un fic nuevo y aunque va a ser bastante corto, lo tenía rondando por la cabeza y he creido conveniente hacerlo antes de que se me olvide. Quiero dar las gracias a dos buenas amigas por apoyarme en este fic Camila y Calyso.

Como ya sabrán y seguro que les pasa a todos los fans, la etapa de Dragon Ball GT fue..¡¡PÉSIMA!! no me gustó para nada, los personajes habían perdido su esencia y no eran ellos, que desastre hicieron, pero creo y tampoco estoy muy a favor, que un poco de la etapa de Baby si se puede ver "algo" bueno...

Y es lo que he echo, hacer este mini-fic, sobre la posesión de Vegeta y como transformó a su esposa en una TSUFUR.

Nos vemos.