Anymore

Respiraba el aroma tranquilo a luna en las noches antiguas. Respiraba el alba creciente mientras despertaba mirándole desde su posición en la cama mientras la soñadora sonrisa cubría sus labios. Porque se sentía feliz, porque él le hacía feliz y nada más importaba.

Respiraba el olor a sangre y desesperación fluir de la horrible sala de urgencias. Vió el cuerpo manar sangre y su mirada clavarse en la propia buscando auxilio. Buscando que pudiese realizar el único deseo que tuviera. El deseo de salvarle

Salvarle ¿Es que costaba tanto?

Respiraba los gritos y llanto frenético frente al día lluvioso y el mármol pegándole en la sensatez. Revivía el ardor de sus ojos pugnando por liberarse nuevamente al ver el lugar que todos resentían. Sintió la fuerza, antes presumida, morir al darse cuenta de la terrífica realidad presentada.

Quizá algún día en otra vida podría decírselo. Pero nunca más entre los aromas que adoró callando lo que su pecho quería gritar.