Hola! este es mi primer fic largo de Wolf's rain, espero que se tomen la molestia de leerlo, y de paso dejar un review vale? la historia va a tener una trama pero incluirá la pareja estrella jejeje Tsume y Tooboe, y un poco de HigeTooboe para que haya problemas jeje. Y para las que les gusta KibaCheza, también habrán sorpresitas jeje.
Ojalá les guste. el primer capi es introductorio, la trama se revelará en el proximo, pero espero tenerreviews o me desinflo jeje a todos nos pasa no?
Disclaimer: los personajes y el nombre Wolf's rain pertenecen a BONES, Bandai Visual y Keiko Nobumoto .
Reviews!
Las grandes calles de la ruidosa ciudad se mojan a causa de una incesante lluvia, gruesas gotas se estrellan en los ventanales de los comercios haciendo un ruido escandaloso y preocupante para los habitantes, tres días y no ha parado de llover.
No se ve mucha gente en las calles, autos y medios de transporte atiborrados de personas que esperan llegar a tiempo a sus oficinas y escuelas, los que deben andar a pié lo hacen apresuradamente y se esconden de cuando en cuando bajo un techo protector para encaminarse nuevamente hacia otro techo, los paraguas pequeños se rompen con la fuerza de la lluvia, los grandes ocasionan problemas de vialidad entre los peatones; sin embargo un chico se mueve bajo la lluvia sin ninguna preocupación, camina con las manos dentro de su impermeable azul y con la mirada hacia el cielo, disfrutando cada fría gota que cae sobre su rostro.
Hasta que…
Una motocicleta pasa a toda velocidad salpicándole completamente
- Vaya!. Ya no hay respeto! – el joven se queda mirando hacia donde se había ido el motociclista, no estaba enfadado, la situación le divertía mucho, sobre todo al recordar que unos días atrás el mismo sujeto casi le arrollaba al cruzar la calle, en ese mismo lugar.
- ¿Te encuentras bien, Hige-chan? – Un niño de 6 años que iba tomado de la mano de su madre le llamó mientras le jalaba el impermeable.
- No me digas chaaan!
- Disculpe Hige-san, mi hijo se empeña…
- Jajaja, no importa, no importa.
La madre del pequeño sonrió al ver a Hige reír, en verdad que era un chico agradable, le hacía sentir bien incluso en los momentos más tristes, como el día en que se quedó viuda.
- Hana-san¿vas a alguna parte en especial? – Hige la miraba con interés, era una guapa mujer de 26 años, una madre joven y comprensiva, y eso atraía mucho al chico.
- Le prometí a Tsuga que lo llevaría a comer pastel.
- ¿Quieres venir Hige-chan?
- Está bien, pero debes dejar de decirme así vale?
- mmm… mejor no vengas
- Aught!. Jejeje, por cierto¿no es un terrible día para salir de paseo?
- En la escuela de Tsuga las clases se suspendieron y el reporte del clima dice que esta lluvia va para largo… tu sabes que Tsuga no puede estar encerrado todo el tiempo
- Sip. Es como un cachorrito
Los tres se dirigieron hacia la pastelería más cercana, era un local nuevo, las paredes amarillo-naranja daban un cálido aspecto al lugar, desde que entraron Hige pudo percibir el delicioso aroma del grano de café en la cafetera.
- Este es un buen lugar
- Si tu lo dices te creo, por una extraña razón tienes excelentes gustos culinarios.
- Que mala eres Hana-san¿cómo que "por una extraña razón"?
- Bueno, quiero un pastel de chocolate enooorme!
-Espera a que traigan la carta.
- Vale Hige-chaan!
Hige solo hizo una mueca, era imposible lograr que el pequeño Tsuga solo le llamara por su nombre, pero también era imposible enojarse con él, era un niño más pequeño que la estatura promedio, su cabello era café oscuro y extremadamente rebelde, no importaba cuantos productos le echaran en el cabello, simplemente no se acomodaba, en sus ojos verdes había una chispa de ternura y picardía que era irresistible a la mirada de los demás, tanto física como espiritualmente era muy contrario a su mamá, ella siempre parecía frágil y enfermiza, y siempre los días lluviosos palidecía más.
- ¿Gustan ordenar? – Una voz que le era familiar interrumpió sus pensamientos, al voltear miró al camarero, no era nadie que conocía, pero era muy familiar… tal vez lo había visto en algún sitio.
- Hige-chan¿qué vas a pedir?. Yo quiero una enoorme rebanadita de pastel de chocolate y chocolate caliente para acompañar
- Un gusto delicioso pequeño – El camarero le guiñó un ojo a Tsuga y este le sonrió
- "Qué se puede esperar, es solo una niña también jejeje" Yo quiero una rebanada de pastel de durazno y uno de crema, de tomar el café más delicioso que tengas
- Vale, será el más caro entonces
- AHH?
- jajajaja, no se preocupe, aquí todo es barato y de calidad.
- Vale, vale.
- Yo quiero una rebanada del de frambuesa y un vaso de agua
- ¿Agua? – El mesero miró a Hana divertido, eran una familia peculiar – de acuerdo ¿un vaso grande?
- Que sea muy grande por favor
El jovencito fue por la orden, al poco tiempo regresó, como no había nadie mas que ellos la orden se sirvió de inmediato.
- Aquí tienen
- Gracias niichan!
- Me llamo Tooboe, mucho gusto
- Yo soy Tsuga!
- Ella es Hana-san y yo soy Hige
- Mucho gusto, son una linda familia
- Ah!. No!. No somos una familia, Hana-san y su hijo son mis amigos! – Hige se sonrojó visiblemente y agachó la cabeza apenado, todos rieron.
- Por cierto Hige¿podemos hablar un momento?
- Eh?. Bueno, creo que si
- ¿Hige-chan?
- regreso enseguida
Caminaron hacia el pasillo que conduce al baño.
- ¿te conozco de algún sitio? – Tooboe le miraba intrigado – Es que siento que ya te había visto…
- …Y no solo eso, sino que ya nos habíamos tratado ¿Es verdad?
- así es... ¿cómo es que tu…?
- Yo siento lo mismo.
- ¿Crees que es "el destino"?
- Creo que tengo hambre, y con hambre no puedo pensar
- vaya tipo!
Hige se sentó a comer con sus amigos, un rato después se despidieron, Hige se excusó de no poderlos acompañar hasta la casa y se quedó en la pastelería.
- ¿a qué hora te desocupas?
- Hoy trabajo hasta las ocho… so no tienes nada más que hacer…
- Te esperaré entonces, solo voy a comprar el periódico.
- De acuerdo, pero no me vayas a dejar plantado ¿vale?
- ¿plantado¿qué no eres una niña?
- ¡hey!. Que te crees?. Miserable.
- jajaja, perdona, pero tienes todo el aspecto de una chica, hasta pensé que eras linda
Tooboe se sonrojó y se dio la vuelta enfadado. Hige salió del local y se quedo un rato con la cara hacia el cielo.
Caminó nuevamente sin prisa por las calles mientras se divertía observando cómo las personas huían del agua. Llegó hasta el puesto de revistas y pidió el periódico, luego regresó con calma hasta el local, pero antes de entrar se percató de que faltaban dos horas aún para que Tooboe saliera así que decidió pasearse un rato por las calles.
Caminando un rato sin rumbo fijo llegó hasta la esquina de sus desgracias, donde usualmente ese motociclista pasaba y le daba cada susto…
Pero esta vez fue un chico que corría quien lo arrolló.
Los dos muchachos cayeron al suelo.
- vaya!. Ya no hay respeto! – comentó Hige riendo mientras se levantaba y le ofrecía la mano al otro muchacho, el chico de cabello despeinado y oscuro no le tomó de la mano y le miró fríamente una vez que se incorporaron
- Hige – le habló - ¿Acaso ya lo has olvidado todo?. ¿esto es lo que en verdad deseas?
- ¿Perdón?. No creo conocerte… no, espera, no estoy muy seguro.
El extraño no le contestó y se paró a media calle, Hige vio con terror que los autos se le venían encima, la motocicleta, más propiamente dicho.
- ¿Estás loco?.!. Con esta lluvia no te van a ver!. Te vas a matar!
- Silencio
El motociclista le distinguió entre la lluvia por que rápidamente frenó, pero la calle mojada no tiene buena adherencia y la moto derrapó y envió a volar a su dueño casi hasta una cuadra después, sin embargo el sujeto calló de pié.
Hige no daba crédito a lo que sus ojos veían, el primer chico, después de haber logrado su objetivo, esquivó hábilmente los autos y llegó al lado de un perplejo Hige que no cabía de asombro. Pronto la calle quedó vacía y solo se escuchaban los pasos del motociclista entre aquella espesa lluvia.
- Creo que me debes una moto, muchacho.
- Renunciaste a tu orgullo prefiriendo transportarte como los humanos en lugar de cómo lo que eres
- Es más fácil vivir así
- ¿humanos?. ¿lo que es?. No entiendo nada!
- Por que lo has olvidado – El muchacho no miraba a Hige, sus ojos destellaban desafiantes contra el motociclista que ya se había sacado el casco.
- Mejor… les invito algo de tomar y lo hablamos ¿de acuerdo?.
El chico de cabello oscuro caminó primero y le siguieron los otros, Hige hasta el final y los miraba buscando una señal que le indicara que no eran humanos… aunque lo parecían perfectamente.
Para mayor sorpresa de Hige, los chicos entraron justo al café en donde estaba Tooboe, entonces se apresuró para evitar que le dieran un susto al pobre chico.
Tomaron una mesa y se sentaron, Tooboe les miró desde el mostrador, los tres estaban empapados y dejaban agua por todos lados, pero más que enojarle le pareció interesante. Se acercó a ellos y les tendió una toalla, el motociclista le tomó la mano por unos segundos al agarrar la toalla y Tooboe se sonrojó.
- Siéntate con nosotros - le invitó Hige- por lo visto no tienes nada que hacer y… ellos… parece que pueden sacarnos de dudas…
- Es… está bien…
Ocupó el lugar vacío, pero justamente estaba frente al chico de ojos ámbar y éste le miraba fijo.
- Mi nombre es Kiba y soy un lobo
Vale, vale, espero que no se les haya hechop pesado con tanta descripción, pueden darme su punto de vista, menos letras, así está bien, no se, un saludín, lo que quieran vale?
espero con ansias sus reviews!
