-Pobre, es una lastima que sus padres murieran.
-Y apenas teniendo 5 años.
-Al parecer es la única de la familia, se quedará con una de sus tías pero como ya esta anciana la mandará a un internado, estoy segura que no le dará molestias allá, ya saben como son los niños.
Una anciana con aspecto serio y frío hablaba con una pareja, mientras bebía de su té, esta historia la repetía a todo el grupo de invitados así que no era raro que la niña por los murmullos supiera que hablaban de ella y su destino.
Así como lo había escuchado no demoró mucho cuando ella ya se encontraba en un vuelo donde la llevarían a un lugar donde viviría el resto de su vida, bueno, así ella pensaba, hasta que un día, cuando tenía la edad de diez años, al estar alejada del grupo de niñas de su escuela (como era normal en ella) una gran luz pareció rodearle, y desaparecerla al poco tiempo, esa fue la última vez que vieron a la pequeña niña de mirada triste, quien siempre sostenía entre sus brazos un pequeño muñeco en forma de un ángel y enredado en su mano un pendiente de color rosado.
En gaea 11 años habían pasado de la guerra en la que Zaibach por poco y destruye el equilibrio de ese planeta, tratando de hacer los mismos sueños que Atlantis tenía. Una vez mas estas tierras se encuentran en guerra, Asturias y Fanelia, ambas ciudades aliadas hacían frente a una ciudad rebelde que apoyaba los ideales de Dorking y se hacían llamar así mismos Los cuervos de hierro, ya que ponían mano dura en sus juicios y a menudo la mayoría que caían prisioneros eran aniquilados de la manera mas violenta, la guerra transcurrió por un largo año y el que a menudo interrumpía sus planes y ya era temido por el nuevo clan era un joven, mejor conocido por el Dragón, este contaba con 26 años, su cuerpo había embarnecido y su rostro mostraba gran seriedad, desde que esta guerra empezó, el solo estaba concentrado en esta y a menudo se encontraba con el grupo de Asturia que lo conformaba Allen Schezar y sus antiguos camaradas.
Menudos ataques y complots eran destinados para este rey ya que de querer continuar sus planes debían aniquilarlo a como diera lugar, así que ese clan seguido mandaba diversos asesinos, pero muchos de estos fallaban pero aún estos no desistirían del propósito, esta vez un nuevo asesino salía en busca de el rey, parte de su ejercito tenía el nombre de los cazadores, estos eran mortales asesinos que pocas veces cometían errores y fallaban en sus misiones, pero esta ocasión el rey había demostrado gran habilidad e incluso estos asesinos comenzaban a temerle, ya que los grupos que se mandaban con la misión de matar al dragón no regresaban ya que estos morían en el intento.
Capituló 1.
Un nuevo acecino.
Una nave surcaba el cielo gris y tormentoso de ese día, las nubes oscuras cubrían el firmamento y varios destellos salían de estas haciendo estruendosos ruidos. Esta nave comenzaba a aterrizar en una ciudad peligrosa, Zayima, hogar de bandidos y renegados que a menudo eran sobornados con grandes cantidades de dinero para asesinar, o simplemente en torneos con guymelef, donde el ganador siempre se llevaba una gran cantidad de dinero.
-Hemos llegado jefe.
-Bien Gadeth, según los informantes, el líder de Los cuervos de hierro se encuentra aquí, reclutando a mas gente.
-Estupidos.
-Así es Gadeth, pero aquí solo rige la ambición.
El hombre de cabellera rubia, quien se encontraba de espaldas jira hacia sus compañeros.
-Bien ya saben cual es el plan, no sean estupidos y no se dejen matar.
-¡Sii!
El grupo entero contesta al unísono con los demás comenzando a bajar de la nave.
-¿Y Van.
-Temo que fue el primero en bajar.
-Ese Van, nunca cambiará.
En un bar de mala muerte varios hombres con negras armaduras combinadas con algunos atuendos en color plata se encontraban sentados en una larga mesa de madera, acompañados por varios delincuentes, en lo que al parecer era un cuarto oculto alejado de los demás, la luz de una lámpara de gas se tambaleaba levemente, iluminando a los presentes, quienes se destacaban por su rostro agresivo, varias cortadas y tatuajes en parte de su cuerpo, en medio de la mesa un hombre de aspecto agresivo, larga barba y de unos 36 años de edad, miraba fríamente a los presentes, detrás de el una figura ataviada por una capa oscura y cubierta de su cabeza cuidaba de el, a menudo esta sombra levantaba levemente la mirada, dejando ver una máscara plateada. Muchos suponían que era su guardaespaldas y no faltaba el imprudente que lo retaba, pero este al parecer ni se inmutaba haciendo enfurecer mas al hombre.
-Ustedes saben que este pueblo necesita un líder que lo lleve a la victoria y al poder.
Este aprieta su puño con fuerzas.
-Es humillante ver a la gente de aquí como unas ratas, ustedes merecen lo mejor.
-¡Si!.
Varios gritaron con fuerzas levantando sus armas. Una gran navaja cruza por la larga mesa de madera hasta dar a un lado de la pared donde se encontraba aquella figura parada, pasando a centímetros de su rostro. Toda la habitación enmudeció y se giró hacia el causante de esta falta.
-Pero que tontería dice. Quiere llevarnos a la gloria y no puede con ese pueblucho rural llamado Fanelia. Tengo entendido que el dragón ha sido como una piedra en el zapato y usted no ha tenido el valor de enfrentarlo puesto que los cazadores, los mejores asesinos de su ejército no han logrado vencerlo.
El líder aprieta sus dientes mas por el hecho de haber mencionado el nombre del dragón, pero este guarda compostura sacando una risa malévola.
-Que puedo decir, nunca dije que el camino estaría fuera de obstáculos, además por eso he venido, se que aquí hay mejores asesinos que los que tengo, se que ustedes podrán matar al dragón y aquellos inbeciles que no creen en nuestras palabras. ¿No es así?.
Este voltea a ver a su guardaespaldas quien solo mueve su brazo hacia atrás sin perder la mirada al frente y arranca la gruesa navaja de la pared, mirándola por unos momentos embelesado por el brillo, la empuña con fuerzas y sin hacer gran esfuerzo la arroja al frente regresándola al dueño quien le atravesó la cabeza ensartándola en la pared, muchos se sorprenden de que aquel ligero movimiento hubiese llevado al dueño hacer enterrado de esa manera.
Una risa interrumpió aquel silencio sepulcral que permaneció por unos momentos al igual que las miradas de asombro.
-Como verán odio a los bocones, solo alardean y no son capases de detener una simple navaja¿no es así amigo?.
El hombre le da una palmada en el hombro al ejecutor de aquel idiota que abrió la boca de mas, pero este no pronunció palabra alguna.
-Es lo que me gusta de ti, eres de pocas palabras, jaja. Bien quien esta con migo para sacar a Zayima adelante, es indignante que la clasifiquen como un pueblucho de ratas, hay que demostrar que este lugar es de grandes guerreros.
-¡Siii!
De nueva cuenta los gritos de estos bandoleros se hizo escuchar por todo el lugar, la mirada de satisfacción de aquel líder no se hizo esperar, mientras otras algo serias pertenecientes a su ejército que se encontraban sentados a su lado solo miraban a esos hombres como simples patanes con aires de grandes asesinos.
Fuera de ese lugar un hombre con una capa gris entraba al bar y este se sentaba en la barra y mormuraba algo al cantinero, sin levantar la mirada que se encontraba cubierta por la grisácea capa. Rápidamente fue atendido y una bebida llegó a su mano enguantada con una especie de protecciones de metal en esta.
-Por lo que veo ha llegado otro guerrero mas.
El hombre no contesta.
-Valla, no eres de los que alardean mucho, creo que eres de esos tipos que le agradaran a Zatoichi.
El encargado se sorprende al ver que la atención de este guerrero estaba puesta sobre el, ya que unos ojos carmesí, ardientes como los de un dragón lo miraba con atención.
-Valla, parece que tengo su atención ahora. Zatoichi esta reclutando buenos guerreros, muchos de aquí ya lo ven como un líder de Zayima.
-¿Donde se encuentra?.
Una voz grabe se hizo escuchar y la mano de este hombre agarró con fuerzas a aquel que se encontraba detrás de la barra el cual palideció.
-Es..ta..esta… ahí.. acaban de salir.
El hombre suelta al temeroso cantinero y voltea con rapidez hacia el frente topándose con seis generales de Los cuervos de hierro y a su líder custodiado por una persona encapuchada y varios ladronzuelos que lo seguían detrás. Sin pensarlo mas este apresura el paso para darles alcance, estos pronto se internan a un bosque donde en un claro cercano se encontraba una gran fortaleza flotante. Pronto los gritos de varios hombres se escucharon detrás del líder de esta banda y todos voltearon con rapidez en posición de defensa y levemente la hoja de sus espadas se podían ver.
-¡Alguien ataca a los hombres!
Este bandido no termina de hablar cuando una espada lo atraviesa por detrás y cae al suelo, la lluvia comienza a presentarse comenzando a empapar a los presentes, la espada desenfundada de la persona parada frente a ellos se posaba a uno de los costados de este y la lluvia comenzaba a limpiar la fina hoja, dejando escurrir miles de gotas de color carmesí. Todos se quedaron en la misma posición defensiva menos Zatoichi, quien permanecía de pie y con ambas manos descansando a sus lados, no parecía temer a este enemigo, parecía conocerle. Uno de los bandidos se levanta y decide atacar por la espalda a aquel hombre de capa gris, pero este solo mueve ágilmente su espada hacia atrás abriendo levemente sus piernas y girando un poco a su costado enterrándosela, después da una patada para sacar la espada del cuerpo de aquel bandido.
-Sigues tú. Zatoichi.
La voz de aquel misterioso hombre resonó en los oídos de Zatoichi, los hombres detrás de el retrocedieron levemente al ver a aquel hombre abalanzarse sobre de su líder, pero el que se encontraba al frente saca rápidamente su espada y se abalanza sobre el, los movimientos de ambos eran rápidos y Zatoichi no perdía de vista aquel encuentro, solo de reojo miraba a los que se encontraban detrás para después seguir viendo el enfrentamiento de ambos, parecía que tenían la misma agilidad y sus espadas a menudo se encontraban sacando leves destellos, ágilmente el contrincante de aquel misterioso hombre de capa gris da un salto proporcionándole una patada que derribó a su oponente, quien calló al piso mojado, dando un suave jiro a su espada corta las ataduras de la capa descubriendo por fin el rostro de quien los atacaba.
-Valla, no estaba del todo errado, es el rey de Fanelia.
El joven que había quedado al descubierto frunce el seño y levemente aprieta sus dientes, acercando su mano a su espada, pero esta es pisada por el filo por la figura encapuchada.
-¡Acaba con el!.
La mirada de furia se presenta en Zatoichi, y gira hacia su nave pasando de largo a los otros generales que se encontraban presentes. Su sirviente obedientemente empuña su espada y la pone en su cuello para cortarle la yugular de forma rápida, pero escucha algo romper el viento y hace retroceder al verdugo del rey haciendo varios jiros en el piso, tomando impulso con sus manos, varias navajas se entierran en el piso pero una lo hiere en el hombro, haciendo que se agachara y tomara su hombro con fuerzas.
-¿Te encuentras bien Van?
Un hombre de cabellera rubia incorpora al rey quien serio veía al frente a aquella misteriosa persona, quien se incorpora y haciendo una leve reverencia se aleja corriendo de ahí para abordar la gigantesca fortaleza quien ya comenzaba a ascender. Van no dejaba de recordar lo que este personaje había hecho y en cierta forma lo enfurecía, sin decir nada se aparta de los demás quienes solo lo miraron sorprendidos.
Dentro de esta nave Zatoichi, se encontraba en un gran sillón, con una de sus manos sosteniendo su mentón y mirando al frente.
-Ustedes, no son mas que una bola de cobardes e incompetentes.
Siete figuras permanecían arrodilladas frente a el con la mirada baja mientras Zatoichi los miraba con furia, este se levanta y patea a seis de ellos, menos al que se encontraba en medio quien seguía con la mirada baja.
-Malditos cobardes. Al ver al dragón sus estupidos rostros palidecieron. Nadie atacó, excepto uno.
Este mira hacia la figura de en medio.
-¡Tú¡levántate!.
Rápidamente se levanta y mira fijamente a su líder.
-Por lo que veo de entre todos estos patanes tu sobre sales.
No se produjo ni un sonido a lo que Zatoichi continúo.
-Tu eres el elegido para matar al dragón. Hazlo de lo contrario.
Este aprieta el brazo herido de su sirviente, quien no produjo ni un quejido de dolor, Zatoichi suelta bruscamente su brazo y jira a su asiento.
-¡Lárgate, encuentra la nave del rey de Fanelia y mátalo¡¡¿escuchaste!
Este asiente con la cabeza y hace una pequeña reverencia saliendo del lugar, pasando por los otros seis quienes aun se encontraban en el suelo retorciéndose de dolor.
La noche cayó, en medio de un espeso bosque una nave se encontraba escondida, ya casi la madrugada entraba y en la entrada de los hangares de esta nave un joven de atuendos oscuros miraba al frente, este sale y mira a través de las gruesas ramas la luna fantasma, la brisa corría agitando las ramas de los árboles, la mirada del rey se mostraba algo triste, cada vez que miraba hacía la Luna Fantasma, el recuerdo de una joven llegaba a su cabeza. La brisa pronto cambió su fuerza haciendo que un potente viento apareciera, las ramas se movían bruscamente y algunas ruidosas aves pasaban despavoridas de ahí, Van supo que algo malo iba a pasar y desenfunda su espada, poniendo una postura defensiva y mirando a todos lados, el filo de una espada al sacudirse y cortar una rama provocan un destello que percibe Van y salta, alejándose de la trayectoria de la gruesa rama, al poco tiempo una figura negra aparece frente a el, Van frunce el seño reconociendo aquella figura, que si no mal recordaba se encontraba cubierta por una máscara.
-¿Tu otra vez?
Nuevamente no hubo contestación y esta se dispuso atacar de frente a Van quien contraataco haciendo que su oponente retrocediera, al estar en un pequeño claro, cerca de una gran barranca la luna iluminaba perfectamente a ambos espadachines, la figura oscura empuja la espada de el rey de Fanelia hacia el frente dándole la oportunidad de saltar asiendo que al caer diera finos cortes a su costado y para rematar uno en la espalda, Van jira furioso y continúa peleando con mayor fuerza y decide cortar su cabeza, su oponente detiene el movimiento con trabajos lanzando la espada del rey hacia arriba, pero en el trayecto logra hacerle un corte en la máscara, la cual se rompió a la mitad cayendo al suelo, Van retrocede y pone la espada al frente respirando un poco.
-¿Qué es lo que pasa¿no quieres que vea tu horrible rostro?.
El rostro de aquel extraño se encontraba de lado cubierto por la capucha negra, quien comenzó a alejarse de ese lugar, Van lo nota y corre tras el, estos se adentran al bosque donde la oscuridad predominaba, Van estira su mano y sostiene con fuerzas la larga capa negra, esta se la arranca del cuello, al sentir como el rey le despojaba de la prenda salta quedando atrás de el, dándole un golpe en las costillas, Van se queja soltando la espada, sosteniendo la mano de su contrincante quien la jala hacia él, dándole un gran golpe en el rostro, seguido de un codazo en las costillas arrojándolo con fuerzas al piso, Van recoge su espada rápidamente y la empuña para rematar a su enemigo pero en el trayecto detiene el arma a escasos metros. Sus ojos se mostraban sorprendidos, en aquel pequeño lugar un destello de luz lunar iluminaban el rostro de una mujer que yacía inconsciente en el suelo con un ligero sangrado saliendo de su boca, el filo de la espada del chico brillaba y este aparta el arma enfundándola, Van da la espalda dispuesto a retirarse, cuando algo lo detiene, mirando por entre su hombro logra ver un pequeño destello rosado, Van se acerca y quita lentamente su largo cabello de su cuello descubriendo un pendiente, que lo deja sin habla.
En el cruzade Allen se encuentra fuera de esta, de pie y con los brazos cruzados, una cinta larga adornaba su frente y ondeaba levemente con la ligera brisa.
-Te juro que escuché que alguien peleaba por aquí.
-Debió ser tu imaginación Ridenthe.
Allen escuchaba con atención a sus compañeros, cuando escucha unos pasos y alguien moviéndose por entre los arbustos, su mirada se posa a un lado sin dejar su posición, los demás ponen posturas de defensa y a los pocos segundos aparece Van con alguien en sus brazos.
-Wow, a la próxima me quedo con Van.
-¿Van que pasó.
-Es el guerrero que se encontraba con Zatoichi.
-¿Ella!
-¿Quieres decir Van que el es en realidad ella?
Van asiente con la cabeza. Allen mira detenidamente a Van.
-Por lo que veo tuvieron una nueva pelea.
-Ninguno de los asesinos que ha mandado Zatoichi me han tocado, ella se lleva el premio mayor. Gadeth hay que partir, seguramente hay mas cazadores detrás de mi y si ella me encontró lo mas seguro es que no tarden en venir mas.
-Como diga majestad¿hacia donde vamos.
-A Fanelia.
Van se aleja con la mujer en sus brazos con un gesto cansado, los demás solo obedecieron, Allen solo se quedó mirando a Van con detenimiento y a la mujer que llevaba.
Buehhhh pues varias historias me llegaron a esta cabecita y pues quise seguir poniendo jeje así que van a tener a esta loca por un rato mas. La historia como podrán notar no es un Hitomi & Van pero espero les guste, pronto subiré un fic de esta pareja ya que les gusta mucho, solo que esta vez posiblemente me tarde por que estoy en planes de mudanza y esto me quitara un rato el Internet, pero espero poder actualizar en uno de los ciber cercanos, que espero que haya uno por ahí jejeje. Besos a todos y como siempre dejen reviews ya que estos son los que me animan a seguir continuando las historias.
