"Mi mamá me está llamando
Prométeme que mañana volverás para jugar.
Lo prometo.
Y como me lo asegurarás
Am... Cierra los ojos... Nos vemos mañana "
Capítulo 1.
Despierto y colocó mi brazo derecho sobre mi frente me quedo viendo un punto fijo en el techo de mi habitación, con lentitud vuelvo a cerrar los ojos Ya que la sensación de sus dulces y cálidos labios posándose sobre los míos aún está latente. Cada mañana es igual, despierto con la esperanza de que algún día ella lo re...
Un golpeteó sobre la puerta interrumpe mi diálogo interno, con mi voz modorra le digo que se pase. Le doy la espalda a la puerta y a mí visitante, siento como el colchón se hunde detrás de mí y el aroma a caramelo invade la habitación, siento su mano sobre mi mejilla, después se va deslizando hasta llegar a mi brazo derecho descubierto, suspiro, no quiero voltear y tampoco abrir los ojos. Su mano desciende para colarse por debajo de las cobijas y acariciar mi cintura y vientre. El peso se hace más notorio ya que se recuesta para tener acceso a aquello que le gusta de mi, debido a su estatura el aire que exhala choca con mi espalda desnuda, su mano llega hasta mi intimidad sus dedos se mueven en forma circular y su lengua recorre mi médula espinal me estremezco.
Me jala para ponerme boca arriba, su radiante sonrisa es contagiosa, un mechón rojizo hace cosquillas sobre mi mejilla, lo retiro, y lo coloco detrás de su oído. Ella me besa, sus labios son gruesos, no tanto como los míos, el juego de nuestras bocas es arrítmico, con una mano se apoya sobre la cama mientras que con la otra acaricia mi pecho haciendo presión, mis manos las llevó hacia su trasero y presionó, ella suelta una ligera sonrisa.
Nuestras miradas desbordan deseo.
Bostezo y me llevó mis manos detrás de la nuca mientras que caminamos por el pasillo que nos conduce al salón de clases. Cat abre la puerta y el profesor Sikowitz deja de beber su agua de coco.
-La señorita West, decidió presentarse junto con su compañera.
-Lo sentimos, Sikowitz, surgió un percance en la mañana.- ella al tomar asiento voltea a verme, me dedica su sonrisa de picardía. Solo le guiñó el ojo, tomó asiento unas filas de tras de ella
-Que no vuelva ocurrir.- vuelve a beber de su coco.
-Eso dijo hace tres días.- a cinco asientos a lado de mi se escucha su voz. Me encanta que se moleste, solo así se que para ella existo y que por lo menos recuerda mi nombre, veo a Beck susurrándole algo al oído. Ella lo fulmina con la mirada, sus ojos se vuelven más oscuros y sus mejillas se enrojecen cuando se molesta. Le he prestado atención suele ser muy expresiva.
-Por eso no lo respeta.
-Suficiente Victoria, silencio y presta atención.- Comienza a explicar la clase.
Tori como la mayoría la conocemos, saca una libreta, de su bolso café, el bolígrafo negro lo sostiene con fuerza y raya la libreta es su forma de descargarse.
Es la hora del almuerzo, a pesar de que es inicio de semana se me ha ido rápido el tiempo, buscamos un lugar adecuado para comer, Cat eligió que nos sentáramos debajo de un árbol el cual brindaba una sombra perfecta, a mi izquierda se sentó saque un burrito que le compre a Festus, Cat eligió una hamburguesa comenzamos a almorzar. A lo lejos veo una cabellera rubia la cual se me hace muy familiar con forme se va acercando la reconozco es Sam toma asiento a mi derecha, ella es de un grado superior al nuestro, trae consigo una cubeta la cual contiene más de diez piensas de pollo, no sé cómo no sube de peso, comimos tranquilamente.
Al terminar me recuesto en el regazo de Cat, mientras que Sam platica algo que le interesa. Cat me acaricia el cabello sabe que aquello me gusta, ladeó la cabeza y a lo lejos veo a Vega sonreír con André, el profesor Daniels se une con ellos lo cual se me hace extraño, está a lado de Vega esta lo ve de forma distinta y eso provoca un sentimiento que odio.
El timbre que indica que ya finalizó la última clase se hace presente por toda la escuela. Algunos al salir se despiden, los ignoro y continuó metiendo mi libreta junto con mi libro de historia a mi morral negro lo cargo sobre mi hombro, en el marco de puerta del salón de clases está Cat esperándome. Íbamos rumbo a la puerta de salida ahí estaba Sam esperándonos, pero decido hacer algo diferente el día de hoy.-Me quedaré en el salón de música ustedes adelántese al departamento, llegó más tarde.- Di media vuelta y regrese.
Subí despacio los escalones, cada paso que daba pensaba en una tonada. Al llegar al salón me senté frente al piano y comencé a presionar algunas teclas la melodía no era la que había pensado, fruncí mi ceño.. Coloque el morral como almohada sobre el piso, la chamarra negra que tenía me sirvió como colchoneta, me recosté cruce mis brazos y piernas.
Un sonido agradable me envolvió, ambientándome de nuevo a aquel recuerdo. Pasó mi dedo índice sobre mi labio superior. Me estiro antes de incorporarme. Me pongo de pie, alzó los brazos y dejó salir un gruñido.
-¿Qué haces aquí?
-Eres tú
-¿Quién esperabas que fuera? Algún pretendiente.
-Un ángel- la calle un segundo, continúe- Por el tono de voz creí que era un ángel, "aunque no me equivoque" – lo último lo susurre. Agarre la chamarra me la coloque y cargue el morral sobre mi hombro izquierdo, me dirigí a la salida.
-Jade, espera.
Mi nombre saliendo de sus labios es dulce y amargo. Me espere.
-Disculpa, por lo que ocurrió en la mañana.
No le respondí mire la ventana el cielo comenzaba a nublarse - Te acompaño a casa- fue más una orden que sugerencia
El camino fue silencioso, ella solo sostenía su bolso con ambas manos, no quitaba la mirada del frente y yo solo me limitaba ver el cielo nublado. –creo que lloverá
-si, espero que no llueva mientras que regresas a tu casa.
-no te preocupes- la mire al rostro, ella permanecía sería, mientras que mi sonrisa se iba desvaneciendo.
-Tenía mucho tiempo que no pasaba por este parque.
-¿Venias, aquí a jugar?
-Siempre.
-No recuerdo haberte conocido
Golpe bajo.
Llegamos a una casa de dos pisos, color blanca, la cual está rodeada de una cantidad moderada de árboles y arbustos tiene espacio para estacionar un automóvil. No la acompañe hasta la puerta
-Nos vemos mañana Vega.- seguí derecho
-Jade, tu casa ¿No es para allá?- apunta con su pulgar hacia atrás.
-Iré por un café.
-Esta bien... Gracias jade.
A la mañana siguiente me enferme, gripa común.
