Estrella Fugaz
Disclaimer: ninguno de los personajes utilizados en esta historia.
El so ya se había escondido y había pasado otro día más desde el momento en que decidió abandonar a Orochimaru. Este era su cuarto día de libertad, pero también era su cuarto día de tortura.
El sello iba a matarlo, lo sabía. Podía sentir como prácticamente le "succionaba" el poco chakra que le quedaba.
Era uno de esos días de junio en que se podía ver en Konoha la lluvia de estrellas. Primero caía una, luego otra y de repente, sin que nadie lo notara, miles de estrellas bajaban del cielo para bendecir y cumplir los buenos deseos de los aldeanos.
Habían pasado 5 años desde su partida, y aún recordaba todo. Todo lo vivido y sobretodo, todo el daño causado con sus propias manos. Ahora que ya no eran otros los que agonizaban sino él, estaba de vuelta en su aldea, en la extraordinaria Konoha.
Claro que nadie lo sabia, porque con su estupidez había conseguido que le prohibieran la entrada.
Ya nadie lo que quería ahí, probablemente ni siquiera sus amigos. Y aunque los entendía, le dolía mucho saber que ya no era bienvenido allí, y que absolutamente NADIE lo quería. Sin embargo otra vez estaba equivocado, o quizá exagerando, porque eso no era del todo cierto.
El sabía que aunque hubieran seguido con sus vidas, su mejor amigo y la chica que fue, es y será el amor de su vida, nunca dejarían de quererlo y lo defenderían, permitiéndole demostrar su arrepentimiento, incluso si tuvieran que enfrentarse a toda la villa. Y él estaba totalmente agradecido por ello.
Ese sería su último día, y estaba conciente de ello, sin embargo no estaba preocupado, ni asustado. Estaba "feliz", porque estaba en su casa y podía tener cerca todas esas cosas que le recordaban el único período de felicidad de su vida, el tiempo compartido con su equipo, "El equipo 7". Y ahí fue cuando la vio. La primera estrella estaba por caer. Tenía poco tiempo…
Se transportó al balón de la casa de ella con un solo propósito. Verla una vez más, por última vez, y así lo hizo, antes de volver a su casa con otra pequeña nube de humo.
Este amor, es mi último deseo, el más sincero y la única buena acción que pude tener para con vos, después de todo lo que te hice sufrir…Se feliz Sakura, se feliz con él. Yo confío en el, se que te va a cuidar y por eso lo apruebo, como lo hizo Naruto, y voy a estar velando desde arriba por ustedes dos.- Dijo cerrando lentamente los ojos, mientras la primera estrella fugaz surcaba el nocturno cielo y sus perladas lágrimas recorría su pálido pero sonriente rostro.
Ahí acababa su vida terrenal, ese era el final de la historia de Sasuke Uchiha. Sin embargo su corazón y su esencia siempre estarían entre sus amigos, para ayudarlos y verlos cumplir sus sueños. Ver a Naruto convertido en el mejor Hokage, y a Sakura no sólo siendo la mejor medico Ninja( que ya era) sino también siendo la mujer más feliz al lado del hombre que ella había elegido y con el que ahora estaba casada desde hacía ya una semana.
Y aunque en un principio él estaba horrorizado con la idea, al final fue ese matrimonio lo que lo liberó de sus cadenas y le permitió abandonar este mundo en paz. Porque sabía que él cuidaría de ella como todo hombre que protege a su familia.
Por eso fue feliz durante su último minuto, porque confiaba ciegamente en el. Neji no sólo la cuidaría, sino que también la amaría sin temor de decirlo, evitando el error que cometió él cuando tuvo su oportunidad, y haciendo siempre feliz a su pequeña Sakura.
